Brain dead

Después del sustito que nos habia metido Ander por lo de mi corazón, y si fue su culpa pues en mi defensa yo no lo sabía y hubiera pasado desapercibido, la semana fue rara... las cosas se habían puesto un poco extrañas, Ethan y Tyler habían empezado a salir y Tara traía ondas con el chico con el que había coqueteado en la borrachera, sin embargo Amber me estaba evitando y era comprensible.

—Te veo en la tarde —se despidió Andy besando mis labios.

—Odio que tengas días libre y yo no —me quejé— se productivo quieres

—Claro —asintió, seguía en pijama y tenía muchas intenciones de irse acostar y no salir de la cama.

—Ser productivo no es terminar de ver una serie sin moverte del sillón —aclaré

—Depende de a quien le preguntes —afirmó riendo

Negué para besar sus labios.

—Has tus ejercicios—le pedí o no los haría.

—Ya vete si —me apuró, le urgía estar a solas para ponerse al día con sus series.

Le di otro besito para irme, al llegar como siempre el ambiente era tenso, Peta ya nos esperaba con una sonrisa.

—Hoy necesito que estén en parejas, entrarán a quirófano— sonrió emocionado

—Yeii —bufé irónico

—Oh vamos seguro que se te dará bien —me animo la gemela.

—Claramente, eso no significa que me guste —me quejé.

Y es que ser instrumentista no era lo mío, a muchos les encanta estar en quirófano, para mi todas las luces me provocaban dolor de cabeza.

—Bueno bueno pónganse en parejas con las que iniciaron —pidió— verán la instrumentación y ayudaran si saben la técnica.

No nos quedó de otra así que me tocó trabajar con Amber, nos vestimos para entrar al quirófano.

—Buenos días enfermeros soy Ezequiel hoy me ayudarán de acuerdo —se presentó el moreno animado— iré por las cosas ustedes esperen aquí de acuerdo

No nos quedó de otra más que quedarnos en completo silencio, uno incómodo

—Hey yo... quería hablar contigo de lo que pasó —dijo nerviosa sin mirarme

—Tranquila, no estoy molesto —me le adelanté— estabas ebria y vulnerable, lo que pasó ya pasó y espero entiendas que no se va a repetir porque estoy en una relación.

—Lo entiendo, fue un error y no se repetirá —asintió— espero Ander no se entere de esto

—Pues claro que lo sabe, me iba a ir peor si no se lo decía —aclaré— pero yo que tú mantenía mi distancia con él hasta que se le olvide.

La chica solo asintió nerviosa, el enfermero llegó con las cosas pidiendo que las acomodáramos, tardamos no más de diez minutos tal vez, ya vestidos empezamos con la práctica.

Cómo dije no era mi lugar favorito, la luz era un poco insoportable y me cobraría la cuenta más tarde, apesar de que cumplí con todo la cara de Amber brillaba al estar ahí.

—Me sorprenden —sonrió— lo hicieron muy bien, enfermera te gustaría quedarte asistir en la siguiente cirugía

—¿Yo y no él? —cuestionó sorprendida— pero si lo hizo perfecto.

—Lo hizo, es muy buen enfermero pero su rostro dice que no lo disfruta —explicó— y lo más importante es que lo disfrute y eso es lo que pude ver en ti.

—Lo siento no controlo mi rosotro —me disculpé— felicidades.

—Gracias —dijo emocionada

—Caswell te puedes ir a casa —me liberaron.

—Muchas gracias —me fui antes de que se arrepintiera.

Llegué a casa con ese ligero tintineo en la cabeza y un ligero sabor a metal en la boca, sabía que estaba por darme una migraña, era raro que se me acompañaran con una especie de aura sin embargo no era la primera vez, entré a casa para ver mi predicción hecha realidad, ahí estaba él acostado en el sofá mirando la tele, aún en pijama y una bolsa de papitas sobre el, tenía los ojos un poco rojos.

—¿En serio? —señale burlón

—Llorar es mi pasión —bufo.

Negué para llegar y besar sus labios sabor a papitas acostándome a su lado.

—Antes de que me regañes, lave la ropa y prepare la comida —dejó en claro— para que no digas que no hice nada productivo.

—Muchas gracias por no ser una decepción—asentí

Ander me pegó en el hombro molesto.

—¿Quieres comer? —me ofreció —hice sopita.

—No, tomaré una siesta me duele un poco la cabeza —negué levantándome de su lado.

—De acuerdo, una lloradita más y te alacanzo en la cama —asintió dándome una nalgada para correrme.

Negué para irme acostar sin antes prevenir con una pastilla para el dolor, me acosté a dormir con esperanza de que eso ayudara... pero creo que no funcionó.

No conseguí dormir por el dolor, pero tampoco conseguía que el dolor parara era un intenso dolor que solo iba en aumento y sentía que me atravesaba la cabeza.

Sentí el peso de la cama a mi lado, me di vuelta para quedar en su dirección de la cama, ocultando mi cabeza en su hombro.

—Ya son las diez León, vamos a cenar —dijo muy bajito pero con la intensidad necesaria para escucharlo, ni siquiera me había dado cuenta del tiempo.

