3. Planes y presentaciones
Estos últimos días me he sentido agotado y sin energía gracias a los sueños que me invaden en las noches. Por lo general mi mente no es capaz de recordar detalles, hoy es un caso especial, conserve una imagen un poco borrosa dentro de mis memorias, se trataba de algo parecido a una persona con un color de cabello peculiar, creo que era verde, en fin, no es la gran cosa, pero es la primera vez que soy capaz de recordar algo, además no estoy cansado, no soportaría permanecer agotado durante varios días consecutivos.
Aunque no estaba cansado como los otros días esta vez me las arregle para llegar tarde a clases, ignoré el reclamo del profesor, toda mi atención estaba en un sola persona, su rostro permanece inexpresivo, como siempre, una parte de mi siente que en el fondo desea regañarme, ni siquiera sé porque quiero ver su reacción, no es como si me importará lo que él piensa de mí o tal vez si, se supone que quiero limpiar mi imagen.
Ahora que estaba en mi asiento podía escuchar la risa de Aioria, me gustaría golpearlo, por desgracia no era el mejor momento, además después tengo que hacer que me diga el nombre del chico nuevo o puedo ser atrevido y preguntarle directamente, la verdad me gustaría ver su reacción.
[...]
Por fin pude prestar atención a una clase entera sin quedarme dormido, no sería bueno para mí continuar durmiendo en una silla, en algún momento los profesores se darán cuenta, no quiero que me mantengan vigilado y no puedo usar a Aldebaran como escudo humano todas las clases.
Lo primero que hice en el tiempo libre fue acercarme al asiento vecino con una pequeña sonrisa que revelaba mis intenciones.
–¿Me dirías tu nombre?–Fui directo, me esforcé para mantener mi sonrisa, con suerte pensaría que lo olvidé.
–Desde que nos conocemos no has dejado de molestarme, ¿De verdad no sabías mi nombre?–Continuo ordenando sus cosas mientras hablaba.
Intenté buscar algún tipo de emoción en su rostro, esperaba ver algún signo de molestia, pero lo único que encontré fue la misma expresión neutral de siempre.
–No, de hecho estaba pensando en ponerte un apodo, tal vez hielera o cubito, te quedarían bien por tu actitud–Pequeñas risas acompañaron mis palabras.
Fue inevitable imaginar una hielera o un pequeño cubo de hielo con su cara y su peinado
–Creo que tú compañía era mejor cuando estabas cansado–Dio un pequeño suspiró intentando conservar la mente fría para no reaccionar a mis burlas–Mi nombre es Camus, espero que seas capaz de recordarlo, Milo.
Me sentía un poco mal ahora que decidió llamarme por mi nombre, supongo que esa era su intención, de todas formas no fue apropósito, ese día estaba cansado y no escuché cuando se presentó. Esa forma de responder me hizo pensar que tal vez si estaba un poco molesto conmigo, aunque no lo parece, me gusta intentar adivinar la emoción que está experimentando, es extrañamente satisfactorio cuando acierto me da la sensación de que somos cercanos.
Me quedé en silencio un momento, aún no sé cómo debería actuar cuando estoy con Camus, no nos conocemos mucho y no parece que le agrade compartir cosas sobre si mismo, yo soy el que tiene que pensar en una conversación.
–Eh...sobre el libro que estabas leyendo antes–Decidi investigar un poco, con suerte aprendería sobre sus gustos–¿Podrías decirme el título?
–No pareces el tipo de persona que pasaría su tiempo con un libro–Sus palabras fueron una clara provocación o tal vez un reflejo de la imagen que tenía de mi.
–Lo admito, no soy un fanático de la literatura–Levante mis manos en un gesto un poco dramático de culpabilidad, al menos quería seguirle el juego, hacerme el ofendido sería lo mejor–Pero eso no significa que sea un idiota.
–Lo que tú digas–Dio un suspiro antes de sacar el libro que guardaba en su bolso, lo dejo en su escritorio esperando que viera el título–¿Por qué el interés?. En esa ocasión solo te lo leí porque pensé que estabas cansado.
–No lo sé–Movi mis hombros al mismo tiempo que reía un poco.
No tenía un motivo real para leerlo, era verdad, pero eso no evitó que le sacara un foto a la portada con mi celular.
Ni siquiera sabía para que quería esa foto, no creo que vaya a leer ese libro por mi cuenta, solo me sirvió para iniciar una conversación. Ahora que tenía mi celular en mis manos con la cámara activada decidí sacarle una foto a Camus, ya que estaba sacando fotos que en realidad no necesitaba daba igual si aumentaba el número con una foto más, quién sabe, tal vez sea el primer recuerdo de una gran amistad o la última foto que saque antes de mi muerte, cualquier cosa podría pasar.
–Camus, sonríe para la cámara–Apunte con mi celular en su dirección, lo último que pude escuchar fue el sonido de la cámara.
