🦠Horroroso Futuro🦠
-¡¿CREEN QUE ESO ES CORRER? HE VISTO SERVIDORES DEL MECHANICUS IR MÁS RÁPIDO QUE USTEDES!- perseguía de cerca a las novicias jóvenes por el campo de entrenamiento, la lluvia convertía el campo en barro lo que endurecía el terreno, lo que no era difícil para mí, lo era para ellas sin duda -¡CORRAN POR EL EMPERADOR ¿O ES QUE YA SE CANSARON Y NO SERÁN CAPASES DE DAR LA VIDA POR EL DIOS EMPERADOR?!- Mis gritos de motivación hacían efecto inmediato, pues las novicias comenzaron a correr con mayor fuerza, incluso algunas corearon cantos de batalla mientras corrían. Esto me trajo un recuerdo de una batalla tuve hace algunos años, no fue precisamente mala, pero ninguna batalla es buena tampoco.
Las novicias me dejaron un poco atrás, pero no lo suficiente para perderlas de vista -¡SIGAN, SIGAN CORRIENDO!- con esta lluvia, a este ritmo y con este tono de voz voy a enfermarme, espero que Olga no termine molestándose si eso ocurriese
Me pregunto muchas cosas, pienso en lo que Olga dijo hace semanas, en su propuesta, en su idea ¿cómo podría funcionar? ¿La nueva Canonesa aceptaría que Olga no puede estar en campos de batalla, o la mandaría de todos modos? ¿Cómo sería ese ambiente familiar? ¿Cómo sería el futuro?
El futuro...
!DE NADA SIRVE PENSAR EN EL FUTURO MUCHACHA ESTÚPIDA!
La voz de la disformidad me causó un tirón, y una náusea tremenda que me hizo caer de rodillas al barro lluvioso, comencé a respirar agitadamente a la vez que la repulsión y las ganas de vomitar se intensificaron -¡Maldi- maldito... demonio... largo... y- yo– nu– nunca– nunca– - no podía completar oración alguna, pues las náuseas me impedían hablar siquiera
Pobre criatura ingenua ¿crees que puedes negar al gran padre?
-Puedo... Si– yo– recha– rechazó a tu Dios– - sentí tanto asco al reconocer a la cosa que la entidad adoraba como Dios, lo odio, lo odio desde el primer día, lo odié desde que llegó y juro que lo odiaré hasta que muera. Pero sentía que mis pensamientos me traicionaban, eran confusos, asquerosos incluso, como si una luz dorado luchase contra una oscuridad pútrida... y la oscuridad ganara terreno...
Te mostraré qué pasará si continúas rehusándote...
¡Verás que ocurrirá si te sigues resistiendo al regalo del gran padre Nurgle!
Sentí como la entidad entró en mi rota mente, y pude sentir el horror, el genuino horror de la disformidad. Pude conocer por primera vez mi anfitrión pude ver el jardín de Nurgle, al padre de la Plaga... y comprendí que el Dios Emperador me había abandonado hace mucho tiempo...
-¡Atención, firmes ya!- el hombre de sombrero que decia ser un comisario grito con fuerza, y todos los que estaban hace un momento cavando dejando de hacerlo para pararse y hacer lo que este les había dicho. Yo solo me seguía escondiendo tras de él aún con miedo -Tenemos un nuevo recluta, el regimiento 345° mordiano fue aniquilado en su cumplimiento del deber al Dios Emperador, y este mocoso fue el bastardo sobreviviente... ¡Saluden a su nuevo compañero Luther Rashiz!- El hombre me tomó con fuerza del hombro lastimándome y aventándome con fuerza, dejándome delante de los que según él ahora eran mis compañeros
Quería llorar pero me tenía que aguantar las lágrimas, me levanté como bien pude, escuchando los susurros de mis compañeros, bajando la vista para no ver sus miradas "es un niño..." "¿qué hace un niño aquí?" "Pobre chiquillo" "no debería estar aquí..." "no va a durar nada..."
-¡Yo sé que se estarán preguntando el que hace un niño en el regimiento... no es su maldito problema guardias!- el hombre de gabardina negra grito con fuerza y severidad, haciendo que todos, hombres y mujeres por igual se callasen e hiciese como si fuesen yo -¡No es la primera ni será la última vez que el Astra Militarum recluta niños para sus filas... todas las vidas sirven para las guerras del Emperador, nunca lo olviden!-
El hombre de la gabardina se fue y pude sentir las ganas de llorar salir, extrañaba a mi mamá, a mi mamá Olga, a mi casa, extrañaba todo... quería volver a mi hogar.
