4. Su culpa
Por favor no se olviden de comentar y votar ♥
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Me tomé el tiempo necesario para marcharme de casa de Harry, asegurándome de cerrar bien todas las puertas y activar las respectivas alarmas a medida de que lo hacía. De haber visto a Harry hacerlo tantas veces, ya me había aprendido casi de memoria todo el procedimiento. En el camino a mi casa llamé a mi mamá para hacerle saber que iríamos a cenar, ganándome un regaño por no haberle avisado con más tiempo.
¿Cómo iba a avisarle con "más anticipación", si ni si quiera yo misma sabía que mi tarde sería interrumpida por el equipo de gira de Harry y su reunión sorpresa?
A las siete y media de la noche, después de haber tomado una corta y para nada relajante ducha, fui recibida por los siempre-abiertos brazos de mi madre, que me envolvieron en un asfixiante abrazo en el segundo en que me acerqué a ella. Me adentré en la casa que tan bien conocía, dirigiéndome inmediatamente al estudio de mi papá y haciendo caso omiso a la anécdota que mi mamá había comenzado a relatar. Sabía que de haberme quedado escuchándola tampoco hubiera prestado atención, por lo que decidí no sentirme mal por haberla ignorado por completo.
— ¡Ronnie! ¡No sabía que vendrías! —Exclamó él desde su escritorio al verme entrar, levantándose eufóricamente del asiento. Hacía severas semanas que no nos veíamos por distintas razones, y no me había dado cuenta de cuánto lo había extrañado hasta que estuve rodeada por sus brazos paternales—. ¡Siéntate, siéntate!
— ¿Cómo está todo? —Le pregunté obedeciendo sus órdenes, tomando asiento en uno de los cómodos sillones que había en la oficina, que bien podía llamarse su cueva de hibernación. Sabía exactamente a qué me refería con mi pregunta, y su sonrisa desapareció poco a poco.
—Ya sabes, yendo todos los días al hospital. Trabajo desde aquí, así no pierdo tiempo yendo a la firma. Estoy seguro de que mi secretaria se olvidó de cómo luzco, y ni hablar de mis colegas —Carcajeó sin una pizca de gracia. Asentí, y pensé por varios segundos qué decirle—, pero bueno. ¿Y tú? ¿Cómo está yendo todo?
Tomé una gran bocanada de aire antes de comenzar a contarle sobre todo lo que estaba pasando en mi vida últimamente; desde mi trabajo, pasando por Meredith y Chad, Louis, Lou, hasta Harry. Como a todo padre, este último tema no le causaba ni un poco de gracia, pero ya podía controlar su ceño fruncido y parecía -o al menos simulaba- tener cien por ciento de interés en mi relación. Ya no estaba preocupada sobre su comportamiento porque sabía que, como las últimas veces que los había reunido, mi papá controlaría su urgencia de saltar sobre Harry y arrancarle la garganta en un sólo movimiento; y pretendería ser una persona civilizada e incluso, si era muy afortunada, entablaría una conversación más allá del "espero que no le hagas daño".
Fue cuando ambos sentimos el riquísimo e imposible de ignorar aroma a comida, que decidí que era tiempo de salir de su cueva e ir a hacerle compañía a mi mamá, recordando cuánto se había "molestado" -porque de ninguna manera podría molestarse de verdad con su única hija- por avisarle apenas unas horas antes que tenía que preparar una lasagna para cuatro personas. La única excusa que necesité usar fue "Harry quiere lasagna", que pareció haber sido una especie de palabra mágica para que su enojo se disipara. Porque sí, aparentemente, Harry tiene ese efecto sobre las personas.
Incluso sobre mi madre.
El timbre sonó mientras los tres estábamos tirados el uno sobre el otro en el sofá mirando repeticiones de The great british bakeoff, un programa de cocina que por más de que lo hubiéramos visto literalmente más de veinte veces, jamás nos cansaríamos de ver. Compartimos miradas que decían "no iré" por unos minutos, hasta que mamá se agotó y, tirándonos un almohadón a cada uno, caminó por el hall de entrada hasta la puerta principal, abriéndola sin siquiera preguntar quién estaba detrás de ella.
— ¡Señora Baldwin! —Exclamó la profunda voz de Harry, y aunque no la miré específicamente a ella, sabía que estaba sonriendo de oreja a oreja. Lo regañó por haberla llamado señora y él sólo carcajeó, su risa volviéndose cada vez más cercana—, ¡Veroonica!
Se acercó a mí dispuesto a darme un simple abrazo considerando que mi padre estaba al lado mío y no quería parecer irrespetuoso, pero fui mucho más rápida. Tomé su rostro con mis manos y tiré de él, obligándolo a que se agachara a la altura que tenía estando sentada en el sofá. Besé una y otra vez sus labios, su nariz, sus mejillas y su mentón, oyendo nada más que quejas y gritos de auxilio de su parte.
—Totalmente su culpa —Se disculpó Harry, señalándome con el dedo índice. Mi papá revoleó sus ojos sabiendo que tenía razón, y estrecharon sus manos de una manera tan formal que hizo que estallara en risas.
Entre bromas, ayudamos a preparar la mesa y al cabo de unos minutos, estuvimos los cuatro sentados a punto de deleitarnos con la deliciosa lasagna que Harry había pedido. Esperamos a que diera el primer bocado para que dijera por milésima vez cuánto amaba aquella comida, y empezamos una pequeña charla típica de cenas, o como yo las llamaba, "no sé que decir, así que voy a mirar a la distancia y encontrar un objeto sobre el que pueda decir algo para que el ambiente no se vuelva incómodo".
