28.0

Min Nari

La escena dura mucho tiempo.

Lynne dice que era demasiado hermosa, y yo no podía aguantar a que gritaran “corten”.

—Absolutamente lo mejor que te he visto hacer —dice, y miro más allá de ella, hacia Jungkook, quien de seguro la ha oído, y me pregunto si sabe, como yo, que él es la razón de que mi actuación de hoy haya sido tan buena.

No tengo tiempo para saberlo porque ahora voy tarde para la escena que había programado con Namjoon, y apenas tengo tiempo de reunir mis cosas, besar a Jungkook, antes de partir.

No es un viaje largo, y en vez de usar el poco tiempo que tengo para prepararme mentalmente para la siguiente escena, lo paso pensando en la que acabo de hacer. Pensando en la noche anterior. Pensando en Jungkook, y en cómo se metió dentro de mí, en cómo quizás debería haber construido más paredes para mantenerlo fuera. En que no sé cómo se verá mi carrera ahora que él está en mi vida. Preguntándome cómo seré capaz de volver a trabajar sin él.

No es hasta que estoy estacionada fuera de la mansión que Namjoon ha arrendado en las Colinas, que finalmente enfoco mis pensamientos y me doy cuenta que estoy a punto de filmar mi primera escena de sexo sin él.

Una escena de mujer/hombre, sin Jungkook.

Oh, mierda.

En serio, oh mierda.

Estoy siendo tonta. He hecho muchas escenas sin Jungkook. He tenido muchas veces sexo y no ha sido con Jungkook. Puedo tener sexo ahora, sin Jungkook.

Comienzo a bajarme del automóvil, y mi estómago se retuerce. Por un segundo me pregunto si puedo fingir estar enferma, pero rápidamente elimino el plan. La frase “¿el show debe continuar?” estoy segura que la hizo un director porno. Después de que una actuación hubiera sido reservada y se hubieran firmado los contratos, no había casi nada que pudiera evitar que la película no se filmara. Incluso si la actriz está en su periodo, incluso si está vomitándolo todo, incluso si está con la Venganza de Montezuma y están filmando una escena de sexo anal… el show continúa. Hay demasiado dinero en juego para no hacerlo; una multitud y actores a los que se les deben pagar. Es demasiado caro renunciar a una escena por una sola persona.

Compruebo la hora. Tengo unos pocos minutos antes de entrar, así que vuelvo al automóvil y llamo a mi agente. La llamada pasa al buzón de voz. Gimo mientras suena, pero uso mi voz alegre de siempre cuando dejo mi mensaje.

—Hola, soy Nari. Estoy en el trabajo de Namjoon, y no puedo… —Mi voz se corta.

De cualquier forma que lo explique, va a sonar horrible, especialmente en un mensaje de voz. Además, no sé exactamente qué quiero que haga ella por mí. ¿Convencerme? ¿Recordarme mis obligaciones? ¿Decirme que está bien que lo cancele?

—Solo llámame. Por favor. Lo más pronto que puedas.

Termino la llamada y miro fijamente mi teléfono durante muchos minutos, cuatro para ser exactos, esperando a que suene.

No lo hace. Ahora, oficialmente retrasada, comienzo a entrar en pánico. ¿Y si no me puedo excitar? ¿Y si puedo? ¿Esto es engañar? ¿Puede incluso ser engaño cuando no tengo nada oficial con Jungkook? ¿Solo una especie de novia? ¿Puedes incluso engañar a un actor porno?

Las dudas y la ansiedad me superan, y no es para nada como soy yo. Yo me controlo, demonios. Me controlo, soy genial, tranquila. Soy profesional.

¡Entonces supéralo y actúa como una!Inhalo profundamente.

Una profesional se levantaría, entraría y haría la escena. Es una escena. Dos horas de mi vida. Puedo imaginar que el chico es Jungkook. Puedo pretender que es por él, como con la última escena. Después, no tengo por qué reservar otra escena de sexo hasta que averigüe, bueno, todo.

Exacto. Sí. Puedo hacer esto.

