Pride
Junio era mi mes... desde que era pequeño supe que me gustaban los chicos, no temí en hacerlo saber y curiosamente me fue bien.
Mis padres lo aceptaron y me apoyaron, mi hermana siempre a sido una gran aliada y Dani... para él no existe una versión hetero de mi.
Junio siempre había sido mi mes... y mi padre desde que se entero de los desfiles era el primero en apuntarnos, muchos lo criticaron por eso... pero él solo quería que supiera que había una comunidad que me aceptaba por lo que era.
Cada año iba a los desfiles, pero este año... este año no tenía ganas, no quería tomar un vuelo de cinco horas para subirme a un carro de banderas con mi supuesto novio al que le interesaba más esto que yo.
—Como que semana del orgullo —dije tomando el chocolate vegano al que me había hecho adicto.
—Si, es toda una semana del orgullo —explicó mi morena— mi amiga Harper es líder del club si quieres te uno.
—Tienes más amigos además de mi —murmuré asombrado
—Pues claro, que creías que era un alma solitaria hasta que llegaste tu— señaló burlona.
—Si —acepté confundido.
—No, y será mejor que empieces a tener más amigos —me regañó.
—Oh por favor te tengo a ti y a sonrisas —conté.
—Yo no soy tu amigo —dijo el castaño sentado a nuestro lado.
—¿Y qué haces aquí? —me queje.
—Evitó que huyas antes de llevarte a terapia —asintió.
—Mierda es lunes —me queje— espera si voy a la reunión del club de tu amiga no tendré que ir a mi terapia.
—Teóricamente pero solo será por una semana —dijo Xim— estas de acuerdo con eso Cas.
—Una semana sin ti —me miró arqueando la ceja— donde firmó.
—Hecho todos ganamos —asenti— llévame con ellos.
Xim sonrió entusiasmada por presentarme a su amiga.
Al finalizar las clase me llevo hasta ahí, era un salón lleno de banderas y muchas personas.
—¿Emocionado? —preguntó ella.
—La verdad me da igual, solo buscaba una excusa para no ir a terapia —confesé— eso si me emociona.
Mi morena negó divertida para besar mi mejilla.
—Xime —saludó su amiga llegando ella— gracias por unirte.
Mire a mi amiga confundida.
—Me uní como aliada Andy —explicó codeándome— y para supervisar que no hagas un desastre por aquí.
—Esa es más creíble —asentí.
Su amiga se acercó a mi para bajarse a mi altura.
—Hola soy Harper, mis pronombres son ella y me defino como aromántica asexual —me dijo hablándome fuerte y claro.
Le extendí la mano para estrecharla.
—Ander, mi pronombre es él soy gay y no soy idiota o retrasado para que me hables a mi altura —señalé irritado.
Ella se levantó para mirar a Xim, la chica me pellizco.
—Ella empezó —me sobé el brazo molesto.
—Lo siento admito fue mi culpa —asintió— empezamos de nuevo.
Mire la carita de ilusión de mi amiga y no pude negarme.
—Ander —le di la mano
—Harper —la estrechó amable— Bueno Xime tú vas haya con los aliados y yo me llevo a Ander.
—Claro, se lindo Andy —me miró amenazadora.
—Yo siempre soy lindo —le recordé.
—Lindo bien, no lindo idiota —aclaró.
Bufé para asentir, pedía mucho.
—Y no lo empujes en su silla eso lo molesta —advirtió a su amiga.
Asentí apoyando la moción, terminé acompañando a la chica con los demás.
—Bueno hermanes él es Andy y es el último miembro que nos faltaba así que empecemos —anuncio.
Estábamos todos sentados en un círculo... algo parecido a las sesiones de alcohólicos anónimos.
—Bien iniciando este día creamos este foro para que de ser posible cada uno cuente su experiencia de cómo fue salir —sonrió.
Cada uno se fue presentando con sus pronombres, su identidad y orientación y contando como les fue, me gustaría decir que habían más historias positivas que negativas... pero no fue así.
