Disculpas al cielo

Mamá decía que era más hijo de mi tío Eliot que de ella pues no tenía filtro al hablar, papá siempre me había dicho que si quería expresar algo lo hiciera... también me dijo que si no era algo que beneficiara en una conversación no debía decirlo, pero eso último siempre me lo omitía.

Al ver al expresión de mi tío y mi madre era cuando comprendía que el peso de mis palabras habían sido grandes, mi tío Eli dio vuelta a la barra para abrazarme con tremenda tristeza en su rostro.

—Lo siento mi niño no debías saberlo —se aferró a mi por unos minutos.

—Yo también quero —proclamó el bebé de celoso.

Mi tío se separó para abrazarlo un segundo y mirar las escaleras, sin dudarlo me dió una ligera sonrisa

—Puedes cuidar de mis bebés por un momento —le pidió Adler mientras presionaba ligeramente su brazo, el rubio que tiraba más hacia albino asintió.

—Son hombres no bebés —prosiguió— tienen que ser fuertes.

Beck se limitó a frotarse los ojitos y acomodarse en el pecho de mi tío.

—Fuertes —asintió dándole un besito en la frente para arrullar al bebé.

Me quedé ahí y como no tenía de otra me puse a comer la comida que era de Ander, ya después pediría otra para llevar, unos veinte minutos después bajo Jon para mirarme.

—Tu mamá quiere hablar contigo —señaló

Asentí poniéndome de pie, cuando estaba pasando a su lado el hombre me tomó del hombro para mirarme.

—Tu padre era un hombre muy sabio, y me gustaría que compartieras lo que te enseñó con tu hermano —acepto.

—Gracias —murmure alejándome ligeramente para que retirara su mano de mi hombro

—Puedes evitar solo que haga ese tipo de comentarios —pidió— no quiero que termine siendo odiado por mi familia.

—Ya sabes los niños y los borrachos siempre dicen la verdad —mencioné lo que siempre me decía Ander— el problema aquí no es lo que un niño de 2 años diga si no la actitud con la que la toma un adulto —repetí

Me fui antes de que dijera otra cosa, al subir me crucé con la mirada del tío Eliot, sus ojos castaños aún estaban rojos por llorar, me dio una ligera sonrisa para terminar por bajar.

Al llegar a la oficina ahí estaba mamá sentada en el pequeño sofá que había en su oficina, aquella habitación que no era tan grande es donde solía pasármela los fines de semana, un escritorio con su la miles de carpeta, un sofá donde solía tomar mis siestas y una pared tapizada de fotos y premios que había ganado mamá, y ahí en su oficina tenía particularmente dos fotos, una que tenía mis con papá y ella cuando tendría yo tal vez unos siete años en la inauguración de uno de sus restaurantes, por otro lado era la misma situación solo que en esa aparecía Jon y el pequeño Beck... para mi era como si fueran dos familias diferentes.

—Ven aquí Aslan —me pidió— siéntate conmigo

Hice lo que mamá me pidió, sin permiso alguno ella procedió abrazarme con fuerza para quedarnos así por unos minutos.

—Lo siento mucho amor —pronunció con seguridad— tu padre me pidió que nunca te lo dijéramos, le fallamos.

—No lo entiendo mamá, papá ya me había dicho lo que había pasado con él... porque no quería que supiera que fue su madre —insistí.

A papá le costó mucho tiempo aceptar lo que le había pasado, sin embargo cuando descubrió el peso que tenía en los demás compartir su historia empezó ayudar en fundaciones, por lo que estaba acostumbrado a que las personas supieran por lo que había pasado.

—Apesar de todo lo que su madre le haya hecho el no quería que la odiaras Aslan, realmente no quería que tuvieras ningún vínculo con ella y el odio es un vínculo tan fuerte como el amor, por eso no quería que lo supieras —explicó.

Yo... lo hacía realmente al enterarme la aborrecía, como no odiar a la persona que más daño le hizo a mi persona favorita en este mundo, ahora comprendía las decisiones que había tomado papá.

