❀ WHAT AM I TO YOU?
Siento el alcohol hacer efecto en mi cuerpo, puedo sentir claramente como el líquido se desliza y quema mi garganta, incluso, puedo sentir tu voz grave susurrar muy cerca a mi oreja.
Tu melodiosa voz resuena en mi mente y el contorno de tu rostro sigue impreso en mi cabeza como tinta fresca en papel. Aún recuerdo tu hermoso rostro, ese rostro de bebé, de niño inocente y tierno, pero a la vez, recuerdo ese rostro serio y sensual que colocabas al enojarte o seducir a alguien.
Siempre fuiste un caprichoso, tanto en nuestra relación como en tus relaciones pasadas, siempre buscabas imponer ante todos y por sobre todo, sin embargo, conmigo eras diferente. Tú siempre te dejabas ser cuando estabas conmigo, siempre me hacías creer que estaba al mando, pero ¿alguna vez llegué a estarlo realmente?... Realmente creo que no.
Siempre me manipulaste, ante los ojos de los demás siempre fui el obediente, ante los ojos de nuestros amigos siempre fuiste tú el jinete y yo, el simple animal que ante cualquier amenaza se rendía a tus pies.
Fui un tonto que creía tener las riendas de la relación, cuando en realidad no sabía ni cómo manejar los problemas que teníamos Lo único que aprendí fue a hundirme cada vez más en ti.
¿Por qué desperdicié mi tiempo contigo? No lo entiendo. Tenía tantas chicas y chicos ante mis pies, que darían todo con tal de estar en tu lugar, pero yo no los quería. Yo solo te quería a ti y sin embargo, sigo sin entenderlo.
Las luces del club hacen destellos en mi cabeza, los cuerpos demasiado pegados de esos jóvenes me recuerdan los buenos momentos de nuestra relación y sin poder evitarlo, sonrio. Siempre creí que fue perfecta, nuestra relación, siempre creí que éramos el uno para el otro. Ante mis ojos, no había ninguna imperfección con nosotros.
Comienzo a chocar con personas, algunos me empujan y otro solo se reservan su enojo al encontrarse con sus novias o novios.
Muchas veces me preguntaron por qué estar con alguien que te ocasiona daño, por qué seguir siendo masoquista. Simplemente no supe qué contestar. No tenía respuesta, no podía tener alguna al verte, al ver tu sonrisa rectangular y al ser testigo de la claridad de tus ojos avellanas.
Tardé demasiado en tenerte, me esforzé demasiado para conquistarte, siempre estuve dispuesto a tus pedidos y órdenes... y lo logré. Logré tenerte, pero ahora sólo pido que te quedes, que no te alejes, que no me hagas desperdiciar mi tiempo.
Llego a la barra, pido más alcohol, el bartender me mira asombrado, pero no dice nada en contra. Al final le pagaré ¿Cierto?
Le tiro los billetes una vez que tengo lo que quiero y su rostro cambia, parece enojado. Comienzo a reír como un imbécil y me retiro con la copa de alcohol en mano, sin ni siquiera saber qué es lo que exactamente estoy metiendo a mi organismo.
Nunca fui amable, jamás pensé serlo, mis padres nunca me enseñaron esa virtud, tampoco esperé que tú lo hicieras, pero al estar contigo aprendí demasiadas cosas. Me convertí en un completo sumiso al estar a tu lado, te entregué todo lo que pudiste desear, te llevé a mi mansión, te regalé un maldita isla y si era posible, te hubiera regalado la luna entera, sino fuera por ti... solo por ti.
La copa se ha caído de mis manos, el vidrio ha impactado con el suelo, las personas han volteado apenas escucharon el sonido sordo, en respuesta solo grité que no había problema, que lo pagaría yo. Ellos no me hicieron caso y se alejaron.
Todos son idiotas, todos menos tú.
