Desde que nací mi padre era algo hipocondríaco, si tenía fiebre urgencias, si me dolía algo urgencias, creo que ya tenía hasta lugar de estacionamiento premier, cada seis mese tenía mi visita respectiva al doctor para mi chequeo y cada tres meses con el otorrino para lo de mi audición, decía que tenía malos genes por lo que quería estar seguro de no haberme pasado alguno de ellos...

Realmente no es que tuviera malos genes, su madre tuvo un pésimo control prenatal y bebió, fumó y bueno hizo todo lo que debía no hacer en el embarazo razón por la que mi papá y su hermano nacieron con problemas médicos, y apesar de  que lo de mi audición era un problema mío papá siempre sintió que fue su culpa.

—Voy a llamar una ambulancia —dijo Ander ya más que despierto para intentar alcanzar su teléfono pasando sobre mi.

—Ander, Ander cálmate y no exageres —lo detuve abrazándolo— estoy bien

Me miro no muy contento, suspiré para ir por el maletín médico para que se calmara, me tome la presión, los signos vitales incluso el reloj marcaba un ritmo estable.

—Estoy bien lo ves —insistí pues realmente no tenía nada

—Prefiero que un doctor me lo diga —se quejó.

Negué para recostarlo sobre mi.

—Al rato iremos con el doctor de acuerdo pero no iremos a las tres de la mañana a urgencias porque escuchaste mi corazón raro... además tú que sabes como se escucha un corazón mal —insistí

—Pues ñ como el tuyo —bufo— León...

—León nada a dormir —bufé tapándonos con la cobija—buenas noches, te amo.

Me dormí sin más, al despertar ahí estaba Andy despierto, muy atento de mi pecho...

—No dormiste verdad —suspiré algo irritado por su necedad.

—Gracias por mantenerte con vida —bufó con sarcasmo— ya hablé con tu mamá e hizo la cita con el cardiólogo así que prepárate quieres

—¡Por que le dijiste a mi mamá! —exclamé con molestia

—Porque es tú madre que si se preocupa por ti, ahora métete a bañar cabron que nos vamos al doctor —se enojó

Bufé molesto para hacerle caso, durante el desayuno se estaba durmiendo por lo que casi no comió  pero no le dije nada para dejarlo descansar, me quedé unos minutos estacionado para dejarlo dormir hasta que despertó.

—Se nos hará tarde —señaló mirando el reloj.

—Aún tenemos tiempo duerme un poco —negué.

Pero el necio hizo lo que quiso para apurarme, nos quedamos en la sala esperando a mi doctor, que era el doctor que trató a mi padre por muchos años.

—Seguro que quieres que él te atienda, hay muchos doctores —insistió

—Confío en él para la exploración física —asentí

—Si bueno tu padre confiaba en él y mira como terminó —murmuró el.

—Ander entiendo que estés asustado pero ya cállate que solo me vas hacer encabronar —me enojé

Ander se limitó a tomar mi mano y quedarse callado, el doctor salió un par de minutos después.

—Aslan mírate estas tan alto —saludo— me alegra verte chico

—Si bueno a mí no —suspire.

—Entremos entonces —asintió— puede entrar tu acompañante también.

—El no...

—Poe supuesto que lo haré —asintió mirándome retador.

Asentí para entrar con él al consultorio, no venía aquí desde hace mucho tiempo pero casi no había cambiado en estos años.

—Bueno amigo ya me comentó tu mamá un poco por lo que vienen, quieres contarme más —pidió

—Pues realmente yo no siento nada, es Ander el que dice que se escucha raro mi corazón —expliqué

—Me acuesto todo los días sobre ese pecho, se de lo que estoy hablando —se cruzó de brazos el moreno.

—Voy a confiar en tu juicio de acuerdo, Aslan has tenido algún síntoma, fatiga, disnea, taquicardia —pregunto términos que entendía

—Ninguno —afirmé.

—Bueno vamos a revisarte de acuerdo —prosiguió.

Me senté en la camilla para quitarme la camisa el doctor se acercó con su estetoscopio

—Voy a escuchar de acuerdo, si te sientes incómodo en cualquier momento me dices y paramos —estableció

—De acuerdo —acepté

Comenzó a escucharme tomándose su tiempo pasando de un punto a otro para terminar.

—¿Haces mucho ejercicio no es así? —preguntó.

—Salgo a correr todas las mañanas y a veces pesas, alguien tiene que cargar a ese gordo —le di la razón.

Andy se limitó a levantarme el dedo medio.

—Bueno amigo al parecer tienes un soplo, no me preocupa en realidad es un soplo funcional que no te está provocando sintomatología —confirmó un pequeño defecto.

—No le hará más pruebas o algo —insistió Andy— que no tiene antecedentes de enfermedad cardiaca en su familia

—La enfermedad de su padre era congénita, nació con ella y no es heredable —le explicó para verme— pero si los hace sentir más tranquilos haré un ultrasonido y un electro

—Si —dijo Ander de inmediato.

El doc me miró a lo que Asentí, me hicieron las pruebas pero el electro no mostraba alteración lo que significaba que era muy pequeño para salir, el ultrasonido solo mostró lo pequeñito que era.

