A la mañana siguiente, Rey fue a cobrar el cheque que le había dado Tahiri, también debía sacar el efectivo del cajero que le había mandado su abuela.

Rey dejó la casa de sus abuelos cuando cumplió su mayoría de edad, no quería ser una a carga para ellos, pensaba que debían vivir en tranquilidad su retiro. Decidió vivir sola y decía poder mantenerse a ella misma, sin embargo, sus amados abuelos la ayudaban con los gastos del departamento.

Era la siguiente en utilizar el cajero automático. Al introducir la tarjeta al aparato, salió la información de su cuenta, le había depositado casi el triple de lo que requería para su mantenimiento.

-Te vas a ganar el cielo, Satine -dijo para ella misma.

Después de recoger el efectivo, decidió cobrar el cheque. Esperó sentada mientras llegaba su turno para ser atendida. En ese momento le ocurrió algo inesperado, pensó en Tahiri Ren, "Debe ser su hermana", no era como si le importará, "después de todo ese había sido el acuerdo, sin sentimientos".

La pantalla que asignará los turnos marcó un "66", miró la papeleta que tenía entre sus manos y se puso de pie, era su turno. Como esperaba, sin problemas. Se sentía con ánimos ya que era el cuadro más caro que había vendido desde que inició.

Salió del Banco, y caminó un par de cuadras, sostenía su paraguas, caían algunas gotas de lluvia. De repente sintió un hueco en el estómago y escucho el gruñido de sus intestinos. Se río para ella misma y camino hasta la cafetería donde se había encontrado antes con Kylo Ren, su mente le trajo el flashbakc de ellos dos hablando de trabajo. Ver como caída el agua en las sillas donde días antes se habían sentado hizo que se quedara parada en la lluvia. Soltó un gran suspiró.

Una mano le tocó el hombro. Volteó a ver al dueño y se encontró con su amigo. Un moreno, alto, de ojos negros llamado Finn. Ella le sonrió. Él le dio un beso en la mejilla. De sus amigos, él era al que más quería, era como un hermano siempre estuvo a su lado cuando lo necesitó. A pesar del gran cariño que sentía y la confianza que siempre le inspiró, no sabía de la existencia de Kylo, no quería que le dijera todo lo que ya sabía.

- ¿Qué haces aquí? -cuestionó él -No me digas que los Kenobi ya te enviaron tu mesada -se burló. Su amigo sabía perfectamente su situación, sabía que los gastos mayores los pagaban sus abuelos y ella se encargaba de gastos menores como sus alimentos, aunque en ocasiones su abuela le enviaba un poco más para que no se preocupara por sus gastos otro mes.

-No -respondió de inmediato -, vendí una de mis pinturas, acabo de ir a cobrar el cheque.- Finn le extendió la mano para que entrarán a la cafetería, Rey cerró su paraguas y lo colocó en un contenedor en la entrada.

- ¡Vaya! - dijo de nuevo burlándose -Eso si es una novedad -dijo mientras ordenaba en la barra. Rey lo miró con un poco de odio.

-A veces me pregunto ¿porque eres mi amigo? -le dijo mientras era el turno de Finn para ordenar.

-Déjame ver -comenzó a decir mientras caminaba hacía una mesa -Porque nos conocimos desde hace mucho, y yo te defendía de los brabucones cuando te quitaban tus dibujos.

Tomaron asiento cerca de la ventana.

-Si no mal recuerdo, era yo quien te defendía, y más de esa chica, Rose -él puso cara de leve molestia, ya sabía de quien hablaba -La recuerdas ¿No? La que a veces llevaba ese aparato para dar toques eléctricos.

-Ya sé cuál es el punto, podríamos dejar de recordar.

-Nop... aún recuerdo como te electrocutó esa ocasión, creo que fue la última vez que te molestó. ¿recuerdas esos extraños efectos secundarios?

Finn ya no decía nada, era clara su molestia. Le gustaba bromear con Rey, pero no le agradaba que ella hiciera lo mismo. Además, recordar a Rose hacía que le dolerá el cuerpo y recordará los efectos secundarios del mencionado aparato.

La mesera llegó con sus órdenes, colocó los alimentos en la mesa cuidadosamente, ambos agradecieron.

-Tengo geniales noticias -dijo Rey a Fin que se llevaba un bocado a la boca.

- ¿De qué se trata? -preguntó el moreno - ¿Ya te comprometiste?

Rey se molestó un poco por su comentario, aunque por un segundo se vio con Kylo llegando al altar. Al crear esa imagen mental sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo.

-Fui a una empresa de distribución de arte -los ojos de su amigo se abrieron como platos –En unos días me dirán si me dan un contrato para realizar algunas réplicas de mis pinturas.

- ¡Wou! eso es genial, Rey.

- Lo sé.

- Te deseo éxito.

