21
—It feels so hard, I've been there too.
Sky so dark, no way through.
Stories only scars can tell.
( One Ok Rock ft Avril Lavigne ; Listen )
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Todo iba bien para Sumire. Menos por qué Monoma Neito la había visto socializando con la clase 1-A.
Hubo una gran discusión entre ella y Monoma. Y por ende, dejó en claro que no era buena idea hacerla enojar.
De vez en cuando, Ryousuke la iba a ver a su salón y todas las chicas suspiraban. Al parecer, Ryousuke era bastante popular. Ah, pero Sumire no se quedó atrás, en poco tiempo, se volvió bastante popular. Era una alumna ejemplar, buena en todas las materias. Izuku estaba bastante feliz por ella.
En tan solo dos semanas, habían pasado muchas cosas, como por ejemplo que Sumire faltaba mucho, al igual que Denki. El motivo era simple, la liga de villanos los llamaba para pedirles información. Pero Sumire se negaba a hacer el esfuerzo por descubrir algo que les ayudara a destruir a los héroes.
Denki la comprendía. Así que siempre decía cosas como "Sumire y yo descubrimos..."
Ella y Denki se hicieron cercanos. Eran como mejores amigos.
Un día, Sumire llevó a Izuku a su casa, pues su madre había descubierto que su hija tenía novio.
La persona que la delató fue nada más y nada menos que Ryousuke.
Así que Fujiko, emocionada, le dijo a Sumire que podía traer a Izuku cualquier día.
Fue bastante vergonzoso para ambos.
Fujiko estaba realmente emocionada y hacía todo tipo de preguntas. Desde el día en el que cumplían meses hasta si ya tuvieron su primera vez. Todos estaban sentados en la mesa, a excepción de su padre y Hideki.
—Mamá ¿Podrías guardar silencio?— decía Sumire a la vez que miraba furiosa a su madre, también estaba bastante sonrojada.
—¡Por supuesto que no querida!— la pelinegra rodó los ojos e intentaba ocultarse.
—¡Entonces Izuku! ¿Qué fue lo que te hizo enamorarte perdidamente de Sumi?— Fujiko recargó su mentón en una de sus manos.
—¡Mamá!— Sumire estába exageradamente roja, igual que Izuku.
—¿Qué? No te pregunto a ti por qué te la pasas diciendo lo lindo que es y lo mucho que lo quieres— Fujiko sonrió —¿Entonces Izuku?— preguntó amablemente.
"Matenme porfavor" pensó Sumire.
Antes de que Izuku hablara, Sumire se levantó y se dirigió al baño.
—La traes loca— dijo Fujiko, sin pensar que Sumire estaría escuchando.
—¡Mamá ya cállate porfavor!— gritó a la lejanía.
Ahora sí, Sumire ya no estaba, Izuku comenzó a contar todo lo que le gustaba de Sumire, a la vez que rascaba nerviosamente su mejilla y estaba más rojo que el cabello de Kirishima.
—Mamá, ya casi es la cita de Sumire...— habló Izumi.
Izuku parecía confundido.
"¿Cual cita?" Pensó Izuku.
—¡Oh! Es verdad, lo olvidé por completo, Izuku... ¿No te molestaría acompañarnos? Sumire tiene una cita con un psiquiatra, por cierto, bienvenido a la familia— Fujiko se levantó de la mesa y subió las grandes escaleras.
Varías personas entraron al comedor y retiraron los platos y vasos que se encontraban en la mesa.
—Oye, Midoriya— habló Ryousuke, bastante serio. El mencionado, con nerviosismo miró a Ryousuke —No te atrevas a jugar con los sentimientos de mi hermanita o te mataré— sonrió tétricamente.
—Ryousuke haznos el favor de cerrar la boca— Izumi se levantó y golpeó con bastante fuerza a Ryousuke, después, se lo llevó arrastrando —Adiós Midoriya— Izuku hizo un ademán con su mano.
"¿Con un psiquiatra?" Pensó Izuku y comenzó a murmurar, como siempre hacía. August, el golden retriever de los Hirahara, se acercó a Izuku con intenciones de jugar con él. Pero Izuku estaba metido en su mundo.
Sumire entró a él comedor bastante enojada y observó a Izuku. En seguida, el enojo desapareció.
