Lavó su cara con agua tibia después de aquel largo día. Aún no podía imaginar que tendrían la asesoría con aquella organización, al parecer no tendrían mucho que gastar, y no es porque él fuera avaro, si no que, sí quería gastar que fuera en algo serio y bien manejado. La idea de investigar a la agencia se le cruzó en ese momento a la vez que una sonrisa se le dibujaba en su rostro, misma que lo hizo recordar a la hermosa sonrisa que había visto esa noche, la de Kwon Ji Yong. Volvió a tomar agua entre sus manos para aventarla de forma agresiva a su rostro, pero la imagen aquella no se le borraba de la mente.

Y no quería que se fuera.

Salió del sanitario y se dirigió a su cama, quitó con cuidado la sábana y entró en su cómoda cama abrazando en breve a su almohada. No dormía con Bom aún porque ella decía que “Hasta que se casaran”, era algo normal para él. Si necesitaba satisfacer su deseo hacía lo común que un hombre puede hacer. Cerró sus ojos y trató de pensar en algo tranquilo para poder tomar el sueño lo más pronto posible, pero la imagen del pelinegro sonriendo se hizo presente varias veces.

Al día siguiente debía ir a su trabajo, para Seung el despertar no era ningún problema así que el tomar la ducha y vestirse era algo demasiado rutinario. Salió hacía la cocina para tomar el desayuno que la ama de llaves preparaba para él, Bom no lo hacía ya que ella despertaba más tarde. Después de tomar el desayuno, se dirigió a la habitación de la chica y al encontrarla aún dormida, se acercó a besar su frente y después dirigirse al trabajo.

“Choi, Desing & Web” era la empresa que aún estaba bajo el mando de su padre Choi Dong Shik, debía cumplir aquellas ordenes que le daba el, ya que Seung era el Director Creativo de la empresa. Su secretaria, Lisa, lo encontró rápidamente al verlo entrar por la gran puerta de cristal.

—   Señor, el representante de Lagerfeld llegaran en 30 min.- avisó mientras Seung seguía caminando hacía el elevador, el asintió y le miró

—   En 10 min estarán aquí las cajas que se decoraron y todo el material, por favor, que sea con sumo cuidado el trato y lo acomoden en la sala principal, Hye Yoon ya sabe cómo va todo – dijo antes de entrar en el elevador y ver como Lisa se iba a avisarles a los demás mientras la puertas se cerraban.

Al llegar a su oficina, dejó su chaqueta en el perchero y se puso a acomodar sus papeles. La decoración para la nueva tienda en Seúl de Karl Lagerfeld estaba en sus manos, Karl encontró la forma de trabajar de Seung y sus colaboradores, misma que les gustó y le pidió ayuda para esto. Él dividió el trabajo quedándose con la parte de la creación de lo que iría en mostrador y al rededores.

—   Señor, Hye Yoon me comenta que ya está todo listo – habló la joven desde el teléfono, Seung se acercó y respondió en brevedad

—   Voy para allá – soltó el botón y tomó el saco de su traje, lo acomodó bien y sin olvidarlo, tomó también la carpeta que utilizaría. Al salir se dirigió a la sala principal, quedando conforme con lo que veía desde que iba por el pasillo, abrió la puerta y era exactamente como lo había pensado desde un principio, algunas personas arreglaban lo mínimo y Hye lo supervisaba.

—   Te ha quedado fantástico – habló hacía la joven, la cual volteó a verlo con una sonrisa

—   ¿Te gusta? Te dije que sería exactamente a como lo pensabas, Hyunnie – respondió la joven y él la tomó en un abrazo rápido

—   ¿Has visto a papá? – preguntó ella y él negó ligeramente

—   Quizás venga cuando se termine el evento, ya sabes cómo es – respondió el mayor y se separaron del abrazo, ambos suspiraron al mismo tiempo al ver todo terminado. Lisa apareció en la sala y les indicó que el representante había llegado, ambos caminaron hacía la entrada para recibirlo.

La recepción del equipo de Lagerfeld fue un éxito, al entrar a la sala principal y mostrarles la decoración de esta hizo que quedaran satisfechos a primera vista. Hicieron demasiadas preguntas en torno a las formas de la decoración y la forma en la que fueron creadas todas las piezas, Seung respondió a todas sin ningún problema, haciendo que quedaran más conformes.

El contrato se firmó ahí mismo y Seung no pudo contener su alegría, mostrando una gran sonrisa. Jean, el representante se acercó a él y lo alejó un poco de todos.

