Nuevamente los sueños extraños me invadieron, me molesta no poder recordar nada, las imágenes son borrosas y apenas puedo reconocer ciertas situaciones, lo único que conservo son las sensaciones, otra vez estoy un poco cansado y con un poco de dolor en mi corazón, como si alguien me hubiese apuñalado mientras dormía, espero que no se trate de una enfermedad.

Decidí ignorarlo, esa sensación tendría que desaparecer pronto, no estaba tan agotado como ayer, con suerte el día de hoy si podré prestar atención a las cosas que me rodean y actuar con normalidad.

Al llegar al salón de clases encontré a la mayoría en sus asientos, al menos no llegue tarde, tome asiento en mi respectivo lugar, Aioria estaba haciendo cosas raras en su cuaderno, no voy a preguntar, puedo contener mis ganas de molestarlo por ahora, será más interesante hacer que se enfade cuando llegue el receso.

Cambie mi objetivo, ahora estaba mirando en dirección al chico pelirrojo junto a mi, tenía un libro en sus manos y parecía realmente concentrado en su contenido, es muy temprano como para comenzar a estudiar de forma tan intensa, supongo que él es de esas personas que se esfuerzan en todo lo que hacen.

-Buenos días-Esperaba que entendiera que el mensaje era para él, aún no sé su nombre y todavía estoy pensando en algun apodo-¿No es muy temprano para estudiar?-añadi solo para asegurarme de conseguir su atención.

-No lo creo, de todas formas no esperaba verte tan temprano, supuse que te quedarías dormido o algo así-Su mirada no se apartó del libro en ningún momento, parecía que no tenía muchas ganas de hablar.

-En realidad tengo más energía de lo que parece-Una pequeña sonrisa acompaño mis palabras, aunque estoy seguro de que no estaba viéndome, de todas formas quería dejar en claro que su provocación no funcionó.

-Bien por ti-Esta vez su forma de expresarse parecia cortante, por su forma de hablar se notaba que buscaba escapar de la conversación.

Descubrí que molestarlo es divertido, ayer parecía amable, tal vez un poco distante, pero aún así no esperaba que su corazón fuera tan frío y que tuviera reacciones como esas, aunque son mínimas por ahora, creo que si continúo hablando podré ver un poco más de su forma de ser, pero el profesor ya estaba en la puerta, creo que puedo molestarlo en otro momento.

[...]

Casi al final de la clase comencé a caer en las garras del cansancio, no estoy acostumbrado a dormir en clases, los sueños tienen un mayor impacto del que imaginaba.

Observe a mi alrededor, la mayoría de los asientos estaban vacíos, debe ser la hora del receso, solo quedaba una persona, mi querido compañero pelirrojo que aún está leyendo en su asiento, debo admitir que admiro su dedicación.

-Dijiste que tenías más energía, creo que yo tenía razón-Su mirada se despegó un momento del libro para verme directamente a los ojos, su rostro es inexpresivo, pero por su forma de mirarme sé que se está burlando de mi.

-Una pequeña excepción-Un pequeño bostezo acompaño mis palabras, moví una de mis manos para tapar mi boca, gracias a ese movimiento pude notar algo extraño-¿Y esto que es?-Movi mi mano para que él pudiera ver a lo que me refería.

-Una mano-Su vista regreso a las páginas del libro, obviamente sabe lo que pasó- Tienes que ser más específico con tus preguntas.

Continúe observando mi mano, no sabía cómo, pero ahora mis uñas estaban pintadas con esmalte rojo escarlata, tenía una pequeña idea de lo que pasó, solo necesitaba confirmar mis sospechas, tampoco pensaba hacer algo con la información, en realidad me gusta el rojo, se ven bien.

-Pense que alguien tan listo como tú lo comprendería-Lo fastidie un poco antes de reformular mi pregunta para conseguir una respuesta de su parte-¿Por qué mis uñas están pintadas con esmalte rojo?.

-Lo entendí, solo no quería responder.

-¿Me lo dirás o no?-Comenzaba a ponerme algo impaciente, no sé si lo está alargando solo para molestarme.

-Un compañero las pinto mientras dormías, era alguien...-Guardo silencio durante algunos segundos, parecia algo perdido, tal vez buscaba la palabra adecuada para describirlo-¿Lindo?, creo que se llamaba Afrodita.

Mis sospechas fueron confirmadas, la verdad no me sorprende que la primera palabra para describir a Afrodita tenga que ver con su apariencia, tal vez mi querido pelirrojo no está acostumbrado a dar cumplidos o hablar de las cualidades de los demás, por lo menos eso es lo que creo luego de ver que tardo un poco en decirlo, además lo dijo como si fuera una pregunta.

-¿Con que palabra me describirías?-Mi curiosidad me venció.

-Molesto-Su respuesta fue inmediata, no dió ni una señal de duda.

El silencio se apoderó de la habitación nuevamente, creo que nuestra relación se encuentra peor de lo que me imaginaba, tampoco esperaba ser tan cercanos, después de todo la imagen que tiene de mi y mi gran deseo por molestarlo no me llevarían a un buen resultado, ni siquiera estoy seguro de que yo sea el problema, tal vez él y su actitud tan fría y distante son el problema.

-¿Aún sigues estudiando?-Finalmente rompí el silencio que comenzaba a incomodarme.

-No, es un libro cualquiera.

Podría preguntar cosas al respecto y recibir respuestas cortas con un tono molesto hasta que alguno de los dos se cansé o rendirme y dejar que lea en paz, aunque no tardaré en aburrirme si me quedo sentado sin hacer nada.

-¿Podrías leerlo en voz alta?-Era ridículo preguntar, pero no pierdo nada con intentarlo.

-¿Quieres un cuento para dormir o qué?-Por su reacción ya podía hacerme una idea de cuál sería su respuesta.

-Ahora no estoy cansado-Me acomode en mi asiento para apoyar mi cabeza sobre la mesa-Solo tengo algo de curiosidad, pareces concentrado-Me quede en una posición cómoda para verlo leer.

No dijo nada, solo se aferró al libro y comenzó a leer en voz alta como yo le había pedido, desearía ver su expresión...es una lastima que este usando el libro para cubrirse, por lo menos puedo escuchar la historia.

No tengo el conocimiento de los acontecimientos anteriores dentro del libro, pero la parte que estaba leyendo ahora parecía interesante, estaba relatando como una persona era traicionada por sus seres queridos en un momento clave dentro de su vida, la descripción de los sentimientos del protagonista en ese momento me resultaron extrañamente familiares, aunque eso es imposible, nunca me traicionó un ser querido.

Ignore esa sensación para concentrarme en la voz del pelirrojo, su voz es agradable cuando no busca fastidiarme, incluso hace que me sienta relajado.

Estaba tan cómodo que el tiempo pasó volando, el relato se detuvo cuando sonó la campana para regresar a los salones, es una lastima, ese pequeño momento de tranquilidad se fue ahora que todos los demás regresaban a sus asientos, me hubiese gustado que durará un poco más.

Ahora que lo pienso...todavía no sé su nombre, pero he progresado con el apodo, tengo pensado usar algo relacionado con el hielo, quedaría bien con su actitud.