Un enorme bostezo se apoderaba de su boca. Esa boca que no era ni muy grande pero que lo hacía ver así por la gran sonrisa que portaba y la cuál podía embobar a varias personas sin que se diera cuenta. Llevó su diestra a pasarla de forma ligera sobre su rostro para quitar esa pesadez, no tenía muchos pendientes y bien podía llamar a Dara y decirle que no iría y que hasta ella podía faltar hoy.

Apenas se movió para tomar su móvil y hacer la llamada cuando en ese momento entró una llamada de ChaeRin. Su ceja se curveó un poco al verla y atendió la llamada al momento.

—   ¿Sí? – apenas habló cuando la voz de la rubia lo interrumpió

—   Iremos a una fiesta hoy, es justo y necesario después de tanto trabajo en la semana. Si no quieres venir, esta muy bien pero YoungBae nos hará algo de comer, luego veremos una película en la sala de juntas y por ultimo nos vamos, ¿qué dices?

—   ¿Porqué tanto en un día? Voy para allá – terminó la llamada y se apuró a salir de la cama para darse una ducha.  No tardó en arreglarse y salir de casa no sin antes atender a su precioso gato y dirigirse a la oficina.

El camino no era muy transitado, pues era sábado y normalmente la gente salía más tarde. Llegó a la agencia y se dirigió a su oficina. Cómo le había dicho su amiga, lo estaban esperando para desayunar en la sala de juntas, así que no tardó en dirigirse hacía allá dejando sus cosas a excepción de su móvil.

Al llegar, vio que estaban todos, desde su secretaria hasta sus amigos. Todo olía demasiado bien, estaba preparando unos cuantos fideos y carne asada acompañados de salsas agridulces. Realmente su amigo sabía cómo cocinar y cómo darle esos toques exquisitos a la comida, cuando lo conoció era un ayudante de cocina, siempre ponía mucha atención a lo que preparaban en el restaurante donde ayudaba. Poco a poco y gracias a su perseverancia logró entrar en la agencia de ambos, dándole promoción como chef una vez terminada su carrera.

La rubia recibió a su amigo y lo acompañó hasta la mesa, el peliblanco no tardó en saludarlo y ofrecerle de lo que apenas cocinaba, el pelinegro saludó a todos y pronto se acopló al ambiente. Una vez lista la comida, proyectaron películas de comedia americana, les hacían recordar cuando eran jóvenes y se iban al cine a pasar el tiempo. El pelinegro sintió un poco de nostalgia, en esos tiempos era muy feliz, sus padres lo trataban con cariño y amor, todo parecía tan fácil hasta que todo cambió cuando se dio cuenta de que le gustaba Dong Wook, uno de los alumnos de la institución y que era mucho mayor que él. Recordó cuando se lo contó a ChaeRin y ella inmediatamente le dijo que le sucedía lo mismo con las chicas de su salón, así que ambos decidieron guardar el secreto hasta que YoungBae les dijo que era normal decirlo.

Su pensamiento se fue cuando le llamaron la atención, pues le estaban hablando y él no sabía de qué.

—   De seguro estás pensando en SeungHyun, ¿no es así? – preguntó la rubia, inmediatamente el pelinegro negó

—   No, sólo recordaba los buenos tiempos, es todo.- sonrió hacía para con sus amigos, los cuales lo abrazaron fuerte en ese momento.

La tarde de películas se fue rápido, vieron las que les fueron posibles así como comer varias veces de lo que había preparado. Al notar que ya era tarde, decidieron dejarlo hasta ahí para poder irse de fiesta. El pelinegro extrañaba salir así con ellos y pasarlo genial, así que en ningún momento se negó y apoyó en todo lo que se necesitara.

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Toda su atención estaba puesta en una sola pieza. Sabía que si la acomodaba mal, sería lo peor que le pudiera haber pasado, así que evitó cualquier distractor. Movió apenas un poco a la derecha y logró que la pieza se encajara perfectamente, sonrió ampliamente y se separó lentamente de la obra que había terminado. El modelo de la escultura ahora estaba terminado, suspiró aliviado y se levantó del asiento. Había estado todo el día armando la pieza hasta que al fin lo había logrado. Tomó su móvil y antes de poder hacer algo con este, la puerta se abrió rápidamente.

—   ¡Hoy nos vamos de fiesta! ¿estás listo, hermanito? – una mueca mostrando un poco de su desagrado fue la primera en mostrarse.

—   Soy tu hermano mayor, y sí, he terminado – respondió tranquilo

—   Perfecto, toma tus cosas y salgamos, nuestra hermana ya está en el auto.- la sonrisa del moreno se hizo aun mas grande y sin pensarlo más, tomó su saco y caminó junto al ojeroso. Llevaba consigo únicamente su móvil, había dejado su portafolio en la oficina, no lo necesitaría.

Al salir del edificio, notó el auto y subió, al igual que el menor. Su hermana llevaría el mando del auto, así que apenas se habían colocado en la avenida, puso música. Rápidamente sus grupos favoritos de “antes” se habían apoderado del auto. Desde The Beatles hasta Abba eran los que los acompañarían en su primera de tantas noches de locura como los hermanos que son.

El auto se estacionó perfectamente cerca de la entrada, su hermana sabía que ellos bebían hasta morir y que mejor forma que acercar el auto para evitar cargarlos mucho. Su alegría era muy notoria, y a las nueve de la noche estaban entrando a uno de los mejores lugares de Seúl.

Un auto no tardó en colocarse detrás de ellos, se estacionó de la misma manera y de este salieron el clan de la agencia de bodas. Sin saber que en esa noche, comenzaría lo mejor que pudo haberle pasado a todos.

+ Muy corto, lo sé :C