OO4
pov's jeon jungkook
—Ve más rápido. —espetó la femenina, mientras yo golpeaba ligeramente la suave piel de su muslo.
Un suave quejido salió de sus labios, sintiendo como tiraba de los muslos regordetes hacía abajo, con mi inexperta pero ágil lengua empujando en su coño mojado. Mueve las caderas, buscando más tacto con cada lamida. Agarra de la cabecera de la cama con más fuerza, apretando su núcleo en el pobre intento de hallar más placer contra mi boca, quien disfrutaba de su sabor. ¿Cómo llegamos a esto? No sé bien, pero cuando los besos aumentaron y las caricias se fueron de lugar, ella me había pedido que le diera placer como ningún otro. Y yo, sediento de su néctar, accedí. No me arrepiento por ninguna razón.
Estaba sentada sobre mi rostro, sosteniendo desde la cabezara, algo tan sucio a estas horas de la madrugada solo genera una adrenalina incontrolable. Podríamos haberlo hecho de una forma más segura, pero la pasión nos cegó, y nos hizo actuar así.
Mi brazo envolvía su torso posesivamente, queriendo imaginar que yo sería el único hombre que la pudiera observar de esta manera tan susceptible a mi lengua. El huérfano que llamo inútil, ahora es el que la hace derramar lagrimas mientras ruega dejarla llegar a su primer orgasmo. Sostengo uno de sus pechos con fuerza, y lo amazo con la intención de que le duela al menos un poco. Fui sujetado por ella, impidiendo que me detuviera, cierra los ojos y muerde su labio inferior.
—N-No te detengas, JungKook...—pide, agitada.
Con mis dedos rozando su pezón, contenía toda mi fuerza para no hacerla llorar de extremo dolor. Constantemente estaba en entrenamientos, levantando pesas, golpear sacos de boxeo, lo que sea, provocando que mis dedos se sientan ásperos y encallecidos. Pero eso, a ella, solo le gusta más, lo comprueba con cada gemido.
—Hmm.—un gruñido escapó de mi, debajo de ella, esparciendo vibraciones a través de su coño mientras mi lengua continuaba alternando entre empujar en aquel agujero húmedo y rodear su clítoris.
Me aparte por un momento, con los ojos moviéndose rápidamente hacia los de JiYu. Se arrodilló para asi con su otra mano jugar con los pliegues.
—Esta posición me fascina —murmure, apretando sus pechos adoloridos—, tenerte tan susceptible solo lleva una oleada de calor a mi polla.
—No sabía que podías ser tan sucio al hablar, JungKook. —dice, pero cuando apreté su pezón, arquea la espalda conjunto un jadeo aproximándose. Reí, amando la imagen que me da— C-Creo que me voy a correr. —tras decirlo, apoya la frente contra la cabecera, exhausta.
—Adelante.
Sumergiéndome de nuevo en su coño, gimió. Rebotando en mí cara, lleno de locura por hacerla gritar mi nombre, mi lengua lamía su centro, los dedos libres frotaban con frenesí el sensible clítoris. Era incluso mejor con la lengua, las caderas se movían. Sople un aliento caliente contra ella, enviando un cosquilleo por su sudado cuerpo y hacia mis manos, tensando aún más los dedos. Movió su mano a mi cabello, agarrando los suaves mechones entre las uñas afiladas, enterrándose en el cuero cabelludo.
Jadeé ante la presión, en un acto de maldad y venganza, raspe los dientes contra su clítoris en represalia. Era sensible por la sobreestimulación en su punto, un toque en el haz de nervios y había terminado, corriéndose instantáneamente.
—¡A-Ah, no, JungKook!
Su orgasmo fue casi doloroso, gimió en voz alta mientras la visión se le apagaba, pero no me moleste en detener los movimientos. Como una hermosa melodía, sus gemidos solo me estimulaban más para poder seguir actuando, por más que su orgasmo estuviera hecho un desastre en mi rostro, no la deje tener tiempo a recuperarse. La obligue a levantarse, dándola vuelta.
—De nuevo, quiero otro. —exigi sin pudor, empujando dos dedos contra su maltratado coño que sufría espasmos violentos, pulsando alrededor de mis dedos de manera incontrolable mientras jadeaba, estirando la mano para agarrarme, tratando de tener algo de estabilidad— Dame otro orgasmo, maldita sea, dame otra corrida.
Los ojos en blanco, coño húmedo, todo eso, y aún así, asintió sin derecho a objetar.
Reí con solo la expresión en su rostro, me acerque presionando mi abdomen en su espalda, sin quitar ambos dedos de su coño. Comencé a repartir besos húmedos con la boca abierta a lo largo de la línea de su mandíbula y por la nuca, llegando al lóbulo de su oreja, mordí este de manera seductora, mientras mis dedos estiraban los húmedos pliegues, separándolos. Magníficamente sumisa, recibiendo mis dedos como toda una perra, se encuentra de esta estúpida forma.
—¿Te gustan mis dedos, Princesa? ¿Te gusta lo que hacen?
—Mierda, JungKook. Sí, me encanta. —le gusta sucio y posesivo. Gimió alargando las sílabas, con la voz entrecortada, era demasiado quejumbrosa como de costumbre.
Hasta que en algún punto, cuando no planeaba detenerme, cayó sobre las colchas tras un fuerte segundo orgasmo. Lágrimas en sus costados me comprobaron que el placer que me atreví a propinarle no era al que estaba acostumbrada. Se dio la vuelta, chocando sus afilados ojos contra los míos, me acosté junto a ella, calmando lentamente nuestras respiraciones. No quería que me la chupara, en realidad, puede que sí, pero estando tan cansada y siendo ya las cuatro de la madrugada, era consciente que no sería la mejor opción. Mañana es el partido, debe despertar temprano.
—JiYu...
—Si te atrevez a decirle a alguien sobre esto, juro que cortaré tus bolas. —decidida se levanta de la cama, vistiéndose— Quedas advertido, Jeon.
Por más que me amenazara, yo sólo sonreía.
—¿Mañana...?
Giró, asintiendo— Si eres buen chico, volveré a la misma hora.
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