Embarazo

¿Embarazada? Es imposible. Tuve la regla la semana pasada.

Yo: Que yo sepa... No, no estoy... Embarazada. Tuve la regla la semana pasada.

Médico: Hay mujeres que la siguen teniendo durante el embarazo.

Yo: Además, mi novio y yo siempre usamos protección.

Se me viene a la cabeza el día en la ducha, ¿usamos protección? Ostia... No.

Yo: Oh mierda... Puede que si que esté embarazada.

¿Y ahora que hago yo? ¿Cómo se lo va a tomar? ¿Me dejará por esto? ¡Joder!

Médico: En nada pasaran a por ti para hacerte una ecografía para estar totalmente seguros. ¿Les digo que pasen?

Yo: Dejadme sola, por favor.

El médico sale y nada más cerrar la puerta mis ojos se llenan de lágrimas. Joder, soy demasiado joven para esto.

Me tapo la cara con las manos y rompo a llorar. No paro de ver las diferentes reacciones de Carlos al darle la noticia y la gran mayoría son malas, desde gritarme hasta dejarme. No quiero un bebé, no ahora. No estoy preparada para ocuparme de una vida, ¡si no se ni ocuparme de la mía! Voy a ser una madre horrible, una madre soltera con el corazón roto, su exnovio por ahí dando conciertos y un bebé a su cargo.

Alguien llama a la puerta y rápidamente limpio mis lágrimas, espero que no sea Carlos, no quiero que sepa que puede que esté embarazada hasta que no esté totalmente segura.

La puerta se abre y una enfermera entra, suelto de golpe el aire que estaba conteniendo inconscientemente. La enfermera sonríe y se acerca a mí.

Enfermera: ¿Me acompañas señorita?

Me levanto de la camilla en la que estaba recostada y aunque me mareo un poco la sigo. Al salir Carlos se acerca a mi y me coge de la mano.

Carlos: ¿Te encuentras bien? Tienes los ojos llorosos.

Yo: Si tranquilo, será del mareo.

Carlos: ¿Seguro que estás bien?

Yo: Que sí, pesado.

Suelta mi mano y yo me giro para comenzar a andar detrás de la enfermera. Evito que las lágrimas vuelvan a salir respirando hondo, pero más de una se escapa, me las limpio con la mano que minutos antes había cogido Carlos y no consigo retenerlas. Lloro en silencio hasta la consulta, donde espero tumbada en la camilla, intento calmarme antes de que llegue el médico y en cierta manera lo consigo, ya no derramó lágrimas.

Médico: Vamos a comprobar si estás embarazada.

Cruzo los dedos cuando me levanta un poco la camiseta, por favor Dios, si existes de verdad haz que no esté embarazada, por favor.

Echa un líquido frío sobre mi abdomen y yo me tapo la cara, no quiero mirar.

Médico: No se si decirte enhorabuena o lo siento mucho.

Esa frase me cae como un jarro de agua fría, no, no, no, no. No puede ser, no, no, no, no.

Yo: Estoy...

Médico: No estás embarazada.

Yo: ¡¿No!?

Me echo a llorar, pero de alivio, no estoy embarazada, menos mal.

Médico: El desmayo debe haberse producido por una bajada de azúcar.

Yo: No sabes el peso que me has quitado de encima. Gracias, de verdad.

Médico: Sólo es mi trabajo.

Me levanto de la camilla y ignorando mi dolor de cabeza echo a correr y me tiro encima de Carlos, le pilla de sorpresa pero consigue evitar que ambos caigamos al suelo.

Carlos: Que te pasa bichito. ¿Te acaban de decir que te ha tocado la lotería?

Yo: Por un estilo.

Cojo con ambas manos su cara y le beso en los labios. Dios, ¡que feliz estoy!

Blas: Hola, sigo aquí.

Suelto a Carlos y abrazo a Blas, el me devuelve el abrazo un tanto extrañado.

Yo: Dios no me lo creo.

Carlos: Anda vamonos a casa.

En el trayecto hasta el piso no puedo dejar de sonreír, Blas intenta sonsacarme el porqué de mi felicidad, pero no pienso decírselo con Carlos delante.

Llegamos a nuestro portal y Blas aparca el coche justo delante.

Carlos: ¿Te quieres quedar a comer? Hay pizza congelada.

