Solo por hoy
Las cosas no iban muy bien que digamos y es que llevábamos una semana peleados el león y yo... no nos hablábamos, no nos juntábamos mierda ni siquiera nos contestábamos los mensajes.
Había convencido a mi hermana de dejarme una semana sin terapia física pues le dije que quería descansar la mente y al parecer se la creyó y aunque yo no me la estaba pasando tan bien no era el único.
—Somos amigos y todo perra pero más vale que te disculpes con el león porque ya me cansé de pararme temprano en las mañanas para venir ayudarte a subir —se quejó Klaus bostezando, solía llegar tarde siempre
—No me voy a disculpar fue él quien empezó —gruñi cruzándome de brazos.
—Si pero seguramente tú tuviste la culpa —asintio.
Bufé molesto, al llegar Xim me esperaba.
—Andy —dijo abrazándome— que te parece tu y yo esta tarde comiendo hamburguesas —sonrió.
—Solo tú y yo o habrá un león enojado de sorpresa porque si es así paso —me quejé.
La chica suspiró enojada.
—Ya basta si —pedí— yo lo hice nada malo él empezó.
—Por favor Andy no pueden estar peleados tanto tiempo, me da estrés —gruño
—Que lastima, ahora a clase —proseguí.
Aún era muy incómodo las clases cuando lo tenía a mi lado en todas ellas, para la última clase o penúltima ya que estaba por salir... cuando estaba por irme el chico me detuvo deteniendo mi silla.
— Ah ya te vas a disculpar —bufé algo irritado.
—Cállate —ordenó.
En contra de mi voluntad me llevo hasta su auto para abrir la puerta.
—Ay dios me vas a matar —dije nervioso.
—Tu hermana me pidió que te llevara a tu casa y por más que aborrezca la idea de tener que hacerlo me lo pidió de favor —bufó— así que sube.
Asentí, no quería causarle más molestias a mi hermana, no dijimos nada en todo el camino... lo que estaba bien supongo.
Al llegar se detuvo.
—Hablaré con la directora para cambiar de Carer —dijo por fin.
—Si es lo que quieres —contesté con un nudo en la garganta.
—Es lo que quiero —asintió monótono.
—Bien, por mi mejor ni quien te aguante —dije bajando del coche para azotar su puerta y meterme a la casa.
Bufé molesto pero me detuve al ver las cosas de mi hermana en la sala, estaba en casa pero aún era temprano.
Fui a su habitación al escuchar ruido de ella, abrí la puerta para encontrar algo que definitivamente no quería ver.
—Soso... mierda —dije riendo cerrando los ojos— prosigan, prosigan.
—¡Ander! —exclamó ella cubriéndose— ¿qué haces aquí tan temprano?
—Salí antes —conteste dándome la vuelta para huir— sabía que te gustan los juegos de rol pero policía y ladrón es un poco cliché no crees.
—Ander —exclamó ya no tan feliz.
Me fui riendo para meterme en la cama cubriéndome con la cobija.
Unos minutos después mi hermana entró a la habitación ahora si vestida.
—Andy tenemos que hablar lo que viste...
—Soso tranquila es algo natural —afirme— tienes que complacer tus gustos carnales, lo entiendo pero de verdad no quiero hablar de eso.
Me giré para darle la espalda y no hablar más de eso.
—Andy —dijo ella sentándose a mi lado
—De verdad no... —dije para girarme y verle, ella miraba su mano que tenia sangre— Soso estoy bien—la calmé.
Mi hermana me revisó la espalda para comprobar lo que me temía... una úlcera.
Las úlceras por presión son muy comunes en estas situaciones y a pesar de que tenía mucho cuidado con ellas a veces simplemente sucedían.
Mi hermana revisó mi silla que en efecto estaba empapada, Soso era experta en no perder la calma en estas situaciones, paso su mano por mi frente.
—Estas helado —dijo preocupada.
—Bueno al menos no hay fiebre —señale lo que podía ser peor.
—Iré a desatar de la cama a Marck de acuerdo ahora vuelvo y nos vamos —asintió.
