No es lo que crees

Durante el accidente que me dejó así mi corazón se detuvo por unos minutos mientras iba en la ambulancia, se me volvió a parar durante mi cirugía de columna... y creo que el día de hoy se me iba a volver a parar...

—¿Qué ocurre aquí? —preguntó confundida.

El cobarde del león huyó al baño antes de que yo lo hiciera, tenía los ojitos llorosos por lo que Xim no dijo nada.

—No es un buen momento para él —nos excusé— escapó de casa pero tranquila está bajo control.

Ella asintió para sentarse a mi lado.

—Pobrecito —suspiró mirando al baño— que bueno que te tiene —asintio— ¿pero porque estaban así?

—Ah me estaba ayudando con la presión de la espalda, y ya que lo corriste te toca —mentí subiendo mis piernitas sobre ella para abrazarla.

La chica asintió riendo para abrazarme.

—¿Tu también huiste de casa? —le pregunté— porque no serías la segunda en esta casa.

—No sólo venía a ver cómo estabas —afirmó riendo— y si planeaba quedarme a dormir pero veo que tienen casa llena.

—Un trío no estaría mal —le guiñe.

—No seas payaso —negó.

Mierda la táctica de mi hermano no iba a funcionar.

—Los dejaré a solas para que se sienta más cómodos de acuerdo —me besó la mejilla— mañana iremos al parque de diversiones así que pensé que te gustaría ir... les gustaría ir —corrigió.

—Oh bien sabes que si —la abracé— ahí estaremos.

Mi chica asintió besando mi frente y ayudándome acomodar en la cama.

—Ya me voy Cas —se despidió frente a la puerta del baño— te quiero mucho, espero te sientas mejor.

La morena se fue, el blanquito se tardo en salir hasta que nos aseguramos que se había ido.

—Nos iremos al infierno —le dije en cuanto salió.

—Probablemente —bromeó— ¿Quieres tener sexo?

—Si porque no —afirme riendo.

El blanquito negó, van a creer que me prohibieron tener relaciones hasta que estuviera mejor... vaya mierda.

El chico se acostó a mi lado, estaba muy cansado pues cayó dormido en cuestión de minutos, pero claro mi hambre era mayor que mi sueño así que salí a comer.

Ahí estaba mi hermana comiendo Pay.

—Me dejaste un poco —mencione burlón

—No lo creo —negó comiendo más.

—Comiendo por estrés —le miré riendo

La morena asintió, así era mi hermana comía por estrés.

—¿Y los enanos? —pregunté.

—Se fueron a dormir —afirmó— o eso dijeron.

—Todo va a estar bien —la calmé tomando su mano.

Mi hermana asintió, una lágrima rodó de su mejilla de la nada.

—No llores si —la abracé.

Mi hermana asintió limpiándose las lágrimas.

—Bueno si quieres si pero no muy alto porque si no te escucharan los bebés y ya sabes como se ponen —le recordé.

Mi hermana soltó una pequeña risita para terminar de limpiarse las lágrimas.

—Solo... me alegra de que estés bien —dijo acariciando mi mejilla.

—Otra vez preocupándote por mi —la regañé— ya te dije que estoy bien.

—Es mi labor de madre no —dijo burlona— están creciendo tan rapido que pronto ya no serán mis bebés —murmuró lloriqueando— lo siento estoy algo hormonal.

—Pero si no te toca tu periodo —me burlé.

Mi hermana negó riendo para pasar en modo serio, se quedó haciendo cuentas asustada.

—Soso... hace cuanto fue tu periodo —insinué asustado.

Mi hermana tomó sus llaves de inmediato.

—Ahora vuelvo estas a cargo —dijo sin más para salir de casa.

Fui a la habitación de mi hermanito, ya estaban los dos dormidos, atravesados uno sobre otro con las cobijas en el suelo.

Las levanté para arropar a los bebitos, mi hermano me atrapó.

—Duerme con nosotros si —pidió él.

—No lo creo amigo —me negué quitándome de su agarre.

