pov's jeon jungkook

Por más que pasamos la noche juntos, no pasó mucho para que JiYu volviera a ser la desalmada de siempre, fingiendo que no me conoce para nada, aparentando cosas diferentes en nuestro hogar. Me dedicaba a pasar un buen tiempo con Gyeong-Hui, tratando de recompensar mi moral, haciéndola reír o jugando con la consola hasta tarde. Mientras que, por otra parte, no perdía ningún detalle de lo que la pelinegra –ahora con mechas rojas– hace cada día. Me siento algo mal, juré que en estos últimos meses fingiria odiarla todavía más que antes, pero salió mal cuando caí en sus garras mortales. Acostarme con ella implica desear volver a hacerlo cada noche.

El exquisito aroma que dejó marcado en mi subconsciente me hace fantasear con besarla hasta que cada parte de mi quede en su cuerpo, como muestra de lo que soy capaz de hacer para proclamarla mía. Dándole un adecuado castigo por ser una perra desalmada.

Estando en la escuela finge, se dedica a reír con su hipócrita grupo de amigos, jugando con las mechas rojas de su cabello mientras le hace ojitos al idiota de JaeHyun. La cafetería está llena, hay mucho ruido y escándalo por todos lados, pero mis ojos solo la examinan a ella, tratando de saber en qué es lo que piensa. Si es que se siente mejor al lado de una persona así, o si me tiene en sus pensamientos para actuar de tal forma, con la intención de provocar mis celos. Remoje por inercia mis labios al estos secarse, la comida en la bandeja frente a mi no me llama la atención, quiero levantarme e ir por la joven que juega con mis sentimientos.

Haciéndolo solo provocaría una ruptura en la familia. Aunque quisiera hacerla mía en todo sentido de la palabra a JiYu, hay miles de obstáculos que no me atrevo a pasar, soy inseguro, lo dejaré desgastarse con el paso de los años. Nos veremos en cenas familiares fingiendo que no tuvimos sexo mientras todos dormían, hablaremos sobre la vida, guardando un secreto en común. Reiré con su hermana, tal como un patán. Siento lástima de mí mismo, ¿Cómo puedo ser tan idiota y masoquista? ¿Qué clase de ser humano siente cosas por alguien que le ha hecho la vida un infierno? Por más que me haya deseado la muerte en repetidas ocasiones, sé que lo hace por odio que trata de tapar amor.

Ah, sueno como un idiota...

¿Pero no es así? JiYu quiere probarse algo a si misma, haciéndome sufrir. Lentamente caemos en algo sin futuro que nos destruye.

Veo como otro chico pasa su mano por la cintura de ella, acariciando su piel expuesta por el traje de porrista. Golpeé el interior de mi mejilla, no pudiendo retener más las ganas de ir y separarlos, ¡Es absurdo! Lo hace sabiendo que estoy aquí. Todo empeora cuando lentamente sus rostros se acercan, le sonríe como si fuera lo mejor de esta Tierra, paga posteriormente besar sus labios con falsa pasión. Eso es lo que es, una pasión que se finge por aceptación y maldad. Quiere provocarme hasta el límite.

—Kook... —la mano de la pelinegra toca mi hombro, haciéndome girar hacia un costado— Pareces perdido otra vez.—ríe.

—¿Piensas en alguien?—bromea EunWoo, masticando sus fideos con la boca abierta.

Queriendo simular una risa niego, incómodo. No sé qué sucedería si los demás se están lo sucedido con la otra gemela, sería un gran escándalo, no solo porque somos hermanos políticos, sino que el odio generado y expuesto de ella hacia mi es sabido por la mayoría de la escuela. Saber que la Princesa del Drama ruega por la polla del chico que tanto dice aborrecer, generaría la burla y sorpresa en los alumnos adinerados amantes de los rumores.

—¿O en algo? —cuestiona Hui— ¿Es sobre la Universidad?

—¿Qué hay con eso? —continúa el castaño frente a mi— Supongo que siendo tú, tienes todo bajo control, cerebrito.

—¡Al contrario! —niega— Él ni siquiera sabe dónde entrar.

—¡¿Eh?! Imposible, Kook es un genio, miles de Universidades lo deben querer dentro.

En realidad, así es, he estado pensando en mi futuro mucho antes que los demás. Mis estudios se encuentran casi en su finalización para hacer un examen al Instituto que quiero, no se lo he dicho a Gyeong-Hui por miedo a su reacción, somos muy apegados, hacerle llegar la noticia que... me iré, le generaría un gran dolor, como a mi, dejaríamos nuestros abrazos y noches de insomnio. Tenemos una hermosa amistad que trasciende todo, nos entendemos mutuamente sin necesidad de palabras. Dejarla no sería fácil.

—Simplemente no se donde aplicar. —dije— Estaré investigando algunas.

—¿Por qué no la misma que yo? Estudiamos Ciencias Políticas a fin de cuentas, ¡Podemos hacerlo juntos!

—Bueno... eso lo veré con tiempo. —susurré, llevando el popote de la bebida a mis labios, volví a subir la vista para fajarme en que hacía la otra gemela, llevándome con la sorpresa de que ya no estaba aquí— Hmm, debo ir al baño. —levantándome de la silla azul busqué entre las multitudes una cabellera larga y con partes rojas— Nos vemos en clase.

No les deje tiempo a contestar cuando ya estaba atravesando las puertas del lugar, aprovechando mi fuerza física y la energía que cargo, comencé a correr por los pasillos buscándola. Cuando giré en uno, tras subir las escaleras, la encontré. Estando atrapada entre los brazos del chico, este tiene su mano dentro de su corta polera con los colores característicos de la escuela. Mis puños se apretaron por impulso, dejando los nudillos blancos por la presión, estoy lastimando la piel de mi mano, pero es lo menos que puedo hacer ahora para no cometer un acto de imprudencia.

Mierda, realmente quiero partirle la cara con mi puño.