2. ¿Iguana? Iguana.


—¿Estás seguro que tienes el gorro? —le preguntó por enésima vez su hermana.

—Claro que si Lyra, está en mi mochila, puedes relajarte —Toby bufó, a veces ella lo sacaba de quicio, ¿Cómo se iba a poder olvidar de el gorro cuando era la razón principal por la que iban a ver a Val?

—Recuerda lo que dije, se amable, cordial y evita ser sarcástico.

—Si claro lo haré —respondió Toby con sarcasmo.

—Hablo en serio, necesito que hagas amigos, me deprime verte tan...

—¿Marginado? —preguntó con desdén, odiaba cuando Lyra hablaba de ese tema con ese tono de voz desesperado.

—Iba a decir solitario —dijo ella mirándolo mal.

Ella siguió conduciendo, el vecindario de Toby era uno de los más grandes y eran veinte minutos aproximadamente para llegar a casa de Val, cada diez segundos Lyra giraba la cabeza para mirar a Toby, que lo viera tanto lo ponía nervioso.

Más de lo que estaba ya, claro.

Cuando su hermana se estacionó frente a una casa con escaleras en el porche, Toby sintió que el corazón se le saldría del pecho. Miró a Lyra desesperado, pidiéndole otro consejo, indicación o lo que fuera, ella se limitó a sonreírle con dulzura.

—Estás todo despeinado... —murmuró mientras pasaba las manos por el cabello rebelde de Toby, que se negaba a ir en una misma dirección por una vez en la vida— voy al centro comercial a comprar algo para la cena, paso por ti en media hora.

—Lyra... ¿De qué le voy a hablar?

—Ya todo saldrá solo Toby, intenta ser amable y ya está —mientras decía esto Toby se fijó en como su hermana había cambiado su postura en solo cinco minutos. Antes estaba al borde del colapso y ahora estaba más fresca que una lechuga. Ella era muy bipolar.

—Está bien, estoy listo, deséame suerte —se bajó del auto y caminó, las palabras le habían salido firmes pero en el fondo casi temblaba.

Ni sabía porqué estaba tan nervioso, no era como si le fuera a pedir matrimonio, subió las escaleras y quedo frente a la puerta, rezando para que fuera la casa correcta. Tocó la puerta tres veces.

Tres golpes rápidos... ¿Serian muchos? ¿Cuántos golpes debían de darse a una puerta según las normas de etiqueta? ¿Por qué se preguntaba esas cosas en ese momento? Porque así era Toby, en los momentos de mayor tensión sacaba un océano de una gota de lluvia, se fijaba hasta en los más mínimos detalles.

Se descubrió contando los segundos que iban pasando. Habían pasado ya quince desde que tocó la puerta, ahora dieciséis... Diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte...

—¡Ya voy!—escuchó que gritaban desde dentro.

Respiró profundamente, intentando controlarse, no podía tener un ataque en ese momento, sintió sudor en las manos y volvió a respirar. Se dijo a sí mismo: ''Cálmate, Rogers, cálmate, no vas a proponerle matrimonio, ni siquiera vas a hablar mucho con ella, relájate...''

Se abrió la puerta.

Ella estaba con un short de algodón gris y una camiseta negra, el cabello lo tenía en una cola de caballo.

—¿Tony? ¿Qué haces aquí? —preguntó con la cabeza ladeada.

—Eh... Yo... Tirado gorro tú dejaste... Digo, dejaste tu gorro tirado y... En fin, te lo traje...

—Okay... ¿Debería de preocuparme el que sepas donde vivo?

—Mi hermana, su novio vive cerca y te ha visto por aquí así que me trajo... Eh, ¿Cómo te va?

—Bien supongo... —ella miro detrás de él, como si hubiera alguien— ¿y el gorro?

—Ah, está aquí en mi mochi... —se interrumpió al tratar de quitarse la mochila de la espalda... Y descubrir que no estaba ahí— ¡Oh putos Nuggets! —exclamo dándose un facepalm y enrojeciendo.

¿Cómo le pudo pasar? Había sido culpa de Lyra, si ella no lo hubiera distraído tanto no habría olvidado la estúpida mochila.

—Debo suponer que se te olvidó la mochila...

—Es que mi hermana me tenía enfermo con eso de ''Toby debes tener vida social bla bla bla'' —explicó el imitando la voz aguda de su hermana y hablando muy rápido— así que estaba tan desesperado por bajar que se me olvidó la estúpida mochila en el estúpido auto de mi estúpida hermana.

—Entonces no tienes mi gorro —afirmó Val con pesadez.

—No... Pe-pero mi hermana vuelve en media hora, cuando vuelva te lo daré, puedo esperar aquí si quieres... Aunque si no bueno, al carajo, te lo traigo mañana u otro día...

