¿Esa cosa es tu novio?
La chica seguía mirando al chico con esa mirada que lo desnudaba, esa que le echaba al profesor de matemáticas en la primaria.
—¿Tu novio? —pregunté confundido.
—Bueno casi —negó frunciendo el ceño— algo así, estamos en una etapa en la que yo muestro interés y él me ignora, pero pronto se revertirá y nos volveremos novios —asintió creyéndoselo
—Aja y cuanto lleva esa etapa —la miré negando.
—Bueno, como tres años, cinco meses, tres semanas y once días —mencionó orgullosa.
—Me sorprende que no cuentes las horas —me burlé.
—Que te pasa no soy una psicopata —dejo en claro.
Sonreí divertido para negar.
—¿No que se llamaba Aslan? —pregunté confundido por como lo llamó.
—Ah si pero nadie lo llama así, Cas viene de su apellido —explicó.
Si te llamas Aslan por un personaje ficticio... tiene sentido que prefieras tu apellido.
Mientras seguíamos en el chismesito la profesora entró con cara de pocos amigos.
—Muy bien silencio todos por favor —pidió ella— soy la profesora Murin, a partir de este momento nadie habla si yo no lo pido.
Ya iba a empezar, no me gustaban esta clase de maestras.
—Quiero sus nombres, su promedio del año pasado y si vienen de otra escuela de cuál —informó.
Uno a uno fueron pasando hasta recaer en mi.
—Mi nombre es...
—Antes de presentarse levántese por favor y muestre algo de respeto por la clase —ordenó ella.
Una sonrisita burlona apareció en mi rostro.
—Si me levantará en este momento sería una clase de milagro, pero a menos que sea una especie de Dios que cumpla milagros lamento decirle que no es posible —me hice de lado para que viera la silla.
Era entendible, estaba al final del salón y al ser bancas compartidas casi no se veía mi silla... pero le quería bajar los humos a la mujer.
Todos en la clase se empezaron a reír hasta que los hizo callar con una mirada.
—No hacía falta tanta insolencia en esa respuesta gracias —me miró— preséntese por favor.
—Y yo que quería mi milagro —bufé escuchando un par de risas más— Me llamo Ander Macotela, mi calificación el año pasado fue de nueve ocho y vengo del Tate elementary school en California.
—Bien, gracias joven Macotela puede sent... —pronunció los que le decía a todos automáticamente.
—Tranquila eso lo hago bien —asentí.
Otro par de risas más, Ximena me vió para negar.
—En la que te metiste Andy —negó— rezaré por ti.
—No me intimida —la calmé.
Pero después de la mirada que me dió, tal vez si.
La clase continuó dando la explicación del sistema... si no iba a ser fácil.
La clase finalizó por lo que me disponía a salir cuando la mujer me detuvo.
—Un segundo joven Macotela podemos hablar —me detuvo.
—No me va a dar de otra o si —señalé quedándome viendo salir a los demás.
Nos quedamos a solas y podía sentir su enojo.
—Noto algo de hostilidad hacia mi —señaló.
—Usted fue la que le pidió a un chico en silla de ruedas que se levantara —remarque su error— y que se sentara después.
—Le pido una disculpa por eso, pero no toleraré su carácter insolente así que cambié de actitud —ordenó.
—Seguro —asentí y me lo guarde para mi, pelearme no me iba a llevar a nada.
Salí antes de que me atacara más, Xim y Aslan ya me esperaban afuera.
—¿Todo bien? —me preguntó ella.
—Quiere milagros —asentí para ver al chico— ¿Tu qué haces aquí?
El castaño me miró serio, este no tenía otra cara al parecer.
—Tengo que llevarte a tu otra clase, soy tu Carer —explicó.
La morena se empezó a reír para vernos después incrédula.
—Ah es verdad —dijo sorprendida.
Asentí confundido.
—Tranquilo galán tengo la mayoría de las clases con ella, me las puedo arreglar solo —me adelante.
—Como quieras —asintió— pero me quedo la tarjeta.
Sin más el chico se fue directo a los ascensores.
—¿Qué es un Carer? —le pregunté a la chica que le miraba el culo mientras se iba.
—Es un niñero prácticamente —contestó ella
—Lo sabía —me quejé— vamos quiero un buen lugar para la otra clase.
