—You the one that I dream about all day.
You the one that I think about always.
You are the one so I make sure I behave.
My love is your love, your love is my love.

( You Da One ; Rihanna )

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Todos miraban a Sumire y ella comenzó a sentirse nerviosa, incluso Hideki, su hermano menor, la miraba.

Su madre y padre sonrieron.

—Hija, cuando uno se enamora... No escoges de quién, tampoco escoges la edad... Solo pasa, te enamoras profundamente de alguien y quieres estar con esa persona pase lo que pase— su padre puso su mano en el hombro de Sumire.

Midoriya Izuku vino en seguida a su mente y se dibujó una linda sonrisa en el rostro de la pelinegra.

La cena transcurrió con normalidad, la comida era deliciosa y parecía costar mucho. Incluso habían alitas de pollo bañadas en oro. ¡Bañadas en oro! Después, Izumi se ofreció a darle un recorrido a Sumire por toda la casa.
Tenían una piscina, un invernadero, dos librerías -una de ellas era la habitación de Izumi- una habitación donde había varios juegos junto con varias consolas de videojuegos y un pequeño gimnasio. Sumire intentaba contener su emoción.

—Y esa de ahí— Izumi señaló una puerta —Es tu habitación por si decides vivir con nosotros— la castaña abrió el libro y siguió leyendo —Puedes entrar a verla si quieres— Izumi dio unos 4 pasos y se detuvo —Ah, y deberías dejar de pensar tanto en el tal Midoriya— Sumire quedó boquiabierta.

Izumi no dijo más y continuó con su camino, obviamente leyendo.
Sumire le restó importancia y, con algo de nerviosismo, abrió la puerta, dejando ver la habitación con la que siempre había soñado. Incluso había un pequeño balcón que tenía muchas plantas de todo tipo.en su cama estaba August, el perro que vió la primera vez que conoció a Ryousuke. El perro corrió hacía ella y Sumire comenzó a acariciarlo. Su madre entró.

—Puedes quedarte a dormir aquí, está lloviendo muy fuerte y no me gustaría que te enfermes— Fujiko se recargó en el marco de la puerta, August fue hacía ella y lo acarició.

—Esta bien...—

Su madre salió de la habitación, con August detrás de ella.
Abrió el armario que había ahí y tomó algo que pueda usar de pijama. Pero habían faldas y vestidos de una marca cara, hizo una mueca de disgusto.
Buscó alguna playera que fuera de su agrado y encontró una que era negra con un estampado de calavera. Se teletransportó a su habitación en la guarida y tomó su short que usaba para dormir, nuevamente se teletransportó a su otra habitación. Se cambió la ropa y después comenzó a observar cada detalle que había. Había un espejo, un escritorio, una repisa con unos cuantos peluches, una mesita de noche con un reloj y una lámpara.

Eran las 9:40pm y salió de su habitación. Todo estaba apagado.

"¿Se duermen tan temprano en esta casa?" Pensó. 

Fue a cada una de las habitaciones y observó que efectivamente, todos estaban ya dormidos. Entró a la habitación de su hermano y buscó algo que le gustara en su armario, encontró una sudadera que era blanca en la parte de arriba y abajo era negra. Sin duda alguna, su hermano tenía buen gusto.
Tomó la sudadera y se la puso, le quedaba un poco grande pero no le importaba en lo absoluto. ¿Y por qué no se ponía su característica sudadera negra? Por qué su madre la guardó en un lugar donde ella no la pueda encontrar.
Cerró cuidadosamente la puerta de la habitación de Ryousuke y se teletransportó a la habitación de Izuku. Se estaba volviendo una costumbre para Sumire eso de ir con Izuku y platicar por horas y horas.

Y como siempre, Izuku estaba haciendo tarea en su escritorio.

—¡Midoriya!— Sumire abrazó al mencionado por la espalda, causando un pequeño sobresalto por parte de Izuku —¡Tengo que enseñarte algo!— la pelinegra entrelazó su mano con la de Izuku.

—Mi tarea...— Midoriya no sabía qué hacer, quería hacer su tarea, pero también quería estar con Sumire.

La pelinegra leyó la tarea de Izuku. Era de matemáticas, el fuerte de Sumire.

—La respuesta es -17 ahora ¡Vamos!— Sumire ni siquiera dejo que Midoriya hablara y en un segundo ya estaban en la mansión de los Hirahara. Aún tenían sus manos entrelazadas.

Izuku quedó sorprendido. Sumire comenzó a enseñarle cada rincón de la mansión.

