Cap #2
—¡Chicos! ¡Tierra a la vista! —exclamó el pequeño reno desde la cubuerta del barco.
—¿¡Enserio!? Woo ¡Asombroso! —respondió el capitán quien seguía comiendo un pedazo de carne.
—Bien chicos, ¡tiren el ancla! —ordenó la navegante.
—Oh, ¡c-claro! —respondió el nariz-larga.
—¡Nuestra siguiente parada es esta isla! —gritó Luffy.
*Llegando a la isla*
—¿Qué es este lugar? —preguntó mirando para todos lados la navegante.
—No lo sé, pero se ve súper —agregó Franky, quien estaba bajando unas cuantas herramientas del barco.
—Bueno, supongo que nos quedaremos aquí por un tiempo. —habló Zoro.
—Hasta que encontremos algo interesante, shishishi. —respondió el capitán, que por cierto, núnca soltaba su pedazo de carne.
—¡Ok! Empecemos a armar la tienda de acampar. —ordenó Nami.
—¡Por supuesto, Nami-swaaan! —corrió el cocinero a buscar la tienda.
—Será mejor que por mientras vayamos a investigar un poco, ¿no creen? —sugerió Robin, porque se le notaba algo ansiosa de ir a explorar la isla.
—Pero.. se ve algo peligroso, Robin. —advirtió algo asustado el renito.
—Entonces, me podrías acompañar, si quieres.
—Es quee.. ¡Que Zoro lo haga! ¡Adiós! —gritó y se fué corriendo.
—Esta bien. —dijo serio, el peli-verde.
—Espera, espera, no voy a dejar que el estúpido Marimo vaya solo con Robin-chwan. —habló el cocinero algo molesto.
—¡Sanji-kun! ¿Puedes ayudarnos con esto? —preguntó la navegante, interrumpiendole su advertencia.
—¡No hay problema, Nami-swaaaan!
—Estúpido Ero-cook..
—Fufufufu, entonces ¿vamos? —Robin le sonrió a Zoro, y se fueron a explorar la gran isla.
—¿Kenshi-san? —preguntó la morena sin despegar su mirada de donde caminaba.
—Que pasa Robin.
—Te estás equivocando de camino. -habló sonriendole al paisaje.
—¿Eh? Que mentira.. sólo es muy difícil caminar por aquí. —dijo mientras se acercaba a la arqueóloga.
—Fufu, ¿Porque no te reusaste a venir conmigo? —dijo ahora en un tono más serio.
—Te debía un favor. —mirándola.
—Claro, te entiendo. —después de eso hubo un minuto de silencio.
—Robin.. —estaba por hablar, pero fué interrumpido por un grito que escucharon a lo lejos.
—¡Ayúdenme!
—Vamos a ver. —dijo la peli-negra, quien empezó a correr al instante.
—E-Espera..! ¡Recuerda que no sé el camino! —corrió detras de ella.
*Llegando al lugar*
—Robin, ¿¡Que no entendiste que me tenías que esperar!? —respirando como si hubiera hecho una maratón.
—Silencio. —murmuró en un tono gentil, y empezó a dar pequeños pasos para ver que era ese "¡Ayúdenme!". Levantó una hoja gigante que se encontraba en el piso, y abajo de ésta, estaba su sorpresa.
—Un..
—¿Niño?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top