—Ahh...ngh—elizabeth amaba cuando su amante se ponía de esa manera. Tan impetuoso a la hora de hacer el amor, tan salvaje como el demonio que era, tan concentrado en causarle placer a ella y a su vez en darse placer a si mismo. Si grupo miembro entraba y salía de sus rosados pliegues con tal fuerza que sus cuerpos hacían un inconfundible sonido que llenaba las paredes de su habitación. Las pupilas oscuras de meliodas estaban más que seguras en admirar el cuerpo desnudo de la diosa debajo de él y su mano...o diosas...su mano estaba justo sobre su garganta, generando una ligera precio que mantenía más que húmeda a Elizabeth.

Al ver la expresión de placer que su esposa estaba haciendo, el demonio rubio soltó una risilla grave combinaba con un gruñido y luego la jaló con delicadeza del cuello para obligarla a mirarlo fijamente.

—Que bonita cara haces cuando un demonio te penetra y te ahorca al mismo tiempo—la albina se sonrojo completa por la manera tan vulgar en la que había dicho aquello, pero su sonrisa había sido tan oscura y llena de pilleria que no pudo evitar soltar un largo gemido que complació al demonio—¿De verdad bartra piensa que eres su princesa buena? Por las diosas, si supiera que a su niña le gusta que la ahorque con delicadeza—

—Si tan solo tu hermano supiera cuanto te encanta ser dominado por una diosa—eso no se lo había esperado, fue tanta su sorpresa que sus ojos oscuros pasaron a unos verdes brillantes, sus labios se abrieron en un "o" de sorpresa, su mano soltó el cuello blanco de su amada y aprovechando ese pequeño momento de vulnerabilidad, la diosa lo empujó de él pecho hasta dejarlo recostado sobre el colchón, luego se le subió encima y sin dejar de mirarlo a los ojos hundió su largo miembro dentro de ella.

—Ahhhh—el dulce gemido que salió de los labios masculinos dejó a la diosa temblando de placer y su sonrisa se volvió tan ancha que empezó a mover sus caderas en un frenesí de pasión. Meliodas se retorcio debajo de ella, arqueo su cabeza hacia atrás en un jadeo mudo y empezó a proyectar sus caderas hacia arriba embistiendose mutuamente. Elizabeth no había mentido, amaba cuando ella lo dominaba de esa forma—Fue una buena jugada, ¡mhhh! —

—Fue tu culpa por burlarte de mi—ambos esposos soltaron unas cuantas carcajadas entrecortadas por los sonidos lujurioso que abandonaban sus labios. Esa noche sería larga y sin duda iban a disfrutarla hasta que el sol les indicará que ya era un nuevo día.

*

Lamento si no esta bien hecho >~< pero estaba terminando mi proyecto de biología cuando se me vino el pensamiento "oye, ¿y su a Elizabeth le gustará ese fetiche de que te ahorque mientras te besen o te hagan el amor" XD y no pude evitarlo, necesitaba escribirlo.

Así que por eso es una escena pequeña, solo quería relatar el acontecimiento y ya ;w;

Ahora, que te ahorquen durante la intimidad debe de ser algo de mucha confianza ya que no le puedes pedir a cualquiera que te haga eso y también aquel o aquella que te "ahorque" que no use tanta fuerza, se trata de buscar placer, no de desmayar a la persona 0_o

Ahora debo acabar este proyecto, hasta aquí mi reporte Juaquin jpg.