Tallaba mis ojos con fuerza comenzando a llorar más fuerzas -Oye pequeñín ya, ya, está bien...- no podía abrir los ojos, solo sabía que era la voz de una mujer
-¿qué les pasa a ustedes jauría de salvajes? ¿les gusta ver un niño llorar? ¡Váyanse a cavar trincheras o hacer guardias!-
Mis nuevos compañeros comenzaron a irse, dejándome solo con la mujer que me tomaba de los hombros con cuidado de no lastimar el lugar que el comisario me había lastimado, la mujer chistaba suavemente como solía hacer mi mamá Olga... -Qui– quiero— quiero a mis mamás...- sollozo y moqueo, a lo que la mujer me limpió con un trozo de tela
-Me lo imagino pequeñín... pero no... no puedo mentirte... lo más probable es que no las vuelvas a ver- ya lo sabía, pero no quiero que sea verdad ¡no quiero, quiero a mamá, a mamá Olga, quiero que todo sea como antes!
Quiero que mi mamá cumpla su promesa... que vuelva, ella prometió que siempre iba a volver...
Nos encontrábamos en lo que la señorita llamaba el área libre, que era un lugar al aire libre lejos de la trinchera donde había varias mesas largas. Me llevaba una cuchara a la boca sin cuidado, no había comido en varios días, aunque fuese comida en lata era lo mejor que había comido en mucho -Wow pequeñín, come más lento, te vas a atragantar- la señorita revolvió mi cabello, algo que siempre me ha encantado, lo que ayudó a calmarme más
Asentí e hice caso, comencé a comer más despacio y la señorita sonrió -Buen niño, tienes buenos modales- sentí mis mejillas sonrojarse un poquito, y le devolví la sonrisa mientras seguía comiendo, tenía once después de todo, debía mostrar que era un niño grande a mis superiores
-Gracias... mi mamá Olga me enseñó que debía ser respetuoso en la mesa siempre- la señorita asintió levemente -mucho de lo que lo aprendí de mi mamá Olga...- me sentí triste al recordar a Olga... me lleve otra cuchara de comida a la boca para evitar que las lágrimas salgan
La señorita se había quedado en silencio, pero tras unos momentos volvió a hablar -Oye pequeñín- me habló, con suavidad y delicadeza -¿Te llamas Luther verdad? ¿Luther Rashiz?-
-E– en realidad es Sabreline... pero...- gire mi mirada y mis labios cayeron
-¿Dos apellidos? ¿Eres acaso alguien de la nobleza?- la señorita pareció bromear por un segundo, pero por mi torpeza se lo tomó en serio -¡¿eres de la nobleza?!-
-¡N-no!- me corregí, llevándome otro bocado a la boca -Tengo que usar el apellido de mi papá... ya no puedo usar el de mi mamá ya que cometió una deshonra gigantesca...- eso era preferible a decir herejía
-Oh... ¿pero porque usarías el de tu mamá desde un inicio?- la señorita jugaba con mi cabello, lo que me generaba algo de cosquillas, aunque en un momento pareció darse cuenta de mi punto -Oh... yo... lo siento pequeñín...-
-Está bien... no conocí a mi papá... mamá Olga tampoco, decía que mamá se ponía me– me– mena– meña– meñanco– -
-¿Melancólica?-
-¡Eso! Mamá se ponía... así al hablar de papá, por eso no se mucho de él- la señorita asintió y me ayudó pasando un trozo de pan, solté una risita, algo que no era bueno para un soldado, pero realmente tenia mucha hambre
-Oh... entiendo... no quiero ser impertinentes Luther, pero... ¿podría preguntarte qué haces aquí? Este no es lugar para niños... no nos está yendo bien en esta guerra por decirlo así...-
Tragué saliva y las ganas de llorar, era mucho para mí... ¿podía confiar en ella el decir eso? ¿Ella me traicionaría si dijese el motivo?
... debía recordar lo que Olga me había dicho... debía confiar en mi corazón, pues en él estaba el Dios Emperador...
Solo quisiera que ella estuviera aquí para guiarme por ella misma...
