Dad
Las cosas eran así, si Ander se ponía de mal humor se encargaba de que todo el mundo lo estuviera, y hoy no era la excepción.
—Desayuna —ordené.
—No quiero —bufó sorbiendo su café— seré puro café y pan el día de hoy
—No, te dará dolor de estómago y luego me culparás a mí así que come —ordené irritado.
El niño se cruzó de brazos porque si era todo un niño.
—Te pareces a mi hermano —bufé— y hasta él se comporta mejor, bien muérete de hambre.
—Ahora quieres que me muera —continuó con su drama
Lo ignoré levantándome para besar su frente e irme a cambiar, me puse el uniforme para prepararme.
—Te he dicho que te queda muy bien ese uniforme —dijo mirando mí trasero
Las pijamas quirúrgicas eran nuestro uniforme, era cómodo y fresco y se me entallaba muy bien el culito.
—Siempre —dije— vamos, que se me hace tarde.
Una vez que lo dejé en su universidad me fui más rápido que el rayo McQueen pues se me hacía tarde, al llegar ya estaban los gemelos con una cara que no se aguantaban
—¿Y ustedes qué? —pregunté confundido
—Teníamos que conseguir unos boletos —asintió Ty
—Estuvimos toda la noche despiertos para la preventa —añadió Tara
—¿Y lo lograron? —preguntó la rubia llegando.
—Sin comentarios—dijo Ty triste.
Negué para entrar, al llegar ya estaba nuestro profesor esperándonos pues hoy iríamos con una enfermera y un doctor a pasar consulta así podríamos ver cómo se hacía el movimiento del hospital.
—Soy la doctora More —saludó la enfermera Díaz — y ella será su instructora el día de hoy, el trabajo de enfermeras y doctores están de la mano así que es muy importante que aprendan a trabajar juntos.
—Mucho gusto —saludó ella— no estén nerviosos, el día de hoy solo verán como es trabajar a un lado de nosotros.
Asentimos para seguirlas, la doctora a simple vista se veía muy joven casi pasando por una niña, lo que no era bueno, a ver si bien que te digan que te ves más joven en cualquier ámbito puede ser tomado como un halago, pero en el area de la salud... bueno se puede tomar como inexperiencia sin importar que no sea así.
Entramos con un par de pacientes de urgencias, claro los que no estaban tan graves y en los que si lo estaban nos hacían salir para no estorbar.
Llegamos a uno de los cubículos para entrar con un adulto mayor.
—Buenos días soy la doctora More un gusto, en que puedo ayudarle el día de hoy —saludó ella
—Por fin un doctor —dijo mirándome— escúchame no e dejado de vomitar desde la mañana.
—¿Comió algo que le cayera mal? —le preguntó la doctora.
—No lo se —gruñó.
—Bien lo voy a revisar —sonrió ella
La doctora lo reviso mientras nos quedamos observando, pero el hombre... mierda quería quitarle ese rostro de asco con un golpe.
—Si es probable que sea una gastroenteritis, está un poco deshidratado así que le pondremos un suero y se sentirá mejor —explicó ella amable
—Usted que opina doctor esta en lo correcto —me miró
—Siendo la gran doctora que es puedo decir que si pero yo solo soy estudiante de enfermería —aclaré.
—Enfermería puf eso es trabajo de mujeres usted debería ser doctor —gruñó con asco.
—Estoy segura que Aslan será un gran enfermero algún día ya que como estudiante es excelente —me defendió la doctora— porque no deja que lo canalice
—No que lo haga la rubia, también es enfermera no —miró con molestia— las mujeres están hechas para este trabajo.
—Como usted guste —sonreí.
No dudo de las capacidades de mi compañera... pero simplemente no las tiene, y después de cinco intentos tuvieron que llamar a otra enfermera.
—Hiciste lo que pudiste —la calmó la doctora— y tú no te sientas mal Aslan, así hay gente.
—Estoy bien, usted tampoco merece el trato que le dieron —aclaré, los hombres podían ser estúpidos.
Ella sonrió ligeramente para dejarnos ir, tuvimos un par de clases más cuando me llegó una llamada.
—León me tienen secuestrado —chilloneo Andy desde un inicio
—Algo hiciste —señalé, meterse en problemas era su hobby favorito.
