Guzman y Samuel

Ni Samuel, ni Guzman y ni siquiera yo estábamos conformes con la decisión del juez y las cosas se habían ido más abajo y peor que nunca, había sido la mejor decisión de revelar el secreto a Pilar sobre Nano y Samuel estaba de acuerdo para evitar mucho sufrimiento.

Ese mismo día había hablado con Nano y Rafael de que pudieran recibir a Pilar en su casa el tiempo que fuera necesario para terminar las cosas, ambos estuvieron de acuerdo y ahora ya estará al tanto de las cosas así como ellos.

Ni siquiera no estaba de ánimos para estar en Las Encinas como siempre desde que Polo estaba libre, Samuel y yo no hablamos nada de lo que ha estado ocurriendo, no fue hasta que escuchamos la voz de Azucena y una de las madres de Polo en un salón vacío, ahí mismo estaba Polo.

Observamos cómo ambas estaban teniendo una conversación, pero no teníamos ni la puta idea de lo que estaba pasando y la expresión de Polo cambió repentinamente al vigilarlo.

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En la fiesta de graduación, Samuel y Alice junto con la compañía de Carla y Rafael observaron hacia al fondo donde estaba la entrada del lugar, frente a ellos había llegado llegado Polo y deteniéndose con la expresión seria.

Samuel se mostró atónito ante su llegada y Alice solo se mostró bastante seria como antes mientras la sangre de su cuerpo ardía más que nunca y mientras cerraba los puños

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Las cosas en la casa de Samuel serían más complicadas ahora que se quedó totalmente solo en casa, Samuel decidió que elaboraría anuncios sobre una habitación en alquiler. Estábamos en la biblioteca y era nuestra única manera de tener la mente ocupada.

La impresora realizaba copias del anuncio mientras Samuel y yo cortábamos las tiras del anuncio a pesar de no hacer un enorme esfuerzo por la muñeca lastimada.

—¿Colgaran eso aquí? —preguntó Rebeka a nuestras espaldas, pensaba que jamás le volvería a dirigirle la palabra—.Samuel, aquí cagan en baños cómo tu casa de grandes.

—Aquí lo imprimo, que no tengo ni para el tóner —respondió Samuel con seriedad quien agarro otro anuncio—. Joder, la Rebe siempre el rescate. Estoy bien

—No hay otra opción, todo se complicó y Pilar se quedó en casa de Rafael con Nano —respondi.

—Ese tío recuerdo que pidió trabajo con mi madre sin saber en donde se metería, pero al final mi madre dejó que tomara la decisión de continuar o dejarlo y este tío decidió dejarlo —explicó Rebeka con una sonrisa—. Ya me ligaba a ese tío, pero el Rafa tiene otras cosas en esa cabecita como ustedes. Pero es majo y se nota que mi madre lo quiere mucho.

—Rafael realmente es majo y pudo dejar que mi mamá se quedara para estar con Nano —respondió Samuel y me observó con una sonrisa—. Te debo una tía.

—Bueno chavales y mencionando a todo lo qué pasó, se puso más de pista madre que antes...

—¿Vinistes a ayudarnos o a hundirnos más? —interrumpio Samuel y se mostró serio ante esta plática.

—Los problemas hay que gestionarlos como a los follaamigos: uno al día.

—¿Qué haces? —preguntó Samuel cuando Rebeka tomó los anuncios de la habitación de Alquiler.

—Pilla. Tengo un compañero de piso perfecto para ti —explicó Rebeka y ambos la seguimos saliendo de la biblioteca, luego pasando por los pasillos de Las Encinas hasta salir del lugar por completo hasta llegar a un auto estacionado y Rebeka toco el cristal—. ¡Eh, compi!

No me jodas...

Valerio estaba dormido dentro del auto, todo el instituto sabíamos que el padre de Valerio y Lu lo sacaron de su casa desde hace días y desde entonces duerme en el auto.

—Vendes el coche y te da para todo el año con él —explicó Rebeka.

—¿Sabes qué pasa, amor? Mi dignidad no está la venta —respondió Valerio con entusiasmo.

—La dignidad lo perdiste hace 200 rayas de coca —ambos nos reímos del comentario de Rebeka y Valerio nos observó seriamente, Samuel se disculpó, en cambio no he cambiado la expresión—. Una vida digna es tener un techo, no un coche, por muy guapo que está el coche.