Ella asintió, mientras nos desplazábamos al siguiente salón sentí el empujoncito en la silla.
—Amm qué haces —le miré molesto deteniendo la silla.
—Ah pues te ayudo —me miró confundida.
—¿Y acaso te lo pedí? —pregunté molesto.
—No, lo siento no creí que te molestara —dijo preocupada.
—Si lo hace, si quiero tu ayuda te la pediré pero si no por favor no me la des —establecí.
—De acuerdo jefe —asintió ella— vamos.
Bufé, me gustaba sentir mi independencia con la silla, ir a donde quería no a donde me llevaran por eso no me gustaba que me empujaran... excepto cuando estaba cansado, ahí si me podían llevar a donde quisieran y no iba a objetar.
Todo el día fue así, dando vueltas por toda la escuela, hasta que una clase no la tuve con Xim y terminé perdido.
—Se te hace tarde no crees —me dijo Aslan saliendo de no sé dónde.
—A ti también —le recordé.
—¿Estas perdido? —me preguntó lo obvio.
—No entiendo el mapa —me queje.
Él me miró para rodar los ojos y negar con disgusto.
—Por qué lo tienes al revés —murmuró— te llevo pero cobro tarifa extra por el servicio de guía.
Puse los ojos en blanco para seguirlo, a este punto ya estaba cansado de tantas vueltas por lo que no iba tan rapido como de costumbre.
El chico se detuvo para ponerse tras de mi y empezar a llevarme.
—Oye...
—Ya vamos tarde, no querrás conocer al profesor Bates molesto —señaló.
Suspiré para asentir y permitirle llevarme, al final el profesor si se enojo con nosotros pero utilice la vieja confiable que una de mis llantas se había atorado y me habían tenido que ayudar.
Nadie cuestiona al chico en silla de ruedas si dicen algo así.
Para mi desgracia me tocó estar en una banca compartida con él, Xim me matara cuando se entere.
Por otro lado pude observar mejor al chico... se limitaba a cruzarse de brazos y observar sin anotar nada, tampoco entendía por que se sentaba hasta atrás en todas las clases si requería de un aparato auditivo en su oído derecho... ni yo alcanzaba a escuchar desde aquí.
Concluí en que al parecer si había alguien que quería estar menos aquí que yo.
Al terminar la clase ya era libre, en la puerta ya me esperaba Xim... para mi que solo había venido a ver al grandote.
—Eh Aslan —lo llamé— gracias.
—Es mi trabajo —dijo sin más guardando sus cosas— aún me debes lo del viaje.
—Pésimo servicio no pagaré por el —me quejé.
Bufé para salir, este chico me desesperaba.
—Adiós Cas —se despidió Ximena, el cual solo se despidió con un choque de puños para salir.
—Estamos avanzando —sonrió orgullosa.
—No cambias —negué.
Al salir mi hermana ya me esperaba emocionada, como cuando recogimos a Dani en su primer día de escuela.
—Sofía —la saludó mi hermana.
Ella la miró confundida hasta que recayó en quien era, las chicas gritaron armando su show.
—¡Estas preciosa! —la abrazó mi hermana.
—Gracias —dijo emocionado— tu igual.
Me subí al coche en lo que ellas seguían halagándose la una a la otro.
Mi hermano ya estaba ahí... dormido como siempre.
—La vida escolar lo desgasta —negué, hacía lo mismo desde que era un bebé.
Xime me abrazó para despedirse e irse, mi hermana me miró orgullosa.
—Si te pones a llorar me voy a molestar —señale.
—Solo estoy feliz de que tengas a alguien conocido —afirmó.
Lo admitía, volverme a recontrar con ella me hacía mucha ilusión.
Mi hermana nos llevó a comer a un lindo restaurante de hamburguesas para celebrar.
—Soso me puedo cortar el cabello —dijo mi hermano de la nada.
—¿Por qué te dijeron algo? —se adelantó ella sacando ya el cuchillo para matar a alguien— si te están molestando dime y...
—Soso no, tranquila —la calmó— solo que quiero un cambio de estilo para empezar, además ya está muy largo.
Mi hermana bajó con cautela el cuchillo para asentir.
—Claro Dani —sonrió.
—Puede ser hoy —insistió él.
Mi hermana asintió.