Mi hermana se fue y en cuestión de menos de cinco minutos ya me estaban cargando para irnos al hospital.
—Vas a estar bien de acuerdo —dijo en el auto mi hermana mientras me sostenía para que mi espalda no tuviera más presión.
—Tu... vas a estar bien —ánimo Marck nervioso mientras manejaba.
—Lo se —asentí para calmar a mi hermana— mejor explícame quien te dió permiso de cojerte a mi hermana —mire a Marck de reojo.
—Andy —me regañó ella.
—Ahm en realidad fuiste... tú y Dani... él dijo que quería sobrinos —dijo inseguro.
—Lo aceptaré—afirme.
El teléfono de mi hermana sonó, había alcanzado a leer Aslan Caswell
—Hola Aslan... si, aja... lo siento pagaré por la limpieza... si esta bien vamos para el hospital no te preocupes cariño —dijo— claro cariño gracias.
Mi hermana corto para verme.
—Y ese que quería —me queje.
—Al parecer manchaste su asiento con sangre hermanito, estaba más preocupado que enojado —murmuró.
—No tenias por que decirle que voy al hospital—me queje.
—Siguen molestos —se quejó— pensé que hablarían si lo hacía que te trajera.
—Ximena —dije molesto.
Mi hermana negó para besar mi frente.
—No te preocupes por eso ahora si —insistió.
Al llegar al hospital me ingresaron, al parecer había perdido mucha sangre por lo que había requerido transfusión.
Debridaron mi herida que es básicamente quitar el tejido muerto, además de limpiezas y exámenes de sangre.
Mi hermanito llegó más tarde con esa cara de tristeza que me daba cada que me ponía mal.
—Estoy bien antes de que empieces a chillar— amenacé
—Más te vale —asintió besando mi frente— ¿Te dejaran ir a casa hoy?
—Claro...
—Que no —concluyó mi hermana— te quedarás en vigilancia.
—Pero Soso Dany no puede dormir aquí debemos ir a casa —gruñi.
—El se irá —afirmó ella— pero con Marck.
—Agh no es justo —gruñó el menor.
Le susurré a mi hermano lo que había pasado hoy porque si yo iba a sufrir aquí hoy mi hermana también.
—Sofia Macotela vamos hablar muy seria mente nosotros dos —dijo tomando su mano para llevársela.
Xim, Klaus y mi héroe entraron mientras ellos salían.
—Hola Andy cómo estás —dijo mi amiga nerviosa.
—Contigo no hablaré con la emboscada que me causaste, tu te puedes ir antes de que te desmayes —señale al pobre de Klaus que estaba más pálido que yo hace un rato— y tú ven aquí y bésame.
—Gracias perra recupérate pronto —dijo Klaus besando mi frente dándome un osito de peluche para salir corriendo, los hospitales no eran lo suyo.
Santi me sonrió para acercarse y besarme, disfrute ver a mi amiga molesta.
—Te traje chocolate —sonrió la morena torpe— y muchos cómics
—Eso no te disculpara —señalé aún molesto.
Santi estaba a mi lado revolviendo mi cabello
—Pues a mi nunca me cayó bien así que por mi esta bien si no le quieres hablar —afirmó Santi
—A ti no te cae bien nadie —señaló Xim sentándose a mi lado, era un poco incómodo estar de lado— perdóname si —dijo besando mi frente— yo se lo importante que son el uno al otro y no quería seguir viéndolos así.
—Mm no —me queje.
La morena puso los ojos en blanco, para darme más amor, solo los dejaron estar un rato.
Para mi mala suerte la fiebre me llegó en cuestión de horas, lo que significaba que había pescado una bacteria.
Podía ver a mi hermana hablar con el doctor muy seria... odiaba eso porque en estos momentos sentía que nada podía ser peor... error, tenía que venir él.
—Ah claro vienes a ver como muero verdad —gruñi
—No vas a morir —dijo sentándose frente a mi.
