Capítulo 27
Felix ahora estaba siendo procesado para entrar a la cárcel, no hubo un juicio porque este no lo quiso, además, es culpable de todo tipo de crímenes, el resultado sería el mismo.
—Hoy si que es un gran día, primero atrapamos a Lee Felix y ahora a Yang Jeongin. —pláticaban los guardias.
Felix que escucho eso, sonrió de lado.
—Oigan, ¿Puedo hacer una sugerencia? —pregunto aún con su sonrisa.
Después de procesarlo, Felix fue escoltado por los guardias de la cárcel hasta su celda, mientras caminaban se podían escuchar toda clase de gritos e insultos de los demás reclusos.
—¿Donde dejaste a tu bailarina, Lee Felix?
Cuando Felix escucho eso, miro al recluso que había dicho eso fijamente mientras seguía caminando.
Al llegar a su celda ahí estaba a la persona que estaba esperando, parece que no era el único ansioso.
—Felix.
—Jeongin. Por una vez en la vida me alegra verte, justamente contigo quería encontrarme. —el rubio se acercó con una sonrisa a donde estaba sentado el menor.
—Que curioso, yo también quería verte. —hablo sarcásticamente. —Pensé que no podrías con lo que había sucedido y regresarías a tu país de las maravillas con tu vida perfecta. —agregó mientras se burlaba.
—Hablando de eso...
Felix se paró frente a Jeongin para luego darle un fuerte golpe en la mejilla, antes de siquiera poder protestar o regresarle el golpe lo tomó del cuello del uniforme de la cárcel.
—Eso fue por hacer que me persiguieran en Italia cuando estaba mi hijo. —Luego lo volvió a golpear. —Eso fue porque nunca te había golpeado por drogar a Hyunjin aquella vez. —Volvió a pegarle haciendo que este empezará a sacar sangre por la boca. —Esa va por Yeonjun.
—Al menos... déjame explicarte lo de Yeonjun, él... tampoco es una blanca paloma. —Jeongin empezó a jadear y escupió sangre.
Felix hizo caso omiso de sus palabras y volvió a pegarle.
—Esta es por Minho y Jisung, y esta. —Le dio un último golpe y lo lanzó al suelo. —Por mí.
—¿Ya... terminaste de desquitar tu enojo?
—¿Acaso quieres más? —le preguntó con la ceja alzada.
El menor negó mientras se limpiaba la sangre de la boca.
—No lo decía por eso. Ya te dije que quiero mostrarte la verdadera cara de Yeonjun.
—¿Qué me asegura que sea cierto?
—¿No me tienes ni un poco de confianza?
Ambos se quedaron en silencio y Jeongin se recargo contra la pared, aún en el suelo.
—Por los viejos tiempos. —agregó. —Se qué Yeonjun a tus ojos es un niño indefenso que se dejó manipular por su “padre” —Hizo las comillas con los dedos. —Cuando aceptó estar en tu contra, él se hizo cargo de todo, de hacer que aquellos hombres te persiguieran junto con tu hijo y Hyunjin, hizo llegar a oídos de todos tu regresó y también que estabas en la universidad.
—Porque tu se lo pediste.
—Solo le dije que hiciera que regresaras. Nunca le dije que debía amenazar a familias menores para ir por tí a Italia.
—No se, pero no te creo, preferiría que el mismo Yeonjun me lo diga. La manera en la que añora a una familia no es fingida.
—Tú sabes lo que es añorar a una familia de más, ¿No es así?
Felix lo tomó del uniforme y lo estampó contra la pared, lastimando la nuca de Jeongin.
—Deja de jugar, hablame directamente y dime, ¿Por qué putas no estas muerto?
El menor apartó a Felix y se sacudió para luego sentarse en la cama.
—Sobreviví porque uno de mis hombres seguía consciente para ayudar a que no me desangrara, me llevo con mi ex-esposa y me escondió de tí y de las demás familias, después de casarnos mi apellido también cambio por ese corto tiempo, pero luego la mate y volví a usar el Yang. —le contaba. —Estoy vivo porque no te aseguraste de que estuviera muerto, aunque casi muero. —Se encogió de hombros.
—Así que tu mataste a la heredera de los Choi, inconscientemente siempre le das más problemas a ellos. —Felix se recargo contra la pared con los brazos cruzados.
Los ojos del rubio se cerraron por un momento para descansarlos, pero sabía que el cuerpo del otro estaba frente a él, con una mano recargada contra la pared.
Cuando abrió los ojos se encontró cara a cara con Jeongin.
—¿Qué es lo que haces? Hazte a un lado.
—Felix... nunca me había detenido a verte más de cerca. Realmente te mereces todos los halagos del mundo ante tu belleza. —Jeongin se inclinó más hacia los labios del rubio, pero este puso su mano en los labios del contrario antes de que estamparan contra los suyos.
—Te recuerdo que soy un hombre casado y con un hijo, deja de decir y hacer estupideces. —Lo lanzó lejos de él y este se subió a la cama de arriba de la litera. —Incluso si te dejará besarme o follarme nunca me uniría a tí, nunca. —hizo énfasis.
—Estoy seguro que tu fuiste quien sugirió que nos pusieran juntos en la misma celda, algo quieres decirme, ¿No es así?
—Si, hay algo en lo que quiero que me ayudes, además se que te mantendré lejos de ellos. —Felix entre cerro los ojos y se recosto. —Te lo diré y después decides, por cierto, imagino que ya sabes con quien puedes hacer que traigan lo que quieras a cambio de dinero.
—¿Esa persona tiene que ver en esto?
—Más de lo que crees.
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