—Izuku— la pelinegra plantó un beso en la mejilla de Midoriya, el enseguida salió de su trance —No tienes que ir si no quieres— Midoriya negó con la cabeza.
—Quiero ir—
Izuku, a los ojos de Sumire, parecía un niño chiquito que tenía muchas ganas de ir a un parque de diversiones. Lo abrazó.
—Y lamento lo de hace rato... No pensé que mi mamá se fuera a comportar... Así— Sumire frunció el ceño.
• • •
Fujiko iba manejando, y en el asiento de copiloto venía Izumi, leyendo algún libro como siempre.
En la parte trasera, venían Izuku y Sumire.
Aún que, extrañamente, cada uno de ellos veía por la ventana.
"¡Rei quiere jugar!"
"Cállate o te juro que te voy a romper tu cara. Y habla bien, pareces retrasada"
"Suzuya... Intimidas mucho..."
"¡Ustedes son un fastidio! ¿Por qué no te suicidas de una vez Mirei?"
"¡Quiero chocolate! O mejor aún... ¡Quiero un dragón como mascota!"
"¡Rei cállate! O juro que te voy a cortar la lengua en pedacitos"
Sumire parpadeó. Y miró a Izuku, quién veía por la ventana, parecía muy concentrado pensando en algo. Sumire se acercó y lo abrazó, el correspondió el abrazo en seguida.
• • •
Habían llegado al psiquiatra, los cuatro se encontraban sentados en la sala de espera, Fujiko leía alguna revista de moda, Izumi leía el libro que traía, mientras que la parejita se tomaba de las manos y Sumire jugaba con el cabello alborotado de Midoriya.
Después de 10 minutos, finalmente era el turno de Sumire.
El psiquiatra pidió que entraran dos personas más el paciente. Entró Izumi, Izuku y obviamente Sumire.
El consultorio era acogedor, enfrente del escritorio habían tres sillas aparentemente cómodas.
Izuku parecía nervioso y Sumire se sentía culpable.
"¡Genial! Ahora nos tratan como locos"
"Suzuya, solo mantén la calma porfavor"
El psiquiatra comenzó con unas preguntas sencillas sobre Sumire, como los gustos y disgustos de Sumire. Después, pidió que solo se quedará Izumi. Por ende, la parejita salió.
—¿Hirahara Izumi, cierto?— la castaña asintió —Bien Izumi, cuéntame sobre tu hermana— el psiquiatra, de nombre Carl se puso en una posición cómoda, una libreta y una pluma parecieron tomar vida propia y esperaban a que Izumi hablara.
—Am... No la conozco hace mucho,— la playera comenzó a escribir por si sola —Pero cuando llegó a nuestra casa parecía normal y todo en lo que pensaba era en Izuku, su novio. No le tomé importancia, supuse que sería normal—
—¿Tu quirk es sobre leer la mente?— Izumi asintió y la pluma continuaba escribiendo mientras Carl, miraba atentamente a la castaña —Prosigue—
—A veces leo la mente sin quererlo, y he notado... Qué hay un caos en la mente de Sumire, a veces hay una discusión constante causada por una tal Suzuya y una tal Mirei intenta calmarla... Estoy preocupada por Sumire, a fin de cuentas, es mi hermana—
El psiquiatra se quedó en silencio unos segundos.
—Muy bien, gracias por tu aporte Izumi, puedes volver, y pídele al tal Izuku que pase, cuídate— Izumi asintió, se levantó, hizo una reverencia y salió.
Izuku tardo unos segundos en entrar. Y cuando entró, se veía muy nervioso.
—¿Midoriya Izuku?— el nombrado asintió —Bueno, Izuku, cuéntame sobre Sumire, ¿Algún comportamiento raro en ella? ¿Cambios de humor? ¿Es olvidadiza?— Midoriya pareció reflexionar un momento sobre lo que el psiquiatra decía.
—Sumire... A-Aveces tiene cambios de humor muy drásticos... Un día, tuvimos una c-cita— el color subió a las mejillas de Izuku —Y de repente comenzó a actuar muy infantil, como una niña de 5 años... No me molestó en lo absoluto... Me pareció... ¿A-Adorable? Pero de repente vuelve a la normalidad y no parece recordar eso...—
Después de cuatro anécdotas contadas por Midoriya Izuku, el psiquiatra agradeció el hizo pasar a Sumire. Ella parecía tranquila.
