Prólogo; La sombra latente
Cuando Yami comenzó a luchar, de repente, su mirada se fijó por unos instantes en las 4 personas que ahí se encontraban, conversando sobre lo alto, como unos reyes totales de su propio reino y debatiendo sobre la condena de un pobre ciudadano.
Pero, su mirada se dirigió repentinamente a la única mujer en el grupo, su cara estaba oculta tras una máscara, mientras su cabello era hondeado por el viento y, notaba como ella era la más baja del grupo, pero, algo en ella le asustó, una sensació de alerta lo recorrió.
Cuando notó como su mirada se giró hacia él, aún cuando no podía verla, sabía que lo estaba mirando a él amenazantemente, como si de una presa se tratara la cual estaba indefensa ante su cazador, hubo un pequeño trance en el cual ella simplemente, lo miró como si estuviera intentando recordarlo y, al mismo tiempo, como si le estuviera advirtiendo de... algo.
Pero, de repente, se giró hacia sus compañeros y, ni siquiera notó cuándo había dejado de respirar.
-¿Quién es él?- pregunta la mujer, acercándose al oído de su pareja ; un chico de cabellera corta rojiza, ojos grisáceos y llamado Amelda.
-Él es Yugi Muto, rival de Kaiba Seto- aquel nombre hizo que la atención de la rubia se dirigiera directamente hacia su otro compañero, Rafael. Algo en ella hizo que su sangre se hirviera por dentro al saber ese dato.-Y yo, me encargaré de él- continúa, mientras Marie simplemente piensa que, si no es su compañero quien lo derrota, entonces será ella.
-Entonces yo me encargaré de Jonouchi Katsuya- dijo su otro compañero de cabellera castaña llamado Varon, mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.
-Bueno, si es así, entonces yo seré quien se encargue de Kaiba Seto- dijo Amelda y, de repente, notó como una mirada punzante se clavaba en él y, su sorpresa fue más cuando se dio cuenta que aquella persona, era su novia, Marie...
-Ni siquiera se te ocurra...- dijo lentamente, mientras su voz solo se volvía más grave y más leve cuando hablaba, mientras mantenía sus puños cerrados, todos se giraron hacia ella, sorprendidos por su comportamiento tan extraño, solo la vieron una vez así y, esa fue justamente por quién ahora parecía estar mirando tan mal.
Cuando ella misma se dio cuenta de su comportamiento, dejó de hacer tanta fuerza con sus puños, ellos no podían sospechar de ella, así que, simplemente se relajó, mientras una mentira se comenzaba a crear en su cabeza.
-Es porque quiero encargarme personalmente de él...- dijo, intentando excusarse, aún sabien las razones de Amelda, aquello comenzaba a parecerle algo... estúpido. Quizás fue desde que, bueno, tuvo más roces con el enemigo de su pareja, eso sonaba tan estúpidamente mal, pero, al mismo tiempo sonaba tan bien en la mente de la rubia.
-Marie, nunca contaste eso, cuéntame más quizás podamos contraatacar contra él, los dos juntos...- dijo Amelda, con una sonrisa en su rostro, la cual solo puso en alerta aún más a Marie, ella no quería causarle daño, más bien,todo lo contrario,quería protegerlo.
-Son cosas las cuales no te interesan, Amelda.- dijo, mientras desviaba la mirada hacia abajo, agazapadonse y dejando que su barbilla reposara sobre sus rodillas las cuales sujetaba con una de sus manos cerca de ella.
Y, ahí se detuvo la conversación ninguno supo que decir ante el comportamiento de la rubia, ella casi nunca era así, y menos con ellos...
Pero, ella, debajo de su máscara había comenzado a llorar, pero, logró no emitir ningún tipo de sonido, ya estaba acostumbrada a ocultar sus lágrimas y sollozos ante la gente.
Cuando el duelo terminó, solo logró volver a mirar a aquellos chicos, ellos parecían tan unidos...
Pero, cuando notó que se le quedaron mirando, ella solo pudo observarlos atentamente desde aquel sitio, sintiéndose superior de alguna forma ante lo que parecían ser ahora unas personas insignificantes.
Notó como las posiciones de cada uno cambiaban, de alguna forma, atemorizados de lo que pudiera hacer ella, pero, en cuanto lo notó, ella desapareció de su campo de visión.
Lo que los chicos no sabían es que aquella misteriosa chica, iba a ser una sombra latente en todo su viaje, el cual solo acaba de comenzar...
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top