No me importa que hayas jugado conmigo, no me importa haber sufrido en el intento, no me importa haber dañado a alguien al tratar de ayudarte y salvarte, no me importa haberme alejado de mis amigos por ti, no importa cuántas veces lo haya intentado... tú nunca me entendiste, nunca te preocupaste por entenderme.
Sigo caminando, ya he salido del club. El frío de Seúl es infernal, pero no me importa, el alcohol aún me mantiene caliente por dentro, aún me hace alucinar que sigo teniéndote.
Sigo chocando con más personas, algunos no me prestan atención y otros solamente me dicen alguna que otra grosería sin darle mucha importancia al asunto.
¿Sabes algo? Siempre esperé esa gran palabra, que yo la mencionaba con total confianza, pensando que tú también sentías lo mismo. Esperé un te amo o un gracias, por lo menos, al llenarte de tantos regalos lujosos... esperé tanto tiempo por ti y creo que fue demasiado, aunque nunca me cansé, siempre estuve dispuesto para ti.
Los cambios de tema o las caricias que me dabas para distraerme fueron una excusa ¿Cierto? Ahora lo entiendo.
Te entregué todo lo que siempre me pediste, pero creo que no fue suficiente; nunca aclaramos qué fue lo que verdaderamente buscabas de mí, jamás tuvimos una buena conversación en la cual liberáramos todos nuestros profundos deseos, jamás me permitiste llegar hasta ese nivel.
¿Por qué?
No sé dónde me encuentro, solo sé que estoy rodeado de tres hombres, ellos me miran desafiante y en verdad no los entiendo, al parecer son extranjeros.
Sonrio y alzo mis manos, mostrando el dedo corazón e insultándoles en mi idioma. Ellos no me entienden, pero estoy seguro que con esa simple acción sabrán lo que estoy tratando de decir
Veo que ríen entre ellos y pronto siento el primer golpe en mi estómago.
Los golpes continúan y ya me encuentro en el suelo, mirando directamente el cielo nocturno.
Nunca me consideré el más fuerte, para eso estaban mis guardaespaldas, aquellos que también te cuidaban y te acompañaban a tus compras de fin de semana.
Parezco un juguete roto en el suelo, roto de corazón y roto físicamente. Me doy asco y vergüenza ajena. Estoy tan asqueroso que siento que podría vomitarme.
Los golpes se han detenido, ya no escucho voces cerca mío, pero sí puedo sentir la sangre en mi boca y dolores en mi parte abdominal.
Fui tu juguete, ¿Cierto? Te atreviste a conquistarme, a jugar conmigo, a pedirme todo lo que necesitabas y luego... luego simplemente te aburriste y buscaste hacer lo mismo: aburrirme. Pero no lo hice, Tae Hyung.
Dime de una buena vez si es que fui un juguete tuyo, solo dímelo, así me ahorro todo el trayecto a tu casa.
Hay veces en la noche que miro el cielo y ruego porque regreses, hoy en cambio, a estas horas, solo ruego recordar el camino a tu casa. Ya no es necesario que me llames y me digas lo que tanto quiero escuchar. Mejor espérame, que iré por ti.
Mis pasos se han vuelto lentos, mi vista está borrosa, no sé si será por las lágrimas o por algún daño ocasionado por esos idiotas. La camisa amarilla está adherida a mi cuerpo, creo que ha comenzado a llover, pero no temo enfermarme.
Siento que tú eres mi cura, el remedio a todos mis problemas y el único que podrá salvarme del hoyo en donde me encuentro.
Nam Joon siempre te consideró un caprichoso, muchas veces me lo dijo, muchas veces me llenó de consejos estúpidos o de tarjetas de psicólogos famosos que eran expertos en manejar la dependencia emocional.
¡No estoy loco!... Solo estoy buscando y manteniendo algo que es mío. Sólo estoy tratando de protegerte y darte de todo para que no te alejes.
Eso no es una obsesión, tampoco una dependencia... solo es amor, un amor profundo que siento por ti.
Aunque siendo sincero, tengo que admitir que siempre fuiste algo difícil, claro que algunas veces yo llevaba la última palabra, pero para llegar hasta ese límite, tenía que escuchar tus contras y lidiar con un chico enojado.