El psiquiatra comenzó a hacerle algunas preguntas algo personales. Y finalmente, buscó algo entre los cajones.
Sacó un líquido color dorado. Sumire miró extrañada dicho líquido. Carl sirvió una cantidad aproximada de 10 mililitros en un pequeño recipiente. Carl le dió el líquido a Sumire.
—¿Qué es esto?— preguntó Sumire, mirando con suma curiosidad el líquido.
—Tranquila, no es nada malo, es algo que te hará decir la verdad— Carl sonrió amistosamente, dándole un poco de confianza a la pelinegra —¿Podrías beberlo?— Sumire, aún desconfiada, bebió de a poco el líquido, que extrañamente sabía a chocolate.
La mirada de Sumire parecía pérdida.
—¿Quién eres?— preguntó Carl.
—Muchas— respondió Sumire.
—¿Puedo saber sus nombres?—
Sumire, señaló a un lugar donde no había nadie —Ella es Suzuya, la dominante— señaló a otro lugar —Esa de ahí, es Mirei, la segunda— ahora Sumire señaló detrás de ella —Esa niña de ahí es Rei—
La pluma anotaba todo.
—¡Oiga! ¡No pienso dejar que me encierren en un manicomio, maldita sea!— Sumire parecía otra persona.
—¿Y tú eres...?— preguntó nuevamente Carl.
—Suzuya—
El líquido dejó de hacer efecto y Sumire se durmió por unos segundos, tal vez minutos, Carl hacía algunas anotaciones en el cuaderno. Después, Sumire despertó.
—¿Qué pasó?— preguntó bastante confundida.
Carl le explicó sobre su situacion.
Sumire tenía el Transtorno de personalidad múltiple.
Esta noticia le cayó como un balde de agua fría. ¿Estaba loca?
También le explicó que era algo lógico, dado a todos los traumas que sufrió en su niñez, y que dicho transtorno puede durar años e incluso toda la vida. Pero que al parecer, no era tan grave como otros casos, ya que parece que lo sabe controlar. Por lo tanto, no irá al manicomio, aún.
• • •
Tranquilizantes y antidepresivos. Era lo que Sumire tenía que tomar de ahora en adelante, se sentía como un animal. Deseaba que esto sólo fuera una broma de muy mal gusto.
Estaba en la parte trasera del auto, mirando la vista por medio de los vidrios polarizadas.
Unas terribles ganas de llorar la invadieron.
Izuku tomó su mano y comenzó a acariciarla tiernamente. Sumire lo miró.
—Tal vez no sea... Una noticia fácil de digerir... Pero te apoyaré pase lo que pase—
Listo, unas cuantas palabras por parte de Izuku lograron que Sumire llorara.
—¿¡E-Eh!? ¡Perdón! ¡No... No quería hacerte llorar!— Midoriya entró en pánico. Y, por alguna razón, el también comenzó a llorar.
Sumire soltó una risa —¿Por qué lloras, Izuku?— la pelinegra colocó sus manos en la mejilla de Midoriya y le limpió las lágrimas con sus dedos.
Lo gracioso de esto, es que Izumi venía dormida, incluso estaba roncando. Mientras que Fujiko, hablaba por teléfono -usando auriculares- por lo que ninguna de las dos notó lo que pasaba en la parte trasera del auto.
Un ronquido, proveniente de Izumi, hizo que Sumire se alejara de Izuku. Soltó un suspiro e Izuku soltó una risa.
—Ya no llores ¿Si?— Sumire volvió a poner sus manos en las mejillas de Izuku. Ambos se miraban fijamente.
Los ojos de Sumire se tornaban de un azul cielo cuando lloraba, y su nariz se ponía roja. Se veía bastante adorable.
Izuku tomó la iniciativa y besó a Sumire. A ella le encantaba cuando Izuku la besaba, por qué cuando se separaban el estaba extremadamente rojo.
Sumire abrazó a Izuku, como si el fuera un oso de felpa. Se acurrucó y cerró los ojos.
—¿Sumire...?—
—Tengo sueño, no hables— Sumire se volvió a acurrucar y en pocos segundos se había quedado profundamente dormida.
Se veía tan tranquila. Izuku acomodó un mechón de Sumire detrás de su oreja.
El trayecto para regresar a casa de Sumire era bastante largo, además de que ya estaba oscureciendo. Izuku recargó su cabeza en la de Sumire y cayó dormido.