-Gracias, Finn.

La conversación continuó, hablaron del trabajo de Finn, que era periodista de un importante periódico, y últimamente estaba de viaje investigando sobre grupos criminales, eso era lo que apasionada al muchacho. Aunque en varias ocasiones su vida estuvo en riesgo, salió bien librado.

La conversación fue tan amena que no se percataron de lo rápido que pasó el tiempo, era un claro ejemplo de que cuando es buena la compañía el tiempo pasa volando.

Antes de pedir la cuenta se acercó a ellos un joven muy apuesto, ambos lo reconocieron bien, era su amigo Poe Dameron, un actor de teatro que siempre estaba con ellos, era amigo de ambos desde el bachillerato y aunque se dedicaron a cosas totalmente diferentes no se separaron.

El castaño tomó asiento sin ser invitado, no era necesario pedir permiso para acompañar a sus amigos.

- ¿De qué estaban hablando? -dijo mientras miraba a Rey fijamente, eso hizo que se incomodara un poco, no negaba que sabía que él quería una relación con ella, aunque siempre fingió demencia e ignoró todas las indirectas.

-Le ofrecieron a Rey un contrato en una distribuidora de Arte -dijo Finn con emoción.

-Solo tuve una entrevista, no es un hecho.

- Te deseo éxito -dijo Poe mientras bebía de una taza que parecía ser la de Rey, le dio un giño coqueto.

-Gracias- dijo Rey mientras veía su reloj, ya era tarde, había perdido toda la mañana con su amigo, no quería perder la tarde con ambos -Debo irme.

- ¿Ahora? Acabo de llegar -dijo el castaño sujetando su mano.

- Si, ya es tarde y debo ir a hacer un par de cosas - dijo mientras sacaba dinero de su cartera para pagar su cuenta.

- Muy bien, ve con cuidado -dijo Finn -Yo me quedaré con este muchachote -dijo mientras agarraba los hombros se Poe desde su lugar.

Rey río un poco por el comentario de su amigo, se despidió cordialmente y salió con su paraguas en mano.

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Habían pasado varios días, ya no había amenazas de lluvia por lo que decidió ir al parque trabajar un poco.

Al llegar al parque miró al cielo, no había nubes, aún le preocupaba un poco el estado climatológico. Fue con el encargado del parque y pidió sus caballetes. El hombre era muy viejo y amable, aunque ella se ofreciera a darle un poco de dinero por cuidar sus materiales, él se negaba. Cuando los colocó a la sombra del árbol donde siempre estaba, sacó de su maletín sus cuadros que estaban a la venta, dejando al último el cuadro en el que estaba trabajando. Sin perder más tiempo continuó su labor.

Estaba por dar las últimas pinceladas a su cuadro cuando una persona le cubrió los ojos por la espalda.

- ¿Quién soy? -le susurró en el oído, reconoció de inmediato la voz.

Ella se giró quedando frente a la persona que le cubrió los ojos, ya sabía quién era. Con los ojos cerrados le depositó un beso tierno en la mejilla. Ren se quedó anonadado, nunca esperó eso de ella.

-Buenas tardes, señor Ren -dijo regresando a lo suyo. Kylo recobró su compostura, se acercó a ella colocando su rostro a la altura del de ella para admirar su cuadro.

- Es hermoso, Rey -ella lo volteó a ver y sonrió -Quiero que este sea de los primeros.

- ¿De los primeros en qué? -dijo Rey sin hacerle mucho caso.

-De los primeros que replicaremos -dijo pícaro –Felicidades, hoy por la mañana aprobaron tu contrato.

- ¿Qué? -dijo Rey - ¿Es en serio? -Rey brinco a su cuello para abrazarlo, tenía la paleta con pintura en una mano y en la otra un pincel por lo que lo soltó rápido.

- Si, te espero mañana a primera hora para que firmes el contrato y se te expliqué que es lo que harás exactamente.

-Ahí estaré, señor Ren.

Rey a lo lejos vio a una mujer que reconocía. La saludó a distancia levantando su mano y agitándola para evitar perderse en la multitud. Kylo Ren volteó con curiosidad para ver a quien saludó Rey y palideció al reconocer a su esposa.

Tahiri se acercó a ellos y saludó a Rey, al ver a Kylo lo abrazó y besó delicadamente en los labios. Al ver la acción Rey sintió como si un nudo en la garganta se le formara, pero no era uno simple, era más extenso, con una cuerda larga donde la otra punta estrujaba su corazón.

No dijo nada, se quedó sin palabras.

- ¿Qué haces aquí? -dijo Tahiri dirigiéndose a él.

-Vine a darle buenas noticias a Rey -miró a la chica enmudecida a los ojos -Rey, ella es Tahiri, mi esposa.

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*imagen ilustrativa de la visión momentánea de Rey.*