Una última respiración, y salgo del automóvil. Tres más, y he llegado a la puerta. Un anuncio en la puerta dice que entre en silencio, por si la cámara está filmando. Giro el picaporte y entro.

Y me doy de bruces contra Lana.

Y es vergonzoso porque la golpeo con tal fuerza que, la bolsa que llevo llena de ropa se derrama y mi ropa interior se esparce por toda la entrada y sobre sus Jimmy Choo.

Sí, esa Lana. La Lana. La única Lana. La Lana de Jungkook.

Él nunca me ha hablado sobre ella, y no estoy segura de cómo terminó todo entre Lana y Jungkook, pero todos en el negocio, como también gente fuera del negocio, sabían acerca de su relación. Ellos eran “La Pareja”. Durante casi tres años, estuvieron en la lista XBIZ “Pareja Porno que Adoramos” y frecuentemente aparecían juntos en la portada de Video Noticias para Adultos. Jugaban en el mismo equipo de softball para caridad. Tenían una cuenta de Instagram para Prior, su Yorkie. Estaban tomados de las manos en la conferencia de prensa de Jeon's Films, cuando él anunció su compromiso con respecto a las mujeres en la industria. Cuando Jungkook ganó su último premio AVN, le agradeció con un íntimo giño que sugería que tenían todo un lenguaje secreto entre ellos.

Entonces, un día, sin explicación alguna, el nombre de Jungkook ya no estaba en las redes sociales de Prior, y Lana posteó un vago estatus en Facebook sobre tener que lidiar con mudanzas. Los medios inmediatamente asumieron que se habían separado. Ninguna parte lo confirmó ni lo negó, pero fue obvio para todos que la burbuja del amor se había reventado.

No puedo decir que no estuviera feliz por ello. Y curiosa. Pero respetaba la privacidad de Jungkook.

Ahora, viéndola, me doy cuenta que al nunca preguntar sobre ella, estoy tan poco preparada para enfrentarla, como lo estoy para esta escena. Lo que está sucediendo entre Jungkook y yo es algo nuevo, pero definitivamente ahora es una relación. Y aun así, no sé nada sobre su ex.

Debería haber preguntado.

Él debería habérmelo dicho.

Ignoro el nudo apretándose en mi vientre.

—Lo siento —digo, agachándome para recoger mi ropa interior, esperando que ella pase de largo, y que podamos evitar todo este encuentro con la ex novia.

Pero ella dice:

—Nari. —Y ahora no suena cálida ni luce sorprendida, y no está tratando de marcharse de mi lado, y casi se siente como si me hubiera estado esperando.

—Lana. —Todavía agachada, miró más allá de ella y veo al equipo arreglándose para la toma en el comedor.

Las cámaras están apagadas, y el director, al menos por ahora, no luce ansioso por seguir.

Meto mi ropa de vuelta en la bolsa y me pongo de pie para darle a Lana la atención que parece estar esperando. Excepto por su lápiz labial, que parece recién aplicado, su maquillaje está revuelto, y su cabello es un desastre, y por debajo del pesado aroma a perfume, puedo distinguir el aroma a sudor y sexo. Acaba de terminar una escena. Y aun así, luce absolutamente follable. Estoy segura que no lo luzco igual después de estar en escena con Kendi.

Pero lo que sea.

—¿También estuviste filmando con Sinner hoy? —pregunto, tratando de ser educada.

Lana asiente con una tensa sonrisa, sus labios rojos brillan contra su cremosa piel pálida.

—Vi tu nombre en la programación de llamados y pensé en quedarme por aquí y pasar a saludar. Han pasado, ¿qué? ¿Tres años desde que hemos hecho algún trabajo juntas?

Sospecho inmediatamente de sus motivos porque: (a) es la ex, y (b) lo que dijo no es verdad. Hemos hecho un par de películas juntas desde entonces; solo que no hemos estado en las mismas escenas y de alguna manera nos las hemos arreglado para nunca encontrarnos en el set. Tal vez no es del tipo de persona que presta atención a detalles como esos, pero si ese es el caso, ¿por qué ahora prestaría atención?