Mientras ellos relataban sus trajicas historias yo me limitaba a comer las frituras que había.
—Ander... nos quieres contar tu experiencia—sonrio— eres el miembro más nuevo y descuida no te presionaremos si no quieres.
—Ah está bien —dije comiendo una papita— llamaron a mis padres porque me besé con un chicho de la escuela, tenía ocho —asentí— mis padres dijeron que estaba bien, y mi padre me llevó a mi primer desfile del orgullo a esa edad, y es todo.
—Fantástico —sonrió ella emocionada.
Los demás empezaron hablar mientras yo seguía inmerso en mis papás.
—Te envidio perra —dijo un chico a mi lado.
—Lo sé —asentí— elle también —señale a Lu, elle me miraba como si me quisiera asesinar.
—Klaus —me extendió la mano.
—Lo sé nos presentamos hace cinco minutos —le recordé estrechando su mano.
—Así que era cierto lo que decía Ximena, eres medio cabron —dijo cruzándose de brazos.
—Ja medio, seguro que ella no diría medio —me burlé.
—Uno completo —me dió la razón.
Asentí orgulloso, Harper llegó para sonreírnos.
—Veo que se llevan bien, porque no inician con los adornos del pasillo —ofreció.
—¿Me darán más papitas? —miré el bote vacío.
—Claro —dijo no muy gustosa— a la próxima déjanos algo no.
Bufé para asentir, la chica nos dió loa materias, el rubio a mi lado me miró.
—Los llevas —pidió.
—Que soy carretilla para llevar las cosas —señale.
—Bien los llevó yo —bufó.
Nos dirigimos al pasillo para comenzar con la decoración.
—Bien ayúdame con el pegamento —dijo dándome los materiales.
—No gracias—negué sacando mi teléfono.
—Para que estas aquí entonces —me miró cruzándose de brazos.
—Mm creo que para cubrir el cupo de discapacitados —me burlé.
El rubio negó.
—Eres de esos que les gusta bromear de sus problemas pero si alguien más lo hace se enoja no es así —señaló.
—Pues claro, es como los cuerpos puedes hablar del tuyo pero no hablar del de los demás —afirmé.
—Buen punto —asintió— ahora pega.
Bufe para asentir y empezar a pegar listones de color en un hilo.
—Klaus —lo llame— creo que necesito ayuda —pedí.
Tenía mis manitas pegadas, el rubio bufó para quitarme las cosas.
—Ximena dijo que tienes novio —señaló.
—Que más contó esa mujer de mi —me quejé.
—Que eres un buen tipo cuando no te comportas como un completo idiota —asintió pegando lo que había hecho.
—¿Y eso cuando pasa? —pregunté irónico.
El chico negó divertido.
—Me agradas, eres diferente a todos mis amigos gays —murmuró.
—Tu... serías mi primer amigo gay —dije asombrado.
El chico me miró asombrado.
—Es broma verdad perra —negó incrédulo.
—El único otro gay que conozco es mi novio —asenti.
—¿y como es? —preguntó.
Saqué una foto para presumirlo.
—Pero que chico más lindo —sonrió.
Mire mi teléfono para mirar su carita de Nerd.
—Lo es —dije con cierta molestia.
—Problemas en el paraíso —murmuró volviendo al trabajo.
—Digamos que en estos momentos nuestras prioridades son diferentes —me quejé.
—Ah pues deberían hablarlo, si no yo estoy disponible para esa cara bonita —me guiño el rubio.
—Ni en tus sueños —negué.
—Bien perra entonces seré tu amigo gay —sonrió.
—Puedes dejar de decirme perra —me quejé.
—No perra —sonrió Klaus.
—Bien pero entonces también serás mi perra —acepté.
El chico asintió pegando las decoraciones.
—Alguna vez tocaste los pechos o la vagina de alguna mujer, te ves de esos — señaló.
—Los de Xim cuando eran limones —asenti.
—¡Ander! —exclamó ella llegando con Harper— no debías decir eso.
