O12
pov's shin jiyu
Me resulta sumamente difícil concentrarme en la discusión que anteriormente llevábamos, cuando JungKook respira contra mi maldito oído de esta forma tan caliente. Son respiraciones cortas y jadeantes que rayan la línea de lo preocupante para mi débil sistema, quiero que me joda en mil maneras. Porque tenerlo así, sabiendo que atrás de esa puerta sin cerrojo hay tres personas que son nuestra familia, despiertas, me hace llenar de adrenalina, como aquella vez en el auto. Mi estómago se revuelve de placer.
—¿Ya te quieres venir, kook? —utilicé ese tonto apodo que mi gemela le da, en voz baja y escaneando sus ojos que observan mi cuerpo.
La habitación está iluminada, refleja mi exhibida piel brillando con una fina capa de sudor. Noté como una gota bajaba por su torso desnudo, arrastrándose entre sus pectorales bin definidos hasta el hueco de su pecho. Seguí cada movimiento de su acelerado corazón, cada uno de sus músculos tallados se estremecian con cada gota llena de desesperación por mi toque.
—No, no, no lo haré. —insistió, los brazos tensos, los bíceps flexionados mientras doblaba los puños en las sábanas de la cama para aliviar la tensión— No te detengas, o me enojare.
—De acuerdo, pero si te corres tan pronto seré yo la enojada —mi labio fue mordido con diversión, enviándole una mirada de advertencia—. ¿Por qué no hacemos una apuesta?
—JiYu, joder, ahora no...
—Si te corres antes que yo deberás hacerme un oral en la sala, mientras los demás están en casa. Y si yo me corro antes, haré lo que pidas, sin restricciones.
JungKook me miró con los ojos muy abiertos, sacudiendo la cabeza desesperadamente.
—Lo juro, no me correré. Ganaré esto.
Le sonrio dulcemente, besándolo en la mejilla— Así me gusta, buen chico.
Indudablemente me estoy divirtiendo, ver a mi hermano deshacerse debajo mio, con la mano metida en su única prenda restante, envuelta alrededor de su polla gruesa, acariciandola con rapidez, buscando que llegue al orgasmo lo más rápido posible es... asombroso. Torci con maldad la mano, y este siseó, las caderas se le movieron hacia la extremidad, empujando en mi puño. Lo dejé de esta forma unos momentos antes que su respiración se volviera más irregular, quitando la mano de él antes del último momento, una buena idea pasó por mi mente. Si dejarlo correr implica que cumpla con mi pedido, ¿Por qué no dejarlo ganar esta vez? No es secreto que deseo correr riesgos a su lado, como ahora, donde podemos ser descubiertos.
Antes que se viniera me detuve, viendo su polla palpitante.
Lo sujete con una mano en la cadera, clavando las uñas en la carne blanda. El Jeon dejó escapar un gemido agudo, tan diferente de su presencia usualmente dominante en el dormitorio.
—No seas tan brusca.—se quejó, jadeando cuando su oportunidad de tener el primer orgasmo por mi mano se arruino. Se apoyó en los codos e hizo un puchero, lo que solo me hizo reír— ¿P-Por qué te detienes?
—Recuerda la apuesta, tonto.
—Mierda.—gruñó— Eres malvada.
—Sin dudas.—asentí, levantando la mano de su cadera para tomar la parte de atrás de su cuello, masajeando la piel allí por un momento antes de inclinarte sobre él, presionando la rodilla hacia arriba y dentro de su polla aún dura— Pero no puedes hacer nada en contra de eso, ¿O sí?
—N-No. —negó rápidamente— Quiero que te corras, y que juegues conmigo, usame.
—Lo que mi bebé pida.—una enorme sonrisa se apodero de mi rostro, me hallaba complacida ante la forma en que él aplastaba mi rodilla, buscando frotarse contra mi piel expuesta, dejando una gran humedad por su polla goteando después de tanta estimulación.
JungKook se estremeció,
Sonreí, podía sentir una humedad empapandome el área, la polla goteando libremente después de tanta estimulación. JungKook se estremeció ante la fricción, apretando y abriendo las manos alrededor de las suaves sábanas de algodón. Podría haber jurado que sus ojos estaban llorosos, la mirada vidriosa en estos, estaba totalmente desenfocado en el mundo que lo rodeaba, demasiado jodido para notar algo más que el cálido calor contra su miembro.
