Para Luz, Anne, Sasha y Marcy, ver lo que cada una tenia ante sus respectivos ojos, hacia que a las cuatro las invadiera una sensación de nostalgia.

Y no era para menos, pues estaban de regreso en la Tierra... en el Reino Humano.

-Admito que, se siente un poco extraño estar de vuelta aquí. -dijo Luz a la vez que se llevaba una mano a la zona de su pecho, en su corazón para ser mas exacto.

-Si, no eres la única que lo siente así. -dijo Anne compartiendo la misma sensación emocional.

-Amen a eso. -dijo Sasha secundando junto a Marcy quien asintió con la cabeza en señal de que estaba de acuerdo.

Eda por su parte, se estaba atando el cabello con un pañuelo de manera que sus orejas quedan tapadas y guarda su bastón.

-Bueno niñas, es mejor comenzar y acabar con esto lo mas pronto posible. -dijo Eda a la vez que comenzaba a caminar.

Las cuatro chicas por su parte, tardaron unos momentos pero al final comenzaron a caminar detrás de la bruja de cabello anaranjado para ir directo a la ciudad.

...

Eda junto a las chicas, ya se encontraban caminando por las calles de Gravesfield y, al punto de vista de las chicas era...

-Esto se esta empezando a sentir algo abrumador, ¿no lo creen? -pregunto Anne a la vez que volteaba a ver a sus dos amigas.

O bueno... la verdad es que con todo lo que han asado, ya no sabía si las podía considera de esa manera, ya no estaba segura de si podía seguir confiando plenamente en ellas después de todo lo que paso.

Sin embargo, este todavía no era el momento para pensar o hablar de eso, así que mejor siguió volteando a ver de un lugar a otro, con tal de poder distraerse aunque fuera un poco. 

Con ver eso, tanto Sasha como Marcy soltaron cada una un suspiro medio pesado 

Mientras tanto, Eda y Luz iban adelante del grupo debido a que ellas han sido quienes mas ha estado en la ciudad, pero en ese momento la Dama Búho podía ver que su aprendiz parecía estar tener la mente en otra parte, algo que era fácil de distinguir debido a que se veía que tenia la mirada un tanto perdida. 

Y sin dudarlo, la bruja de cabello anaranjado posa una mano sobre el hombro de la chica de manera que la hace reaccionar y la voltee a ver.

-¿Esta todo bien querida? -pregunto Eda con genuina preocupación por la que es como su hija adoptiva.

Escuchar aquella pregunta de parte de la bruja también llego a atraer la atención de las otra tres chicas, haciendo que de repente todas terminen por detener su andar.

Luz por su parta, parecía que  estaba dudando sobre si debía de abrir o no la boca en este momento, sin embargo sabía que a la larga era algo que iba a terminar hablando con alguien, ya sea su madre o quien sea.

-Es solo, yo se que esto de un modo u otro iba a terminar pasando pero eso no me hace sentir realmente mejor Eda, claro no se bien como es que mi madre va a reaccionar una vez que le diga lo que realmente he estado haciendo en estos últimos meses. -decía Luz a la vez que se llevaba una mano a donde era su corazón. -No digo que me este echando para atrás pero... la verdad es que tengo miedo, quizás es mas del que yo hubiera imaginado antes. -termino de decir la chica al mismo tiempo en que su cuerpo comenzaba a temblar ligeramente.

Con ver lo que le estaba pasando a la chica, el resto de las presentes se podía dar cuenta de que para ella, el tener que llegar a enfrentar a su madre era algo realmente duro para ella.

En ese momento, Eda se agacha para poder estar mas o menos a la misma altura que la castaña, las miradas de ambas empezaban a conectar entre si.

-Luz, desde que te conozco has hablado acerca de tu madre pero, me he llegado a dar cuenta de que hay muchas cosas en tu vida en este mundo de las que realmente no hablas, jamás te he dicho nada al respecto solo para que no te llegues a sentir incomoda ni nada por el estilo, pero dado a que estamos a no mucho de llegar con ella creo, que es mejor que de una vez lo hablemos como se debe. -decía Eda con lo ultimo mientras posaba ambas manos sobre los hombros de la chica. -¿Como eran las cosas para ti en este mundo? -pregunto sin mas y de manera directa.

Ante la pregunta que su mente y figura de segunda madre le acababa de hacer, Luz solamente atino a quedarse callada a la vez que bajaba un poco la mirada, no pudo evitar el sentir que su mente comenzaba a retroceder de manera que recordaba su vida desde donde ella puede recordar.

Y sin embargo, lo que ella mas recordaba, era el rostro de un hombre de piel morena y cabello castaño, con barba y bigote del mismo tono de color, ademas de que veía sus ojos café claros y con una sonrisa grande, muy al estilo paternal.

Al recordar el rostro de aquel hombre, Luz no pudo evitar sentir que se le comenzaba a formar un nudo en la garganta al mismo tiempo, que su corazón se empezaba a sentir como apretado desde el interior de su cuerpo.