—Ahora me siento mal por haberme enterado —suspiré

Mamá negó para recargar mi cabeza en su hombro

—No es tu culpa cariño, ciertamente es nuestra por no tener cuidado a la hora de hablar esos temas —explicó— lo siento

Me quedé un momento en silencio acomodado en el hombro de mi madre mientras ella enredaba sus dedos en mi cabello

—En cuanto a lo de tu hermano tienes razón, le retiraré el castigo —acepto la derrota— sin embargo lo que dijo Jon es cierto, tú padre podía ser demasiado radical por el miedo que tenía de que pasarás por lo que él pasó... tanto que te dió la libertad de poner los límites tanto físicos como mentales que quisieras que tras su muerte te protegiste en esos límites que ni siquiera dejabas que yo te abrazara para consolarte... o incluso cuando yo misma necesitaba el abrazo de mi hijo para consolarme a mi.

Creo que nunca lo había visto de esa manera, o tal vez si pero había decidió ignorarlo, mamá cargaba el peso de soportar su dolor y el mío, pero estoy consciente de que haberme detenido a lidiar con él de ella me habría matado ya hace años

—No quiero eso para tu hermano de acuerdo —me dió una ligera sonrisa

—Pues dile a Jon que no se muera —resolví tan fácil

Mamá negó para abrazarme más.

—Te puedo dar un beso —pidio ella

—Si está bien —acepte, a lo que mamá respondió dando muchos besitos en mi frente.

Me quedé un momento recibiendo los mimos de mi madre.

—Estas conciente de que no puedes obligar a Beck a querer a alguien verdad, y lo que dijo de su abuela... es más fácil si la señora cuida más su higiene personal —insisti

—No seas cabron —me regañó— vete ya, pobre de mi Ander que te tiene que soportar

—Yo soy quien lo soporta a él —me queje.

Suspiré para levantarme del sofá.

—Te amo mamá —me despedí

—Yo más mi niño —sonrió para besar mi frente.

Mientras empacaba mi cena Jon bajo con el bebé aún dormido en brazos.

—Nos vemos el sábado Cas —se despidió

—Aja —dije sin prestar mucha atención.

El tío Eli se limitó a verme y negar para darme mi comida.

—Hay que revisarte esos oídos otra vez —dijo burlón

—¿Ahora que hice? —pregunté confundido

—Lo sabrás el sábado —señaló

Negué para irme, al llegar ya habían traído Ander pues su hermana lo había recogido esta vez.

—Por fin llegas —señaló irritado— moría de hambre

—Tu, pero que raro —me burlé

Dejé la comida sobre la mesa, nuestro departamento no era tan grande como estaba acostumbrado, la cocina y la sala era una solo habitación abierta, no teníamos mucho muebles más que un solo sofá, y nuestro comedor para que Ander tuviera más espacio para desplazarse, teníamos dos habitación una en la que dormíamos y la otra que utilizábamos para las terapias de Ander, todo en un mismo nivel con puertas amplias y un baño adaptado con tina, era pequeño y simple... justo lo que necesitábamos nosotros dos.

Mientras Ander se devoraba su comida yo me perdía en mis pensamientos mientras jugaba con la comida moviéndola de un lado al otro.

—¿Estas bien? —me preguntó Ander, ni siquiera me había dado cuenta que ya estaba a mi lado abrazando mi brazo.

—Si solo, tuve una pequeña pelea con mamá que se descontrolo un poco —expliqué

—Quieres hablar de eso —me dio la oportunidad de abrirme.

—No fue nada solo que regañaron a Beck por poner límites entonces me enoje y dije cosas qué tal vez no debía decir —conté lo ocurrido

—Si fue algo si te sigue molestando —insistió— a ver hazme espacio.

El moreno se sentó en mi regazo como le encantaba hacer.

—A ver leoncito ya que estamos cómodos cuéntamelo todo, se que es muy importante para ti lo de los límites y me parece genial que se los enseñes a Beck —asintió— pero conociéndote como eres seguro dijiste algo de más así que soy todo oídos.

—Sabes que mi papá fue abusado sexualmente —le recordé— por eso fue tan importante para él enseñarme a ponerme límites... bueno él no solo fue abusado una vez, su madre biológica ella... lo prostituía desde una corta edad —conté no muy orgulloso— al parecer yo no debía de saberlo, no porque papá tuviera vergüenza de eso, si no porque no quería que odiara a su madre... y yo no sé como sentirme al respecto porque realmente la odio.

Ander suspiró para abrazarme con fuerza.

