¿Tu?
Los tres dias de castigo habían sido un infierno, mi hermana me había traído de amo de casa sin gozar sueldo, prestaciones o uso de dispositivos electrónicos... básicamente me tenía retenido en mi casa sin poder hacer nada.
—Listo —dije aventándole mi mandil— oficialmente acabé mi castigo.
—En realidad acaba mañana —me miró quitándome el plato de la cena.
—Soso ya no puedo —me derretí en la mesa— ya aprendí mi lección.
Mi hermana me miró para revolver mi cabello.
—Está buen te quito el castigo —aceptó cediendo a mi encanto.
—Me devuelves mi teléfono—dije sonriendo
Mi hermana negó riendo para buscar en su bolsa, busco y busco y nada.
—Amm lo dejé en la oficina —sonrió torpe
—De verdad me odias no es así —bufé molesto— como esperas que tenga una buena relación si no puedo contestarle los mensajes a mi novio.
—Lo verás mañana dramático anda a dormir que me estresas —ordenó
Bufé molesto para tirarme en mi camita y dormir pues así se me hacía más rápido.
Al desayunar apresuré a todo mundo para salir rápido de casa.
—Nunca te había visto con tantas ganas de ir a la escuela —señaló
—Tengo un culito esperándome así que mueve el tuyo quieres —ordené.
—Ah mi tarea —dijo Dani cuando ya había conseguido meterlo al coche.
Otros diez minutos perdidos para que al final la trajera en la mochila.
—Adiós hermanito —se despidió mi hermana dejándome en la puerta
—Si, si adiós te amo —me despedí para irme rápido.
Al llegar ahí estaba sentado en la barandilla.
—Pero mira a quien tenemos aquí —dijo mirándome— de verdad que eres...
Sin más me abalancé a él que por el impulso casi se cae
—Casi me matas idiota —dijo el cabron pegándome en el hombro— ya suéltame.
—No —dije aún abrazado a él— no hay nadie cabron.
El blanquito inspeccionó la zona para sonreír y besar mi frente.
—¿Qué solo eso? —me quejé— tres dias y eso me gano, un beso en la frente.
—Hay cámaras —señaló— pero sabes dónde no, en el elevador.
Sonreí victorioso para acomodarme en mi silla.
—Pues llévame guapo —acepté.
El chico negó ayudándome a subir.
—¿Cómo está tu oído? —pregunté lo que me tenía preocupado
—Mi oído malo sigue igual lo que es bueno —afirmó— y mi otro oído no ha perdido la audición, en conclusión no estoy sordo todavía.
—Así que solo te haces pendejo cuando te llamo y finges que no me escuchas —concluí.
El chico sonrió triunfante, ya lo había cachado pero aún no tenía pruebas en su contra.
Al entrar a la escuela iba feliz hasta que vi a mi chica le sonreí nervioso sin saber que hacer.
—Buenos días —saludó— pensé que te tomarías toda la semana.
—Mi hermana ya no me quiere en casa —afirmé.
—Y nadie aquí —se burló el león.
Un codazo directo en el abdomen y se agachó por el dolor.
La morena sonrió para besar mi frente y pellizcar mi mejilla.
—Los veo en clase —sonrió— nos vemos para almorzar—dijo directo a león
—Ahí nos vemos —se despidió.
Estaba agarrando señal.
—¿Qué no te odia? —pregunté confundido.
—Aquí el único cabron fuiste tú —asintió— yo solo no le correspondí y no hay crimen en eso.
Suspiré irritado para asentir.
—Bueno nos vamos al elevador —guiñe.
El chico asintió divertido para irnos, en el momento en el que ese ascensor se cerró me dió tremendo beso que pude sentir su lengua en mi garganta.
—Quiero más —dije feliz.
—Para la próxima —señaló cuando la puerta se abrió.
El castaño me llevó al salón para dejarme en mi lugar
—¿A dónde vas? —pregunté al ver que no se sentaba
—Tengo una junta con los demás Carer así que te veré después —dijo revolviendo mi cabello para irse.
Suspiré irritado ahora yo que hacía en esta clase para no aburrirme.
Me quedé dibujando cuando una voz me llamó
—Hola guapo cómo estás —saludó la voz.
—Te vale verga tengo novio —gruñí sin mirarlo.
—Lo sé y es muy guapo —dijo riendo.
Me giré para mentarle la madre pero me quedé serio al verlo frente a mi.
—Jay...
El chico frente a mi sonrío divertido.
—Pensé que te ibas alegrar más, parece que viste un fantasma —dijo riendo abalanzándose a mí para abrazarme.
—Pero tu... tu qué haces aquí —tartamudee sin entender correspondiendo el abrazo
—Sigues en Shock, ya veo —negó riendo— yo... te extrañaba mucho así que decidí mudarme.
—¡Mudarte! —exclamé muy alto
Los demás nos vieron a lo que contesté levantando el dedo.
—Genial no, volveremos a estar juntos —me besó— después de todo nunca cortamos.
—Si lo hicimos... recuerdo mandarte a la verga —le recordé seguro.
—Amm si, pero no terminamos solo fue... un tiempo —me abrazó.
Me estaba empezando a doler la cabeza.
—Haciendo amigos, eso es nuevo para ti —dijo Xim llegando.
—Soy Jason su novio —se presentó.
La chica me miró para empezarse a reír tan fuerte como nunca.
—Es un gusto Jay, este hombre de aquí me contó mucho de ti —sonrió correspondiéndole al saludo.
—De ti igual, eres más preciosa de lo que me contaron —dijo el halagando a la morena lo que la hizo sonreí más.
Los chicos empezaron a platicar un momento mientras yo me caía a pedazos.
—Voy hablar con el profesor ahora vuelvo —se excusó Jay para irse.