—Tu también tocaste los míos, estaban del mismo tamaño que los tuyos —le recordé.
La chica se puso roja cual tomate.
—Un día de estos te voy a partir la madre Ander —dijo en nuestra idioma.
—Aquí estoy —señale burlón
—Ah de acuerdo, Klaus porque no tu y Andy van al confesionario—nos animo.
—¿Qué es eso? —pregunté confundido.
—Bueno son casetas a oscuras, los chicos que quieran pueden entrar y confesarse y recibir apoyo de ustedes —sonrio— creo que son una buena dupla.
—Vamos —dije emocionado.
—¿De verdad te emociona? —dijo Xim confundida.
—Es chisme gratis —dejé en claro— Vamos perra.
Klaus asintió para irnos a los confesionarios.
No nos podíamos ver los unos a los otros pero era divertido.
Escuché muchas historias, la mayoría no sabía como salir del closet, otro que era muy común era que no sabían como identificarse... y esta bien, yo sabía que era gay desde pequeños pero muchos pasan por varios periodos para identificarse.
Mi mejor consejo era "Si tu estas bien contigo que se joda el mundo, no mereces responderle a nadie más que a ti mismo"
Estaba centrado en mi pasión que es el chisme cuando entró alguien.
—Que se dice, perdóname señor porque he pecado —me dijo una voz ciertamente conocida.
—No lo sé nunca he ido a una iglesia —contesté divertido— pero dime en qué te puedo ayudar como tú tutor gay.
—Veras, me hicieron Carer por algo mal merecido sin embargo me tocó con un chico y el otro día nos quedamos encerrados y creo que...
Mi corazón empezó a latir con fuerza... sabía bien quien era.
—Te enamoraste de él —concluí nervioso.
—No... creo que eres un idiota y solo en tus sueños me enamoro de ti —dijo burlón.
Bufé algo... decepcionado.
—Que haces aquí Leon —me quejé.
—Para joderte un poco, ademas me escondo de alguien —dijo aún riendo
—De mi Xim —dije confundido
—¿Porque huiría de ella? —preguntó confundido.
—No lo sé eres raro —afirmé— aún así, si no dirás nada no estorbes qué hay gente que si necesita mis tutorías.
—Quien te haría caso —dijo burlón.
—Alguien con cerebro claramente —me defendí— y para que te quede claro sería un sueño que salieras conmigo, pero no me conformo con poca cosa.
—Quisieras —susurró— Bien a ver dime un gran consejo.
—Ponme en contexto primero —dije para sacar el chisme.
Se quedó en silencio por un rato.
—No estoy listo para amar a alguien —susurro.
—Pues mira no es como que despiertes y digas uff hoy me voy a enamorar de esta persona—Señale— cuando te llegue, te llegará y no podrás hacer nada para evitarlo —expliqué— puede ser mujer, hombre, no binario o cualquiera...
—No soy gay —señaló.
—Ya, eso dicen todos lo heteros antes de ser volteados —afirmé— además mi dios Harry ya dijo que todos somos bi en cierto porcentaje.
Una risita se hizo del otro lado.
—Bueno, admito no eres tan mal consejero —señaló.
—Al parecer si tienes algo de cerebro —ataque.
Tal vez no podía verlo pero estaba seguro de que me estaba rodando los ojos.
—Bueno largo que estorbas —lo corrí.
—Bien —gruñó— adiós rueditas.
—Adiós león —me despedí.
Cuando salió también salí yo pues me estaba orinando.. eso y porque mi corazoncito aún latía muy rápido.
Al salir ahi estaba Xim, tan pálida como si hubiera visto un fantasma.
—¿Todo bien Xim? —pregunté preocupado
Ella me miró para señalar...
—Él es... gay —preguntó dolida.
No, no era homofóbica sólo era una chica que sentía que se le acababa el mundo porque tal vez no era correspondída...
Este es uno de mis capítulos que más me han gustado escribir espero les guste y le den la bienvenida al señorito Klaus 💕
Por fin salí de vacaciones así que a disfrutar 😎
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