Día 5: Las intenciones.
—La familia Vartés... ¡Aquí están! —exclamó Noah deteniendo su dedo bajo el apellido que buscábamos en ese libro guía de familias y locaciones del pueblo.
Una niña de la biblioteca nos mandó a callar, yo le saqué la lengua de forma burlona en respuesta y Noah rió de forma adorable.
—¿Y qué dice? —pregunté volviendo al libro.
—Espera... —aclaró su garganta para leer—. La familia Vartés, una de las familias más prestigiosas del pueblo, reside en la única calle con un espacio expropiado del bosque, allí tienen un granero y una siembra de árboles de tronco grande, y vacas, procesan la sabia de la corteza y la grasa de las vacas, para realizar tinta vegetal y crear los marcadores Varpie producto del pueblo, que fue iniciado a finales del 89, y sin embargo, jamás fue transportado hacia las afueras del pueblo.
—Que raro, parece sospechoso —comenté, luego me reí sola pensando en el gran meme que pudo haber salido de esa frase.
—¿Aviso a cuarteles que manden espías? —bromeó Noah, y por eso estallámos en risas.
—Oye, es una buena idea —dije imaginando la posibilidad.
—Kamz, eso sería exponernos demasiado a la policía —habló Noah frunciendo el ceño en desaprobación—. Acabamos de liarnos con ellos, nos tienen en la mira.
—¿Y qué hacemos? ¿Movemos la antena del televisor de la casa para poder ver Matilda? ¿Quedarnos en casa a descansar? ¡Esas no son vacaciones! —exclamé.
—¿Y qué? La policía está para eso —excusó y yo reí sarcástica.
—Noah, cariño. ¿Crees que esos idiotas que fueron a buscarnos anoche saben lo que están haciendo? —pregunté frustrada.
—No —agachó la cabeza, yo de inmediato lo tomé por la barbilla y se la levanté, chocando nuestras miradas.
—Yo lo único que quiero es protegerlos, no puedo estar aquí pensando que no es seguro para ustedes.
—¿Y entonces por qué nos trajiste? —preguntó alterado.
—Porque quería degollar algún misterio, pero como soy estúpida, no pensé en que podría afectarles. Entonces ahora para mí es más importante que estén bien, ¿comprendes? —expliqué, él sonrió y entrelazó nuestras manos.
—Pero también quieres degollar misterios —habló sobre mis labios, y asentí—. Y yo te voy a ayudar.
—Gracias —recargué mi cabeza en su pecho suave, podía sentir sus fuertes latidos.
—No es necesario que agradezcas.
Besó mi cabeza.
[···]
Llegando a casa subí decidida a la habitación de Finn, tenía que enfrentarlo en algún momento, así que no di más larga al asunto. Toqué la puerta, fueron tres toquidos lentos.
—Adelante, quien sea —aprobó, yo entré y cerré la puerta detrás de mí.
Él estaba acostado en su cama riendo por lo que sea que veía en su teléfono, una sonrisa tan preciosa que me hacía sentir que estaba bajo tierra, sí, mis sentimientos por él podían atravesar líneas de ejemplos acerca de la muerte. Era algo que no podía simplemente desaparecer, ni siquiera porque ahora estoy con Noah, o por el tema del que le vengo a hablar.
—Te encanta arruinar las cosas ¿no es así? —hablé mientras caminaba hacia la ventana, sin siquiera mirarlo mientras hablaba, me detuve viendo como la gente seria de este pueblo no dejaba de ser y comportarse con el mismo nivel exacto de seriedad.
—¿Y ahora por qué me regañas? Ya lavé mi plato, fue Millie quien no lo hizo —habló con cierto fastidio en su voz, eso me molestaba demasiado.
—Le dijiste a la policía lo que hacíamos —dije con cierto dolor en mi voz, chillando con molestia.
—Ah, es por eso. Kam, entiende que tú no eres una jodida detective, además, eran problemas legales. ¿Sabes el lío en que nos hubiéramos metido por no decir la verdad? Porque por si no te has dado cuenta, no solo hablamos de temas legales, sino también de la reputación de todos los de esta casa, excepto la tuya, imagino que tú vives pensando en que mientras a ti no te afecte estás bien con eso, pero arrastras a Noah contigo, y si yo no los exponía, arrastrabas a todos en esta casa.
—No Finn, no entiendes —sentí que mi voz se quebraba—. En cuanto llegué supe que no tendríamos marcha atrás hasta que terminara el mes, estoy intentando hasta lo imposible para que este mes sea seguro para ustedes, porque este pueblo está demente, y cada vez está peor. ¡Yo no estoy jugando! Deberías saberlo, porque no sé cómo puedes estar tan tranquilo mientras que no hemos visto ni a una sola persona sonreír en esta pocilga que llaman pueblo ¡NI UNA SOLA! —estallé.
—Kamila, no. ¡Yo sé que esto parece un pueblo embrujado! Pero no, simplemente no. No debemos meternos en los temas privados del pueblo, no es nuestro problema, y podría ser peligroso, ni siquiera vivimos aquí.
—Finn, no me importa lo que pienses. No voy a detenerme, no puedo —solté, caminé rápido hacia la puerta y la abrí para salir, hasta que él habló.
—Entonces dejen que los ayude, p-por favor.
Giré mi cabeza como el exorcista, no podía creer lo que escuchaban mis oídos.
—¿Me estás hablando en serio? —él asintió en respuesta y tragó con fuerza—. ¿Y por qué querrías hacerlo?
—Porque no quiero que les pase nada malo mientras, porque mientras más... —se levantó de su cama y me miró a los ojos—. Es mejor.
Esa sonrisa que no se puede esconder apareció, esa sonrisa de esperanza, esa que te aseguraba lo mal dicho “imposible”. Impresión, eso sentía, sorpresa también, pero más allá de eso era una mezcla de emociones revueltas como comida en el estómago, y su notable vómito era sin duda, la sonrisa de idiota que estaba plantada en mi cara.
—Deberíamos hacer un pacto con sangre o algo así, donde prometas que no nos traicionarás de nuevo —dije, él suspiro resignado.
Le hice una seña para que me siguiera hasta la cocina, al llegar tomé un cuchillo muy afilado, el abrió los ojos como platos, y yo sonreí con dulzura. Puso su mano en el mesón, fui por una hoja de papel y en cuanto volví, tomé su dedo medio y lo pinché con la punta del cuchillo, bastó una gota y una mirada de fuerza para que Finn estuviera también metido en esto.
—Debes prometer que toda aquella información de nuestros planes será solo nuestra, y no se lo compartirás a alguien que no haya goteado sangre en esta hoja, a excepción de Noah y yo —presioné su dedo con fuerza contra la hoja para asustarlo, lo cual funcionó—. Asimismo, serás leal a nuestros planes y nos ayudarás sin titubear. De otro modo condenarás la reputación y la seguridad de tus amigos, y la tuya por supuesto. ¿Aceptas todas las condiciones y te apegas fielmente a ellas?
—Ajá.
—¿SÍ O NO? —presioné a un más su dedo causándole un poco más de dolor.
—Sí.
—Perfecto.
• • •
Ola, de marrr.
Paso para agradecer por todo, ya que este es el último capítulo del 2018. También para decirles que el viernes 4, para cuando salga el capítulo 6, ¡voy a publicar el booktrailer de esta historia! Sí, un booktrailer.
¡Feliz año 2019 adelantado! :') love u ♥.
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