—Guapísimo ¿sabes lo que pasa? Prefiero ver mi paleta de colores, es interesante que su escala de grises. Con todo el respeto y además, no confío en ella —responde Valerio con desdén apuntándome con la mirada—. Por su culpa mi papá me corrio de la casa —negue varias veces riendo con sarcasmo.

—¿Ni siquiera entiendes que fue tu culpa realmente? Eso te pasa por tanta mierda en ese cerebrito que tienes ¿eh? Por poco vos ibas a joderle la vida académica de Nadia por grabar ese video con mi hermano y yo te jodi la vida para que después tu papá te sacara de la casa —respondi con una sonrisa pacificadora y sarcástica—. Y cómo dije antes chaval, si te metes con ellos, con mi hermano o con Nadia... se meten conmigo y yo cumplo con mi palabra pedazo de mierda. Agradece que no te doy otro golpe con la mano vendada.

—Vaya chica, ese lado tuyo de niña malvada lo tienes en la sangre y vaya pedrada tienes en la cabeza Valerio.

–Así, gigante —Valerio se rio y abrio sus brazos.

—Trae —Rebeka rompe un trozo de papel y se lo entrega a Valerio antes de volver a las Encinas.

—¡Bye bebe! —alce la voz dándole la espalda mientras levante el brazo para sacar el dedo medio.

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—Ayer el colegio firmo un programa de estudios con la Universidad de Columbia, Que garantiza el acceso a esa universidad —explicó Azucena en el aula de clases, yo no tengo la necesidad de tener una beca en aquella universidad que había elegido primero antes de lo de Marina y obtuve una beca en Oxford siendo de las pocas personas en elegir la universidad—. El programa y los estudios universitarios están totalmente financiados, los candidatos presentarán un proyecto académico propio a final de curso y el ganador...

—¿Financiados por quien? —interrumpio Samuel con seriedad, la clase se quedó en silencio y mi hermano se recargó más en su asiento.

—Por un patrocinador —Azucena estaba por concluir la explicación pero fue interrumpida de nuevo por Samuel.

—¿Ayer se firmó? Ayer estaba la madre de polo en tu despacho —era claro que la Madre de Polo lo hizo como una forma de que dejáramos de molestar a vuestro querido hijito de mierda.

— Mira, si la editorial de la madre de Polo quiere patrocinar la beca, ¿qué pasa? Ustedes están todo el día ahí.

—A ti ya te tienen comprada, pero el resto aún no —interrumpió Samuel cuando las clases se habían terminado por completo.

—Y eres su marioneta desde hace semanas.

—No nos tiene que comprar, a Polo le han déjalo libre —Cayetana agradeció con seriedad por el comentario de Nadia

—¿Ahora lo estás defendiendo? —pregunté con seriedad—. No que habéis aceptado la beca que te dio Azucena...

—Por supuesto que lo hice y es una gran oportunidad, claro que no lo rechacé.

—Nadia tiene razón, si alguien quiere hacerlo, que lo hagan —replico mi hermano y sus palabras me dejaron en seco—. A lo mejor todos deberíamos dejar esto atrás.

—No hablas en serio.

—¿Que mierda se te metió en la cabeza Guzman? —pregunté molesta cruzada de brazos.

—Les he creído y ni la justicia lo ha hecho. Ese crédito por encima de mi amigo Polo, que es mi mejor amigo de toda la vida... A lo mejor la he cagado otra vez.

No podia creer que mi hermano de lo que acababa de decir y queriendo acabar con esta mierda después de tanto esfuerzo que hemos hecho para saber la verdad y ya no quiere hacer nada al respecto... esto no se tiene que acabar fácilmente

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En la fiesta de graduación, Polo se encontraba limpiando su camiseta con una sonrisa en los labios mientras tenía una charla con Ander en la barra de bebidas mientras eran observados por Samuel que le daba sorbos a su bebida.

Ander y Polo abandonaron la barra y Samuel observa un pequeño cuchillo cerca de unos limones y camina hacia la barra entre los invitados dejando su vaso en la barra, este toma el cuchillo mientras observa con repudio a Polo y camina hacia donde está Polo

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Desde ayer mi hermano y yo no nos hemos dirigido la palabra, la estar frente a nuestros padres parecía que entre nosotros estaba todo bien. Ayer no tuve la oportunidad de visitar a Nano y a Rafael, me hubiera sentido apenada por todo lo qué pasó.

