Capítulo 11

Felix se acercó a la mesa de ambos e inmediatamente Wooyung se levantó para hacerle una reverencia.

—Mi señor, ¿Qué hace aquí? —le preguntó curioso y con una sonrisa.

—Vine a comer con mi hijo, ¿Y tú?

—Vine a comer con el nieto mayor de los Choi, es el futuro líder así que...

—Así que lo estas entrenando. —Completó la frase.

—Exacto, ¿Y tú esposo?

—Por ahí. No necesitas saber de el, pero gracias por preguntar, bueno, me retiro a mi mesa. —Antes de girarse, miro de reojo a Yeonjun.

Cuando Felix se acercó Hyunjin iba llegando con los platillos y este se acercó a su oído.

—No vayas a otras mesas, Wooyung esta aquí y te recuerdo que esta de lado de Jeongin. —le susurro a lo que Hyunjin asintió.

Beomgyu miro su platillo y efectivamente de solo olerlo podría darle una reacción alérgica, pero Felix se sentó e intercambio su platillo por el de el.

—Listo, ahora come y ya no hagas enojar a Hyunjin, más tarde el que tiene que lidiar con el soy yo. —se quejó.

—Haré lo que pueda. —Empezó a comer. —Exactamente, ¿Qué hacemos aquí?

—Aquí es un restaurante muy frecuentado por la mayoría de los mafiosos, hace unos años Jeongin venía a menudo, si lo han visto Hyunjin obtendrá la información con el gerente o el dueño.

Y efectivamente, el gerente estaba siendo golpeado por Hyunjin.

—¿Me lo dirá ahora?

—Si, lo haré, por favor, hablaré.

Hyunjin lo soltó y después de estabilizarse, el hombre empezó a hablar.

—El verdadero Yang Jeongin dejó de venir hace seis años, pero quien solía venir mucho era...

A quien nombró causó una gran sorpresa en Hyunjin, pero aún así agradeció por la cooperación y salió de la oficina del hombre para luego ir al auto de Felix y mandarle un mensaje que decía que ya estaba hecho.

Beomgyu y Felix salieron del lugar hasta el auto, pero entonces el rubio miro a su esposo y se veía perdido en sus pensamientos.

—¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que dijo?

—¿De casualidad... Yang Jeongin tenía interés en una mujer?

—No que yo sepa. —respondió Felix, desconcertado de la pregunta.

—Adentro me dijeron que desde que murió Yang, su esposa empezó a frecuentar el lugar.

—¿¡Esposa!? —Grito Felix sorprendido.

Hyunjin asintió e inmediatamente el auto fue encendido, mientras una llamada a Christopher sonaba.

—Chris, llamales a todos, necesito contarles algo.

—Si, yo también.

—Nos vemos en casa en treinta minutos.

El trayecto a la mansión fue silencioso, ninguno de los tres quiso hablar, fue hasta la junta que el habla volvió a Felix.

—¿Alguno de ustedes sabía que Jeongin se había casado?

—¿Casado? —pregunto Changbin, también extrañado.

—Si, según la información que Hyunjin obtuvo, Yang Jeongin se casó con una mujer, Seungmin, ¿Alguna vez tuvo un interés por una chica?

—No que yo sepa, le gustaban los hombres.

—No lo entiendo, ¿Quién era esa mujer? —se pregunto Felix mientras daba vueltas.

—Jeongin no tenía interés por las mujeres, pero vagamente recuerdo que una vez una chica que trabajaba con el murió y dejó a su cargo a el y a su padre, dos niños, no se a quien se los dio ya que Jeongin aún era un niño de doce años, me lo contó cuando aún estaba de su lado. —explicaba Seungmin.

—Tenemos que investigar más sobre esos niños y también a los Choi. Wooyung dijo que el nacimiento de los hermanos Choi tenía algo que ver con esto.

—No entiendo como dos chicos ajenos a esto tendrían algo que ver. —Felix intentaba pensar, pero no tenía una explicación para ninguna de sus preguntas.

Hyunjin lo tomó de los hombros y lo abrazo por detrás.

—Cálmate, estresado no vas a lograr nada, piensa detenidamente, sigamos investigando sobre el paradero de el o su usurpador, ¿Si? Luego veremos esto.

Felix asintió y se tranquilizó.

Aunque fue difícil, al día siguiente los tres Lee fueron a la Universidad a seguir con sus roles cada uno, mientras llegaba su respectivo profesor, Yeonjun aprovechó la oportunidad de estar solo con Beomgyu.

—Entonces... ¿Qué decidiste?

—Decidí que eres un idiota y que quiero que te mantengas alejado de mí. —respondió el de cabello negro rápidamente.

Eso había sorprendido al chico, no conocía a nadie que lo rechazará.

—¿Sabes cuantas personas quisieran estar en tu posición?

—No es de mi incumbencia, tal vez si fueras más como Soobin me gustaría estar cerca, pero no es el caso. —Se encogió de hombros con una sonrisa.

—Voy a hacer que te arrepientas, rogaras por querer estar conmigo.

Beomgyu lo miro y suspiro para levantarse de su asiento, quedando frente a Yeonjun.

—Ya veremos. Una cara bonita no es suficiente para tenerme a tus pies. —agregó lo último, eso había roto por completo el ego de Yeonjun.

«Maldito seas, papá, no me dijiste que sería tan difícil.» pensó el chico mientras miraba como Beomgyu se iba.

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