〔002┊Detectives del amor〕

Título: Detectives del amor
Pareja: Momo x Jiro
Anime: BNHA
Cantidad de palabras: 2510
Tema: Dulces muestras de afecto

¡Chicas, chicas, vengan aquí, tenemos un 33-12! — Gritó Mina desde su habitación para alertar a sus amigas de que algo grande estaba pasando, no pasó mucho tiempo para que la habitación se llenara de gente, todas estaban sentadas en círculo esperando a que la convocadora hablara.

— ¡Bueno, entre una de nosotras hay una afortunada con un admirador secreto!

¡¿Q-Qué?! — Se exaltó una pelimorada por tal afirmación de su amiga Mina.

Así como lo escuchaste Jiro, Momo tiene un admirador secreto.

Los gritos de emoción no se hicieron esperar, todas comenzaron a hablar entre ellas sonrientes, y arrodilladas comenzaron a acercarse a Momo para lanzar mil y un preguntas.

Tranquilas chicas, sería mejor que ella misma nos cuente todo ¿no creen?

Tsuyu tiene razón, cuéntanos, Momo.

Todas se quedaron sentadas en el suelo frente a la afortunada, como si fueran niñas esperando a que les lean un cuento, ese al que llaman "el verdadero amor", un cuento el cual amaban escuchar, esperando algún día poder ser las protagonista.

Bueno, estaba caminando por el pasadizo, y vi una sombra salir de mi habitación, al inicio creí que había sido un fantasma, pero al entrar pude ver una carta en mi habitación junto a una rosa, la tomé y por alguna razón mi corazón se enterneció por el gesto, como si hubiera conectado por unos segundos con la persona que había escrito aquella carta, fue como si hubiera dejado más que solo letras escritas, sino también una parte de su corazón en ella.

Algunas de las chicas suspiraron, y sus ojos se entrecerraron a causa de las sonrisas soñadoras que se colocaban en sus rostros al haber escuchado esas palabras llenas de dulzura.
La pelinegra y de cabellos puntiagudos sacó de su bolsillo derecho la carta que era una dulce muestra de afecto por parte de quien la hizo y comenzó a leerla para su ahora público.

"Querida, Momo.

Nunca he sido una creyente de aquello a lo que llaman destino, es un significado tan ambiguo dentro de un mundo donde absolutamente todo es posible que simplemente para mi mente mortal es, o al menos era un término completamente nulo e incoherente...

Pero el tiempo y el sonido en el latir de mi corazón al verte solo me hace dudar más de mis antiguas creencias, es extraño el comenzar a cuestionar lo que creías conocer, sin embargo es parte de abrir tu mente a nuevas posibilidades, y contigo...he comenzado a pensar mucho más de lo que en algún punto de mi vida pude haberme planteado.

¿Realmente existe el amor a primera vista? Por mucho tiempo negué eso a capa y espada, pero ahora, con la melodía de mi corazón cambiada, puedo decir que tal vez si existe, que es real, o que al menos, cuando te vi por primera vez, era como si alguna cuerda intentara atraerme a ti, por mucho tiempo he querido ocultar este sentimiento por el miedo al rechazo, así que estas cartas son mi forma de liberar esta canción que suena repetidas veces en mi corazón desde tu aparición.

Te amo, déjame regalarte esta rosa, no es tan bella como tú, pero es una muestra de mi afecto hacia ti.

Atte. 10-9-19-16"

— Aww, que envidia — alegó Toru Hagakure, tal vez no la podían ver pero estaba enternecida por el gesto que había recibido su amiga.

— Bueno chicas, ya saben lo que significa, ¡es hora de ponernos manos a la obra!

— ¿M-Manos a la obra?, ¿a qué te re-refieres?— Inquirió dudosa e inquieta, puesto que no quería que se descubriera quién había redactado aquella carta.

— A que vamos a averiguar quién escribió esta carta, ¿verdad, chicas?

— ¡Sí, comandante Mina! — Asintieron todas excepto Jiro y Momo.