Nunca fuiste fácil, no lo creí, ahora tampoco lo creo, pero siento que podremos solucionarlo, no solo por el amor que siento por ti, sino también por el amor que tú sientes por mi dinero. Recuérdalo, Tae Hyung: a mí no me importaba que seas un interesado, en realidad no me importaba nada.
Durante mis peleas en los bares, siempre te encontrabas tú. Siempre estuviste ahí para calmarme en los momentos más tormentosos, aunque ahora que pienso con más claridad, creo que solo te quedabas conmigo al sentir culpa de ser la razón por la que me golpeaban o yo golpeaba.
Tu figura perfecta y tu rostro sensual fue la detonante de muchos ataques de ira. La perfección que te manejabas solo ocasionaba que idiotas se te acercaran, tal y como abejas a la miel.
En estos momento sólo quiero pensar que eso era lo que realmente llamaba la atención de esos idiotas y no la forma en la que les coqueteabas con la mirada o en los movimientos que hacías al acercarte. Quiero creer que todo era una simple confusión y que el imbécil no soy yo.
Jamás nos detuvimos a pensar en el otro, jamás nos miramos más que para tener sexo o para complacer todos tus caprichos.
¿Conocías algo de mí? Nuevamente creo que no.
Tal vez, solo tal vez, debimos de pasar más tiempo como una pareja, en vez de como unos enemigos.
Quizás debimos de solucionar nuestros problemas de otra manera que no haya sido el sexo, tal vez debimos dejar de pelear para comenzar a buscar una solución. Creo que no debí investigarte, y en vez de eso... debí preguntar directamente todos tus secretos.
Nuestra relación fue como un juego de atrapa al ratón o búrlate del gato. Así podría catalogar el año y medio que convivimos y nos "amamos".
A pesar de no darnos la contra, si nos retábamos, eso fue el pan de cada día... mirarnos, alejarnos y ser cada uno por su parte, así siempre fue en los últimos meses.
Por más que mi mente decía que cediera, mi corazón se negaba a reconocerlo. Ya no aguantaba. Había soportado un noviazgo muy tormentoso, ya había abierto los ojos.
Me había dado cuenta de que tú siempre fuiste el que mandaba, el que me manipuló, que se aprovechó de mí y que me dejó sin nada al irse hace dos meses atrás.
Traté de olvidarte, fueron días tormentosos, fueron muchos los momentos en que lloré por ti, fueron demasiadas las bebidas que compré para ahogar mis penas.
Tú sabías que no acostumbro beber, sin embargo, mira en qué me convertiste. Mira cómo me hundo en un hoyo lleno de asquerosidad, de inmundicia, mira cómo estoy de arrepentido de no tenerte.
Sólo tenías que decirme lo mucho que me amabas. ¿Acaso era tan difícil?¿Era algo imposible? ¿Era muy poco para ti? ¿Acaso Jung Ho Seok nunca fue suficiente para un chico de media clase como tú?
Mi hermano regresó el día que estábamos peleando, ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas lo que le dijiste? ¿Recuerdas cómo lo trataste? Supongo que no, tú nunca eras de arrepentirte.
Aún sigo pensando en porqué no me dijiste lo que querías de mí. Yo no leía tu mente, no era adivino, ni tampoco psíquico. Yo era una persona al igual que tú, era un hombre al igual que tú, era un ser humano que amaba, que entregó todo al pensar en ti, en su verdadero amor.
He llegado a tu vecindario. Veo que es más simple de lo que recuerdo haber visto en la foto. Mi mente sigue reproduciendo el momento en el cual me gritaste por averiguar sobre tu vida, mi mente sigue viendo como te marchabas de mi casa con tus maletas en mano, te sigue gritando que regreses y mi corazón sigue esperando que me digas el famoso te amo.