–¿Para qué quieres una foto mía?.
Estaba ocupado viendo la foto, pero podía imaginar su expresión, un rostro que no revelaba ningún rastro de emoción, pero en el fondo podía sentir que estaba molesto.
–Para nada, solo quería tener una foto tuya y ya.
Deje de ver la foto para guardar mi celular en el bolsillo de mi pantalón, tarde un poco en verlo a los ojos, sentía que podría asesinarme aunque se viera tan tranquilo.
Estaba apunto de soltarle un discurso sobre mis motivos para tener una foto suya y porque no debía matarme por algo tan sencillo, es una lastima, no pude expresar mis excelentes argumentos por el ruido de la puerta.
Afrodita entro al salón salvandome de mi posible muerte, Shura y DM seguían sus pasos, observé cómo se acercaba a Camus con una sonrisa en los labios, eso significa que el era su objetivo, en parte es un alivio que no me busquen para alguna de sus actividades extrañas y que siempre terminan mal, pero también tengo algo de curiosidad, ¿Por qué estaban buscando a Camus?.
–¡Camus!–Dijo Afrodita con toda la alegría del mundo, daba la impresión de que eran amigos de toda la vida.
Camus solo guardaba silencio, obviamente el sentimiento no es compartido.
–Queria invitarte a salir con nosotros esta tarde, ya sabes, para conocernos mejor–Continuó hablando con la misma alegría manteniendo su sonrisa.
–¿Desde cuándo se hicieron tan cercanos?–La curiosidad me venció y terminé soltando la primera pregunta que pasó por mi cabeza.
–Desde que nos burlamos de ti mientras estabas dormido–Pequeñas risas acompañaban las palabras de Afrodita.
Así que eso fue lo que estaban haciendo, aparte mi mirada de Afrodita para ver a Camus, parece una estatua, sin ninguna expresión y sin dar una respuesta para confirmar o negar lo que dijo Afrodita, parecía que nos estaba ignorando.
–No estamos aquí para hablar de eso–Shura decidió intervenir–solo vinimos para invitar a un compañero a pasar tiempo con nosotros, tus pleitos no son de nuestro interés Milo.
Su forma de hablar y la expresión en su rostro me hicieron sentir que un montón de cuchillos apuntaban en mi dirección, creo qué quiere sacarme de la ecuación.
–¿Podemos terminar esto de una buena vez?–DM termino por cortar todas las demás conversaciones, no parecía que estuviera de humor como para soportar una discusión.
–Entonces...¿Aceptas la invitación?–Afrodita espero en silencio alguna respuesta de Camus.
–Esta bien–A pesar de dar una respuesta positiva no parecía del todo convencido, tal vez solo se está esforzando para no mandar lejos a todos los presentes.
–¿Y no hay una invitación para mí?–Ya que estaba presente por lo menos podría molestarlos un poco.
–No es necesario, solo eres una molestia–Shura no dudo en responder, no hacía ningún esfuerzo para ocultar su agresividad.
DM ahora estaba sentado en uno de los escritorios, esperando para ver el espectáculo. Era difícil que Shura y yo compartamos espacio vital luego de la broma pesada que le hicimos Aioria y yo, fue divertido así que no me arrepiento de nada.
–Yo creo que la única molestia aquí eres tú, Shura–Esas palabras llegaron desde la puerta del salón donde estaba Aioria, observando nuestra conversación.
Se acercó a nosotros para unirse a la fiesta, él tampoco se esforzaba en ocultar su molestia, esos dos tenían una especie de conflicto sin resolver que derivó en una rivalidad, sería mejor salir de este lugar antes de que comience una discusión y luego una pelea.
–Bueno, deberíamos irnos. Hay algo que quiero conseguir antes de que se termine el tiempo–Afrodita comenzó a empujar a Shura en dirección a la puerta, le hizo señas a Angelo para que lo ayudará.
Ambos terminaron por llevar a Shura hasta la puerta, aunque Angelo parecía decepcionado, tal vez esperaba una pelea, no me sorprende, después de todo le gusta cuando se derrama sangre no por nada tiene ese apodo tan raro “Death Mask”, para mí es solo DM, es más corto.
–No importa, de todas formas no necesitaba una invitación–Trate de hablar para calmar un poco el ambiente para los que quedábamos ahí.
Camus salió en silencio de la habitación, parece que no tenía la intención de involucrarse en nuestros pleitos pasados, yo tampoco me sentiría muy cómodo después de eso.
–Bueno, no los necesitas. Salgamos juntos en la tarde–Aioria dio una respuesta a mi comentario anterior, ahora se veía más tranquilo.
Termine aceptando su propuesta antes de que los dos saliéramos del salón, charlando de cualquier cosa, no sé porque tengo la sensación de que la propuesta de Aioria oculta algo más...Bueno, ese es un problema para el Milo del futuro.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top