Blas: No me lo digas dos veces.

Apaga el coche y los tres salimos juntos, nos metemos en el ascensor y subimos hasta el piso de Carlos, que ahora también es mío, pero bueno. Entramos y yo me siento en el sofá, el médico me ha dicho que haga reposo, al menos hoy, y como me sigue doliendo la cabeza y paso de hornear yo las pizzas me tumbo en el sofá con el gato encima, a los dos minutos Blas se sienta a mi lado.

Blas: ¿Por qué estabas tan feliz? Ahora puedes contármelo, Carlos no está delante.

Yo: No estoy embarazada.

Blas abre los ojos como platos para luego fruncir el ceño.

Blas: ¿Pensabas que estabas embarazada?

Yo: A ver, el médico ha empezado a preguntarme cosas y al final me ha dicho que si podía estar embarazada y me he asustado. Cuando he salido con los ojos llorosos de la habitación era porque pensaba que realmente estaba embarazada y había tirado todo mi futuro por la borda.

Blas: Quedarse embarazada no es malo.

Yo: A mi edad sí, no llegó ni a los veinticinco, soy muy joven para cuidar un bebé.

Blas: En eso tienes razón.

Yo: A eso sumale que cabe la posibilidad de que Carlos me hubiese dejado al saber que podía estar embarazada, y me he asustado.

Noto como se acerca más a mi y me abraza, le devuelvo el abrazo y escondo la cara en su cuello, necesitaba el abrazo la verdad.

Blas: Te aseguro que no tu hubiese dejado sola, aunque no quisiera al bebé. Además me hubieses tenido a mi, yo cuidaría de ti.

Sonrío, Blas es un amor.

Yo: ¿Qué tal llevas lo de Carlos? ¿Se ha disculpado ya como es debido?

Blas: Me envía WhatsApps todas las mañanas diciéndome que lo siente.

Carlos: ¿Ya estáis hablando de mí a mis espaldas?

Se sienta en el sofá y K anda por encima nuestro hasta tumbarse sobre las piernas de su dueño.

Yo: No eres tan importante.

Alza una ceja divertido mientras se ríe, de repente se levanta haciendo que el pobre gato se caiga al suelo y salga corriendo asustado.

Carlos: Blas, voy a pedirte perdón como debe ser.

Se arrodilla frente a él y saca una caja de su bolsillo, la abre y una preciosa pulsera de plata se encuentra dentro.

Carlos: Blas Cantó Moreno, ¿quiere usted volver a ser mi mejor amigo?

Blas se estaba mordiendo la lengua para no reírse al igual que Carlos.

Blas: Sí quiero.

Blas se tira sobre Carlos y ambos se caen al suelo, se empiezan a reír mientras se abrazan. ¡Que bonito es el amor! Como tengo envidia y hoy estoy feliz me tiro encima de ellos y los abrazo a los dos, me encanta verlos felices.

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Holaaaa, sólo quería aclarar unas cuantas cosas.

1- De momento no va a haber embarazo, no digo que en un futuro no haya, solamente que lo veo muy repentino, además de que ambos no están preparados para cuidar de un bebé.

2-Blas no va a acabar embarazado, mas que nada por lo que sufrirá al parir, tiene que dilatar mucho para poder sacar al niño. Pobre su pene.

3- Carla si que quiere tener hijos, pero no ahora. Quiere la parejita recordemos.

4- Carlos es un puto bebé, mirar:


Estoy tal que así:


5- Voy a hacer un especial, será el próximo capítulo seguramente y creo que os va a gustar. Venga va, os voy a dar una pista: 🐺🐠 ¡Ya está! ¡Suficientes pistas por hoy!

6- Ayer estaba hablando con unas lectoras sobre la reproducción de los caballitos de mar y he decidido resolver ese misterio. He aquí una captura de la Wikipedia

Básicamente la hembra deposita los huevos en la bolsa del macho, el macho los incuba y después los libera. Que curiosa la vida. Nunca os acostaréis sin saber algo nuevo.

Y hasta aquí el capítulo de hoy, pasar un buen día y disfrutar de los pocos días de vacaciones, yo voy a seguir con mi cuadernillo de matemáticas que tengo que entregar este jueves. Un beso y hasta el próximo capítulo💋

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