• • •
—¡Toma otra foto!— susurro Fujiko, con un gran entusiasmo.
—Mamaá, ya tomé 15 fotos desde distintos ángulos— Izumi rodó los ojos.
—Pero se ven tan lindos~ —
Ya habían llegado a la casa de los Hirahara, pero Sumire e Izuku estaban dormidos. Y solo diosito sabrá cómo fue que se acomodaron de tal forma que Sumire estaba sentada en las piernas de Izuku y la cabeza de la pelinegra estaba reposada en el cuello de Izuku, mientras que el, la abrazaba de una forma protectora.
(n/a: Espero que hayan entendido ahre no sabía cómo describir eso)
—Son tan lindos que no quiero despertarlos— Fujiko sonrió.
—Como quieras, yo me iré a terminar mi tarea— Izumi salió del auto con su libro en la mano y cerró la puerta, Fujiko no tardó en acompañar a su hija, entraron a la mansión.
• • •
Sumire despertó. Observó la posición en la que estaban acomodados y se sonrojo bastante. Cubrió su cara con sus manos, su corazón latía a mil por hora y sentía que en algún momento se le iba a salir.
Quitó sus manos y observó a Izuku, ahora el abrazaba a Sumire como si fuera su oso de felpa, aunque seguían en la misma posición de antes.
Izuku se veía más lindo que de costumbre.
"¿Qué me hiciste, Midoriya Izuku?" Se preguntó Sumire mentalmente.
La pelinegra se las arregló para sacar su móvil y ver la hora, eran casi las 8pm. Y tal vez la madre de Izuku este muy preocupada por el. Tenía que despertarlo, aunque se viera tan lindo que daban ganas de besarlo.
Por suerte, Sumire sabía cómo despertarlo rápidamente.
—Izuku, All Might está aquí— el mencionado en seguida abrió los ojos y sonrió de una hermosa manera. Se sonrojo al ver a Sumire tan cerca de él. Y acto seguido, un ataque de nervios.
—¡E-Eh!— Izuku ni siquiera sabía que decir y comenzó a mirar a todas partes, a Sumire se le hizo bastante tierno.
Sumire rodó los ojos y sonrió, acto seguido, lo beso, Midoriya no tardó en corresponder. Después, tuvieron que separarse por falta de oxígeno.
—Te llevaré con tu madre, debe estar preocupada— la pelinegra se bajó del auto y espero a que Midoriya sé bajara, se preguntaba por que tardaba tanto.
Mientras esperaba, Sumire jugaba con August. Después de 3 largos minutos, Midoriya se dignó a bajar del auto.
—¿Estabas contando cada una de tus lindas o pecas o por qué tardaste tanto?— August ladró y comenzó a mover la cola, estaba feliz —Bueno, no importa, te llevaré con tu madre— tomó la mano de Izuku y se teletransportaron afuera de la casa de los Midoriya.
1 mes después /
Stein se había vuelto famoso. Y para mala suerte de Sumire, ella tenía que acompañarlo, por algun estúpido motivo. Claro que Kurogiri le había dicho el por qué, pero a Sumire le interesó más ver a una mosca volar alrededor de Himiko y ver cómo ella intentaba alejar aquel molesto insecto.
Se encontraban en un callejón y Sumire estaba sentada arriba de un muro, un poco alto. Llevaba su inconfundible traje de villana.
Había un gato callejero acostado cómodamente en las piernas de la pelinegra, mientras que ella acariciaba al felino y veía como Stein mataba algunos héroes.
—Te llamaré Taiga, por qué pareces un tigre— el felino ronroneo.
Para ella, era más interesante hablar con un animal que ver cómo Stein mataba héroes. A pesar de que tenía unas enormes ganas de detenerlo.
Quería irse a su casa y terminar rápidamente sus deberes. Quería hablar con Midoriya pero el estaba ocupado con un tal Gran Torino aprendiendo a controlar su quirk. Quería hacer muchas cosas pero no podía, tenía que quedarse ahí, simplemente observando.
Sumire ya sabía sobre el quirk de Izuku, el One For All. Fue bastante sorprendente para ella.
Hirahara Sumire y Midoriya Izuku ese encontraban en una montaña, observando el atardecer mientras hablaban sobre la escuela y las tonterías que hacían sus compañeros.