—Tranquilo, puedes sentarte aquí a esperar —le indicó un pequeño banco que había junto a la puerta, era de madera y lucía cómodo.

Toby asintió, preguntándose una y otra vez porqué esas cosas le pasaban a él, era el colmo, por lo menos la chica era amable y lo había invitado a sentar.

—Bueno pues, bienvenido a mi pequeño paraíso, este es un lugar ideal para matar el tiempo.

—Eh, si, es bonito...

Hubo un silencio incomodo en el que Toby se daba una y otra vez facepalms mentales, debía de hablarle de algo, de lo que fuera, de nuevo se fijó en todos los detalles, por mínimos que fueran, incluyendo en una iguana que estaba posada en un árbol cercano. ''Seguro ella no se preocupa por socializar o caerle bien a la gente... Como desearía ser una iguana...'' pensó con ensoñación imaginándose escalando por los árboles y asustando a los desprevenidos civiles...

—¿Qué? —preguntó Val mirándolo curiosa y sacándolo de su trance.

—¿Qué de qué? 

—Deseaste ser una iguana.

—Me lleva la... ¿Lo dije en voz alta? —Al ver que ella asentía con expresión curiosa se dio un facepalm— putos Nuggets

—¿Por qué deseaste ser una iguana?

Respiro profundamente, no debía tener un ataque, sin embargo, se sorprendió al darse cuenta que no tenía los músculos de su cuello en tensión. De hecho, parecía que solo tenía el nerviosismo común de las personas normales. Eso, por alguna razón, lo relajó.

—Por nada, yo me entiendo, eh... —quería sacarle conversación, pero tenía la mente en blanco— ¿Estudias con Bruce?

—¿A qué viene esa pregunta? Estudiamos en el mismo colegio pero él está en otro grado...

—Oye yo... Quería agradecerte de nuevo lo de antes, y también disculparme por haberte tirado al suelo —se rascó la nuca y evitó mirarla.

—No es nada, solo mira por donde andas la próxima vez... —luego de una pausa ella masculló por lo bajo— idiota...

Se quedaron en silencio un buen rato, hasta que Val empezó a tararear la canción que sonando en su reproductor, Toby inconscientemente aguzó el oído para diferenciar cual era.

—I remember that face but i can't recall the name... —escuchó que cantata.

—...Now I wonder Whatsername has been —completó el, ambos se alzaron la vista sus miradas se encontraron, rieron con nerviosismo y apartaron las miradas, aliviados de que ese silencio incomodo se hubiera disipado.

—Entonces te gusta Green Day —afirmó Val.

—Bastante...

—¿Te puedo preguntar algo?

—Ya preguntaste pero puedes volver a hacerlo...

—¿Desde cuando tienes tics? —preguntó mirándolo fijamente.

Aquella pregunta lo ponía nervioso, aunque tarde o temprano llegaba, lo bueno era que Val al menos no lo trataba como si fuera un bebé, cosa que los amigos de su madre solían hacer. No quería contestar.

—No me siento cómodo hablando de eso —respondió por fin sin mirarla.

—Oh, supongo que está bien... —dijo Val como si nada.

Una bocina los hizo saltar a ambos por su inesperada aparición, era Lyra que había vuelto y que aporreaba como una posesa, el claxon.

—¡Toby... La mochila! —gritó como avergonzada, Toby no se explicaba porqué ella estaba tan desesperada, él ya había tenido su crisis de nervios. Sin embargo caminó hasta el auto, buscó su mochila y sacó el gorro.

Ya más aliviado volvió al porche y le tendió el gorro a Val, evitando mirarla, de nuevo.

—Gracias... Eh, te veo luego —se despidió ella dedicándole una media sonrisa.

Él se quedó ahí parado, procesando aun lo que acababan de decirle, ella había dicho ''te veo luego'' en lugar de ''adiós'' ¿Qué significaba aquello? ¿Acaso le había agradado? Apoyo la frente contra la puerta, ni siquiera le había contestado.

—Si... Nos vemos... —murmuró a la madera fría.

Un poco sonrojado se subió al auto y trató de ignorar la mirada inquisidora de Lyra. Al final se rindió.

—Ella no es difícil —soltó sin más.

—¿Qué?

— Val, no es difícil, digo, es incluso amable y... —se cortó al ver la cara de su hermana. Podría competir con el gato de Cheshire en cuanto a sonrisas— ¿Qué?

—Te llevaste bien con ella —dijo aun mirándolo.

—Eh... Supongo... Lyra, mira a la carretera, me pone nervioso que seas tan distraída.

Lyra bufó y siguió manejando en silencio, mientras Toby se preguntaba aún si la diferencia entre ''adiós'' y ''te veo luego'' era muy grande... 

En ningún momento se percató de que mientras estaba sentado en el porche de Val un chico con el rostro cubierto por una mascara no dejó de mirarlo ni un instante.

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