Capítulo 6. Libertad

― ¡¿en serio?! – grito Chuuya alegre ― ¿podrán sacar a Osamu por buena conducta?

― Si, los exámenes dicen que ya no consume medicamentos más que anti depresivos, con un buen cuidado, ejercicios y sin duda los anti depresivos, Dazai podrá salir y estar en las calles

― ¡Sí! Por fin, han pasado más de dos años

― Bueno, tiene que llegar al quinto año, así es como si buena cubierto la mitad de su condena; pero podemos tener una condena en casa, podrá salir en cuanto cumpla su tercer año

― Para eso solo falta un mes ¡Osamu saldrá en un mes!

El ahora detective de la agencia de policías estaba feliz, Chuuya por fin había conseguido liberar a su pareja, solo un mes. No le diría nada, una sorpresa sería lo mejor. Debía preparar tantas cosas para su regreso, como una fiesta entre los dos, flores, ropa nueva. Chuuya estaba realmente emocionado.

...

En el Psiquiátrico, Dazai miro al albino, apenas y se conocían más que por los juegos recreativos; pero lo recordaba bien, el castaño se acercó y se sentó a su lado – Atsushi-kun ¿verdad? – el albino reacciono mal, se levantó de inmediato y salió huyendo. Volteo a verlo y al ver al castaño lleno de vendas trago saliva y se volvió a acercar

― Eres el que se intenta suicidar siempre

― Escuche que quisiste imitarme hace unos meses

― No me gusta mi doctor... - dijo tomando sus manos con fuerza

― ¿Shibusawa-sensei? Lo sé, será tu doctor durante los primeros dos años – miro al albino – te recuerdo, llegaste tres años después que yo, el mismo día

― Parece que el 26 de Octubre está maldito

― La última semana... Shibusawa-sensei hace todo lo posible por sacarte de quicio, deberás soportarlo

― ¿sa-sacarme de quicio?

― El siempre busca que sus pacientes se queden... si lo golpeas, solo te ira peor – le miro ― la enfermera Nanaoki es su cómplice, siempre lo ayuda... - tallo sus dedos – creo que ellos son amantes en secreto o algo así

― Com-comprendo... Gracias... aaam

― Dazai, Osamu Dazai

― Gracias Dazai-san

― Veía un chico a verte ¿verdad?

― Ryu – dijo sonriente – es mi...a-amigo

― Es tu novio – dijo el castaño sonriente – también tengo un novio. Chuuya es fantástico... han pasado casi tres años pero sigo esperando a que me liberen

― ¿lo harán?

― Lo dudo ya... - sonrió ― he intentado suicidarme muchas veces – comenzó a llorar ― Chuuya debe estar tan mal por mi...

― Da-Dazai-san... es-espere no lloré

― ¡¿Qué le hiciste?! – grito una enfermera

― Y-y-y-yo no hi-hice nada – dijo el albino nervioso

― Atsushi-kun, ¿Qué haces aquí? – dijo Shibusawa – enfermera Nanaoki, calme a Dazai – dijo el doctor

― Es-espera, ¡Atsushi-kun! – grito Dazai ― ¡no es culpa suya! - grito estirando su mano

Miro como el mayor tomaba al joven albino, el miedo en Atsushi era el mayor de todos, Dazai pudo descifrarlo, iba a lastimarlo, estaba llevándoselo, escucho al albino gritar por ayuda, Nanaoki lo sostenía así que no podía aplicar el calmante. La puerta de Shibusawa habia sido cerrada, no había personal más que Nanaoki, Dazai sabía bien lo que ocurría en ese lugar, Dazai sabía perfecto lo que era estar bajo las manos de Shibusawa, y tener que sentirlo al tocarle la piel. Chasqueo su lengua ¿Qué más daba?

Comenzó golpeando a Nanaoki, tardo un poco pero  así logro noquear a Nanaoki, huyo por los pasillos hasta el consultorio privado de Shibusawa, no podía abrirlo al principio, estaba adolorido por sus heridas de intento de suicidio, escucho un quejido horrorizado, Dazai golpeo la puerta con fuerza, lo abrió de golpe. Y miro molesto lo que sucedía. Atsushi lloraba, Shibusawa lo tenía sobre su escritorio, Shibusawa con los pantalones abajo, cabe poco decir que los pacientes solo usaba bata ― Dazai-kun ¿estás tan celoso? Puedes esperar, te atenderé también

― ¡Su-suelta a Atsushi-kun! - grito

― ¿y que puedes hacer? Si ni siquiera sientes tus brazos por tantas heridas en tus intentos de suicidio ¿me golpearas? Te desangraras

En aquel momento, Shibusawa entro en el albino, Atsushi grito. Dazai se desesperó - ¡A-Atsushi-kun! – grito mientras corría para defenderle, Shibusawa le clavo una de sus estatuillas de reconocimiento en el pecho. Atsushi miro como comenzaba a sangrar el castaño.

Atsushi se molestó, tomo otra de las estatuillas y golpeo a Shibusawa, el doctor salió del interior del albino y este continúo golpeando. ― ¡te odio! ¡Te odio maldito demente! ¡Te odio! – gritaba Atsushi. Dazai tomo la muñeca del albino

― Vámonos

El albino tallo sus ojos, sus piernas le dolían así como sus caderas, Dazai tomo la muñeca de Atsushi ― corre, Atsushi-kun. Corre – dijo el castaño.

Dazai corría por delante, el albino le seguía. Podían oler el olor a libertad, la alarma comenzó a sonar, miraron hacia atrás, los enfermeros les seguían. Atsushi miro a Dazai, esté lo miro de reojo ― Dazai-san ¿qu-que hacemos? – pregunto.

Ambos estaban débiles, cansados, heridos ― ¿harías un doble suicidio conmigo? – pregunto el castaño. Atsushi sonrió

No habían pesado en nada, ni en Chuuya, ni en Ryunosuke, solo sabían algo: Eran libres.

...

Continuará en el siguiente capítulo.

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