Se volvió una rutina que en los descansos de 50 minutos Sumire se robara a Izuku y, con ayuda del quirk de la pelinegra fueran a diferentes lugares, iban alrededor del mundo. Prácticamente se escapaban de la escuela. Todos unos chicos malos ¿Apoco no?
—Eh... Sumire... Hay... Hay algo que quiero que sepas— la mencionada prestó atención ante lo que su novio iba a decir —Mi quirk... ¡P-Pero! Antes debes prometer no decirle a nadie ¿E-Esta bien?— Sumire asintió.
—¿Alguna vez he roto una promesa, Izuku?— el ojiverde negó y sonrió.
Sumire era buena guardando secretos y cumpliendo promesas. Era el tipo de persona que siempre cumplía sus promesas. Izuku lo sabía perfectamente.
—Bueno... Mi... Mi quirk...
Izuku le contó absolutamente todo, incluso que tuvo que comerse un cabello de All Might. Le contó sobre Toshinori Yagi y que debido a la herida que recibió en el abdomen, su tiempo como el símbolo de la paz se agotaba.
Había descubierto algo increíblemente importante y que les sería de mucha ayuda a la liga de villanos. Probablemente, si fuera la misma Sumire que era hace 5 meses, antes de conocer a Midoriya, hubiera compartido esto con la liga. Pero no lo iba a hacer. Y eso se lo hizo saber a Izuku.
—Es... Algo sorprendente, eso explicaría por qué tienes tanta fuerza y de verdad estoy feliz por ti. Y quiero que sepas que esto que me acabas de decir, no se lo contaré a la liga. Te lo prometí ¿No?— Sumire abrazó sus piernas y miró a Midoriya con una tenue sonrisa.
Una suave brisa sopló y se quedaron ahí el tiempo restante, después, debían volver. Pues la clase que les tocaba era un entrenamiento, y aparentemente la clase 1-A peleará contra la 1-B.
Ese día le ocurrieron bastantes cosas buenas a Sumire, la mejor de ellas fue que le tocó pelear contra Bakugou Katsuki.
Sumire sonrió al recordar eso. Se había ganado la confianza de Midoriya y eso la hacía extremadamente feliz. No haría nada para hacer que esa confianza se fuera, ella era incapaz de hacerlo.
—¿Niña me estás escuchando?— preguntó Stein. Sumire lo miró desinteresada.
"Por supuesto que no te estoy escuchando"
—Claro, los héroes son todos falsos y ninguno es digno de llamarse héroe— otro gato callejero, de color gris y ojos azules se acercó a ella. Ella comenzó a acariciar al otro gato.
Empezaba a oscurecer y notó que había perdido un día completo siguiendo a Stein, el asesino de héroes.
Así pasaron 25 minutos, Sumire jugando con gatos callejeros, que poco le importaba ensuciarse las manos, Stein hablando sobre los héroes que no son dignos.
"Nada interesante pasa ¿Por qué no vamos a matar unas cuantas personas?
"Suzuya, no"
Sumire comenzaba a tener el control sobre sus tres personalidades. Eso le agradaba bastante.
Y justo como lo quería Suzuya, algo interesante pasó. Stein le indico a Sumire que lo siguiera, ella se despidió de los gatos y los colocó en el suelo.
La siguiente víctima de Stein; Tenya Iida.
Sumire no era cercana a él, pero ella lo consideraba un amigo. No iba a permitirlo.
Se interpuso entre Iida y Stein.
—Muevete niña—
—No— Iida en seguida reconoció la voz de aquélla villana conocida como Kysen. Era Hirahara Sumire —No voy a permitir que lo mates— la ojiazul miró fijamente a Stein.
—¿Acaso no acabaste mal cuando intentaste salvar a su hermano? Eres débil— Stein sonrió —Hazme el favor de moverte.
Así comenzó una pelea, Iida y Sumire contra Stein, el asesino de héroes.
Iida había lanzado lejos a Stein, y aprovecho para hablar.
—Te juzgue mal, perdón Hirahara-san — Sumire ya no traía su cubre bocas, pues Stein se lo había quitado, así que Iida notó la sonrisa que se formó en Sumire.
Continuaron con la pelea y Stein consiguió herir a Iida.