—Me cambias por un culo bonito —gruñó

—Así es, así que por tu salud mental no entres a mi habitación —señale.

—Asco —negó.

Salí de la habitación para ver a mi hermana con la bolsa de la farmacia.

—No me sigas —corrió al baño

—No me digas que hacer —gruñí siguiéndola.

Mi hermana orinó en el palito que cambiaria nuestras vidas.

Salió para ponerlo sobre su mesa sentándonos a mi lado.

—Entonces....

—Solo hay que esperar y después hablamos —asintió— dios son los dos minutos más largos de mi vida

—Y de la mía —suspiré.

—Mierda ya está vela tu —pidió cubriéndose los ojos

—No voy a tocar tu pipí —me queje.

—Ander Macotela hazlo —ordenó.

No me quedo de otra para mirar el palito... Ay dios...
Tomé otra de las cajas para dársela.

—Solo para estar seguros —señale nervioso

Mi hermana miró la prueba para irse hacer otra... o tres más

—Estas embarazada —confirmé mirando las pruebas.

—Ay Dios mío santo y que voy hacer yo con un embarazo, todavía soy muy joven —dijo nerviosa— bueno no es un embarazo adolescente pero digo soy joven, además Marck... dios sé que será un gran padre pero también es muy joven y... Andy me estás escuchando.

Mire a mi hermana emocionado.

—Vas a ser mamá —dije con la lagrimita traicionera para abrazar a mi hermana con fuerza— seré tío.

Ella suspiró para abrazarme con fuerza.

—Serás una excelente madre, tienes buenas referencias —la calmé.

Mi hermana me abrazó con fuerza para quedarnos un rato así.

—Bien llevemos las cosas con calma de acuerdo —me dijo ella— guardaremos el secreto hasta que sepa más del embarazo, y se lo cuente a Marck

—Eso no le gustará a Dani —mencione.

—¿Qué no me gustará? —dijo entrando tallándose los ojos.

—Que Cami vuelva a Casa —se excusó ella levantándose para sacarlo de la habitación con el pequeño quejándose.

Escondí la evidencia para irme a la habitación donde seguía el león dormido.

Me acoste a su lado a lo que se quejó.

—No me molestes —lo callé.

El chico se despertó para atraerme en un abrazo.

—Gracias —murmuró.

—De nada —susurré— no sé de qué pero de nada.

El chico solo se aferró a mi, no tarde en quedarme dormido.

Desperté en la madrugada un poco atontado, el blanquito no estaba a mi lado.

Me pasé de la cama a la silla para irle a buscar, la luz del baño aún estaba encendida cosa que no hacía yo, así que deduje que ahí estaba.

Y no me equivoqué, ahí estaba Aslan sentado en el suelo recargado en la bañera.

—Hola bebé —dije riendo— no puedes dormir.

—Tu pay me hizo daño —mintió.

—Quisieras, pero creo que algo más te hizo mal —mencioné pasándome a su lado para recargarme a su lado— ¿qué pasa? Dady issues

—No te puedo engañar o si —murmuró— yo solo quisiera estar con él de nuevo.

—Algún día lo harás —lo calmé— no quieras apurarlo.

El chico no dijo nada solo se quedo serio por un largo rato.

—Yo una vez lo intente —confesé— estar de nuevo con papá.

El chico me miró asombrado.

—Andy...

—Tenía catorce no mi mejor época... vivíamos con la abuela mi hermana estaba muy lejos, habían golpeado a Jay por ser gay, había tenido una pelea muy grande con mamá y yo solo... sentía que todo me rebasaba...

Repetir ese momento de mi vida yo... no quería pero el más que nadie necesitaba saberlo.

—Así que me tomé todo un frasco de pastillas para dormir... y bueno no funciono —afirme— pero hacerlo terminó por lastimarme más.

Aslan se quedó cayado por un momento sin saber que decir.

—¿Que pasó... después? —preguntó.