—Yo no voy, me agotó usar el cerebro de nuevo —me quejé.
—Hay un Baskin Robins cerca de la peluquería —me chantajeó.
—Hubieras iniciado por ahí —acepté su chantaje.
Me vendía fácil que puedo decir, helado o hamburguesas y me tenias por completo.
Mientras ellos iban a la peluquería me dispuse a ir por mi heladito.
Me acerqué para ver cuáles había aunque me hacía pendejo, siempre escogía el mismo.
Mientras decidía cual esa voz me llamó una vez más.
—Bienvenido a Baskin Robbins que va a... tu —dijo con molestia.
El destino me lo quería meter a putazos al parecer.
—¿Trabajas aquí? —lo miré confundido.
—No, solo me puse el uniforme porque me veo lindo —atacó poniendo los ojos en blanco.
—Ah mira al parecer si eres más que una cara seria —me burlé.
El chico se recargó en la repisa para verme.
—¿Qué vas a querer Ander? —me apresuro.
—Un Strawberry Chees Cake —pedi.
Mientras el chico servía mi helado mi hermana llegó.
—Ander olvidaste el dinero —dijo llegando hasta a mi.
Lo que me faltaba...
—Señorita Sofia —la llamó el susodicho— lo mismo de siempre.
—Ah por eso eres mi chico favorito —sonrió mi hermana.
La miré burlón.
—Lo de siempre —remarqué.
—Que vas a cuestionar como cumplo mi dieta —se cruzó de brazos.
—No la cumples —negué— te vi comerte dos conchas esta mañana.
—Aún así se ve increíble señorita Sofia —dijo él dándonos los helados.
—No coquetes con mi hermana que asco —dije tomando mi helado.
—No lo hago —puso los ojos en blanco— solo digo verdades —le guiño.
—Por eso te quiero —sonrió dejándole un bono extra en la propinas.
—Si claro no coquetea como no —gruñi.
—Así que ya te hiciste amigo de Aslan he —dijo mi hermana codeándome.
—Va conmigo en la escuela, es mi niñero al parecer —me queje.
—Espero no te de muchos problemas —dijo mi hermana pagando los helados— nos vemos la siguiente semana.
—Si señorita Sofia —se despidió— Ander.
—Aslan —asentí.
Mi hermana me miró para codearme mientras íbamos de regreso.
—Una tengo novio te lo recuerdo —señalé— y dos el león es un idiota, se cree mucho por ser lindo, como todos.
—Es un buen chico, además dos es mejor que uno no —señaló guiñándome el ojo.
—Le dire eso a tu novio —sonreí burlón
—Que... yo, yo no tengo novio —negó con la hipocresía por delante.
—Sofia a quien quieres engañar —la miré— además por nosotros esta bien —la calmé.
—¿Si? —preguntó.
—Pues prefería a Dean como cuñado —le recordé a mi cuñado de hace unos años— pero por mi esta bien, ya te andas quedando solterona —me burlé.
—¡Tengo veinticuatro Ander! —exclamó.
—Solterona —afirmé.
Me gane un buen golpe pero valió la pena.
Al llegar casi me ahogo con mi helado al ver a mi hermano.
—Tu cabello —dije nervioso.
—¿Les gusta? —preguntó nervioso.
—No —me queje recibiendo otro golpe, mi hermana era salvaje.
—Te ves guapísimo —dijo ella abrazándolo.
Mi hermanito había traído su cabello largo la mayor parte de su vida... ahora era un gran cambio.
Al llegar a casa me puse a procrastinar, no tardo en llegarme la solicitud de amistad de Xim... vaya que había cambiado demasiado.
Me puse a chismosear viendo sus redes y mágicamente llegué a la del tal Aslan.
Tres fotos eran todo lo que había de él.
Tres fotos que misteriosamente me hicieron sentir algo extraño dentro de mi.
Pero aquel icono de llamada me devolvió a mi realidad.
Mi novio...
Novio a la vista ahhh 😱
Bueno bueno para las personitas nuevas por aquí pueden leer a un Ander chiquito junto con sus hermanos en A Little Piece 👌
Por otro lado cada capítulo tiene un código donde podrán escuchar una canción que siento que los representa 🫶🏻
Nos vemos la siguiente semanita, buen día y cuídense 🥰
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