Lo que más le gustó a Izuku fue la sala de juegos, pues tenía el videojuego más reciente de All Might.

Sus ojos color esmeralda brillaron.

—Puedes jugar— en cuanto el peliverde escucho eso, corrió a prender la consola y espero a que el juego cargará —Si quieres...— Sumire sonrió.

Ambos se sentaron en los sillones puf que había ahí y tomaron los controles para jugar.

Jugaron cinco partidas y en todas, Izuku ganó.

—No es justo, es mi primera vez jugando esto...— Sumire hizo un lindo puchero. Izuku sonrió y besó la mejilla de la pelinegra, causando un notorio sonrojo —Ya no quiero nada— Sumire se levantó del sillón puf y caminó hacia algún lado, aún sonrojada. Dejó el control en una mesa que había ahí.

—La sudadera te queda bien— soltó Izuku de la nada, provocando que el sonrojo de Sumire se vuelva aún más intenso.

—¿Sumi-chan eres tú?— a lo lejos, se escuchó la voz de Ryousuke, tanto Sumire como Izuku se tensaron.

—¡Apaga todo!— la pelinegra susurro, Izuku obedeció mientras Sumire miraba por donde venía su hermano.

Sumire e Izuku salieron por una puerta que daba a la piscina y se escondieron detrás de un arbusto.
Ambos se pusieron pecho abajo.

—Sumi esto no es divertido, si estás jugando a las escondidas me rindo— Ryousuke sonaba algo ¿Miedoso? Sumire no pudo contener la risa e Izuku inmediatamente tapó su boca con su mano —Ay dios mío, espero que no sea una niña muerta— se escucharon pasos acercándose a la pareja y Sumire inmediatamente uso su quirk, no sin antes tomar de la mano a Midoriya.

Aparecieron en la lujosa habitación de Sumire. Izuku estaba muy sorprendido.

—Ya lo decidí, viviré aquí— soltó Sumire de la nada, mirando a Izuku.

Izuku se alegró mucho por ella, tanto que la abrazó, ella no tardó en corresponder.  Midoriya observó un vestido color lavanda y miró a Sumire.

—¿Usaste un vestido?— ella asintió —Que mal— Sumire frunció el seño —¡No! Me refería... Ah... Y-Yo solo... Creo que... T-Te verías m-muy linda con el vestido... ¡Me refiero a que...! ¡Ya eres l-linda! Pero... Serías aún más linda con el vestido— Izuku terminó de hablar y ocultó su rostro con sus manos, estaba muy rojo, se notaba por qué sus orejas estaban rojas. Sumire sonrió.

Retiro las manos de Izuku que estaban cubriendo su cara y le dio un corto beso.

—Eres muy lindo— Izuku se sonrojo y la pelinegra soltó una risa.

Sumire regresó sano y salvo a Izuku a su habitación llena de pósters de All Might. Mientras que ella volvía a su nueva habitación, con su nueva familia.

1 mes después |

Las primeras 2 semanas que Sumire comenzó a vivir con los Hirahara todo fue de maravilla, su madre era una buena persona, Sumire no dejó su trabajo como villana, por qué simplemente no podía. Y las cosas con Midoriya Izuku iban de maravilla.
A partir de la tercera semana con los Hirahara, las peleas entre Sumire y su madre eran frecuentes, y Ryousuke intervenía.

La principal razón de las peleas entre Sumire y su madre, era la forma de pensar de Fujiko y su manera de actuar.

Fujiko tenía aires de grandeza, se dejaba llevar por los estereotipos, se creía superior a la gente con escasos recursos y constantemente se burlaba de ellos, es una mujer presumida, que difícilmente ve por el bien de los demás. Y para variar, hablaba a espaldas de la gente.

Esto le molestaba demasíado a Sumire. Y si no se quedaba callada cuando Shigaraki la insultaba ¿Por qué habría de quedarse callada ante una mujer como ella?

Y luego, una noche, después de una intensa pelea entre Fujiko y Sumire, su madre llegó con un uniforme. A fin de cuentas, era su madre y se preocupaba aún que sea un poco por el futuro de su futura hija.

El uniforme no era uno cualquiera, era el uniforme de la Yuuei.

—Ryousuke me contó que siempre quisiste ir a una escuela— decía Fujiko con una sonrisa —Eres inteligente y a partir de mañana empezarás tus clases, dentro de esa mochila vienen tus horarios y la clase a la que pertenecerás—

"Esto tiene que ser una broma..." Pensó Sumire.

