FAMILIA
Hacer amigos... no es difícil, o por lo menos para mi no lo era cuando era más pequeño, solía ser muy sociable en realidad, pero ahora el mínimo esfuerzo por intentarlo me provocaba náuseas.
Creo que ciertamente había perdido el tacto al hablar con las personas, aunque no es que siempre fuera tan delicado, mis padres siempre fueron directos al comunicarse... solo creo que yo me pasaba
—¿Como es que has aprobado hasta ahora? —negué mientras practicábamos como sacar sangre.
—Como si tu fueras tan bueno —bufó la rubia de malhumor como siempre.
Mi primer intento fue perfecto, como siempre pues mi abuela me había enseñado bien.
—Eres muy bueno en esto —halagó Ty con unos grandes ojos de asombro— nos puedes enseñar.
—No —me negué, la verdad es que me daba pereza
—Ándale si por favor —insistió Tara mirándome con esos ojos azules tan grandes que tenían al igual que su gemelo
—Solo te salió bien porque es un muñeco —demérito la rubia.
—Préstame tu brazo entonces —de mi no iba a estar hablando mal
La chica sonrió burlona sentándose para darme el brazo, no sé qué esperaba ella pero saqué la sangre sin ningun problema
—Mierda ni siquiera dolió —se ardió más de lo que ya estaba— aún así es nuestra primera vez
—La mía también en una persona —sonreí dichoso— antes solo había practicado con maniquíes.
—Pensé que practicabas en casa con tu novio —dijo Tara confundida
—No, es un chillon nunca me dejaría —afirmé lo que era verdad.
Le tenía terror a todo lo que tenía que ver con los hospitales y era válido por todo lo que había vivido.
—Tu abuela te enseñó de seguro —me miró juiciosa.
—Una vez, de ahí es pura práctica —explique— tampoco necesitas tener a alguien que te enseñe, pueden aprender solos, pero deciden no hacerlo.
Tara sonrió sacando la aguja para ver a su hermano.
—Listo Ty —le sonrió con tremenda cara de asesina
—Mm no yo creo qué pasó —dijo nervioso.
—Vamos probablemente no te dolerá —lo empezó a seguir.
Comenzaron a perseguirse al pobre peli negro que trataba de huir.
—Puedes enseñarme —me pidió la rubia frente a mi con una expresión donde seguramente se tragó todo su orgullo.
Yo quería decir que no, pero mi abuela me mataría si no le enseñaba porque eso era un pecado tremendo para ella.
—Una sola vez —asentí.
Le expliqué la técnica con el maniquí, con los gemelos de metiches para terminar por darle la jeringa.
—Te toca —me senté para que lo hiciera.
Ella suspiró para abrir el material, acercando la jeringa temblando, ahora reconsideraba haberme ofrecido, antes de que ocasionarán un desastre la detuve
—La persona que está sentada de este lado siempre tendrá más miedo que tú, así que tranquilízate y hazlo bien —señale
La rubia asintió para tomar aire y suspirar introduciendo la jeringa de una vez... dolió como un carajo pero al menos lo logró.
—No estuvo tan mal —mentí, me iba a dejar un gran moretón.
—Gracias —dijo sincera
—Seguimos nosotros —dijeron los gemelos al unísono emocionados
—Al carajo que no, practiquen entre ustedes —me negué
Me paré para recoger mis cosas pues hoy era la comida familiar
—Eres muy bueno en esto —me dijo Peta— lo sacaste de tu abuela seguramente.
Asentí con una ligera sonrisa, mis abuelos habían sido una parte muy importante en mi infancia, eran los que más me consentían y aunque ninguno de los dos eran mis abuelos de sangre me amaban como si lo fuera
—¿Cómo está tu abuela? supe que volvió a Kansas —me preguntó interesada
—Bien supongo, sigue trabajando pero ahora como particular —expliqué
—Perder a su hijo le afectó mucho, me alegro que haya vuelto a trabajar —me sonrió— y que transmita su conocimiento en ti, si lo sabré yo, no dejaba de hablar de ti
—Soy su favorito —asentí, a diferencia de mi abuelo ella si tenía más nietos y si, yo era su favorito aunque les doliera.