—No... tal vez, como sea saldré tarde pero muero por una lasaña puedes llevarme para cenar una de mi suegra—pidió
—No creo que...
—Por favorcito—pidió
—No me dejas opción o si —suspire derrotado
—Gracias, te amo —se despidió colgando antes de que me arrepintiera
Como dije hoy no quería pelear con mi novio así que termine cumpliéndole su capricho como siempre... era muy caprichoso a decir verdad y culpaba de eso a su hermana pues lo mimaba demasiado, siempre fue así tengo entendido pero desde su accidente... bueno ella lo sobreprotegio de más pero algo que no le podías decir porque te tiraba tremenda mirada que no aguantabas.
Llegué al restaurante tras salir de la jornada que me estaba matando, a veces me preguntaba si debí seguir el trabajo de mamá y en vez de estarme preocupando porque una vía provocara una inflamación podría estar pasando el examen de macarrones con queso, pero si decía eso frente a mamá me desheredaba... de por si ya iba a tener que compartir su parte de la herencia con Beck.
Al llegar ahí estaba mi tío en la barra, él en realidad trabajaba en las mañanas haciendo el pan como su padre le enseñó y por las tardes trabajaba en la barra cosa que le encantaba por una extraña razón pero no juzgo, hacer lo que te hace feliz es mejor aunque te critiquen. En palabras de Ander robadas de su diosa Taylor "Haters gonna hate"
—Tío Eli —salude chocando puños— vengó por mi comida.
—Aún tardará —dijo preparando una bebida— un cocinero flojo no la a empezado —señaló al tío Adler que venía caminando, solo se detuvo para apuntarnos con el cuchillo que siempre llevaba consigo.
—Estará cuando tenga que estar —gruño.
No dije nada, era de los pocos hombres con los que no querías meterte.
—Mojito —me tendió— doble para mi sobrino consentido, pero que no se entere tú madre
Asentí para sentarme en la barra y tomar mi bebida que era más alchol que nada cuando sentí el pequeño golpe de un ser malévolo que conocía bien.
—No me gusta tu actitud—señale al bebé que me miraba molesto
El niño me dió otro golpe para sacarme la lengua, me agache para cargar al castaño aún con el uniforme de su kínder porque claro iba en uno privado.
—Si me vuelves a pegar yo te lo voy a devolver —advertí— ¿cual es tu problema enano?
—¡Me regañaron! —me reclamó— por tu culpa —dijo azotando su dedo índice en mi pecho distrayéndose presionándolo al ver que se hundía... cosa de tener pectorales
Mire a mi tío en busca de ayuda que se limitaba a vernos para reír por lo bajo.
—Básicamente lo castigaron porque no le quiso dar beso a su abuela —chismoseo— y ahora no tiene postre por una semana.
Ahora entendía porque era mi culpa, pero no podía adelantarme a pelear con su padre sin tener la confirmación.
—¿Quién te castigó? —preguntó molesto
—Mamá —gruñó aún con los brazos cruzados
Entendía si su padre lo hubiera regañado... pero el saber que era nuestra madre, eso si no lo iba a soportar... no solo estaba atacando mis enseñanzas también las que mi padre había luchado por imponer.
—Vamos Beck tenemos que recuperar tu postre —afirmé decidido
Subimos a la oficina al ser mamá la dueña ya cocinaba muy pocas veces aquí, pero en casa ni se diga seguía siendo la dueña de la cocina
—¡Lo castigaste por no querer dar un beso! —entré azotando la puerta de la oficina
—Te llamó después Hugo —dijo colgando— Si hola mamá cómo estás —bufó irritada— me fuiste acusar con tu hermano Beck
—Si —dijo tremendamente enojado
—Si, me lo dijo y que mierda con eso —confronte— me gustaría enseñarle a poner límites con su cuerpo como papá me lo enseño a mi, pero claro a ti nunca te gusto —ataqué directamente
—Primero que nada bájale ese tonito de arrogancia que heredaste de tu padre —me regañó— y no te atrevas a decir eso cuando fui la que más apoyo a tu padre en la manera en la que te crió —lo decía así porque en efecto papá fue el que se encargó de mi en todos los sentidos— en segundo lugar no fue porque no quiso dar el beso si no porque como tú tienen un mal carácter y fue la acción que tuvo.