-Mi... mi mamá era una Soro–
-¡ATAQUE ENEMIGO INMINENTE!-
Algo nos hizo hacia atrás, quizás fuese una onda expansiva, no lo sabía bien, quedé muy aturdido tras ello y escuchaba un zumbido
-¡¿Luther?!- escuché mi nombre, pero no podía orientarme, todo daba vueltas, todo era un caos, todo era fuego -¡Luther!- la señorita me tomó en sus brazos, ella tenía una herida en sus frente, tosía y tenia sangre en su frente -¡Luther escúchame ¿si? No te separes de mí, ¿me oíste? No te separes de mí!-
Tenía mucho miedo, mucho miedo. Odiaba las batallas, siempre me escondía detrás de rocas o en lugares pequeños.
Quería irme a casa, quería a mis mamás.
Vomite en el barro... ¿barro? Estaba en un área libre... mi armadura estaba sucia de lodo... ¿no estaba usando un uniforme del Astra militarum? Mi mente da millones de vueltas, vómito de nuevo y vuelvo a vomitar... soy Luther Rashiz– NO... Soy Minerva, soy Minerva Sabreline
-¡¿QUÉ ME HICISTE?!- está no era mi voz... era horrible, monstruosa... inhumana... -¡¿DÓNDE ESTÁ LUTHER?!-
Esa cría humana tuya está bien... está a salvo justo donde lo dejaste, con esa chica humana que aprecias... ¿pero lo estará después de lo que viste?
-¡SOLO ME MOSTRASTE MENTIRAS!- me apreté la cabeza, mi cuerpo ardía con los sentimientos que quemaban -¡ESO... JAMÁS PERMITIRÉ QUE PASE!-
!Entonces abraza la palabra del gran padre! Sigue al abuelo Nurgle
No quiero...
No quiero que mi niño sufra lo que sufrí yo
No quiero que sufra lo que sufrió su padre
Haría lo que fuera por él
Haría lo que fuera
QUE ASÍ SEA HERMANA, EL ABUELO NUEGLE TE EXTENDERÁ SU BRAZO A TI Y A YU CRÍA
Caí al barro mientras la lluvia golpeaba mi cuerpo, el cansancio me estaba invadiendo
Que acabo de hacer...
Escucho pisadas aproximarse, la lluvia se había amainado a solo una leve llovizna. Un hombre que no conocía pero me resultaba familiar se colocó al lado mío, pero no pude pararme
-Buenas noches hermana Minerva...- ya había anochecido... ni siquiera me di cuenta... la última vez que noté era medio día... -¿sabes? los herejes primerizos hacen todo lo posible para ocultar su verdadero ser... pero esa corrupción, esa esencia suya no se puede contener y terminan explotando, exhibiendo su verdadero yo- el hombre agachó la mirada para verme con una mirada juzgadora, la cual no me moleste en prestar atención -pensé que usted sería una excepción a la regla, al ser una Adepta Sororita se esperaba de usted que fuese fiel a su divinidad hasta la médula... pero ya veo que hasta los más fuertes tienen su eslabón débil- entonces el hombre me miró con repulsión y una mueca, como si le causase cierta gracia
-... ¿Quien eres?...- sorprendente mi voz era normal, y no monstruosa
-Mil disculpas, casi se me olvida que tuve que elimine tus recuerdos del día que nos conocimos. Interrogador Elías Hammerstaff de los sagrados Ordos de la Inquisición- el hombre se puso de cuclillas y me tiró del cabello, acercándome para verlo a los ojos -Por los cargos de herejía y corrupción del archienemigo, queda revocada de sus honores y posiciones hasta que el inquisidor Thaddeus Xorn decida el destino de tu frágil vida, hermana- el interrogador me golpeó con fuerza, y a pesar de que no me causó dolor alguno me dejó inconsciente -...Tienes suerte que tu bastardo está libre de corrupción...- fue lo último que alcance a escuchar antes de perder la conciencia
Tranquilo pequeñín, la artillería terminará pronto, tú come todo lo que quieras... y si sigues teniendo hambre puedo darte mis raciones, no hay problema
Octosoup es el artista original de la imagen: https://x.com/rnrqkq123?s=21
Termina la temporada 1
Haré 3 capítulos para dar inicio a la segunda temporada
Bueno... la situación ahora sí que está jodida, Justo cuando Minerva creía que las cosas le iban a empezar a ir bien
A lo mejor el inquisidor y es uno relajado?
A quien engañó...
AVE IMPERATOR
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