—Y entonces cual es el tratamiento —preguntó Andy

—Realmente no hay tratamiento para un soplo así —explicó— te seguiré en vigilancia cada seis meses y te recomiendo que bajes el ritmo en tu deporte, aún eres joven así que esperemos que se cierre solo.

—No le puede dar medicamento o yo que sé cirugía —insistió— no quiero que tenga eso

—No es candidato para eso, además de que eso aumentaría el riesgo para otras patologías —explicó— Aslan estará bien, no hay de que preocuparse.

—Si bueno eso dijo sobre Beck una vez y ahora él no tiene padre —lo confrontó para salir.

Suspire, ese cabron si me estaba poniendo de malas

—Lo siento —me disculpé

El doctor suspiro.

—Realmente siento mucho lo que pasó con tu padre —se disculpó— él estaba bien en su última consulta, no hubo nada que me indicara lo que iba a pasar.

Asentí, para mirarle.

—Por mucho tiempo le eche la culpa, pero conforme fui creciendo me la pasé años investigando, años después entendí que lo que pasó con mi padre fue algo que no se pudo haber prevenido —asentí— pero ustedes es médico y si me dice que no hubo nada que pudiera hacer yo le creeré.

—Por más que hubiera querido no hubo nada que me indicara que eso iba a pasar —afirmó con un nudo en la garganta.

—Entonces nos vemos en seis meses —le tendí la mano.

El doc la estrechó con fuerza, salí para buscar a mi novio que ya estaba en el coche, ahí estaba él mirando a la ventana evitando que lo viera

—Mírame Andy —pedí

El chico negó, suspire para acercarme y jalar con suavidad su rostro, tenía los ojitos rojos porque seguramente había llorado.

—Estoy bien me oíste —dije posando mi cabeza con la suya— ya te lo dijo el doctor, me siento bien, no hay nada de que preocuparse.

—Pero si me preocupa León, yo... ya perdí a mi padre y a mi madre, no puedo perderte también me oíste —gimoteo— no puedo perderte.

Suspire para abrazarlo con fuerza, entendía su miedo porque ya me había tocado estar del otro lado.

—Te amo —afirmé— y me seguiré cuidando lo prometo.

Andy asintió para suspirar.

—Quien diría que de los dos tus hábitos saludables te llevarían a problemas cardiacos —se burló.

—Tu cállate que tragarte seis donas al día te acerca más al infarto que a mi —lo regañe

—Vemos —bufo— vamos a casa tengo sueño.

Asentí, durante el camino se quedó dormida hasta que llegamos a casa, al abrir la puerta un olor delicioso inundo mis fosas nasales haciendo rugir mi panza.

—Mamá —dije viéndola— ¿que haces aquí?

—Vine a ver a mi hijo, que no puedo —dijo ella desde la cocina.

—Fuiste de chismoso después de lo del doctor —miré a Ander

—Así es, que pensabas que no le iba a contar —bufó él

—Somos madres, tarde o temprano nos enteramos de todo —señaló Soso para acercarse y besar la mejilla de su hijo.

—Cierto, él se sigue parando a las tres de la mañana para comer donas y pan —lo acuse.

—¡Ander! —lo regañó Sofi— que no subas de peso no significa que puedas hacer eso

—Chismoso —gruñó.

Negué para acercarme a la cocina, mamá estaba preparando mi desayuno favorito, se me ocurrió meter la mano para robar un tocino a lo que recibí un golpe en la mano por su pala.

—No toques —dijo seria sin mirarme.

—Lo olvidaba —asentí— supongo que Ander ya te puso al día

Mamá solo suspiró para apagar el fuego y girarse para abrazarme con fuerza, ella más que nadie tenía razones para estar asustada.

—Estoy bien mamá, es solo un pequeño soplo el doctor me dijo que solo requiere vigilancia y si empiezo a tener síntomas mandará medicamentos, no es nada grave —la calmé

—Lo sé ya hablé con él —asintió— es solo que una madre nunca deja de preocuparse por sus hijos sin importar que grandotes sean.

Asentí para abrazarla con fuerza.

—Bueno ya podemos desayunar tengo hambre alguien me sacó de la cama sin desayunar — bufé

—Esa si fue una mala ida —asintió el moreno.

Nos sentamos a desayunar, mi mamá sirvió su delicioso desayuno.

—Como es que están aquí sin sus bebés, pensé que no se separaban de ellos —resalte el punto más importante.

—Si bueno para eso tienen padres —asintió Soso

—Además tú no digas nada que te la pasabas pegado a las costillas de tu padre —me atacó.

—No tienes pruebas —me negué

—Quieres que traiga el álbum —me miró

—No es necesario —me quejé

Pasamos el día con nuestras madres, algo que hace mucho no pasaba, por la tarde ellas se fueron para dejarnos a solas.

Nos dormimos un rato, al despertar ahí estaba el sobre mi pecho.

—Ya estás de intensito otra vez —acaricie su cabello.

—Tengo que acostumbrarme —me miró— no te mueras si.

—Lo prometo —lo abracé con fuerza— pero también va para ti, tienes que empezar a cuidarte más.

—Tu cuida de mí —asintió.

Lo haría, realmente cuidaría de él toda mi vida de ser necesario.

QUE VIVAN LOS NOVIOS!!!!

Ay mis niños, al menos todo salió bien ✨😉