El amor unilateral no es bonito, no me gusta, a nadie le gusta. Yo creo que tener un amor no correspondido es algo realmente terrible. Lo he experimentado contigo, y deseo nunca más volverlo a sentir.
Pero, sino quiero volver a sentir ese sentimiento de rechazo, ¿Por qué estoy dando golpes a tu puerta? ¿Por qué he regresado después de dos meses?
Todo tiene una respuesta... porque te amo. Ya no me importa las palabras del novio de Nam Joon, ya no me importa quedar como el obsesivo, ya no me importa ser rechazado de nuevo. No me importa nada, mientras te tenga a mi lado.
Te amo, te amo como nunca he amado Tae Hyung.
Las palabras de mi hermano han quedado fuera de mi cabeza al ver como tus luces han sido encendidas y como pasos se escuchan resonar por dentro.
Los consejos de olvidarte también han desaparecido al sentir como quitaban el seguro de la puerta. Y las constantes manipulaciones se han ido a la reverenda mierda al verte ahí, de pie, delante mío y con una semi sonrisa en tu rostro. Estoy seguro de que sabías que regresaría.
Sé el daño que me causarás, pero no me importa. Sé que mis amigos se alejarán de mí al verte, tampoco me importa. Sé que todos te despreciarán por verme a tu lado, pero no a todo mundo puedes agradarle.
- Te amo, Tae Hyung, no me dejes. - mis brazos rodean tu débil cuerpo y mi nariz puede oler esa loción corporal de ocho mil wons, esa loción que tanto te gusta. Siento que puedo sumergirme en ti sin problema alguno, siento que... tú eres el indicado. - Dímelo. - ruego, pegado a tu hombro.
Tu respiración me tranquiliza, tus brazos, que han comenzado a acariciar mis cabellos, dejan de hacerlo y tu voz... tu preciosa voz es el sonido más hermoso que he escuchado.
- Tú lo quieres escuchar, ¿cierto? - susurra. Asiento contra su cuerpo. - Te amo, Ho Seok. - musita.
Y por fin, después de casi dos años, él pronuncia las palabras tan esperadas por mí.
- Regresa conmigo, Tae. - suplico. - No me importa dejar mi dignidad de lado, no me importa perder todo con tal de estar contigo. Sólo quédate conmigo, por favor.
Una risa se escapa de sus labios y se separa de mi cuerpo, alejándome de su calor, de su olor... de todo.
- ¿No te importaría perderlo todo?
Me alejo por igual y tomo su rostro con mis manos. Él está caliente y yo frío.
- Ámame. - es mi unica repuesta.
- Lo haré. - me contesta.
Y es entonces, que me doy cuenta que sé del daño ocasionado en mi mente, me doy cuenta que no puedo vivir sin Tae Hyung. Es entonces que sé que él ha ganado nuevamente, que sus manipulaciones indirectas han ganado contra mí.
- Jamás te dejaré, Hobi. Tú tampoco, ¿Cierto?
- Te amo. - mis labios se juntan con los suyos y el pasado se queda ahí, intacto.
Al separarnos, él me mira directamente, yo por igual. Parece que quiere retarme, pero estoy tan sumido en mi felicidad que he obviado muchas cosas.
- Estoy esperando un hijo tuyo, Ho Seok. - ahora es él quien se acerca a mí y me rodea con sus delgados brazos. Su cabeza se apoya en mi pecho y puedo presentir que la sonrisa de suficiencia está presente en su rostro.
Te quiero preguntar algo, Tae Hyung. Si nuestra relación era tormentosa sin necesidad de terceros, ¿Por qué incluir un bebé a esta? ¿Acaso también era parte de tu plan? ¿Buscabas embarazarte para así asegurarte de que no cambiara de novio? La verdad no sé nada de lo que pasa en tu cabeza, no sé qué soy realmente para ti o qué significo, lo único que sé, ahora, es que amo a ese niño tanto como te amo a ti.
Gracias por apoyarme, bebés, en verdad me siento tan feliz de tenerlas y de leer sus comentarios en mis historias re-subidas.♥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top