—Seguro a cobrar lo de tu coche, mi hermana ya te dijo que pagaremos la limpieza pero mira que...
—Solo vine a ver cómo estabas estupido —me gritó con molestia.
—Y a ti que te importa, no que ya no quieres ser mi Carer —insistí.
Aslan solo puso los ojos en blanco sin decir más por un minuto que se hizo eterno.
—Vine a disculparme —murmuró.
—Si te están obligando a esto...
—Cállate y escucha si —dijo acercándose a mi— Yo... estaba molesto contigo porque en realidad me estaba proyectando, soy yo el egoísta y... tenías razón, así que lo siento... no debí decir lo que dije.
Suspiré para asentir.
—Tienes tanto miedo de volver a perder a alguien que amas que prefieres apartarla antes de que eso suceda pero adivina que genio haciendo eso lo único qué haces es perder a las personas —afronté.
—Lo se... pero no soy el único que necesita ayuda traumadito —gruño— te guardas todo que solo terminas lastimándote, temes pedir ayuda por sentirte una carga y mira como terminas...
—Ah si lo dices por mi ulcera eso...
—Si no es la úlcera son tus sentimientos y la última vez que estuviste enfermo de no ser por Xime tú...
—No me vengas con eso te llame no es así... así que si pedí ayuda —me excusé.
—No que no recordabas nada —gruñó.
—Am... me regresa la memoria lo normal —afirmé.
—Así que recuerdas que me besaste —dijo listillo
—Yo... pero que dices —evadí— seguro lo soñaste.
El blanquito se acercó más para quedar a escasos centímetros de mi.
—Por hoy... solo por hoy podrías solo decir la verdad y no guardarte nada —pidió con un dejo de frustración.
Me quedé pensándolo por un momento.
—Solo si prometes que tú también lo harás —acepté.
El chico asintió sin pensarlo.
—En ese caso si, me gusta guardarme las cosas porque no quiero ser una carga para los demás —confesé— y odio estar en esta situación pero me tengo que aguantar y sabes que más odio que me guste estar contigo, que hagas que me de gastritis probablemente y mucho más que ese jodido beso me encantara y para aclarar tu me besaste a mi.
El chico se quedó serio por un momento.
—Yo también odio que me gustes —gruño— odio que tuvieras que ser tu y odio más que no he podido dejar de pensar en ese beso.
—Entonces cállate y bésame otra vez maldito león —afirme mirando sus labios.
El blanquito se acercó sin temer a nada para besarme, es curioso que piensan las personas cuando se besan... yo solo pensaba que estaban muy ricos esos labios.
—Ajam... —dijo mi hermana en la puerta.
El león se separó de mi nervioso.
—Amm es RCP —murmuré.
—Claro —dijo ella riendo
—Ay con que cara me lo dices después de que te encontré comiéndote a tu novio —dije burlón.
—Ander —me regañó.
El blanquito solo se puso rojo como tomate evitando reírse
—Aslan cariño Ander debe descansar de acuerdo —le pidió cortes que se fuera— puedes regresar mañana.
—Tu también —asentí— yo estoy bien.
—Yo me puedo quedar a cuidarlo —murmuró el león ofreciéndose.
Mi hermana negó sutilmente para besar su frente, el león entendió para levantarse.
—Más vale que no mueras me oíste —afirmó— porque me voy a enojar mucho si lo haces
—Si bueno hacerte enojar es mi especialidad—dije burlón.
Ninguno de los dos me miró con gracia.
—Estaré bien —asentí— tú y yo tenemos una conversación pendiente.
El chico asintió para revolver mi cabello e irse.
Mi hermana se sentó a mi lado mirando el monitor y pasando su mano por mi frente.
—La fiebre va mejor —me calmó.
—Estaré bien —tomé su mano— estaremos bien.
Mi hermana asintió para reír
—Dile eso a Xime —asintió burlóna
Tal vez si iba a morir...
Pido perdón 🥲 mi semanita santa estuvo de locos y ya no sabía ni en qué día vivo así que se me olvidó que era viernes.
Pero... ¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!
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