—   Señor Choi, debo decir que admiro su trabajo. Ha quedado muy acorde a la idea de Karl para la tienda en Seúl, le he mandado fotografías de todo y está muy conforme, esperemos verlo en la inauguración de esta en los próximos meses – dijo y Seung hizo una ligera reverencia

—   Me siento honrado de que se haya logrado el punto que Lagerfeld buscaba, y si, tenga por seguro que asistiré a la inauguración – unieron sus manos para cerrar el trato a la vez que Seung se inclinaba un poco y  Jean sacaba de su saco una tarjeta.

—   Además, venía a darle una recomendación, como director creativo debería vestir más adecuadamente. Le entrego la tarjeta de alguien que puede ayudar con eso, los gastos de asesoría corren por la casa, ya sólo es cuestión de que si usted compra lo que le recomiende o no, ha sido un gusto conocerlo, nos vemos pronto – ahora él fue quién hizo un intento de reverencia ahí mismo y Seung también, al verlo marchar junto al demás equipo, miró la tarjeta que le dio y leyó el nombre en esta haciendo que volviera a sonreír.

“Kwon Ji Yong”                                                     

La alarma ya había sonado más de 5 veces y el pelinegro aún no se despertaba, hasta que su gato apareció y posó sus patas en la cara de este, comenzado a moverse por todo su rostro, el pelinegro hizo una mueca y movió al gato con su mano pero este insistió nuevamente hasta que lo quitó por completo con ambas manos y se sentó en la cama.

—   Contigo no se puede – habló de forma un poco molesta, miró al gato y este se paseaba por la orilla de la cama, sonrió después de todo y salió de ahí para dirigirse a la ducha y arreglarse.

El hecho de que Ji Yong viviera solo, no quería decir que su hogar fuera un desastre, al contrario, se esforzaba por mantener su departamento limpio y en orden, principalmente la sala y su habitación. Su gato tendría su propio espacio también al igual que su estudio donde creaba y guardaba todos sus bocetos y trabajos importantes así como un jardín que daba a la azotea del edificio, para él era muy cómodo todo. Al estar listo, una alarma le indicaba que el café ya estaba listo y fue por él a la cocina, lo sirvió en un termo y salió, no sin antes dejarle de comer a su gato y despedirse de él.

Al llegar a la agencia se apresuró a llegar a su oficina, no quería retrasar más su trabajo, saludó  a JiSoo antes de entrar y dejó la chaqueta y saco en la silla mientras su secretaria le decía lo que se debía hacer hoy, al saber todo, ella salió y YoungBae entró sin que este se diera cuenta

—   ¿Cómo dormiste? – preguntó a la vez que el pelinegro lo miraba asombrado

—   ¿Te has pintado el cabello de blanco? ¡Se te ve genial! – dijo muy alegre al verlo con tan nuevo look que traía

—   Si, ChaeRin ayudó con el color después de que te fuiste de la fiesta – dijo a la vez que tomaba asiento y el pelinegro también

—   Lamento dejarlos después del evento, necesitaba descansar, sabes cómo me pongo cuando me estreso demasiado. Pero me gusta cómo se te ve – insistió y abrió su laptop para comenzar con sus deberes

—   Por cierto, debo llamar para concretar cita con la pareja ganadora – dijo el ahora peliblanco, sacó su móvil y comenzó a buscar entre este, Ji Yong lo miró algo curioso

—   -¿Tienes el numero de la pareja? – preguntó

—   No, busco a Chae y preguntarle, ¿Por qué? – preguntó interesado sin mirarlo

—   Solamente – se encogió de hombros y volvió a su laptop. Tenía curiosidad por saber más sobre esa pareja, principalmente por el novio, la plática que habían tenido y ese gusto por el diseño era algo que le había interesado, además del porte del joven. Por estar concentrado en ello, no se dio cuenta de que lo miraban

—   ¿En quién piensas, Ji? – preguntó curioso el peliblanco, este lo miró y negó varias veces

—   Nada, ¿ya le avistaste a Chae? – habló y este asintió. El teléfono sonó y este respondió

—   ¿Sí? –

—   Ya está aquí la chica para el puesto que pidió, señor – dijo JiSoo y Ji Yong sonrió

—   Hazla pasar – cerró su laptop y el peliblanco lo miró extrañado

—   ¿Necesitas personal? – preguntó

—   No puedo yo sólo – dijo y al momento la puerta sonó — Adelante – la puerta se abrió y apareció una chica alta, de cabellos castaños y gran sonrisa.

—   Buen día señor Kwon – saludó haciendo una reverencia, Ji Yong se levantó y la invitó a tomar asiento a un lado de su amigo.