Nombre largo, ¿eh?
— ¿Así que te vas de gira la semana entrante, Harry? —Preguntó mi papá. Hubo in pequeño silencio antes de la respuesta, ya que ninguno de los tres hubiéramos esperado que le hablara directamente a Harry.
—Afirmativo, empezamos por Sudamérica. Hoy tuvimos una pequeña reunión en la que decidimos algunas cosas, como por ejemplo qué haremos en cada país. Queremos conocer tanto como podamos, pero sabemos que es difícil por todas las fans que habrá alrededor de los hoteles. ¿Pueden creer que YA hay gente acampando frente a los estadios? ¡Acampando, como decir, duermo en la calle! —Levantó sus manos en el aire y sacudió la cabeza, una enorme sonrisa apareciendo en su rostro. No había nada que me gustara más que oír a Harry hablar con tanta dedicación y pasión sobre su trabajo, y por mucho, muchísimo que me costara admitirlo, una parte de mí iba a extrañarlo un poco menos mientras no estuviera, porque sabría que estaría haciendo lo que ama. No podía pretender ser tan egoísta como para hacerlo sentir mal por eso.
—Ronnie morirá, de eso estoy segura. —Se burló mi mamá.
—No lo creo, no lo extrañaré tanto...
— ¡Heeeey! —Se quejó él, haciendo puchero. Rápidamente limpié el rastro de salsa que probablemente había quedado en mis labios con una servilleta y lo abracé por los hombros, besando su mejilla ruidosamente. Me separé al escuchar a mi papá aclarar su garganta, y simplemente reí—, ¡hablando de esto! ¿Qué sabes de Argentina? ¿Qué saben de Argentina? —Nos preguntó, genuinamente curioso.
Todos nos miramos desconcertados mientras pensábamos sobre aquel país, comprobando el fracaso de familia que conformábamos al no poder contestar una simple pregunta. Traté de recordar lo mínimo que me habían enseñado en la escuela primaria sobre Argentina y la guerra contra Gran Bretaña por las islas Falkland, pero no pude hacer memoria exactamente sobre lo que sabía sobre eso.
—Es bueno saber que todos aquí reprobamos geografía alguna vez —carcajeó—, bueno, primero y principal, está en Sudamérica, y es el quinto país al que iremos con nuestra gira. A Buenos Aires, siendo más específico, hay muchísimos lugares a los que visitar, y si todo sale como nos dijeron, nos quedaremos no tres, no cuatro, si no cinco días allí. Hermoso hotel a las afueras de la ciudad, Sofitel Cardales, si no me equivoco. Louis invitó a su mejor amigo Stan, ¿recuerdas a Stan? Lo conocimos en Doncaster... —Habló rápidamente—, eh, sí, un amigo de Liam también irá, si mal no recuerdo su nombre es Tom...
Se quedó callado.
Una sonrisa juguetona apareció en su rostro y entrecerró los ojos mientras me miraba con gracia, como si no puediera contenerse la risa.
— ¿Qué es tan gracioso? —Pregunté, empujando suavemente su hombro derecho al haber asumido que estaba burlándose de mí. Mis papás bufaron exhaustivamente al mismo tiempo, y fue sólo entonces cuando caí en cuenta de lo que en realidad estaba pasando.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
Primero y principal, ¡TWC TIENE 100,000 LEÍDAS! CIEN MIL. ESO ES UN MONTÓN. Y NO LO PUEDO CREER. CIEN MIL.
Me calmo. Segundo, ¡WWA con casi 3000 leídas! Creo que en TWC tuve tres mil leídas cuando iba por el capítulo veinte, sooo sí, sigo sin poder creerlo. Otra cosa más, WWA estuvo ranqueada al #200 de fanfic y de Adolescentes, y nada, TWC nunca estuvo ranqueada así que fui feliz. (Ahora claramente ya desapareció del ranking jajaja) así que para que vuelva, ¿me harían el favor de votar y comentar? ♥♥♥ Ayudarían muchisísisisisismo a que crezca y me encantaría que más personas pudieran leerla :D
Ahora hablando de WATTPAD. ¿Qué mierrr está pasando? Descubrí que no sólo no aparecía mi capítulo, si no que de un montón de novelas. Agh. Espero que todas hayan podido verlo, y si no lo vieron o saben de alguna manera de arreglarlo (porque ya lo subí aprox. tres veces), coméntenmelo :(. ¿Y qué onda el nuevo perfil? No me gusta para nada. Y tampoco se pueden poner estados. Me están volviendo loca las actualizaciones.
Y EL CAP:
(Miren el gif. Mírenlo. Amo a Harry. Lo amo.)
¿Qué creen que Harry esté diciéndole? ¿Les gusta cómo están llevándose Ronnie y su papá? ¿Qué piensan que va a pasar? ¿Estoy haciendo muchas preguntas? Ok. Me calmo, por segunda vez.
Creo que tenía más cosas para decir pero ahora no me las acuerdo, soooooooo.
Este cap va dedicado a @PamelaDeyarina20, ¡espero que te guste! ♥ Si querés que te dedique un capítulo no dudes en pedirlo! :)
compartanvotencomentenytodoeso♥
Besitos!
MAR
@MOVEITNARRY
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top