—No tengo hambre —lo atraje a mi— me duele la cabeza.

—Te voy a traer de comer porque no has comido nada en todo el día —insistió besando mi mejilla— enfriaré la compresa de acuerdo.

No me quedó de otra, realmente no tenía ganas para nada, me dolía demasiado la cabeza como para abrir los ojos, me puse la compresa fría para ver si ayudaba en lo más mínimo pero no fue así.

—Me harás darte de comer en la boca —insistió

—Ya te dije que no quiero —me quejé.

Andy acercó el emparedado a mi boca a nada de meterlo a la fuerza, di un par de mordidas para que me dejara en paz... realmente no tenía nada de ganas.

—Déjame darte algo más fuerte —insistió— tengo vicodin o morfina.

—Sabes lo que pienso de eso —le recordé

—!Aslan! —insistió levantando la voz

Sentí que me apuñalaban el cerebro, cuando tenía cuatro me rompí el brazo por subirme a la alacena de mamá en el restaurante y a los nueve me rompí una pierna por trepar un armario para rescatar un videojuego, quitando la conclusión de que no sé escalar muebles... en estos momentos el dolor sobrepasaba aquellos

—No grites —me retorcí.

—lo siento—susurró— estoy preocupado, ya son muchas horas y... no me gusta verte así.

Abrí los ojos un poco para verle, podía ver su carita triste suspire para atraerlo a mí y besar su frente

—Ya se me pasará, solo necesito dormir —lo calme— Gracias por cuidarme pero no voy a usar esa mierda.

Genéticamente tenía alto apego a las drogas ya que mi papá lo tenía a causa de su madre, la cual muchas veces lo drogaba de pequeño para hacerlo callar... una perra, a mi padre le había prometido nunca consumiría drogas... ya había roto muchas promesas pero esa no la rompería jamás.

—Estoy aquí de acuerdo —me susurró— duerme.

Lo intenté... mierda que lo intente, por momentos lo conseguía pero el dolor era tan insoportable que no paraba.

—Tranquilo, tranquilo —dijo Ander sobando mi espalda, había devuelto lo poco que había comido— voy a llamar a tu mamá.

—No la preocupes —insistí con un hilo de voz.

Estaba en posición fetal a nada de arrancarme la cabeza

—Pues estoy preocupado, es a ella o una ambulancia—ordenó

Solo me quejé, mi moreno salió para ir a llamar a mamá, no sabía qué hora era pero me sentía terrible, tenía náuseas y había vomitado ya por lo menos cuatro veces.

No sé qué pasó después, pero por un momento pude conciliar el sueño.

—Aslan... Aslan...

Escuche la voz de mi padre, abrí ligeramente los ojos para verlo sentado a la orilla de la cama.

—Aslan...

Me llamó otra vez... mi vista era nublosa pero era él... era mi papá.

—Papá —pronuncié.

Un silencio se hizo para tomar mi mano.

—Vamos mi niño te voy a llevar al hospital —me dijo ayudándome a incorporarme.

—Papá te extraño... porque me dejaste...

—Tranquilo Ash, vas a estar bien —aseguró papá— papá está aquí, nada te pasará.

Sentía que me movía pero de un momento a otro todo se volvió negro... ya no dolía tanto.

Mi hermana decía que cuando estaba en los hospitales yo no era el que más sufría, ahora lo entendía... para mí León era la persona más fuerte que conocía, mi roca y mi hombro para llorar, mi mejor amigo, el amor de mi vida, mis piernas para caminar y mi fortaleza para levantarme todas las mañanas... pero verlo así de frágil, delirando por el dolor, era algo que no podía soportar... dolía más que cualquier cirugía que me hubieran hecho.

—¡Aslan! —exclamé al verlo desmayarse.

Su madre apenas y podía con él por el peso de mi León habían terminado ambos en el suelo.

—Vamos Aslan no me hagas esto cariño —dijo su madre sobando su pecho tratando de despertarlo— ¡Jon ayuda! —le gritó a su esposo que esperaba afuera

El hombre entró para ver a mi chico, se acercó para escuchar su pecho y asegurarse que estuviera respirando, pasando una luz por sus ojos.

—Está bien se desmayó por el dolor —nos calmó para proceder a cargarlo— vamos al hospital de acuerdo

Su madre asintió levantándose sin perder tiempo, con cierta calma que me helaba, porque dentro de mí solo había un caos.

—Te vemos en el hospital —me dijeron sin perder tiempo

Y es que en lo que conseguía entrar al coche perderíamos tiempo que era vital para mi león, tiempo que no discutiría en perder.

—Si... —pronuncié con la voz temblorosa

A lo lejos vi como se llevaban a mi chico, sentía como si me ahogara con un nudo en mi garganta

—¿Andy que pasa? —preguntó Klaus que estaba ahí mirando todo junto con Santi a su lado

—Pueden llevarme al hospital —pedí aguantando las lágrimas— Aslan se puso mal.

—Claro que si —dijo Klaus con la voz más firme del mundo .

