— Así que ahora es mi novio.

Felix chilló por las palabras de Minho, contento del resultado final de su plan. Ahora Hyunjin y Minho eran novios y estaban completamente perdidos por él otro.

— ¡Es tan romántico! — casi gritó tirándose en su cama, Minho se rió de él —. Ojalá algo así me pasara.

Él menor levanta una ceja — A ti te gusta Chan, ¿No?

Un Felix nervioso y colorado asiente lentamente — Sí, el es muy detallista y lindo pero es tan lento para entender que me gusta.

— Y tú le gustas a él, ¿No es cierto?

— Yo... Eso creo.

Minho se golpea la frente de forma sonora.

— ¡Felix eres tan tonto como él! Es obvio que se gustan y sus sentimientos son sinceros, sólo tiene que haber uno que dé ese paso y confesarlo.

— Creí que él lo haría el día de la graduación, estábamos juntas todo el tiempo y hasta pensé que me besaría. Pero se puso nervioso y huyó.

Su amigo asiente, escuchando la lluvia de afuera de la habitación de Felix él nota que hay alguien abajo en la entrada —. ¿Pediste algo?

— No, ¿Por qué?

— Hay un loco con casco en una bici ahí abajo.

Felix se levantó y miró por la ventana. Ese casco rojo lo reconocería en cualquier parte.

— ¿Qué está haciendo? — se quejó corriendo rápidamente hasta él, Minho simplemente dejó que fuera con una sonrisa.

Chan se quitó el casco, su cabello negro mojándose al instante pues la lluvia era fuerte y no paraba. Dejó la bicicleta a un lado y vio a Felix correr hasta él con un paraguas.

Él castaño iba a decir algo, tal vez gritarle por venir con este tiempo y Chan levantó los brazos deteniéndola.

— ¡Me gustas!

Felix se quedó quieto, su mente procesando lo que Chan dijo.

— ¡Lee Felix, me gustas mucho, mucho mucho! — gritó y avanzó hasta él —. No soy la mejor opción para ti, yo era tan estúpido antes y ahora lo vuelvo a ser pero por ti.

Felix estaba aún bajo el paraguas, sus ojos queriendo llorar por el momento.

— Lee Felix, te amo, ¿Bien? Y eso asusta mucho, pero estoy dispuesto a ser la mejor versión de mí para merecerte, estoy dispuesto a cambiar todo lo malo de mí por ti y simplemente amarte como lo mereces, bonito.

Chan estaba agitado y Felix aún no decía nada, quieto en su lugar. Él pelinegro no se arrepentía de sus palabras pero el silencio estaba matándolo.

— ¿Y bie-

Pero fue callado con los labios de Felix sobre los suyos, soltó el paraguas y corrió a él para besarlo como merecía ser besado; con amor y sinceridad. Felix no quería hacer otra cosa, sólo besarlo por siempre y decirle que también lo ama de esa forma.

Se estaban mojando, la lluvia cayendo fuerte y con gotas pesadas pero no importaba, estaban teniendo su momento de verdadero amor.

— Te amo, bonito — le susurró Chan.

— Te amo más.