XVIII

El Herbie Club estaba a reventar. Habían asistido el día que tenían más gente en todo el mes, ya que era fin de este y todos habían recibido sus pagas en el trabajo. La música era muy fuerte, se podían reconocer las voces de artistas americanos, desde Daft Punk hasta canciones de Lady Gaga así que desde que los hermanos pisaron el interior del lugar, no tardaron en tomar el ritmo de cada pista y mover cualquier parte de su cuerpo mientras se dirigían a la mesa.

Las luces cambiaban desde los rosas hasta los amarillos relucientes, la pista de baile podía cambiar de coloro, ponerse desde lo retro hasta un piso de luz blanca. Tomaron asiento en una mesa cerca a la pista, no tardó en recibirles un mesero el cual ofreció bebidas. Su hermana había pedido una botella de vodka y jugo para poderlo mezclar; sólo los hermanos sabían que ella era una experta bartender, así que lo dejarían en sus manos. Una vez preparados los tres vasos, brindaron levantando sus bebidas y dejando que estas chocaran un poco para después beber de ellas.

Un suspiro grave provino del más grande, dejando el vaso en la mesa. Quitó su saco y lo colocó en la orilla del asiento, su hermano lo siguió después y recargó todo su peso en el respaldo de la silla, parecía todo ser agradable para los tres.

En una mesa no muy lejana a la de ellos, habían llegado el grupo de personas que habían entrado tras los hermanos. Su mesa estaba posicionada frente a la ajena pero, a causa de las personas que bailaban en la pista, era imposible que pudiesen ver.

La rubia que dirigía la visita, fue quién pidió las bebidas, primero sería una ronda de soju tradicional para cada uno, después de ello y bajo su locura al beber, ya vería que más pedir. Su brindis fue corto pero la charla que había comenzado a darse entre ellos, era realmente interesante.

Ya había pasado alrededor de una hora que habían llegado, la música comenzó a subir volumen cuando una famosa canción de Usher se apoderó de la pista. El peliblanco no tardó en mover sus hombros al ritmo de la canción.

—   ¡Venga YoungBae! ¡Demuestrale a la pista quién es el mejor bailarín de Seúl!  -animó la rubia que terminaba su botella, el peliblanco estiró su brazo para que ella tomara su mano, a lo cual la rubia no tardó en responder. Ambos se dirigieron a la pista y comenzaron a bailar, y como era de esperarse, el peliblanco rápidamente tomó el control de la pista. Mientras en la mesa, apoyaban desde ahí el pelinegro y Dara quienes terminaban apenas sus bebidas. El peliblanco los animaba a lo que ellos se negaban al principio.

Dara al notar que se comenzaban a divertir, tomó otra botella de soju y de un golpe se la terminó, haciendo que el pelinegro la mirara boquiabierto

—   Tu turno, te hace falta sacar ese lado divertido Ji-Yong, ¡Vive la vida! – animó la chica a la vez que ofrecía la botella que había destapado. El pelinegro suspiro y asintió después, sabía que tenía razón y sin tardar más tomó la botella y bebió completamente de esta. Se pusieron de pie y se unieron al baile de sus amigos.

Comenzaban a cantar el coro entre los cuatro, poco a poco sentía la adrenalina en su cuerpo, era poca pero no quería que se fuera completamente. La rubia llamó al mesero para traerles martinis, sabía que se cruzarían las bebidas pero eso era lo de menos, sabía que se iban a divertir.

—   DJ got us fallin’ in love again – cantaban los cuatro a coro, haciendo que los dos chicos imitaran los pasos del original Usher. Las risas y porras de los cuatro era lo que se podía escuchar en ese lado del club. Cuando la mezcla cambió ante la nueva canción que entraba, no se detuvieron en ningun momento, al contrario, se acoplarían a esta mientras recibían las nuevas bebidas de parte del mesero.

Del otro lado, el mayor había identificado esa canción de Usher así que empujó al menor para que se levantara.

—   ¿Escuchas eso? Es Yeah de Usher – dijo muy animado a lo que su hermano se mostró alegre

—   ¿Vas a rapear? ¡Woooo! – se movió de su lugar y animó al mayor a caminar a la pista, su hermana no tardó en acercarse a sus locos hermanos. El mayor se encorvó un poco mientras caminaba a la pista, mostrándose como todo un rapero americano, sus manos hacían señas y movía su cuello al ritmo. El menor imitaba las acciones de su hermano y comenzaron a bailar como todo unos underground. Su hermana estalló en risas al ver que su hermano menor intentaba imitar el rap, a lo que su hermano mayor le ayudó. Era todo un show para los hermanos el imitar esa canción mientras estaban en la pista bailando hasta que cambió a su famosa “OMG” del mismo artista.