Me quedé con Xim quien me sonreía divertida
—Ya puedes quitar esa cara —me queje.
—Tu amigo estás en serios problemas y yo me voy aprovechar de eso —afirmó orgullosa.
—Eres malvada sabias —gruñi
—Si, lo soy —me guiño.
Y ahora yo que hacía... morirme era una buena opción.
Pase toda la clase nervioso, al salir solo quería escapar.
—Me das un tour —pidió Jay emocionado.
—Yo... tengo mi terapia —mentí para escapar.
—No es cierto —me exhibió el león— es hasta el rato.
Ya era mi fin...
—Ahh cierto —dije nervioso— bueno vamos a comer —huí tomando de la mano al león.
—No me presentaras a tu amigo —murmuró Jay confiado.
—Nop vámonos —insistí jalando al león.
—Yo quiero conocer a tu amigo —me detuvo Aslan arqueando la ceja.
Suspiré irritado, no me podía estar pasando esto.
—Aslan el es Jason, Jay el es Aslan —presente incómodo.
—Su novio —sonrió Jay extendiéndole la mano.
—Ex novio —aceptó león su mano— por lo que chilloneo según recuerdo —me miró amenazador.
—Así es mi ex novio —afirmé— tengo hambre nos vamos.
—Acompáñanos Jay —invitó Xim tomándome de la mano.
Con esos amigos... ya ni para que lo digo.
Fuimos a comer todos juntos, pero del susto que traía ni hambre tenia.
—Yo creo que deberían hablar los tres —insistió Xim
—Y contar nuestros sentimientos—bufé molesto.
—No te haría mal, tiendes a guardarte las cosas —dijo Jay comiendo feliz.
—El nerd tiene razón —apoyó mi león que estaba sentado a mi lado
—Ahora es todos contra mi —gruñi.
—¡Si! —dijeron al unísono.
Suspiré irritado para expulsar todo lo que tenía que decir.
—Contigo ya había terminado y ahora estoy saliendo con alguien más que parece enojado 24/7 y es todo un idiota —lo dejé salir— y ya, es todo lo que tengo que decir.
Los tres se quedaron serios para empezarse a reír como locos.
—Ahora que dije —me queje
—Llegué ayer así que me tomé el tiempo de conocer a tus amigos —confesó Jay— además Cam ya me había contado de él
Ese enano chismoso...
—Entonces ustedes... planearon todo esto —dije irritado.
—Te lo merecías —afirmó León.
—Por ser un cabron —añadió Xim.
—Yo sólo quería divertirme un poco —sonrió Jay.
—Los odio —gruñí viendo pasar a mi rubia favorita— Taxi Klaus llévame a donde si me respeten.
—Mm y donde es eso —dijo riendo.
Recibió un golpe con fuerza pero aún así me sirvió de transporte, terminé en la biblioteca comiéndome mis sentimientos.
—Así que aquí estás —dijo león llegando
—No me estabas buscando sabes perfectamente que estaría aquí —bufé.
—Quería que te desahogaras un poco —se sentó a mi lado.
—Eso fue un golpe bajo —me quejé.
—También saber que todavía tenías un novio —me miró arqueando la ceja.
—Eso fue un malentendido de él, yo siempre supe que habíamos terminado —afirmé
—Más te vale —gruñó.
Suspiré para jalar su mejilla con fuerza.
—Hombre de poca fe —me quejé.
—Mm contigo nunca se sabe —dijo quitando mi mano para presionarla— pero me alegro.
—Yo también —asentí
—Aww son tan lindos juntos —interrumpió Klaus que seguía aquí
—Lo sé —asentí— ya te puedes ir me lo voy a cojer.
—No, no pasará —se negó
—Llévame a tu casa entonces —gruñi.
—Mañana, hoy estoy ocupado —bufó aparatándome de el.
Me lo iba a cojer si o si
Por bocón tuve que ir a mi terapia, al salir ahí estaba mi hermana hablando con Jay
—No le hables me paro el corazón en la mañana —me quejé.
—Es que es muy lindo —sonrió Soso presionando las mejillas del castaño.
—No lo apoyes —me quejé.
—Vamos discuten en casa —nos apuró mi hermana riendo.
—¿Vienes con nosotros? —preguntó confundido
—Dani me invito a comer como en los viejos tiempos —afirmó.
Mi hermano me sonrió torpe, no lo culpo Jay había sido como un hermano para él también.
—Está bien —acepté— trágate mi comida como mi estabilidad emocional.
—Aww ya extrañaba tu dramatismo —dijo risueño
Mi hermana negó divertida, comimos la comida favorita de Dani... que era cualquiera que tuviera papas, después de cenar nos quedamos chismoseando un rato para irnos a mi habitación.
—Aún no puedo creer que te mudaras —dije asombrado— ¿como porque?
—Lo que dije en la mañana no era mentira —señalo serio— vine por ti.
—Ah no, viniste porque quisiste no te obligue —dejé en claro.
Jay se sentó en la cama, esos grandes ojos me miraba
con tanta sinceridad como siempre lo hacían.
—Cuando Cam me contó lo que estaba ocurriendo yo... no puedo negarte que me morí de celos...
No voy a negarlo me daba gusto que lo hiciera
—El simple hecho de pensar que estabas con alguien más... me hizo recordar lo mucho que me haces feliz cuando estás conmigo, yo... no quiero perder la oportunidad de decirte que te amo y que si estoy aquí es porque quiero luchar por recuperar lo nuestro...
—Es broma verdad...
El chico sonrió para negar y morderse el labio y mirarme, acercándose peligrosamente a mi.
Y bueno... estaba en la mierda otra vez...
Jiji hora de los elmos en llamas
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