La chica deja caer el pesado martillo sobre el dominio quien lo esquiva con facilidad.

-¿Eso es todo?-Se burla la zorra. Esta le da una patada que hace que la eriza acabe chocando con la pared. Estaba a punto de caer, pero se apoya en el escritorio.-¿Qué pasa? ¿No puedes concentrarte?

Tenía razón, ese olor a sangre estaba perturbando a Amy. Ella no puede hacer más que luchar contra la tentación y evitar mirar a Sonic quién yacía en su cama, sujetándose las muñecas ensangrentadas con una mueca de dolor en su cara.

La eriza deja escapar un suspiro para tranquilizarse y cara el martillo sobre su hombro mientras le lanza una mirada desafiante a la zorra. Esta le devuelve la mirado con una sonrisa y se lanza sobre ella, directa a su cuello. Amy la esquiva, dándole con el palo del martillo y tirándola al suelo, pero Fiona se levanta rápidamente sin dejarle nada tiempo para aprovechar.

-Nada mal.-Susurra el demonio-Es más, creo que te has pasado...

Al decir esto, vuelve a dirigir la mirada al erizo quien regresa a gritar.

-¡Para! ¡Déjalo en paz! Esto es entre tú y yo.

-Por supuesto, todo tiene que ver contigo, eso ya lo sé, estúpida.

-¿Qué estás diciendo?

-Bueeno, pues que tú tienes la culpa de todo. ¿Crees que su vida importa tanto como para tener a medio infierno desquiciado? Eres tú. Scourge quiere tu alma.

-¿Y eso por qué?-Pregunta con voz temblorosa.

-¿Por qué no se lo preguntas a tu querida hermana?

Mientras Amy le daba vueltas a lo que acababa de decir, la chica se acerca a ella, esbozando esa amplia sonrisa maléfica y preparando sus garras para rebanar su cuello sin que ella pudiera hacer nada para impedirlo.
De pronto, el ruido de la zorra callando al suelo impulsada por el golpe que le había soltado el chico, hace que la eriza salga de sus pensamientos, reaccionado para usar su martillo y hacerla desaparecer en cuestión de segundos , como si siempre hubiera sido polvo.

-¿Estás bien?-Cuestiona el erizo tras suspirar de alivio.

-¿Yo? ¿Q-qué hay de ti? Yo ya est....-La joven deja la frase sin a acabar al ver al chico manchado de sangre.

-Tranquila. Ya sé lo que estás pensando y no pasa nada por eso.-Le tranquiliza intentando animarla pero esta se niega a mirarle.-Está bien. Iré a limpiarme.

Unos minutos más tardes, el erizo baja las escaleras hacia el salón pues sabía que Amy no se encontraría en la habitación que un se encuentra manchada. Y efectivamente allí estaba. Sentada en el sofá con la barbilla abollada sobre sus rodillas, mirado hacia abajo pensativa.

-Hola-Susurra el peliazul sentándose a su lado.

-Me he acordado de mi pasado.-Dice en el mismo tono de voz-Es horrible.

El chico rodeó su cuerpo con uno de sus brazos, acercandola a él y dejado que esta pusiera su casa en su hombro.

-Está bien. Todo va a estar bien.

Amy lo miró seriamente y agarró una de sus manos para examinar la venda que rodeaba su muñeca.

-¿Las has vendado?

-Si, bueno, quiero que cicatricen lo antes posible.-Responde con despreocupación.

-¿A qué crees que se refería Fiona?

-Dijo que María lo sabía.

-Ella no me explicará nada, lo sé.

-Seguro que fue una táctica para distraerte, eso es todo. Y si no, ten por seguro que te protegeré.

La rosada cierra sus ojos y acerca su muñeca a sus labios para dejar un suave beso sobre ella.

-Te quiero.

Sonic no entendió el comportamiento de Amy, pero no le dio mucha importancia, aunque a la mañana siguiente deseó haberlo hecho.

La alarma del despertador le hizo levantarse como todos los días. Se dirigió al baño para lavarse la cara y vestirse para luego regresar a su habitación y darle los buenos días a su ángel. Ella estaba allí, observándolo.

-Amy. ¿Amy?-Le llama extrañado.

Se encoje de hombros rindiéndose, imaginando que esta ya había vuelto a irse al cielo. Bastó acercarse un poco más ella para percatar su presencia.

-¿Amy? Amy, estás aquí...-Afirma mirando hacia todos lados como si pensase que esforzándose conseguiría verla.-Amy, ¿a qué estás jugando?-Cuestiona nervioso.

La eriza no soportaba más y se dirigió volando al gran edificio abandonado que servía de portal al cielo. Se posó en la azotea y se concentró en admirar la ciudad, ya que no podía creer que estuviera haciendo esto.

Es lo mejor...Él podrá tener una vida normal...Con otro mortal...No volverá a estar en peligro por mí...

-Hola, Amy-Saluda una eriza rubia, parándose en frente de ella.-He oído que te has pasado a la guardia en la sombra.

-Así es.

-¿Por qué ahora?

-.... He comprendido...que debo de dejar de ser egoísta y pensar en lo que es mejor para él y....tampoco quiero volver a ser como era antes...y...que me arrepiento de todo lo que hice en mi antigua vida.-Explica mirando al vacío-Lo siento, María. Creo que aún no te lo había dicho.

La eriza caminaba hacía su hermana lentamente, con una mirada seria que producía escalofríos.

-Estoy orgullosa de ti.

Eso es lo que dijo justo un segundo antes de empujar a Amy de la azotea. Está cayó mientras que las plumas de sus alas se desvanecían y su cuerpo permanecía inmóvil.

CONTINUARA

¿yo? ¿Dejaros con suspense? Que vaa...

Tss, con lo buena persona que soy xD