Lo más raro es que no había rastro de mi hermano en Las Encinas y mucho menos el asesino y solo podía contar con Samuel, era peor día de mi vida y no podía sentirme peor que nunca como antes.

Sin embargo, mientras aún no iniciaba las clases, el móvil de Samuel sonó con mucha y estaba recibiendo una llamada de mi hermano, para ambos era muy extraño y salimos del aula, aún no había rastro de mi hermano y la mirada se fijó en alguien.

La marquesita.

Estaba a punto de que se acercara hacia a Carla, pero le tome el brazo y la verdad no vale la pena hablar con ella, desde el juicio Carla ha estado llamándome pero al final la había bloqueado de mis contactos.

Guzman volvió a llamar y regresamos al aula para tener más privacidad

—Joder ¿Que? —preguntó Samuel con molesta

—Venid a mi casa, Polo está en mi casa y vamos a hacerle que hable —explicó mi hermano con voz segura.

—¿Como? —preguntó Samuel sorprendido.

—¿Que mierda está pasando Guzman?

—Polo está inconsciente y vamos a sacarle la puta verdad, Alice llamad a Rafael y traedlo aquí —dijo lo último antes de finalizar la llamada.

—Joder Alice ¿Que mierda está pasando? —preguntó Samuel con mucha preocupación.

—No se tío, pero llamaré a Rafael —saque el móvil rápidamente, pero las manos le temblaban de los putos nervios y rápidamente Samuel tomó mi móvil y marcó el número de Rafael.

—Carajo Alice ¿Que pasa? —sonó Rafael molesto.

—Rafael, necesito que vayáis a mi casa rápidamente y es urgente —hable rápidamente con temor.

—¡Espera Alice! ¿Que está pasando?

—Guzman tiene a Polo en mi casa y va a sacarle la verdad y quiere que nosotros vayamos. Te enviaré la ubicación —Samuel colgó la llamada y le envié la ubicación de mi casa a Rafael rápidamente—. Vamos antes de que mi hermano no vaya a cometer mierda.

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Logramos escapar de las Encinas sin que nadie pudiera darse cuenta, tomamos nuestras bicicletas y pedaleamos lo más rápido que podíamos hacia a mi casa, Rafael había llegado antes que nosotros y Samuel toco la puerta con prisa.

Guzman abrió la puerta, no dio una respuesta, pero nos dio la señal de entrar mientras Guzman observaba hacia a los dos lados antes de cerrar la puerta, nos pidió que lo siguiéramos y subimos por las escaleras hasta llegar a su habitación y era una sorpresa desagradable.

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La inspectora le pidió a Guzman que tomara asiento y pidió que redactara su relación con Polo

—Nos habíamos reconciliado, me di cuenta de qué no había nada que demostrara que él lo hizo... solo mis ganas de hacerle culpable —redacta Guzman con cierta tranquilidad mientras la inspectora hacia anotaciones—. Así que lo hablamos y nos dimos una segunda oportunidad, pero mi hermana estaba muy molesta y no nos hemos hablado por varias semanas... Al final, era mi amigo de la infancia. Yo jamás le habría hecho daño

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Apenas podía hablar al encontrarnos con Polo, desmayado y atado de los pies y de las muñecas, así como cubriendo sus labios con cinta y cubriéndolo con una toalla

—Joder Guzman ¿Que habéis hecho?

—Solo le di una puta cerveza y se durmió como un bebé, créeme que esta es una buena idea —respondió Guzman con desdén sentado en el sillón mirando a la televisión encendida.

—Al fin, nos volvemos a ver hijo de puta —entono Rafael con cierto enojo al observarlo frente a frente—. No has cambiado nada desde esa noche, vas a pagar por lo que le hiciste a Elisa.

—Guzman, dime que no está muerto...

—No está muerto, sigue respirando —sentenció Samuel con calma después de que le tomó pulso a su cuello.

—Le puse unas gotas para dormir y ni cuenta se dió —rápidamente se levantó de la cama y tomó la toalla para dirigirse al baño.

—Guzman, escúchame. Han acabado las clases, le van a echar de menos y cuando vean que faltamos nosotros, que...

—Hay que sacarle donde tiene el trofeo. Con el entra en la cárcel —interrumpió mi hermano cuando salió del baño y de nuevo le colocó la manta.

—¿Ahora que te pasa? Ayer estaba como un hijo de puta lleno de mierda y ahora quieres saber realmente dónde está el trofeo —lo enfrente con enojo que ya no se que le está pasando.