— ¿No creen que si la persona escribió esa carta sin poner su nombre es porque quiere que sea anónimo? — Cuestionaba intentando calmar los instintos de investigadoras por parte de sus compañeras.

— Para nada, seguro que si la mandó es porque quiere que ella lo sepa, así que esto es más como... una ayuda — Le sonrió juguetonamente puesto que no había a dejar así como así el acontecimiento que estaban presenciando en ese mismo momento.

— Pero... ¿por dónde empezar a buscar?— Encontró una duda al inicio de la investigación.

— Bueno, si Momo dice que vio a esa persona salir de su habitación tiene que ser alguien de nuestra clase — Afirmaba Tsuyu Asui manteniendo su tono sereno característico.

— ¡Tienes razón, eres una genio Tsuyu! — Ochako Uraraka le lanzaba un cumplido a Tsuyu logrando sonrojarla levemente por sus lindas palabras.

— No es nada, Kero — Le sonrió.

—Bueno, es hora de repartirnos el trabajo, tómenle una foto la carta — las chicas procedieron a sacar sus celulares y guardaron una foto de la carta, cada una de ellas deseando desde el fondo de sus corazones recibir una carta así algún bello día.

— ¿Tú no lo harás, Jiro? — Le preguntó, Tsuyu al verla distraída y jugando con sus dedos mirando perdidamente a un punto del suelo.

— N-No, es que tengo mucha tarea.

— No hay problema, ahora, cada una deberá investigar a los siguientes chicos, Ochako, irás con Lida, Aoyama y Denki — Mientras hablaba, la ya mencionada comenzó a anotar en el bloc de notas que tenía en el celular los nombres de sus investigados.

— ¡Anotado! — Decía eufórica la mofletuda, mostrándose lista para la acción.

— Muy bien, muy bien, ahora, Toru tú irás con Bakugo, Sero y Mineta — Asentía varias veces segura de su idea, todo iría bien, lo tenía todo calculado, en su mente ella misma se halagaba con cosas como "eres increíble", "eres la mejor", "eres genial" y más.

— ¡Sí mi comandante Mina Ashido, Toru Hagakure de la linea de ataque 2 lista para servir!

Por otro lado, Kyoka Jiro se preguntaba a sí misma, ¿cuándo demonios fue que acordaron esos nombres y por qué no lo sabía?, suspiró y se levantó.

— ¿Ya te vas? — Preguntaba la millonaria con un tono apenado.

— Sí, es que...bueno, la tarea— Le contestaba con una sonrisa.

— Si gustas puedo ir a ayudarte — Se ofrecía amablemente levantándose lista para irse justo al escuchar un "sí'' por parte de Jiro.

— N-No, tranquila, yo puedo con ella, simplemente es mucha, pero no es complicada — Le sonreía intentando que no se sintiera mal por negar su ayuda.

— Oh, entiendo... — Retomó su asiento en el suelo una vez más —, en ese caso, ¡mucha suerte! — Sonreía de forma dulce como la miel, era una sonrisa que tenía marcada un solo nombre.

— ¡Suerte! — Le desearon las demás chicas cuando la vieron salir del cuarto.

Cerró la puerta y se apoyó en la misma, dejándose resbalar en esta hasta sentarse en el suelo juntando sus piernas y abrazándolas para así regañarse a sí misma hablando en voz baja.

— Tonta, tonta, tonta, que genial idea fue enviarle una carta anónima; ahora todos van a saber que fui yo... — se susurraba para sí misma, era un susurro inaudible, quería abandonarlo todo, escapar y que nadie la encontrara nunca, ¿siempre fue mala idea vivir sola en el bosque?, porque ahora ella lo estaba considerando.

Recordando que estaba aún cerca a la habitación de Mina y no quería ser interrogada comenzó a caminar con dirección a su habitación, para intentar pensar mejor y relajarse escuchando música como siempre hacía cuando tenía una duda.

Al llegar prendió las luces y cerró con llave, quería estar sola en ese momento, se tiró en la cama y miró su mesita de noche buscando sus audífonos, pero cuando estaba por tomarlos recordó cómo los había conseguido.

