Habían pasado semanas desde que ella había desaparecido, a veces, veía las televisiones que vendían por los sitios, en los cuales casi siempre se transmitían programas sobre ella, como sus fans lloraban por ella y que volviera, ahí se dio cuenta de que, todas las mentiras que le dijo a los medios la gente se las tomó como algo real.

Nunca había sido amada cuando empezó con todo esto, nunca recibió amor real por mucho tiempo así que, simplemente aprendió a mentir a la perfección, mentira tras mentira, sin ella sin siquiera saberlo, ella se había convertido en una perfecta mentirosa, su forma de amar fueron las mentiras.

Pero, de repente, aquello cambió, cuando apareció él en su vida...

Cuando el castaño apareció en su vida, de repente, dejó de mentirle, aún cuando nunca fue capaz de decirle si quiera un "te amo" a la cara, porque tenía miedo de que eso fuera una mentira, pero, ahora, también se dio cuenta de que, toda esa gente la cual parecía adorarla, solo era gente engañada por los medios, ellos no la conocían ni un mínimo...

Pero, en un momento se giró ante una televisión, sabía de quien era esa voz, lo sabía a la perfección, al principio, pensó pasar de aquello y, simplemente concentrarse en pensar en dónde diablos podía ir para comer.

Pero, algo en su cabeza se dio la vuelta a verlo, por instinto, una lágrima salió de su rostro, y, cuando escuchó su apellido salir de sus labios, supo que aquello iba a ser algo fuerte para todos.

-Anderson estará a salvo, se los aseguró. Todo esto es simplemente una estupidez creada para desviarse del verdadero problema.- dijo, ella se mordió el labio, mientras contenía sus lágrimas, y, sintió como sus brazos comenzaron a temblar.

-Mentiroso, mentiroso, ¡mentiroso!- gritó de repente en el silencio de la madrugada, no quería escucharlo más, no quería, aquellas palabras le dolían, ¿cómo siquiera podía seguir pensando en ella de forma cariñosa? A la gente que le había causado un mínimo daño la habían dejado de lado, pero, él seguía persistente en buscarla...

Se dio la vuelta, mientras cogía su celular, entrando a su cuenta falsa de Twitter, simplemente, se deslizó por las tendencias, era de esperar que estuviera en tendencias. No pasaron ni 5 minutos cuando leyó un montón de barbaridades puestas en gente que no debía ni siquiera hablar.

Le dieron asco todos aquellos envidiosos de mierda que decían que él simplemente estaba haciendo esto por atención, o, los que decían que es que ella se había ofrecido a él para ganar dinero. Simplemente repugnante...

Así que, solo pudo pensar en volver a mentir para conseguir algo de comer, o, quién sabe, competir con los mapaches y ratas en busca de comida...
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Mientras tanto, se encontraba Hikari, la cual, agobiada por todo lo que era la supuesta desaparición de Marie, decidió centrarse en intentar sacar a su hermano de la organización, fallando estrepitosamente varias veces y, seguidas.

Lo peor era que, como la rubia ya no se encontraba, él seguía intentando rastrear al oji azul, en busca de su venganza. Cosa la cual, comenzó a hacer que ni siquiera se hablaran.

Pero, cuando descubrió que Yugi había sido tomado por Oricalcos, decidió quizás ir con ese grupo, quizás ellos podrían ayudarla, quien sabe...

Gracias a sus intentos de congeniar con Valon, dio con su ubicación, y, gracias a él y su motocicleta fue en busca de ellos.

Lo primero que vio fue una especie de furgoneta, de la cual, se escuchaba movimientos, puso el oídosolo escuchando varias cosas, pero, los que más le llamó la atención fue que parecían hablar con ese tal Kaiba. Ese que había sido el culpable de que su hermano se convirtiera en lo que era ahora, el culpable de que perdiera a su mejor amiga...

Juró vengarse de él, y, eso haría.

Ella tocó la puerta, pensó que ellos no la reconocerían, pero, si que lo hicieron.

-¿¡Qué haces tú aquí?!- gritó el rubio que luchó contra Mai.

-Maldita, ¡dime donde está mi Aibou!- gritó un tricolor, el cual parecía estar bastante furioso, y, que se acercó amenazantemente a ella.

-No es lo que creeis, lo juro...- dijo, alzando sus manos, mientras los nervios se la comían por dentro -Me presento, soy Hikari, hermana menor de Amelda, y, vengo aquí para que me intentéis ayudar para salvar a mi hermano de esa organización...- dijo, con tristeza en su voz, todos se quedadon perplejos ante eso, pero, no se podían fiar tanto de ella.

-Sé que es normal que no me creaís, sé que parezco ser una criminal, pero, juro no serlo, yo, solo quiero salvar a mi hermano y, encontrar a Marie...- dijo, comenzando a llorar, aún cuando Marie le había mentido, ella, aún con eso, quería buscarla y, reencontrarse con ella, algo dentro suyo le gritaba que lo que hizo estaba bien de alguna forma, simplemente, le era incapaz no perdonarla.

Ella había sido una perfecta mentirosa toda su vida, lo sabía, sabía las veces que ella mintió en los medios, sabe las veces que quizás le mintió a ella por pensar que esa era la forma más pura de mostrar amor, cuan equivocada estaba ella, pero, cuando lo vio junto a ese chico, algo en ella le gritó que, Marie gracias a él había aprendido a no mentir...

Todavía recuerda una charla que tuvo junto a ella, las lágrimas caían sobre sus ojos porque se tuvo que despedir de quien amaba tanto, ella solo atinó a preguntarle una cosa ;

"-Y... ¿cómo decía que eras?-"

"-Él me dijo que yo parecía ser una chica extraña, que venía de otro mundo. Pero, él me ama, y, eso me pone feliz, dime, Hikari, ¿por qué siento que esto no es una mentira?-"

Esas palabras resonaron dentro suyo con fuerza ahora, ellos eran la felicidad del otro, pudo atinarlo al ver cuando hace poco el castaño salió a hablar sobre ella, las fuerzas de sus palabras, que la iba a encontrar, aquello no parecía ser falso, más bien, parecía hablar con sinceridad.

Después de seguir explicándole todo a aquellos chicos, le dejaron pasar, presentándose como Anzu, Honda, Rebecca, "el otro Yugi", Otogi y Jonouchi. Ellos parecían ser buenos chicos que solo buscaban volver el equilibrio del mundo.

Sabiendo después que fue por culpa de Oricalcos que Yugi perdió, ella se acercó a él por un momento, el silencio abundó por un momento, hasta que, ella logró hablar.

-Osea, que, tu corazón se cubrió de oscuridad, ¿no es irónico que yo me llame "luz" literalmente? Jaja, no soy graciosa, pero, mi sueño es poder quitarle la oscuridad que abunda en el corazón de mi hermano y que, toda la gente tenga un corazón lleno de luz...- atinó a decir, antes de irse del lado de aquel joven.

Lo que ellos no sabían es que, una nueva amenaza vendría pronto...

Continuará...