Y no solo eso, sino que ademas ya estaba comenzando también a sentir que sus ojos comenzaran a picarle, era como si quisiera empezar a cristalizarse.

Eso era algo que noto Eda ademas de las otras tres chicas, pero antes de que alguna pudiera decir algo al respecto, la joven de ascendencia latina se termina por adelantar.

-Es que, yo he sido como soy hasta donde puedo recordar, en un punto yo sentía que la magia y la fantasía eran un mundo en el que yo me podía desconectar de todo lo que me rodeaba, un mundo aparte donde me pudiera adentrar tanto como me fuera posible. -decía Luz pero luego la expresión de su rostro se comenzó a ensombrecer un poco. -Pero, en mas de una ocasión me adentre mas de lo que esperaba y, en consecuencia eso mismo me llevo a cometer muchos errores, y llego a un punto en el que mi madre opto por mandarme a un campamento de verano, un lugar donde yo pudiera ser mas "normal" por decirlo de otro modo, por un lado yo no quiero juzgarla por lo que hizo pero... -decía hasta que se detiene mientras se abraza a si misma.

-Pero hay veces en las que tu quieres gritar a los cuatro vientos y decirle lo que te pasa y lo que piensas, ¿cierto? -pregunto Eda ya sabiendo a donde iba la situación.

En lugar de responder, Luz solamente atino a asentir con la cabeza en silencio, de manera que confirma lo que la mujer le acababa de preguntar.

-Ay niña, te veo y al escucharte me recuerdas a mi cuando tenia tu edad. -decía Eda a la vez que en sus ojos se notaba una mirada de nostalgia, lo cual llamo la atención de su aprendiz. -Después de que Lilith me maldijera, mi madre se dispuso a buscar una cura, pero eso era algo en lo que no estaba de acuerdo ya que lo hacia sin primero ponerse a preguntar lo que opinaba o sentía al respecto, aun no le he dicho que ya pude conseguir librarme de eso, pero el punto es que así como en tu caso, se bien lo que es sentir el no ser capaz de poder comunicarte con tu propia madre, porque es justamente una de las cosas que a mi me ha tocado enfrentar desde que tenia tu edad. -termino de decir a la vez que en su rostro se notaba cierta tristeza al recordar aquellos días.

Sin embargo, en ese momento la bruja de cabello anaranjado sintió como su aprendiz enredo sus brazos alrededor de su cuerpo, eso sorprendió bastante a la Dama Búho pero, al final no tardo mucho en corresponder a dicho gesto con gran gusto.

Aquello era visto por Anne, Sasha y Marcy quienes, no pudieron evitar el sentir cierto gusto pero a al vez algo de envidia, ya que se notaba que el lazo entre ellas dos era sin duda puro y verdadero, pese a no ser de sangre.

Un lazo, que ellas esperaban poder sentir de nuevo.

...

No paso mucho tiempo para que Luz y compañía retomaran el camino con dirección a su casa, y antes de que se pudiera ar cuenta, ya estaba frente a la misma.

Al ver su casa después de mas de 2 meses, la joven Noceda no pudo evitar que su corazón comenzara a sentir nostalgia, aunque los nervios eran algo que aun estaban permaneciendo dentro de su ser.

Claramente esto estaba lejos de ser fácil.

Sin embargo, en ese momento sintió una mano posarse sobre su hombro, ella voltea y ve a Eda quien la estaba mirando con una sonrisa que buscaba el poder darle un poco mas de confianza, algo que también hacían Anne, Sasha y Marcy quienes, a su vez alzaban un pulgar cada una a modo de apoyo y de desearle suerte.

No tardo mucho en ocurrir ya que devolvió la sonrisa para luego dejar salir un suspiro y caminar hasta la casa, hasta el punto en que queda enfrente de la puerta.

Se le queda viendo a la puerta por unos momentos para luego acercar su puño y así comenzar a tocarlo.

Una vez que termino de tocar, no alcanzaba a escuchar algo que estuviera del otro lado de la puerta, al menos así fue hasta que después de unos momentos se escucha unos pasos que iban en dirección a la puerta, en dirección a su persona.

Por un momento sentía que el corazón le estaba por brincar en cualquier debido a lo ansiosa que se empezaba a sentir por la situación.

En ese instante, la puerta se comienza a abrir y, se ve que quien la abre es una mujer de pie morena y cabello castaño oscuro, con ojos cafés sobre los cuales llevaba puestos un par de anteojos.

Se trataba de la madre de Luz, Camila Noceda.

Camila al ver quien era, un pudo evitar dejar salir un jadeo mientras se tapaba una mano con su boca, era grande la impresión del momento.

-Hola mama... volví. -dijo Luz al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa tímida.

...

Y Fin.

Bueno, hasta aquí el capitulo espero que les guste.

La verdad, es que me emociona haber puesto este desarrollo sobre el capitulo, se vienen grandes explicaciones y revelaciones a partir de este punto.

Es todo por hoy, los invito a que escriban sus opiniones sobre el capitulo en los comentarios, ademas de que también los invito a que dejen sus votos si les gusta el capitulo, buenas noches.

Hasta mañana.