—   Muy bien, Sandara Park, ¿cierto? – cuestiono mientras revisaba el curriculum que le habían dado anteriormente

—   Así es – respondió de forma firme y esperó mientras Ji Yong lo leía

—   Estudiaste diseño y mercadotecnia de moda en Nueva York, así como una maestría en Japón y trabajaste para FENDI… muy bien, ahora cuéntame de ti, ¿Qué te gusta hacer? ¿Asistes a fiestas? ¿Tienes amistades? ¿Novio? ¿Mascotas?, dime cosas tuyas ahora – habló de forma normal y mirándole con una sonrisa , ella abrió un poco la boca y la cerró de inmediato

—   Bueno, me gusta mucho patinar y bailar, asisto a fiestas solamente las que me invitan por parte de la compañía, tengo varios amigos que podrían llevarme a fiestas también y pues… - fue interrumpida por un grito de mujer que venía entrando a la oficina, haciendo que los tres voltearan

—   ¡YoungBae! –  la puerta se abrió de golpe y la rubia entró a pasos rápidos mirando al peliblanco

—   ¿Qué hice? – preguntó algo asustado

—   ¿Cómo te atreves a perder el tiempo aquí? – cuestiono histérica, Ji Yong formó una sonrisa de lado ante la situación

—   Ya iba para mi lugar de trabajo – se levantó rápidamente y la rubia lo miró con molestia, su vista se desvió hacía la chica de cabellos castaños que miraba el suelo mientras ella seguía en la oficina

—   -ChaeRin… ¿te podrías llevar a Bae y dejarme con mi cita? – dijo Ji Yong, había notado cómo miraba a la pobre chica. La rubia carraspeó y miró al pelinegro

—   Deberías presentarnos, ¿no crees? – habló sin dejar de mirar al pelinegro

—   Cierto, Sandara, ella es ChaeRin, la directora de la agencia – dijo y la chica la miró haciendo aún más grande su sonrisa y ofreciendo su mano para saludar

—   Es un gusto – dijo ella

—   El gusto es mío – respondió la rubia y soltó su mano para luego jalar al peliblanco — Me llevo a este sujeto, te veo más tarde Ji – avisó la rubia y salió de la oficina, dejando a Ji y a Sandara solos.

—   Me has agradado, estás dentro – dijo él y la chica sonrió

—   ¡Muchas gracias! – respondió alegre y el pelinegro asintió

—   Dígale a mi secretaria que te pase el catalogo de Peaceminusone y familiarízate con ellos. Es mi marca y aquí en Wedding Dress es solo una plataforma, así que te espero mañana, trata de desayunar ligero, ¿sí? Te diré Dara, ¿no hay problema?

—   Ninguno, señor Kwon – dijo ella y el pelinegro asintió

—   Nos vemos mañana – la chica se levantó y salió de la oficina. Volvió a sus deberes pendientes y después de un par de horas el teléfono volvió a sonar

—   El señor Choi SeungHyun está en línea, señor – dijo JiSoo, el pelinegro alzó la ceja y chasqueó la lengua

—   ¿Y él es…

—   La pareja ganadora, señor – al escuchar eso, el pie que Ji Yong reposaba en la orilla de la mesa resbaló y los hizo acomodarse

—   Ya lo atiendo – dijo y tomó una posición correcta en la silla para que su voz se escuchara fuerte y clara

—   ¿Señor Kwon? – preguntó la voz grave detrás del teléfono, a Ji Yong se le hizo un nudo en el estomago, la voz del moreno se escuchaba diferente por llamada que en persona.

—   Sí, me ha leído la mente, ya que pensaba citarlo – respondió el pelinegro

—   Ahh... bueno el motivo de mi llamada es porque, tuve la oportunidad de recibir una propuesta por parte del equipo de Lagerfeld en que usted podría ayudarme con la asesoría de mi imagen – dijo y el pelinegro cambió de pose

—   Por mi no hay ningún problema, supongo que los gastos corren por parte de ellos – cruzó la pierna en ese momento

—   Sí, así es ¿tiene tiempo hoy?  - La pierna que había cruzado en ese momento, resbaló por su pantalón de negro de algodón

—   Si, si, si, ¿le parece en una hora? – quiso no notarse nervioso o algo por el estilo

—   Lo veo en una hora, hasta entonces – dijo el moreno y la llamada terminó. Suspiró

—   ¿Por qué me he puesto así? Venga – dio un ligero golpe en su mejilla y se apresuró a terminar el trabajo pendiente.

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