—Pero mamá, soy una villana y además, cuando hice mi solicitud de ingreso me rechazaron de inmediato...— dijo Sumire cabizbaja.

—Le conté al director sobre tu situacion y al enterarse de que podías resolver problemas matemáticos de un nivel universitario ¡No dudo en aceptarte! Claro que no le conté sobre tu identidad secreta, además, digamos que me debía un favor— Fujiko soltó una risa.

Ryousuke bajó las escaleras corriendo —¡Sumi-chan! ¡Necesito que me ayudes con este problema ¡Es difícil! Ya ví tutoriales en Youtube y nada más no entiendo— fingió llorar.

—¡Es que eres un idiota! Ya te expliqué 6 veces y no entiendes...— decía Izumi, tocándose la sien —¿Cómo es que entraste a la Yuuei?— chasqueó la lengua —Di que eres un idiota— tanto los ojos de Izumi como los de Ryousuke se volvieron verdes.

—Soy un idiota— dijo Ryousuke.

El quirk de Hirahara Izumi era algo así como poderes psíquicos. Puede controlar las personas y su cuerpo y puede leer las mentes. Cuando usa su quirk, tanto sus ojos, como los de la persona que está controlando se tornan verdosos. Izumi llama a su quirk "Telequinesis avanzada."

—¡Mamá! Dile que no use su quirk en mi— Ryousuke hizo un puchero.

—Izumi— habló dulcemente Fujiko —Ya sabes lo que pienso sobre usar los quirks en casa— su mirada volvió a posarse en Sumire —Ahora ve a tu habitación y ordena tus cosas, mañana será un día importante— la pelinegra obedeció.

Subió a su habitación y pegó un gritó. En seguida, Midoriya vino a su mente.
Debía decirle, pero quería que fuera de una manera especial. Dejó todas sus cosas en su escritorio y sacó el horario.

—¿!Clase 1-B!?— se decepcionó un poco, pues ella esperaba estar en la clase 1-A, con Izuku, pero, estaría con Amane.

Quién por cierto, desapareció de la fas de la tierra y no se ha podido contactar con ella.

Comenzó a organizar sus libros y cuadernos. Estaba muy emocionada. Y se fue a dormir para levantarse temprano.
Era la primera vez en su vida que se dormía tan temprano.

• • •

Sumire despertó y se baño, después se puso su ropa interior y su uniforme de la Yuuei. Nuevamente pegó un gritó. Eran las 5:46am.
Tomó su mochila color gris y salió corriendo de su nueva casa. Luego, recordó que tenía teletransportación y usó su quirk.
Ya se encontraba en la habitación de Izuku.
Mientras que el, venía entrando a su habitación. Cuando vio a Sumire se sorprendió, pero su sorpresa incremento al verla con el uniforme de la Yuuei.

—¡Izuku no vas a creer lo que pasó ayer!— la pelinegra arrojó su mochila al suelo y corrió a abrazar a Midoriya y le dió un beso.

Comenzó a contarle todo lo que le había dicho su mamá. Y por supuesto le contó el hecho de que su madre era una pro héroe.

—¡Puedes creerlo! ¡Estaré en la Yuuei! ¡Contigo y con Eijiro!— Sumire nuevamente abrazo a Izuku.

Claro que el estaba demasiado feliz por ella, el sabía de qué Sumire era capaz de hacer muchas cosas y que era muy inteligente. Pensó, que era una buena oportunidad para ella, ya que podría aprender a controlar sus quirks.

—¡Apúrate! ¡Llegaremos tarde!— Sumire le dió pequeños golpecitos a Izuku en su brazo y después, se acostó en su cama, como siempre.

Izuku se fue a un lugar a cambiarse. Mientras que Sumire observó que en el escritorio de Izuku, había una cajita azul. Por curiosidad, decidió hechar un vistazo para ver lo que contenía. Adentro de la cajita, estaban todas las notitas que Sumire le dejaba todos los días a Midoriya. Sonrió.

Wenas, VIERON EL CAPÍTULO DE BNHA??? NO MMN FUE HERMOSO AHHH IZUKU BEBÉ, DIGANME QUE NO FUÍ LA UNICA QUE LLORÓ CUANDO IZUKU TAMBIÉN LLORÓ (? ORU MAITO WE ;___; Bueno ahora sí ya me calmo c: jeje
plus ultra ;v
Pd: últimamente tengo una obsesión con Rihanna (? Bais.