pov's jeon jungkook
Debido a la erección que me había quedado, no tuve más opción que mansturbarme en mi habitación, imaginando que era otra mano la que tocaba mi anatomía. No sé cómo llegué a este punto, estoy seriamente perdido por alguien tan jodida como lo es la gemela mayor. Siendo ya más tarde, nuestros padres fueron los primeros en irse a dormir, más tarde les siguió Gyeong-Hui, estuve despierto viendo la pantalla de mi teléfono hasta que ya se habían cumplido las tres. La puerta del cuarto sonó, a toda velocidad fue que me levanté, con el corazón prácticamente saliendo de mi pecho. Estaba por abalanzarme a su cuerpo, dispuesto a ser yo quien esta vez lleve el control de la situación hasta hacerla rogar por más.
Grande fue mi sorpresa cuando frente a mi estaba una chica con lentes y brackets, esos que usa por las noches para acomodar sus dientes. Intente que mi decepción no fuera notoria, sin embargo puede que lo sea. Me forcé a mi mismo a sonreír, dejándola entrar.
—¿Qué sucedió, linda?
—Tuve pesadillas, Kook. —con confianza se abalanzó sobre mi cama, la misma donde lamía el coño de su hermana— Fue algo horrible. —abrazo una de mis almohadas mientras se cubría con las colchas.
Caminé desganado hacia allá, acostándose a su lado.
—¿Quieres contarme?
—Sí...
( ... )
Toques en mi mejilla me habían hecho abrir los ojos, desorientado observe a los costados tratando de acostumbrarme a la pequeña luz que ingresaba por la ventana. Pensé que ya era de día, pero la luna estaba en su punto más alto, cuando levanté la vista, fue que note quien era la persona que me despertó. Con su ceño fruncido y de brazos cruzados jalo de mi cabello.
—¿Qué hace ella aquí? —la furia en sus palabras me hizo abrir la boca, sin saber que responder, giré la vista a un costado, la menor estaba acostada, anteriormente tenía un brazo sobre mi pecho— ¿Acaso crees poder ir de ambos lados, Jeon?
—No es lo que crees, ella sólo tuvo pesadillas y vino aquí...
—Yo también tengo pesadillas. —me soltó, retrocediendo— Y si no quieres que yo forme parte de las tuyas es mejor que vengas ahora mismo a mi cuarto.
Como todo sumiso a sus pedidos, me levanté de la cama, dejando a la chica abrazando un osito que conservaban. Seguí a JiYu por el pasillo, hasta entrar a su rosado cuarto, no había estado aquí desde hace años, posiblemente la última haya sido cuando intentó clavarme un tenedor de plástico en la garganta, solo porque rompí su muñeca favorita. Tuve miedo esa vez, ella es capaz de todo, lo sé. Extrañamente es lo que me encanta, estar al lado de una psicópata como la Shin es entretenido.
Una vez dentro, se sentó en la cama matrimonial, ahí es donde examiné lo que vestía, solo un jersey rojo, que casualmente es idéntico al mío que perdí hace dos años. Arqueé una ceja, ¿Me ha estado robando ropa para usarla? Es excitante.
—¿Por qué lo besaste? —esa pregunta simplemente salió de mi una vez que me acercaba, con sorpresa abrió sus ojos en esta dirección— Oh, lo siento, es solo que... se me escapó, supongo.
—Yo no lo besé, él me beso a mi. —dijo, acostándose, me senté en la orilla y pensé en qué decir.
—Tú se lo seguiste.
—¿Cuál es el problema? Estoy soltera y a nada de terminar la escuela, es normal que me arriesgue un poco.
Aunque lo odie, tiene razón, es soltera, tiene derecho a meterse con cuantos chicos quiera sin que nadie se atreva a cuestionarlo. Pero la verdad es que genera un fuerte dolor en mi pecho cada vez que la veo junto a otro chico, ¿Los trata como me trata a mi? El abuso psicológico no es juego, lo he soportado durante años, sabiendo que estoy junto a alguien que disfruta verme sufrir. Por más que ahora acaricié mi espalda y sienta sus besos por todo mi cuello, dejando marcas moradas, aquellas cosas que pasé no se borran.
Es enferma la manera que me encariñe con su forma de actuar, tan grotesca, tan desalmada. Sin ella hay un vacío en mi, como una necesidad de escucharla hablarme, de intimidarme.
—No me gusta que te acerques a JaeHyun. —pude decir, después de pensarlo mucho— Sabes como es.
—Igual a mi, verdad. —el lóbulo de mi oreja fue mordido por ella, una corriente de fuego pasó por mi abdomen— ¿Pero no es eso lo que tanto te gusta? El hecho de que yo no sea tan buena como Gyeong-Hui... te agrada que sea malvada contigo. Te excita el dolor, JungKook.
Mi nombre saliendo de sus labios es como la mejor armonía. Tome un rumbo diferente a la situación, dejándome caer en el centro de la cama, sostuve sus caderas hasta hacerla sentar sobre mi miembro duro, claro ejemplo de lo que provocan sus toqueteos y palabras. Al dejarla en esa posición, comprobé que no lleva ropa interior otra vez.
—Te odio. —aclaré— Eres la peor perra existente.
—¿Quieres que llore o qué...? —¡Paff! Había golpeado su trasero vestido, sorprendida rebotó adolorida— T-Tú...
—Besame. —tomé su cabello en un puñado y la tire hacia abajo, acercandola a mis labios— Si lo haces bien, puede que no sea tan duro contigo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top