—No puedo decirte que sentir nene, creo que no hay sentimiento correcto —me dijo aun abrazado a mi.

—Papá no quería que la odiara, pero lo hago Ander... como mierda no hacerlo —gruñí furioso— y por otro lado me siento... él no me ocultaba nada Ander, y entiendo que es algo fuerte pero él... me lo decía todo, porque no me lo dijo.

—Los padres siempre nos va a ocultar cosas leon, sin importar que tanta confianza nos tengan tu padre te compartía todo pero esta vez no fue así, tal vez porque era un recuerdo muy doloroso para él y el dolor es algo que no quieres compartir con tus seres queridos —me explico— no puedo entender lo que es que alguien que amas haya pasado por eso... pero si me necesitas sabes que aquí estoy.

Suspiré abrumado para abrazarle con fuerza.

—¿Qué necesitas que haga en estos momentos? —me pregunto

—Solo quédate aquí conmigo si, abrázame y no digas nada —pedí

El asintió para abrazarme con fuerza, nos quedamos asi por un largo rato hasta que se me cansaron los brazos, Ander tenía examen así que me puse a sacar recuerdos que no veía en un tiempo, mi álbum de fotos infantiles era algo muy importante para papá que llenaba rigurosamente.

Mamá se centro más en su carrera profesional cuando era pequeño por lo que mi papá fue el que me crió, no digo que mamá no estuviera presente, era ella la que se encargaba de cocinar mis comidas y claro si la necesitaba ahí estaba, pero papá... era el que hacía todo, incluso cuando estaba estudiando su carrera me cuidaba, siempre bromeaba que yo ya tenía la licenciatura terminada pues fui a muchas de sus clases con él.

Mi álbum en su totalidad eran fotos mías con mi papá haciendo de todo.

—Si que eras un bebé muy bonito —mencionó Ander mientras me abrazaba

—Lo sigo siendo —asentí

—Oh claro que si — presionó mi mejilla con fuerza— presta —me quitó el álbum

Se puso a ver las fotos de mi pequeño yo, básicamente era la copia de mi padre salvo por los ojos pues los míos iban más hacia un color miel.

—¿Cuál es tu recuerdo favorito de él? —me preguntó interesado.

Me quedé pensándolo por un largo momento.

—Fue cuando tenía tal vez ocho años, fuimos en invierno a la casa de la montaña para pasar unos días de vacaciones pues mamá había ido a un congreso... éramos solo nosotros dos, salimos a caminar por la montaña y yo me perdí

—Debió ser aterrador —mencionó

—No lo fue —negué— porque sabía que papá me encontraría sin importar que, así que me senté y me puse hacer muñecos de nieve... para cuando papá me encontró ya llevaba como veinte, él tampoco estaba nervios, yo... recuerdo que me cargó y me abrazó con fuerza y fue el abrazo más cálido que recibí en mi vida —sonreí— solo recuerdo que me dijo "te encontré" y yo sabía que lo iba hacer, regresamos a la cabaña, tomamos chocolate caliente con pan del abuelo y terminé dormido a su lado mientras veíamos una película, tal vez es algo muy simple pero es uno de mis favoritos

—Gracias por compartirlo conmigo —sonrió recargado en mi hombro

—¿Cuál es el tuyo? —me pregunto.

—Papá me llevaba a comer esquites después de mi práctica de fútbol, era un ritual muy importante para no perder... aunque siempre lo hacíamos, pero para ser honestos solo iba al fútbol por los esquites —aseguró

Negué para besar sus labios.

—Claramente iba a involucrar comida —me reí

Ander asintió para hacer un lado el álbum y recostarme en la cama para posteriormente acomodarse sobre mi.

—¿Quieres que tengamos sexo? —pregunté

—Mm es que ya se me antojó un elote —se quedó pensando

Negué divertido para besar sus labios.

—Pues vamos por tu elote entonces —acepté.

Sonrió orgulloso para levantarse, casi nunca se negaba al sexo perfecto respetaba cuando no tenía ganas.

Con él casi nunca era difícil hablar de papá... y eso creo que esta bien porque a veces extrañaba hacerlo

En estos casos a veces los límites no son tan buenos...

Pero bueno a mí también se me antojó un esquite 🤤 nos vemos la siguiente semana 🫶🏻

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