Con ayuda de Santi me subí a su camioneta pues era demasiado alta para mi, Klaus se sentó a mi lado para presionar mi mano, sabía que si me abrazaba me iba a desbordar a llorar

—¿Qué pasó? —me preguntó Santi

—Un migraña muy fuerte —murmure cansado— no se... se desmayó y... —una lágrima rodó por mi mejilla, estaba muy asustado de que fuera algo peor.

—Tranquilo —me abrazó mi rubia con fuerza, el llanto ya era inevitable.

Llegamos al hospital casi de manera inmediata, bajé del coche para entrar con los chicos tras de mi, ahí estaba su madre hablando con el doctor

—Athena —la llamé acercándome— ¿Cómo está?

—Ya lo están atendiendo —me calmo poniendo su mano en mi hombro— lo llevaron a una tomografía para descartar una hemorragia

Sus palabras solo hicieron que me faltara el aire.

—Esperen en la sala de acuerdo cuando tengamos los resultados les informaremos  —pidió el— tienen que estar tranquilos

Tranquilos... por dios como se puede estar tranquilo en una situación así, nos fuimos a la sala de espera donde estaba Jon junto con mis amigos.

—¿Qué esperemos? —murmure.

—Entonces eso haremos —asintió Klaus sentándose a mi lado.

Mi hermana decía que hay dos tipos de familia, con la que naces y la que eliges, y a lo largo de los años nuestra familia que habíamos elegido había crecido... esa familia que era más fuerte que ninguna otra.

—Te traje una botella de agua —me dió mi hermana, ni siquiera me di cuenta cuando llegó.

—Gracias —dije tomándola para quedarme mirándola

—Bebé un poco de agua Andy —insistió sentándose a mi lado.

Me recargue en el hombro de mi hermana, ella instintivamente tomó mi mano para enredarla con la suya.

—¿Cómo haces esto? —pregunté— primero lo del corazón y ahora esto, ¿Cómo aguantaste todo eso?

—Por qué al final la recompensa era grande —presionó
mi mano— las noches en vela, las esperas de cirugías, las terapias, todo porque sabía que ibas a estar a mi lado —besó mi mejilla

Asentí para tomar el agua, necesitaba estar bien por mi león y si me deshidrataba solo conseguiría una crisis de dolor.

—Familiares de Aslan Caswell —nos llamó el doctor

—Si —dijimos al unísono su madre y yo para acercarnos

—¿Cómo esta mi hijo? —insisto su madre

—Está bien, ya descartamos la hemorragia —asintió— fue una cefalea en banderas rojas, le dimos un sedante para que descansara.

—¿Por qué se desmayó? —pregunté preocupado

—Bueno estaba deshidratado y al llegar presentaba una hipoglucemia es probable que eso junto con el dolor provocaran el desmayo

—¿Qué pasará con el? —preguntó Athena— podemos verlo

—Lo dejaremos en observación unas horas en urgencias, lo canalizamos y revertimos la hipoglucemia— explicó — le daremos manejo para el dolor, cuando esté más estable lo llevaremos a una habitación y lo podrán ver.

—Gracias doctor —asentí

Un suspiro se hizo en ambos para abrazarnos.

—Perdón por no llamarte antes —me adelanté

—Está bien Andy, se lo testarudo que puede ser mi hijo —me sonrió presionando mi mejilla

—Puedo preguntar... porque no le dijo a Cas que era usted cuando estaba alucinando— pregunté confundido.

Su madre se quedó pensando, aquel rubio castaño empezaba a tener un par de canas, era una complexión delgada pero se notaba que hacía ejercicio, si no la conociera a simple vista es una mujer muy seria que daba vibras intimidantes, y de vez en cuando tenía un brillo en sus ojos, aquel que se desvanecía cada que hablábamos sobre su difunto esposo... mi león perdió a su padre, y ella perdió al amor de su vida... algo así deja una cicatriz que llevas marcada que por más que se intente nunca se quitará

—Mi Ash merecía ver a su padre otra vez, aunque fuera por un segundo... no podía quitarle eso —explicó acariciando mi mejilla

Asentí, aquello se quedaría solo entre nosotros dos, en la sala de espera estaban ambas familias, con los bebés jugando sin entender que pasaba, Klaus seguía aquí misteriosamente

—No tienes que quedarte —le recordé.

—Tengo —afirmó con dureza— es mi amigo —me sonrió— y si él puede ir a mis shows sabiendo que se lo van a comer con miradas yo puedo resistir aquí

Asentí, eran grandes esfuerzos que hacían.

—¿Yo puedo ir a uno de tus shows? —preguntó Cam con los ojitos brillando

—Quiere intentarlo —agregó Dani en su teléfono

—Pues claro dulzura serás mini xenon—se emocionó el rubio

Después de un rato más nos dejaron entrar a verle pero por el momento solo a dos así que entramos su mamá y yo, ahí estaba acostado, ya tenía más color pero seguía dormido, su mamá se acercó para besar su frente y mirarle con un dejo de tristeza.

Me puse a su lado para tomar su mano y no soltarlo nunca...


Se va corriendo antes de que la licnchen jiji

Nos vemos la siguiente semana ✨💕

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top