El mayor no tardó en mover sus hombros y cuello, preparándose a bailar. El menor se emocionó tanto que empezó a gritar cuando este comenzó a bailar al ritmo de la electrónica de la canción. No tardó en tener una pequeña rueda alrededor de él. Algunos de sus pasos parecían que los hacía en juego pero eran demasiado buenos, la rueda poco a poco se fue haciendo más grande hasta que el peliblanco lo notó. Animado y bajo algunas copas, se acercó a ver al sujeto que bailaba y tenía la atención de las personas. Se metió entre la rueda y comenzó sus pasos de baile, había comenzado un reto entre él y el moreno.

El más grande se detuvo un poco y notó las intenciones del peliblanco, no eran malas, al contrario, sus pasos eran sin ofender a nadie. La pista tuvo un cambio a una canción de The Black Eyed Peas; “The Time”. A lo que alocó más al peliblanco.

El ojeroso agudizó la vista y se dio cuenta de que su hermano estaba teniendo un reto de baile con el joven que le había llamado su atención en la agencia de bodas, así que tomando valentía se metió y comenzó el reto ellos dos contra el peliblanco. El pelinegro terminó su martini, no había tomado atención de quienes eran los que bailaban con su amigo, pero no iba a dejarlo solo, así que peinó su cabello y se metió de una manera peculiar, haciendo movimientos con sus manos hasta llegar al centro. Sus pies comenzaron a moverse, pareciendo que no sabía bailar pero al notarlo, tenía mucha más coordinación que los tres que ya bailaban ahí. Comenzó a recibir más elogios y aplausos de los espectadores.

El pelinegro se colocó frente al moreno y comenzó a bailar, su vista ya era algo borrosa así que siguió bailando. El moreno levantó la ceja al verlo muy animado y continuó bailando ente su reto, de igual manera el peliblanco contra el ojeroso. Siguieron bailando hasta que la canción cambio a otra de ese mismo grupo, haciendo que la rueda se deshiciera pero siguieran bailando. “I Gotta Feeling” era una canción que a todos les gustaba, habían quedado en parejas los del reto, el moreno con el alocado Ji-Yong y el menor con el chico de cabellos blancos, sin olvidar a la rubia con la asistente de su amigo y la hermana de los Seung bailando con una bebida en mano.

Al coro de la canción, ambos comenzaron a saltar. El moreno sonrió como no creía volver a hacerlo, el ver al pelinegro bailar y verlo tan sonriente había provocado algo dentro de él. Una sensación muy satisfactoria, inexplicable y maravillosa. Se acercó más a él haciendo que este por fin lo mirara. Las mejillas rosadas del más bajo eran algo nuevo que el moreno veía, el cabello despeinado y el desalineado vestir de este, quizás y él estaba peor pero su corazón latía desmedidamente. Lo tomó de la muñeca y lo jaló hasta él, pudo sentir el roce de sus respiraciones cuando la distancia era acortada y estaba seguro de poder sentir su corazón latir con más fuerza y este se saldría en cualquier momento. Ladeó un poco su rostro y sin más, unió sus labios con los rojos labios del pelinegro, nervioso y feliz, movió un poco estos esperando la respuesta que no tardó en aparecer a la vez que una mano lo tomaba de la nuca y lo hacía más intenso, en ese momento su corazón no supo qué hacer, él no sabía lo que sentía en ese momento, sólo sabía que estaba sintiéndose realmente bien en mucho tiempo.

El pelinegro no sabía si estaba soñando en ese momento o si de verdad estaba sucediendo, pero tampoco se pondría a averiguar si lo era, él quería seguir disfrutando de los labios del moreno, era lo que había estado pensando vagamente en sus sueños, cuando lo veía cerca, cuando le hablaba, se sentía morir en ese momento. Suspiró en el primer momento que se separaron para tomar un poco de aire, no quería alejarse de él así que nuevamente lo atrajo hasta él y así estar hasta que nuevamente el aire le hiciera falta. En esa ultima vez, se separó lo suficiente y admiró los ojos oscuros que tenía frente a él, se sentía desfallecer. Había besado a SeugHyun y lo más maravilloso de todo es que el mayor era quién había comenzado.

+ Lo sé, tardé mucho en que estos dos se besaran, pero me gusta dejarlo así a lo emocionante uwu jaja

¡Gracias por esperar! Pronto ya tendré más días libres y bueno, ya me siento más animada y motivada.

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