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pov's jeon jungkook

—¿Ya haz pensando en la Universidad en la que aplicaras? —Gyeong-Hui preguntaba a mi lado, sentados en las gradas que daban vista al equipo de porristas iniciar sus prácticas, mis ojos solo estaban clavados en una.

—No, aún no. —admití.

—Pero Kook, estamos a nada de terminar la escuela, ya deberías estar estudiando para los exámenes de admisión. —con frustración mordió su manzana verde.

Algo que a ella le encanta es ese color, tan característico, usándolo siempre me ayudó a poder diferenciarla a simple vista de JiYu, quien siempre vestía de rojo, sin importar la situación, era la gemela más extravagante. Marcando la gran diferencia, es Gyeong-Hui la que puede pasar desapercibida, usando lentes y siendo tan tímida, no muchos la notarían si no fuera porque es hermana de la grandiosa Reina Shin, como es llamada. Ahora, se encuentra en su entrenamiento, dando órdenes a todo volumen hacia las otras chicas, tan lindas como crueles.

Cuando levanta la vista hacia las gradas, sus afilados ojos paran en nosotros, más específicamente en mi, o al menos eso es lo que siento. Hui levanta su mano rápidamente para saludar a su hermana, y esta solo sonríe para guiñar un ojo, volviendo a la suyo.

—Woah, JiYu es muy buena... —dice, masticando— Me gustaría hacer lo mismo, pero probablemente me muera antes de la primera acrobacia.

—Yo estaré ahí para darte tu inhalador. —reí.

—¡Ah, no es justo! —chilló— ¿Por qué debo ser la única con problemas para respirar? JiYu es muy sana, y tú eres fuerte como un boxeador profesional.

—Estas bien así. —con delicadeza extendí mi mano para acomodar sus lentes— Me gusta como eres, de lo contrario serias una de esas arpías. La Hui que conozco es simple, hermosa y buena.

Sus mejillas que antes solo estaban pálidas por su color de piel, se volvieron rojas de un segundo a otro por mis palabras. Mechones traviesos de su cabello cubrieron parte de su rostro cuando un viento fuerte nos molestó, quise ayudarla, acercándome más a ella, pero toda intención fue interrumpida cuando algo impactó contra mi cara. Tomándome por sorpresa, aquel balón de Fútbol ya me había hecho detener. Adolorido me levanté de la grada, buscando quién había sido. Al bajar la vista, sus cuencas negras impactaron contra mi. Con maldad, sonrió, tal como si fuera una advertencia.

Ten cuidado.

Temble, ¿Qué es lo que intenta?

—JungKook —la pelinegra me sostuvo del brazo— ¿Te encuentras bien? Podemos ir a la enfermería.

—N-No. —negué, separandome— ¡Iré a mi clase de arte, te veo más tarde! —a paso veloz baje las gradas, corriendo sobre el césped, su mirada no se separó en ningún momento de mí mientras me alejaba con esa tonta excusa.

Más tarde, ya en casa estando a punto de cenar, de mi mente no salían los escenarios de hoy temprano en la cancha. Mi rostros se hallaba mejor, pero lo que no podía sanar, era el sentimiento extraño que me causaba tener que estar cerca de JiYu, pues esta no paraba de verme como si planeara mi asesinato en tres simples pasos. SooYon, la ama de llaves quien atendía cada cosa del hogar, dejó la comida sobre la mesa, dando inicio para que pudiera comenzar la cena. Carne con verduras salteadas, estaba bien al menos para mi.

—¿Cómo les fue en la escuela? —papá cortaba elegantemente un trozo de carne para así llevarlo a su boca, esperando a que alguno hablase.

—Me fue bien, hoy conseguí terminar la coreografía para el partido del viernes. —contestó la pelinegra sin lentes.

—No sabía que había partido. —con sorpresa nuestra madre nos miró— ¿Irán todos?

—No me gusta ir, hay muchas personas que gritan. Además, no alabo unos hombres que van atrás de una pelota. —Gyeong-Hui hablaba con desagrado.

Para nadie es sorpresa que odia los deportes, por la simple razón de no poder jugarlos. Su hermana rió, haciéndonos girar a ella.

—¿Qué? —la menor preguntó, ofendida— ¿De qué te ríes?

—Nada. —levantó sus hombros sin interés.

—JungKook, ¿tú no iras? —había cuestionado el hombre, yo negué, sin decir nada— ¿Por qué? Eres tan fuerte y alto, podrías haber conformado parte del equipo desde hace mucho.

Nunca lo haría, estar ahí significa convivir junto a niños malcriados, peores que JiYu. Pero supongo que es mi condena por vivir entre personas de un estatus elevado, incluso estando en una de las mejores escuelas, nada es lo que yo preferiría.

—Estoy bien así. —contesté.

—JungKook irá, yo lo llevo. —la pelinegra habló en un tono elevado— Sería bueno que pasemos algo de tiempo juntos, ¿No?

—Seguro vas a molestarlo. —contratacó la gemela.

—Al menos no estará aburrido junto a tí, fea.

—Basta. —las detuvo papá— Los tres irán, y punto. Deberían pasar tiempo juntos, seguro habrá muchas cámaras grabandolos.

El concepto de 'familia' es muy variado, ¿Nosotros en qué categoría entramos?

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