Sumire sabia que la pelea ahora era entre ella y el asesino de héroes. Ella era fuerte, pero el quirk de Stein era poderoso. Con un solo rasguño sabía que era su fin.
Cómo pudo, esquivaba los ataques de Stein. Y en cuanto veía la oportunidad, le daba golpes bastante fuertes en la cara, en el abdomen, en dónde sea.
Se estaba agotando.
—Puedo seguir así toda la noche— Stein sonrió con malicia.
Sumire se encontraba en lo más alto de un edificio mirando con odio a Stein, estaba recuperando el aliento. Y en cuanto observó que este se dirigía a Iida, no lo dudó un segundo y salto del edificio. Cayó perfectamente al suelo, interponiendose nuevamente.
Midoriya Izuku apareció, envuelto en unos rayos verdes. Era la salvación de ambos.
—Me alegra verte— Sumire sonrió —Y parece que ya controlas tu quirk— Izuku asintió, se veía determinado.
Iida estaba en el suelo. Stein había logrado herir a él peliazul, por ende, Iida se encontraba inmóvil.
Izuku y Sumire peleaban contra Stein. La pelinegra le había contado sobre el quirk del asesino de héroes.
Ella se estaba cansando, en un descuido, Stein logró dejarla inmóvil.
Sumire maldeció para sus adentros.
Todoroki Shouto apareció. El era fuerte, de eso no había duda.
Pero su rostro al ver a Sumire con el traje de la villana Kysen lo sorprendió bastante. Midoriya le prometió explicarle más tarde.
• • •
Habían vencido a Stein. Aunque estaban heridos, incluso Sumire.
Ella desapareció antes de que los medios de comunicación aparecieran, dejándo a Shouto e Iida con bastantes preguntas.
Con ayuda de su quirk, se teletransportó hacía Shigaraki y Kurogiri. Quienes estaban el la azotea de un edificio.
La pelinegra se colocó la capucha y el cubre bocas. Espero un sermón por parte de Kurogiri, pero el simplemente creó un portal y llegaron a la guarida.
Sumire se dirigió a su antigua habitación y comenzó a curar sus heridas. Nuevas cicatrices a la colección.
• • •
Pasando la media noche, Sumire fue con Midoriya, pues se había enterado de que el estaba internado, junto con Iida y Shouto.
Apareció sin más en la habitación en la que estaban los tres chicos. Shouto era el único que estaba despierto, leyendo algo.
—Supongo que ya saben mi secreto— la pelinegra se paró enfrente de la camilla de Todoroki, soltó una risa nerviosa. Aunque el bicolor seguía inexpresivo —Ah, mira Todoroki-kun, al inicio... Si era mi plan traicionarlos a todos, incluso a Midoriya— ella al instante miró a su lindo novio, quién dormía plácidamente —Pero me encariñe con todos ustedes y... Te prometo que no los traicionare. Confía en mí ¿Si?— Sumire miró al suelo al no oír una respuesta de Shouto.
—Yo confío en ti, Hirahara-san— Iida se colocó sus lentes y se sentó en la camilla —Agradezco que hayas intentaado salvar a mi hermano, a pesar de que saliste herida— dijo Iida, un poco apenado.
—Confiaremon en ti— Shouto finalmente habló. Causando una gran sonrisa por parte de Sumire.
—Pero Hirahara-san, ya no mates más personas, va en contra de las reglas— los lentes de Iida brillaron, a la vez que este hacía movimientos robóticos con sus brazos.
—Ya no lo he hecho, hace dos meses que no hablan sobre mi— la pelinegra se sentó en el suelo —Cuentenme algo—
Así, Iida y Shouto le contaban cualquier cosa sobre ellos, sus gustos, sueños, etc. Izuku estaba de espaldas a ellos, se encontraba despierto y escuchando como Sumire reía ante algunas cosas que contaban sus compañeros de clase. Los celos se apoderaban de el.
K onda k pez :v
Ya no se que poner alv.
Se me seco el cerebro.
Pd: cuando vi la foto de Izuku no le vi forma ekizde.
Pd2: se viene lo chido 7v7
Pd3: se acerca el fin *música dramática de fondo*
Pd4: eso de que sumi tiene el Transtorno de personalidad múltiple... Creo que le da un toque interesante al fic
Pd5: lo de las canciones que pongo al inicio es como... Compartirles mis gustos musicales tan raros Juju 💖
Ahora sí, bai ;v
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