A menos que sea debido a Jungkook.

Así que no la corrijo precisamente.

—Tres años desde Lan's Real Playdate. El tiempo vuela, ¿cierto?

—Vaya. —Me mira de arriba a abajo, su mirada tan hambrienta con condescendencia como hambrienta de lujuria estaba la de Jungkook más temprano—. Estás tan crecida.

Han pasado tres años. No treinta. Pero asiento y acepto su declaración como un cumplido.

—Sí. Es loco como pasa eso.

—Jungkook me dice que están trabajando juntos en una serie.

Y ahí está. Ahí está él, dándose a conocer, diciendo soy el chico que causará que las chicas reprueben el test de Bechdel.

Bueno, ahora sé que tenía razón, que su interés en mí hoy es debido a él. También, sé que él ha hablado con ella. Recientemente. Sobre mí. Y no tengo idea de qué significa eso o cómo sentirme al respecto, salvo descolocada.

Sé que necesito tiempo para procesarlo, así que soy cuidadosa de dejar la emoción fuera de mi respuesta.

—Sí, así es.

—Hmm. —Arrastra el mmm, y es seductor y sexy y entiendo por qué es tan famosa. Porque Lana no solo es hermosa, es cautivadora. Y glamurosa. Y sofisticada.

Y yo soy la chica que lleva su ropa interior de algodón al set en una bolsa de Ralph’s.

—¿Sobre qué es el programa, de todas formas? —Está indagando, lo que significa que Jungkook no ha entrado en detales con ella, y hay varias razones para esto. Las que llegan primero a mi mente son sobre las que me molesto en pensar.

Cualesquiera que fueran sus razones, si Jungkook permaneció vago, también tengo que hacerlo yo.

—En realidad, todavía está tomando forma. Un montón de improvisación. Probablemente no se sabrá hasta que esté terminado.

Detrás de ella, el director llama mi atención.

—Disculpa, Lana, si no te importa, tengo que…

Ignora mi señal de despedida.

—Si Teo no está en el set contigo, deberías llevar una EpiPen. Jungkook nunca se acordará de traer uno.

Parpadeo.

—¿EpiPen?

—Para su alergia. ¿Sabes cómo usarlo, verdad?

—Yo… —No sabía que Jungkook tenía alguna alergia. No sabía que necesitaba un Epipen. No sabía que no era del tipo de tratar sus propias condiciones médicas serias.

Estoy segura que Lana puede leer la ignorancia en mi rostro, pero trato de permanecer tranquila.

—Me aseguraré que tenga uno en el set —digo—. Ahora, fue muy bueno verte de nuevo, pero voy tarde.

La rozo al pasar, pero ella me detiene con sus siguientes palabras.

—Normalmente no haces escenas heterosexuales, ¿verdad? ¿Tomaste este trabajo por Jungkook? Si esperas hacerle sentir celos…

Mis uñas se hunden en la bolsa de Ralph mientras la abrazo contra mi pecho. Respiraciones profundas, respiraciones profundas.

Me giro hacia ella y elevo mi barbilla.

—Acepté el trabajo por mí.

Pero no sueno muy convincente porque ni siquiera estoy segura de por qué acepté el trabajo, y hay una buena posibilidad de que fuera por Jungkook, al igual que las razones por las que no quiero hacer el trabajo ahora son por Jungkook.

Lana se echa a reír, luego se cubre la boca con la mano, como si realmente no hubiera querido reírse en voz alta.

—Oh. Eres realmente adorable, Nari. —Me mira de nuevo y esta vez su mirada es simpática, la clase de mirada que dice, Eres tan joven; eres tan ingenua; aprenderás cuando seas mayor.

Desesperadamente quiero saber qué es lo que ella sabe que yo no, y no quiero saberlo, todo al mismo tiempo. Porque ser joven no significa necesariamente que sea ignorante. Pero no significa tampoco necesariamente que no lo sea, y lo peor sobre mi edad y falta de experiencia de vida es que no hay manera de saber qué es verdad en este momento.

