Felix y Chan estaban tan enamorados del otro. Y sus corazones estaban locos, pues no podían controlar sus latidos estando juntas.

Han pasado unos días desde la graduación y Chan estaba perdiendo la cabeza. Seungmin lo tomó por los hombros y le dio un golpe con la palma.

— ¡¿Qué haces!? ¡Eso dolió!

Chan se separó de él y tocó su mejilla, sentía que se volvería roja dentro de poco. Y Seungmin simplemente bufó.

— Estás aquí dándole mil vueltas cuando lo que tienes que hacer es ir y decirle que lo amas.

Chan llegó a sentir como su otra mejilla también se coloreaba de rojo pero no por un golpe esta vez.

— N-no... — suspiró — No puedo ir y decirlo cómo si nada, Minnie, él merece algo mejor. Me gusta mucho pero no estoy seguro de que yo sea él indicado para él, quiero decir, hace un año yo era muy diferente y todavía causo problemas.

— Te graduaste gracias a su ayuda y pronto entrarás a la universidad para seguir con el negocio familiar, tu familia incluso es más unida a ti desde Felix y tu comportamiento ya no es inmaduro, Chan. Han pasado muchas cosas este año y todo es gracias a que te enamoraste de él correcto.

— Pero...

— Escucha, si Felix te rechaza entonces puedes seguir adelante y olvidarlo. Además no creo que él piense tanto en si eres o no él indicado, si le gustas entonces deben luchar por lo suyo.

Chan lo miró unos segundos, su corazón agitado por pensar en una confesión digna para Felix.

— Préstame tu bicicleta — pidió.

— ¿Y tú moto?

— ¿Estás loco? Está lloviendo afuera, no pienso dejar que mi bebé se arruine.