La mujer asintió para irse riendo, era una señora ya grande con su cabello afro trenzado, mi abuela siempre decía que quería aparentar menos edad.
Tras mis prácticas nos dejaron ir por lo que tomé rumbo para recoger a mi novio, ahí estaba esperándome en la entrada platicando con una pelirroja para despedirse al verme llegar.
—Adiós Gaby —Se despidió mandándole besos para luego entrar al coche— tenemos que irnos, muero de hambre
—¿Tú? ¡Que raro! —me burlé
—Es que no hice colación —asintió frotándose su abdomen— estoy guardando espacio para la comida.
Asentí, mamá era una gran chef y ya tenía varios restaurantes en el país pero se había quedado en este, mis padres se habían conocido en su primer restaurante que era el que tenían en Kansas, papá había iniciado como lavaplatos, luego fue mesero y bueno luego renuncio para estudiar y cumplir su sueño de ser maestro.
A los nueve nos habíamos mudado pues mamá en realidad era de aquí así que quería expandir el negocio en su ciudad natal y papá había conseguido un buen empleo aquí así que empacamos todo y nos mudamos... el cambio había sido difícil pero estaba bien con eso pues tenía a mi papá conmigo... no sabía que años más tarde lo perdería y entonces si todo se iba a ir a la mierda.
—Puedes ir más rápido —se quejó Andy— tengo hambre
—Y qué crees que llegarás y ya estará servido todo —señale irónico
—Pues claro, mi suegrita me ama —asintio seguro
Y no lo podía contradecir pues era verdad.
Llegamos para estacionarnos en nuestro lugar vip, al entrar ya estaba mi tío, él era el hermano adoptivo de mi hermano... que también fue su novio, ya se suena raro pero no lo es, creo...
—Mi sobrino favorito —me llamó emocionado para abrazarme— ¿cómo estás mi niño? ¿cómo van las clases?
—Bien claramente soy el mejor de la clase y...
—Disculpen tiene toda la tarde para platicar pero personas aquí morimos de hambre —interrumpió Ander cruzándose de brazos
—Entonces no hay que hace esperar a mi chico —apareció mamá para abrazarlo
Ese balbuceo de bebé llamándome me anunció la llegada del nuevo miembro de la familia, mi medio hermano... si, hace cuatro años mamá se había vuelto a casar y nueve meses después habían tenido a este nuevo ser que demandaba demasiada atención.
—Alguien extraño a su hermano —me dijo Mamá con una sonrisa
—Pequeño Beck —dije tomando su manita para saludarlo, el niño que estaba por cumplir los cuatro años estalló en risas.
— De verás que no te llevas el premio al hermano del año —bufó Ander cargando al bebé.
—Le llevó casi veinte años que se supone que haga —me queje— además que actúes como él no es mi problema.
—Tu hermano es un gruñón no es así —le dijo a Beck que no dejó de reír— si que lo es.
Rodé los ojos, mamá llegó a mi para besar mi mejilla.
—Ya aprenderás a llevarte mejor con tu hermano —me sonrió mamá— solo tienes que pasar más tiempo con él
—Ya tengo suficiente cuidando un niño para cuidar a otro —señale a mi novio que solo hacía payasadas para que el bebé se riera.
Mamá solo negó mirando a su bebé.
—Perdón por llegar tarde —saludó Sofia llegando— me costó mucho traer alguien.
—Supondré que no es a mi princesa —dije cargando a la nena.
La pequeña nena se abalanzó a mi pidiendo los brazos, tenía casi la misma edad que mi hermano solo que era más grande por meses y si, los bebés se adoraban.
Diana me llenó de besos como siempre que me veía.
—Cambió —dijo Andy pasándome a mi hermano— es mi turno de llenar de besos a mi niña.
La nena le dio los brazos a su tío/hermano para ser llenada de besos.
—¿Quién es mi hermana favorita? —le preguntó a la nena.