—¿Esta todo bien?
—D-Demasiado... lo haces demasiado bien, cariño.
Por un momento quise huir, mis mejillas se sonrojan e intento mirar a cualquier otra parte excepto sus ojos, la forma en que me ve hace que todos mis sentidos se coloquen en alerta. Lo quiero mucho, tanto que me doy asco a mi misma por sentir algo de este estilo luego de haberle hecho tanto daño por mis absurdos celos. Él no dice nada más, en lugar de eso, toma mi mano y la empuja por debajo de la cintura. Se soltó y se quitó los bóxers arrugados en sus muslos, esperando a que hiciera algo, cualquier cosa.
Entendí lo que deseaba, con mi mano sostuve su polla, apreté la base con experiencia, produciendo que arqueara la espalda, lamio sus labios con lascividad tratando de no emitir un gran ruido. Sé que estamos jodidos por hacer algo así con nuestra familia del otro lados, sus mejillas rojas del placer me dicen que al menos nos estamos divirtiendo. Disminuí la velocidad, deteniéndome a los segundos para ver su desesperación, no tardó mucho más en actuar por su cuenta, levantando las caderas para follar en mi puño, compensando lo que yo no hice.
—Si te detienes me enojare, hermanita.—advirtió, su voz grave y baja fue lo suficientemente lujuriosa para llevar una corriente de excitación a mi centro húmedo.
Los musloculos de su cuello se tensan al hacer la cabeza hacia atrás.
—No me llames asi.
—Cierra la boca y continúa. —gruñó.
Pese a que tiene una sonrisa en su rostro, cada una de sus palabras me estremecen, le gusta tener el poder pero que yo al mismo tiempo juegue con su cordura. Sé que puedo excitarlo con facilidad, porque su pene se mueve en mi palma, para recompensarlo dejo que mi mano actúe libremente moviéndose con rapidez, su larga polla se curva ligeramente, las venas se tensan en la fina piel, sacando la superficie de una manera que se sienten bien en mi mano.
En lo único que pienso es en que... joder, lo quiero dentro mio, quiero estar llena de él. Pero no sé si llegaremos con los tiempos.
Quiero dejarlo ganar, pero a este paso creo que su semen estallará sobre mi ahora mismo.
—Creo que te estas por correr.—digo, girando la mano alrededor de él, y aparentando la cabeza de su polla, su líquido preseminal hace un delicioso ruido que provoca saliva en mi boca.
Se notaba que estaba cerca, el placer era demasiado a este punto, me acerqué, empujando mi boca contra la suya en un beso abierto, me lo devolvió con entusiasmo, lamiendo detrás de mi lengua sin tacto en absoluto, demasiado necesitado para preocuparse por la delicadeza cuando todo lo que quería era más. Presionando nuestros pechos, gimió.
—D-Detente, ya no puedo más. Necesito correrme. —rogó— Princesa, detente.
Puede que este siendo malvada, tal vez JungKook me considere un demonio en tierra, pero nada puede detenerme cuando lo que más quiero es su placer y dolor convinados en mi propia cama. Deslice el pulgar por la hendidura de su polla, moviendo la mano aún más rápido hacia arriba y hacia abajo. El castaño empujó sus caderas hacia arriba para encontrarse con mi mano, pude verlo correrse apretando sus labios con fuerza para no emitir ni un más mínimo grito. Arqueó su espalda cuando una ola de placer fluyó a través de su cuerpo sudoroso, los muslos le temblaron debajo mio, mientras aún se corría.
Un líquido blanco cayó sobre la parte inferior de su abdomen, extendiéndose por sus abdominales y mano. Siguió por mis nudillos, cayendo para pintar mi pálida piel, subí la vista a mi hermanastro, no puede creer que se vino de esta forma tan explosiva. JungKook rrata de recuperar el aliento que perdió, su pecho agitado me causa ternura. Besé su figura delicadamente, pasando los dedos por su húmedo cabello.
—Perdí. —aceptó derrotado— Y tú ni siquiera me dejaste tocarte.
—Más tarde lo harás. —sonreí, besando su mandíbula antes de llegar a sus labios, JungKook refuño en medio del beso— No te quejes, sabias bien la apuesta.
—Sigue siendo injusto.
—Podemos...—la puerta siendo tocada los alarmó.
—¡A cenar! —dijo Hui.
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