Había sido un regalo de cumpleaños, por parte de Momo, había sido muy dulce de su parte puesto que había estado pensando en adquirirlos desde hace un tiempo y ella los había comprado simplemente para hacerla feliz.

Se volteó colocándose boca arriba y suspiró mirando al techo — ¿Qué debo hacer ahora?

[•••]

Mina Ashido → Detective 100
Investigados: Shoto, Tokoyami, Kirishima y Denki


Bueno, no tienen a dónde huir, ¡ya descubrí quién lo hizo!— Aseguraba Mina Ashido intentando usar la psicología para que uno se delatara solo.

¡Esta bien, fui yo, yo rompí la taza de gatito del maestro Aizawa, pero juro que no quería! — Arrepentido de sus actos, Denki Kaminari comienza a pedir piedad de rodillas — ¡No se lo digas!

—Eso no idiota — bufó; iba a decirles sobre qué se trataba el asunto pero no parecía una buena idea, así que se le ocurrió algo —, lo que pasa es que estamos investigando desapariciones de cosas, como si alguien estuviera robando comida, ya saben, manzanas, carne, hamburguesas y sobre todo... soba, sí, soba, y por eso estamos buscando pistas.

— ¿Podrían mostrarme sus cuadernos? Necesito ver el tipo de caligrafía que tienen.

Toru Hagakure → Detective 101
Investigados: Bakugo, Shoji y Mineta

Podría reunirlos a todos, pero Bakugo me explotaría la cara por hacerle perder el tiempo, ¿verdad?, y sería cansado excusarme por todo, así que podría entrar sin que se den cuenta, de todas formas no me pueden ver, jeje.

¿Me dijiste algo?— Preguntaba Lida intentando saber si su compañera de clases intentaba decirle algo que no había escuchado claramente.

Oh, no, no, para nada...para nada, jajaja — Reía magníficamente en medio de la sala al haber ideado su plan maestro.

Tsuyu Asui → Detective 102
Investigados: Aoyama, Ojiro y Koda

Estoy buscando a la persona que dejó algo escrito, ¿podrías mostrarme tu cuaderno para ver tu letra y descartarte? — Hablaba con sinceridad Tsuyu Asui, mentir no era su cualidad ni algo que deseara hacer en ese momento.

Koda afirmó con la cabeza, no era normal escucharlo hablar. Le dio a Tsuyu lo que buscaba y se fue caminando tranquilamente, no era necesario hacer malabares mentales para convencerlos.

Ochako Uraraka → Detective 103
Investigados: Iida, Midorilla y Sato

— Bueno los reuní porque...no le digan a nadie pero, Momo recibió una carta de amor y estamos buscando quién la escribió, por eso necesito que me muestren sus cuadernos para saber si la letra es igual a la de la carta.

Oh, es una gran idea, pero ¿qué les asegura que la persona que escribió la carta no se aseguró de eso?, ¿qué pasa si la carta es un despiste y un vill-...?

— ¡Deku, tranquilo!, es solo una carta de amor — Lo calmó al escuchar que comenzaría a susurrar muchas probabilidades.

— Bueno, yo no tengo problemas en que veas mis notas — Le contestó el presidente de la clase seguro de sí mismo.

Yo tampoco, aunque si pudieras ser rápida sería mejor, debo revisar pronto un postre que se está horneando — Dijo con algo de preocupación el repostero por pasatiempo.

¿Puedo revisar la carta un momento? — Pidió el chico de las pecas y Ochako sin dudarlo ni un segundo le dio su celular mostrándole la foto.

El la miró por unos segundos y se le ocurrió algo — ¿No crees que esos números signifiquen algo? Tal vez si consigues saber que dicen tengas el nombre de la persona que lo escribió.

— ¡Es una idea fantástica!

[•••]

Las detectives se reunieron en la habitación de Mina una vez más haciendo un círculo en el suelo rodeando las pruebas que habían recolectado, Momo había vuelto a su habitación y ellas comenzaron a compartir sus resultados, para descubrir quién había sido el príncipe que buscaba el corazón de la princesa.