—Espero que aún yo —señaló Sofia arqueando la ceja cruzándose de brazos
—Error vuelve a intentar —abrazó a la niña que como mi hermano se reía de todo.
Su hermana se acercó para besar mi mejilla y luego a su niño llenándolo de besos, era un consentido.
Marck llegó con la carriola y miles de maletas para la niña, con el adolescente tras de él con los audífonos puestos
—Saluda Daniel —ordenó su hermana
—León —saludó con el puño— bebé leon —revolvió su cabello
—A mi también salúdame cabron —lo regañó su hermano
—No creo —se negó ignorándolo
—Ahora si...
Intento de asesinato dirían algunos, para los bebés la escena más graciosa del mundo.
Al final nos terminamos por sentar a comer para que se calmaran las cosas, yo iba a terminar con dolor de cabeza proveniente de los niños a mi lado.
—Eso no se toca —aleje la manita del niño que intentaba tocar mi aparato auditivo.
—Le da curiosidad, deberías dejar que los toque una vez —mencionó Jon
Ni que fueran juguetes sin embargo solo vi la mirada de mamá pidiéndome que no dijera nada
—Si eso no va a pasar, yo casi pierdo los dedos por intentarlo —murmuró Andy tomando mi mano— así que no lo intentes becksito.
El bebé hizo una pequeña rabieta pero fue controlada por mamá.
—¿Cómo te va en tus prácticas? —me preguntó sofi sirviéndose de comer
—Bien, mis compañeros son unos inútiles pero no son malas personas —asentí comiendo la pasta de mamá
—Aslan —regañó mamá
—Es un avance —me defiendo Andy
—¿Y tu Andy? —le preguntó mi mamá
—Yo bien.. bien —dijo nervioso
—Está a punto de ser expulsado por desorden público —lo exhibió Dani riendo
—Y tu por ser estupido, quien reprueba tres materias —le devolvió el golpe — así nunca irás a la universidad
—Tal vez no quiera ir —lo confrontó.
—Muy bien ustedes dos fuera —ordenó Sofia molesta.
Ambos salieron tras su hermana que era más como su madre pues los había criado.
—Y tú te quejabas de mi —dije burlon
—Tu eras peor —me miró mamá arqueando la ceja
—Y todavía te queda uno —mire al bebé que estaba batido en la comida.
Unos minutos después llegaron los hermanos, terminamos de comer sin problemas pues si que los habían regañado
—¿Seguro que no quieres ir a Kansas? —me preguntó mamá mientras me daba comida para llevar— es la primera vez de Beck en la casa del bosque.
—Y de Jon —mencioné— pueden... no ocupar la alcoba principal
—Aslan...
—Por favor —insistí.
Mamá suspiró para asentir y besar mi frente.
—Te amo —pellizco mi mejilla— pero no es broma quiero que pases más tiempo con tu hermano
—Lo intentaré —asentí.
No lo iba a negar, la llegada de Beck no me lo había hecho más fácil, y que llevara el mismo nombre que mi padre en su honor... no me lo hacía más fácil.
Llegamos a casa para tirarnos en la cama, con el perro acostado en nuestras piernas, mientras Ander sobaba el moretón que me habían dejado.
—Mañana es la comida con tus amigos —me recordó.
—No son mis amigos —establecí
—Lo serán —sonrio burlón— confió en que te portaras bien con ellos.
—Eso mismo les dijo Sofi la otra vez a ti y a tu hermano y mira van peor —me burlé
—Es un estupido adolescente—gruñó— pero ya se le pasara y volverá a ser mi sol.
—Yo no volví a ser el mismo que era antes —mencioné
—No ayudas —bufó acomodándose en mí para dormir
A veces me preguntaba si alguna vez volvería a ser como era antes... pero parte de mi sabía que no, porque no podía ser feliz sin él...
Sorpresa, sorpresa... al parecer la familia se hace cada vez más grande.
Yo también quiero una mamá chef 😭
En fin la siguiente semana tendremos una comida entre ¿Amigos?
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