—¿Y como carajo vas a sacarle información? Necesito que ese hijo de puta confiese lo de Elisa.

— Con toalla no quedan marcas —explicó mi hermano sosteniendo un tubo de plástico, ahora tenía todo sentido.

—¿Tenias todo esto preparado?

—Los hiciste creer que estaban muertos, a mi tampoco me ha quedado otra.

—Yo me encargo —interpuso Rafael y Guzman asintió haciéndose a un lado, Rafael comenzó a golpearlo en el cuello con la mano—. Polo ¡Despierta! Venga, despierta —Polo finalmente abrió los ojos y se fijaron en el rostro de Rafael—. Hola Polo, después de tanto tiempo... al fin nos volvemos a vernos las caras

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—Algunos compañeros tuyos han declarado que te han visto muy agresivo con él esta noche —comentó la inspectora con tranquilidad y Samuel levantó la mirada hacia a ella.

—Yo no he sido —declaró—. Pero es que si lo supiera, tampoco se lo diría

—Eso significa que si lo sabes —respondió la inspectora.

— Eso significa que nunca se lo diría

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Tan solo pasaron algunas horas y no hemos conseguido nada, Rafael lo seguía observando con desdén quien tenía la mirada baja, pero Guzman, Samuel y yo estábamos observando la televisión, el video de mi hermana Marina bailando como un cisne.

De solo verla, me llenaba de lágrimas y Rafael me miró y después observó el video de Marina, estaba sorprendido por el parecido de mi hermanas.

—Tu y Marina se ven bellísimas —respondió Rafael en mi oído, pero solo sonreí.

—Dime donde está el trofeo —preguntó mi hermano, pero no respondió y observaba el video—. Polo, si me dices dónde está el trofeo, este infierno se acaba. El tuyo y el mío. Se acaba

—Anda Polo, solo dilo y llevaremos la fiesta en paz —comentó Rafael con tranquilidad frente a frente de nuevo, el móvil de Polo sonó y Guzman ordenó que lo silenciáramos.

—Polo, dime dónde está el trofeo —volvió a preguntar mi hermano y le quitó la cinta de la boca de Polo, pero seguía sin responder—. Polo, por favor, dime dónde está el trofeo ¡Que me lo digas!

—¡Guzman!

De la nada, la ira de mi hermano controlo todo el cuerpo y comenzó a atacarlo con el tubo que sostenía su mano golpeándolo con mucha fuerza, Samuel y Rafael lograron detenerlo

—¡Para Guzma!

—Mátenme —finalmente Polo habló y bajo la mirada—. Yo... no quería matar a Elisa, fue un accidente Rafael... no quería matarla y la amaba realmente, pero no quería hacerme cargo de un crío... y perdí el control... tampoco quería matar a Marina.. Fue un accidente, Guzma, Alice. Un accidente.

No podía creerlo... ahora finalmente lo confiesa todo

—Hijo de Puta...

— Pero si ustedes están haciendo esto porque quieren. Guzmán eres capaz de acabar conmigo

Ya no podía soportarlo...

—¡Guzman, Alice, Rafael!

Mi ira explotó, ya no sabía que era lo que estaba haciendo... estaba tratando de matar a Polo, por Elisa, Marina, Nano... Rafael comenzó a asfixiarlo con su brazo... pero conmigo continuaba con los golpes.

—¡Rafael, suéltalo! —Samuel logró separarlo de Rafael y comenzó a abrazarlo con fuerza, Guzman me abrazó con fuerzo ocultando mi rostro en su cuello... no podía soportarlo más

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Samuel tomó el cuchillo mientras era observado por Guzman y lo persiguió para después tomarlo del brazo

—Shhh. ¿Adónde coño vas? —preguntó Guzman quien le tomó el brazo con fuerza.

—Quita, hostia.

—¿Qué coño vas a hacer? —preguntó Guzman

—¿Vas a protegerle ahora? —respondió Samuel con desdén.

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Ya no sabía que estaba pasando realmente, solo estaba mirando a Marina... bailar como un cisne... no podía levantarme del suelo, solo pensaba en Nano y ya podía estar un solo segundo más por este lugar.

—¡Alice! —dijo una voz, no se si se trataba de Rafael, Guzman o Samuel.

Me salí de la casa, tome la bicicleta para irme a un lugar muy lejos de mi casa... no quería ver a nadie, pedaleaba con mucha fuerza y llegue a una puerta.