—Mi hermano fue el que me encontró, al parecer me convulsioné y me estaba broncoaspirando... Dani fue el que me encontró así y bueno evitó que muriera básicamente... tenía solo ocho añitos —conté no muy orgulloso— me internaron en un hospital, mi hermana casi deja de estudiar y mi hermano quedó medio traumado... lastime más a las personas que me aman pero sabes que.

—¿Qué? —preguntó confundido

—Que de haber muerto los hubiera lastimando más —afirmé— me costó mucho pasar por esa etapa... pero solo fue eso, una etapa y esas pasan —asentí— ahora estoy mejor y tú lo harás.

El chico solo asintió, nos quedamos sentados ahí por un rato.

—Venga volvamos a la cama que aquí hace frío —pedi cansado.

—Que mandón eres —bufó levantándose para cargarme.

—Bien que te encanta —asentí

Volvimos a la cama para acomodarnos

—Por favor no te atrevas a irte —susurré mientras me quedaba dormido.

Un ligero lo prometo me dió paz para proseguir a mimir.

Desperté por el alboroto en la casa.

—No dejan dormir —se quejó el león quitándome la almohada para cubrirse con ella los oídos.

—Agh ya se —bufé.

Salí molesto de la habitación pues nadie interrumpía mi sueño.

Ahí estaba Dani con su amigo tras de él con el cuchillo en mano.

—¡No te lo llevarás! —grito Dani al tío Dean con mi hermana enojada tras de él.

—Dani no seas ridiculo deja eso que te vas a cortar —gruñi quitándole el cuchillo— ahora dejen dormir carajo.

Me quejé guardando el cuchillo en la cocina, luego mire a los mayores

—Que vergüenza separar a unos pobres niños el uno del otro —negué.

—No apoyes Ander —se quejó mi hermana dirigiéndose a Dani para pegarle seguramente.

—No me iré contigo —se reveló Cam— no me devolverás ahí, no quiero estar solo... ya no...

Dean se acercó con su hermano para abrázalo con fuerza y calmarlo.

—Que desastre —negué— Xim me invitó al parque, porque no me los llevo mientras ustedes piensan en una mejor idea para resolver esto que no sean cuchillos o niños llorando.

—No los vamos a consentir dejándolos ir —estableció Soso

—Pero es una buena idea —afirmó rulitos.

Los chicos conversaron un poco para terminar por aceptar más a la fuerza.

—Son mucho trabajo para ti —señaló Soso.

—Tranquilo yo los cuido —afirmó el león saliendo aún en bóxer y sin playera— tengo certificado en cuidar niños.

—Exhibicionista—le aventé un cobija al ver al pequeño rulitos sabroseandoselo— pero si.

—Tu estás igual —señaló león devolviéndome la cobija— pero tranquila Sofia sé cuidar bien de los niños, además de que ellos obedecen más que Andy.

—No es verdad —me quejé.

—Si lo es —dijeron todos al unísono.

—Auch —bufé herido— bueno a cambiarse entonces.

Ir a los parques de atracciones podía ser cansado para mi, y es que muchos juegos no estaban habilitados para personas como yo, así que me limitaba a comer todo lo que vendían.

Me vestí fresquito pues ante el calor me podía afectar.

—Esto no me queda —se quejó leon con el pantalón todo ajustado que le di.

—Yo creo que te queda muy bien —mire su culito,

El chico negó para girarse y besarme.

—¿Estas seguro de esto? —preguntó

—Claro, puedes controlar fácilmente a dos preadolescentes —afirme

—Me refería a lo de Xim —mencionó.

—Se lo dire... solo necesito el momento Perfecto —asentí.

—De acuerdo —afirmó— te lo dejo a ti.

—Claro, todo yo, todo yo —bufé.

Salí con el blanquito para llevarnos a los niños.

—Tómenlo con calma —les dije a los adultos— hagan algo mejor que gritar y hacer pésimos planes, los dos tienen mucho de que hablar.

Mi hermana asintió para abrazarme.

—Cuídense entre ustedes de acuerdo —pidio— y tómenlo con calma.

Asentí, un descanso y algo de diversión no nos caerían nada mal.

Ahhhh bebé nuevo en la familia 🥰

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