Capítulo 31

—¡Encargate, por favor! —le grito Hyunjin a Changbin mientras salía corriendo para buscar a Christopher para que lo ayudará a localizar a su hijo. Además de que debían avisarle a Felix.

Hyunjin lo busco en la habitación donde aún estaban Minho y Jisung y ahí estaba.

—¡Chris! Ayudame, es Beomgyu.

—Cálmate, Hyunjin, ¿Qué sucedió?

—Recibí una llamada de Beomgyu y de fondo se escuchaba que estaba peleando con alguien, también que estaba con Yeonjun y algo les pasó.

—Mierda, no puede estar sucediendo esto ahora. —Christopher se sobo la sien y rápidamente sacó su celular. —Contesta Felix, por favor...

Ambos esperaron, pero el rubio no contestó.

—Ya que, no hay tiempo, vamos a rastrearlo.

Hyunjin asintió y junto con Christopher empezaron a rastrear a los guardaespaldas que se suponía iban con Beomgyu, al igual que el celular de este.

—Parece que es un edificio abandonado, no está muy lejos de aquí.

Ambos tomaron camino, mientras en la cárcel. Por fin había llegado el director quien solicitó ver a Jeongin y Felix en su oficina, estos se miraron y asintieron.

Al entrar en la pequeña habitación, llena de libros y reconocimientos en la pared, en el escritorio se encontraron con la cabeza detrás de la matanza que harían contra ellos.

—Lee Felix. Su fama le precede, todos los halagos a su belleza son realmente merecidos. —le sonrió de lado y luego miro a Jeongin. —Yang Jeongin, usted también es un hombre muy famoso, sobretodo entre los miles de adictos que hay aquí.

—Me siento halagado de que así sea. —le respondió.

—Pero sientense, quiero hablar con ustedes unos minutos.

Ambos acataron la petición y se sentaron en las sillas frente al escritorio.

—Como saben, hay rumores esparcidos por ahí de un asesino que esta matando a los reclusos, aunque las investigaciones han empezado, lamentablemente no hay nada. Ustedes siendo los reyes de este lugar, deben saber algo...

—Lo lamento, pero no sabemos nada. —lo interrumpió Felix rápidamente. —Además hay quienes aseguran que son ustedes, la autoridad quienes los están matando, que realmente no está muy alejado de la realidad, ¿O me equivoco? —lo reto con la mirada.

—Si ustedes no lo saben, ¿Cómo es que esperan algo de un criminal? —lo apoyo Jeongin. —Además, ¿Por qué deberíamos decirle algo? ¿No es acaso muy hipócrita al fingir preocupación por los criminales que hay aquí cuando usted mismo quiere deshacerse de algunos?

—O acaso... ¿Eran sus cómplices? —pregunto el rubio con los ojos entre cerrados.

El hombre estaba a punto de protestar cuando escucho gritos de que había fuego. Felix y Jeongin lo sabían, era parte de su plan, solo quedaba salir.

—¿Cree acaso que es tan fácil meterse con alguien de la mafia? Sobretodo con los pilares. No soy un narcotraficante cualquiera, yo soy el rey de los Lee, parece que se le olvido porque a pesar de los años mi apellido sigue siendo el más tenido dentro de la mafia. —Felix sacó su arma para luego acercarse al hombre detrás del escritorio.

Jeongin se posicionó detrás de él para que no se le ocurriera querer moverse más de su lugar.

—Espero que esto le sirva de lección a todos sus demás cómplices, aunque pronto lo acompañaran.

El rubio disparo sin remordimiento varias veces al hombre y aunque ya estaba algo manchado de sangre, simplemente se limpio un poco junto con Jeongin y salieron.

El escándalo se había producido ya, también debían salir ellos de ahí así que solo se miraron de reojo entre ellos.

El celular de Felix sonó y contesto rápidamente, imaginando que era Christopher, cuando contesto no espero escuchar del otro lado a Yeonjun.

—¡Señor Lee, alejese de mi padre lo antes posible! —le indicó exaltado y Felix miro de reojo a Jeongin.

—¡Papá, alejate de él de inmediato!

—¡Beomgyu! —grito sorprendido y la llamada término cuando escucho un golpe del otro lado.

Miro a Jeongin y luego dijo:

—Será mejor que aquí nos separemos, pero antes dime a donde llevaste a mi hijo.

Jeongin ni siquiera lo miro y empezó a caminar.

—Acabemos esto de una vez por todas, alguien de nosotros debe morir y esta vez sin juegos, ni trucos. Si quieres encontrar a tu hijo, recuerda donde fue el primer lugar que visitó Hyunjin como tu guardaespaldas. Hasta entonces, Felix. —Terminó sus palabras y se desvaneció entre el fuego.

Él también busco una salida y cuando la encontró vió aparcado un auto que reconoció de inmediato por lo que entró en el.

—Cuanto tiempo, mi señor.

Felix abrió los ojos de par en par cuando reconoció la voz de su guardaespaldas.
‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵‿︵

¿A que no saben quien es? 🤧

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top