Toque varias veces tratando de que me abrieran la puerta y Pilar lo abrió, estaba sorprendida... pero a la vez muy confundida con mi actitud

—Joder Alice ¿Que te paso?

—¿Donde está Nano?

—En su habitación —respondió Pilar y rápidamente se hizo a un lado para pasar sin darle una respuesta, corrí a su habitación y abrí la puerta rápidamente y Nano se levantó de la cama.

—Alice ¿Que pasa? —preguntó Nano, pero no respondió y coloque seguro en la puerta de su habitación y me fui acercando con el.

Lo beso ferozmente mientras caminábamos hacia a una pared, Nano estaba confundido y no dudo en responderlo y se fue quitando la chaqueta negra rápidamente y para después proceder a sacarle la camisa negra por encima de su cabeza

Nano hizo lo mismo conmigo y fue desabrochado mi camisa blanca botón por botón hasta quedar expuesta con un sostén negro y tiro la camisa blanca en el suelo y caminamos hacia a su cama mientras besaba ferozmente el cuello soltando varios gemidos.

Rápidamente me quite los zapatos negros y el procedió a deshacerme de la falda azul de las Encinas dejando ver las bragas negras, estaba lleno de la desesperación y no me importaba lo que estaba pasando a mi alrededor, fue entonces que me levante de la cama y desabroché el pantalón de Nano.

Antes de proseguir, Nano se dirigió a un cajón y de ahí tomó un codón, volvió hacia a mi y de nuevo me beso salvajemente mientras una de sus manos bajaba a mi clitoris y mis gemidos eran más fuertes que nunca que sonaban por toda la habitación y finalmente retiró su mano para después de que procediera a quitarme mis bragas.

Nano rápidamente se colocó el preservativo y miembro iba introduciendo en mi vagina poco a poco, pero no me importaba el dolor y sus movimientos comenzaron a subir la velocidad comenzando a pronunciar su nombre

—Nano...

—Alice

De solo escuchar cada vez pronunciar mi nombre, lo deseaba cada vez más y finalmente llegamos hasta el clímax donde termine exhausta y cerré mis ojos lentamente mientras Nano me abrazaba con fuerzo y besando mi frente.

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—Alice despierta... llegarás tarde a las Encinas

La voz de Nano me hizo despertar, apenas recordé que ambos lo hicimos y estaba feliz por eso... pero no estaba de ánimos para ir a Las Encinas

—No ire —comente con cierta tristeza al sentarme cubriéndome con las sábanas y Nano solo me abrazo—. No me siento bien.

—Debí suponer que lo dirías, Rafael llegó dos horas después que tu y me contó todo lo qué sucedió con ese hijo de puta en tu casa —aclaro apenado al mismo tiempo que acariciaba a mi cabello después de dejarme de abrazarme y apoye mi cabeza en su cuello.

—¿Como está? —pregunté.

—Está mal, ese tío llegó ebrio y solo decía el nombre de vuestra hermana... pero está descanso y Samu me llamo para saber de ti, estaban preocupados, pero les conté que estáis conmigo y a salvo.

—Gracias... no quería ver a nadie y pensé en ti —levante la cabeza y lo observé a los ojos sin tantas ganas—. Te agradezco que me dejaras estar contigo en toda la noche.

—No hay problema, sabes que lo hago porque te amo y queremos hacer justicia por Elisa y Marina... les arrebataron la vida y les jodio la vida de nuestros amigos y no permitiré que vos estéis en un peligro a manos de hijos de puta como Polo —sonreí y lo beso sorpresivamente por unos solos segundos y me separé de él.

—Nadie de este mundo me hace sentir feliz.. como tu lo haces —respondí entre sollozos y nos observamos por algunos segundos, me volvió a besar ferozmente tomándome de la cintura y mis manos tomaban sus mejillas colocándose encima de mi

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Samuel, Rebeka y Alice observaba una escena escalofriante como una película de terror, estaba impactados. Las personas que rodeaban el cuerpo de Polo se hicieron a un lado para dejar de pasar a una persona.

Guzman llegó hacia al cuerpo de Polo, puso su mano en su pecho ensangrentado para después tomar su cabeza

—¡Una ambulancia, por favor! ¡Una ambulancia! —Guzman pedía ayuda a base de gritos desesperados y volvió a mirar el rostro de Polo—. Polo, Polo, Polo.

Polo había perdido la vida, Guzman miró a Polo al limpiar su rostro con la mano llena de sangre de Polo

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