—¿Qué hiciste? —pregunté al bebé que se limitaba a mirar la situación, se bebé tuvo la audacia de sostenerle la mirada a mamá
—Que no quería, porque la abuela yaya huele feo y... y no la quiero —contó— y me hizo besarla —suspiró recargándose en mi pecho.
Entonces si me enoje...
—En primer lugar no le veo nada malo a lo que dijo, no puedes obligar a querer a alguien solo porque tienen lazos de sangre —insistí lo que papá muchas veces me dijo, el amor se gana— y en segundo mi padre estaría muy decepcionado de tu actitud, solo porque ahora tengas una nueva familia no implica que te deshagas de los ideales que el tenia.
—No creo que este bien que le digas esas cosas a tu madre —dijo Jon parado en la puerta, ni siquiera lo vi llegar— entendemos que tú crianza fue diferente, y nos parece bien que le enseñes a tu hermano esas cosas pero son muy radicales.
—Radicales —levante la ceja— discúlpame por querer que aprenda límites para que en un futuro no se abusado sexualmente.
—Muy bien esto se está elevando dejen me llevo a mi niño, es muy joven para ser traumado —interrumpió el tío Eli cargando al bebé para sacarlo, tampoco lo había visto llegar.
Nos quedamos en silencio los tres adultos por unos segundos sin decir nada hasta que por fin hablo.
—Lo entiendo, pero quiero que entiendas que es mi familia la que no está acostumbrada a eso, y si me parece excelente lo de los límites pero no hay que ser tan exigentes con la familia —dejó en claro su punto de vista.
—Estas equivocado con la familia es con los que más limites hay que tener cuando mas del 80% del abuso sexual en niños es a causa de un familiar —insistí— tal vez no lo quieras ver pero es una realidad
—Es mi madre, jamás le haría daño a su nieto —afirmó Jon seguro
—Si bueno la madre de mi padre lo prostituía, ser familia no te exenta de cometer tal acto —di mayor fuerza a mi punto.
De un segundo al otro el ambiente se tornó tan pesado que era difícil respirar.
—Que... que dijiste... —pronuncio mamá impactada, había palidecido de un instante al otro.
Me giré para mirarla... su cara demostraba tremendo horror, como si hubiera confesado un crimen
—Que papá fue prostituido...
—¡¿Como lo sabes?! —llegó a mi tomando mi brazo con fuerza, nunca la había visto así de alterada— ¡Aslan como lo sabes! —me gritó desesperada
—Te escuché hablar con mi tío Eliot de eso —confesé
—No... no... —negó con tremenda tristeza— tu no debías saberlo yo... le fallé...
Sin más mamá dió media vuelta para irse a encerrar en el baño de su oficina, Jon suspiró para mirarme
—Dale un respiro de acuerdo —me dió una ligera sonrisa
Asentí para bajar, realimento no sabía que decir... no era secreto mi mismo padre me lo había dicho que había sido abusado sexualmente en su infancia... pero nunca me había dicho quien.
Papá era un libro abierto conmigo, en cualquier ámbito cualquier cosa que le preguntara me la contestaba, si no sabía una cosa la investigábamos juntos, El único tema del que nunca me hablo fue de su madre biologica... sabía que la abuela Rose no era su mamá de sangre pero en lo que a mi concierne ella siempre fue su verdadera madre y para mi era mi abuela, por lo que no hice mas preguntas de ella y tras saber lo que su madre biológica le hizo a papá... mucho menos lo quise saber.
Bajé a la barra donde estaba Adler cargando a mi hermano mientras le hablaba en Aleman, según él lo aprendería así por simple ósmosis
— ¿Ya acabaron de pelear? —me preguntó el tío Eli
—Nop, mamá se puso como loca cuando mencioné algo de papá —dije sentándome en la barra
—¿Pues que dijiste? —se extrañó, mamá solía tenerme demasiada paciencia
—Lo que Jessica le hizo a mi padre —mire al bebé con cautela tapando sus oídos— que lo prostituia
La cara de mi tío cambio al instante borrando su sonrisa, esa cara que me decía que la había cagado...
Bueno, bueno un final un poco... dramático.
Nos vemos la siguiente semanita, pero quiero aclarar un punto muy importante, a rueditas no se le puede decir que no 😉
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