En una cama matrimonial; yace una pareja de casados, dormido, calientitos y relajados.
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Barnaby es el primero en despertar; viendo a su esposo dormido, con su cabello "hecho un desastre", por lo de anoche.
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—Te vez tan lindo— Sonríe Barnaby, movimiento la cola con emoción— Adoró tu cabello, tan largó~—

Barnaby empieza a jugar con uno que otro pedazo de cabello; su esposo seguía dormido, pero inconveniente, sonreí gracias a las palabras y caricias que le hacía Barnaby.
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—Puedo tocar el cabello de mami, también— Sonríe, el pequeño cachorro de la pareja—Por favor papá!—
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—Yo también—
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—¿Yo también, puedo?—
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—¡Es mi turno!—
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—Todos, puede tomar un mechón, del cabello de mami, pero sin jalarlo, de acuerdo?—
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—Entendido—

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—¿Alguien puede decirme, porqué mi cabello amaneció así?—Anuncia Wally, en bata, entrando a la cocina—
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Todo se quedaron callados
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—¿Niños?—Wally mira a su hijos—
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Todos los cachorros, apunta a su Padre, que se estaba sentado para poder desayunar, con ellos
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—Ni Judas, fue tan traído, como ustedes— Antes de darle un bocado, a pan con mantequilla, Barnaby.
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—¿Eres Cristiano?—
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—Pense que eras Ateo?—
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—¿Dónde está Tadeo?— El amarillo de los cachorros, mira a todos lados.
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—Dijo, Ateo, no Tadeo— Aclara Wally, acariciandolo detrás de sus orejas—

—Aah~—Dice el amarillo—Y que es? Se puedo comer con las manos como la pizza, o con cubiertos?—