— ¡Nada! — Con disgusto La pelirosa mencionaba el resultado — Absolutamente nada, pero ¿cómo?, si lo hicimos todo bien.

—Tranquila Mina, tenemos una oportunidad más, Deku me dijo que los números de la carta podían ser un nombre y otra pista.

— ¿Qué haces, Toru? — Mina la miraba con curiosidad.

— Hacer lo que todo adolescente haría cuando tiene una duda, buscar la respuesta en internet — Con su celular en mano envió la carta a un grupo de Reddit preguntando por lo que decía la carta. —, ahora solo esperemos.

Hablaban entre ellas aliviando sus expectativas por saber quién era el autor de la carta, hasta que llegó una notificación.

Todas se acercaron al celular de la joven fantasmal y vieron de quién se trataba la carta.

[•••]

En su cama se encontraba la princesa de quien había escrito la carta, estaba intentando meditar, ¿realmente quería saber quién había escrito la carta? Ella ya estaba enamorada de alguien.
Simplemente esperaba que su corazón tuviera una respuesta por parte de quien ella amaba.

Su celular vibró, sin dudarlo lo tomó y vio un mensaje:

Jiro

¿Podrías venir a verme en mi habitación? Necesito decirte algo.

Sin dudarlo se levantó de la cama, tomando con la yema de sus suaves dedos la perilla de la puerta, la giró y caminó a paso acelerado, ¿qué es lo que le quería decir?, las dudas se volvían un golpe constante en la cabeza de la chica, hasta llegar a la habitación de Jiro, suspiró y con firmeza tocó la puerta tres veces.

— ¿Jiro? Soy yo, Momo — Se miraba a sí misma intentando tener sus ropas presentables, y mientras esperaba la puerta se abrió, dejando ver a una Jiro temerosa que la dejó pasar a su dormitorio, esta entró y se sentó al borde de su cama.

¿Qué sucede? Debe haber pasado algo importante como para que me llamaras justo ahora — Intentaba aliviarse a sí misma describiendo una situación bastante obvia.

Unas pequeñas palabras salieron de la boca de la cuestionada, pero eran casi inaudibles para Momo.

— ¿Podrías decirlo más fuerte? No puedo escucharte claramente.

— Me...

— ¿Sí? — Seguía sin oír, pero quería quitarse la intriga de encima que la estaba carcomiendo.

— ¡Me gustas, yo hice esa estúpida carta de amor! — Tomaba la almohada más cercana que tenía y la estampaba contra su cara intentando borrar toda evidencia de su existencia.

La habitación quedó en silencio, y la almohada que sujetaba la chica fue retirada, sintiendo ahora en su rostro suaves manos acariciando sus mejillas y levantándole a su vez el rostro para que se dirigiera a la vista de ella.

Sus ojos transmitían palabras, más de las que podía soltar su boca, con una sonrisa tierna comenzó a acercarse a ella con lentitud, mientras la más bajita comenzó a temblar, pero no se negaba a las acciones de la chica.

Los labios de ambas estaban a centímetros de cercanía, las respiraciones mezcladas solo las empujaban a querer acercarse más entre ellas...

— ¡YA SABEMOS QUIEN ESCRI-...!

Interrumpió Mina junto a las chicas abriendo la puerta de una patada, al ver la escena se quedó en silencio y comenzó a cerrar la puerta lentamente — Ustedes sigan con sus cosas, no diremos nada, lo prometemos — y luego de ello se fueron dejando a las dos muchachas avergonzadas.

— ¡No es lo que parece!— Exclamaron al mismo tiempo, con el corazón en la boca, sintiendo como aquella momentánea tensión se iba, cuando las dos comenzaron a reír verdaderamente apenadas. Antes de que ambas pudieran darse cuenta, sus manos ya estaban entrelazadas, con los finos dedos de Momo, acariciando los de la joven pelimorada, con sus dulces miradas perdidas en el aire.

Amo mucho las historias de detectives y misterio, es por eso que quise hacer este pequeño escrito, fue bastante divertido y aunque intenté poner un final más romántico, creo que fue mejor dejarlos con las ganas de un beso final.

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