Me siento desequilibrada, y estoy segura que Lana lo sabe.

Da un paso hacia mí.

—¿Un consejo? —Lo plantea como una pregunta, pero no deja espacio para que responda—. A Jungkook no le importa dónde duermes. De hecho, él es más feliz cuando sabe que te estás follando a otras personas porque entonces supone que no tendrá que lidiar con ninguna mierda sobre él follando con otras personas. Y, escucha lo que te digo… siempre está follando a otras personas.

Es un cuchillo en mis entrañas. Lo cual no tiene sentido porque esto no es ningún tipo de revelación. Por supuesto que Jungkook siempre está follando con otras personas… es su trabajo.

Pero lo dijo de tal manera que me hace pensar que está insinuando que Jungkook folló a otras chicas fuera del set cuando ella estaba con él. Y tal vez lo hizo. Pero no puedo saberlo a menos que se lo pregunte a Jungkook. Y de repente soy dolorosamente consciente de todas las cosas que nunca le he preguntado a Jungkook, todas las cosas que no sé de él o sobre nosotros, cosas que no estoy segura de tener el derecho de preguntar. Cosas de las que no estoy segura de querer saber la respuesta.

Alguien grita desde el set detrás de mí.

—¿Min Nari?

—¿Yo? —giro la cabeza y veo al Director y a Mark mirándome—. Sí.

—Tengo que irme —dice Lana, y se ha ido antes de que pueda decir adiós.

Por mucho que no quiera una confrontación con ella, estoy casi decepcionada de que se haya ido. O, más bien, estoy decepcionada de que se haya ido y yo todavía esté agitada.

—Quiero rodar en cinco —dice el director en un tono que sugiere que quiere grabar ahora, pero sabe que no estoy lista—. ¿Sabes lo que tienes que usar?

Con la partida de Lana, no tengo nada que me mantenga en la entrada. Me dirijo hacia él. Mis rodillas se sientes débiles, y me siento distraída, y desearía poder concéntrame en las cosas que me distraen, en lugar de en lo que debería estar usando antes de que no esté usando nada.

Pero no puedo.

Cuando alcanzo al director, extiendo mi bolsa de Ralph.

—Tengo otras opciones.

Sin mirar mi ropa, aleja la bolsa de su camino.

—No es necesario. Ya estamos gastando mucho tiempo en otras escenas. Esta tiene que ser concisa.

—¿Qué estás pensando? —La forma conspiratoria en que Mark delibera con el director me pone de inmediato en guardia. Por primera vez desde que llegué, escaneo la habitación. Todo el equipo está enteramente compuesto por hombres.

Hombres blancos de mediana edad, para ser precisos. La ayudante del director es una rubia con una falda corta. La camiseta del hombre de las luces de barba gris dice: “No se chupará a sí misma”. El camarógrafo está mirando a las chicas vestirse en la habitación del lado: la cocina, que parece ser el vestuario improvisado. No hay puerta, así que todo el mundo puede ver a las artistas vestirse, lo que puede no parecer un gran problema ya que estamos rodando porno, pero es un gran problema. Para mí lo es. Este set es un total club de machos; el tipo de set que he logrado evitar en mis tres años de carrera.

—Creo que olvidaremos la ropa —le dice el director a Bruce—. Reduciremos el tiempo que tomara desnudarla. Vamos a colocarle una bata y quizás ella está limpiando después de la cena y luego tú entras y te la follas sobre la mesa.

—Ooh, eso me gusta —dice Mark, sus pupilas se dilatan mientras se inclina hacia mí.

—Debs, mira si hay algunos platos en los armarios de la cocina que podamos usar para esta escena.

—¿Cómo suena eso para ti, Nari? —Namjoon coloca su mano en mi brazo, sorprendiéndome con su toque y su presencia. No lo había visto hasta ahora y ni siquiera estaba segura que él estuviera en el set hoy.

Estoy agradecida de que él esté; no solo es una cara amistosa, sino que es la única persona que parece importarle cuál es mi opinión sobre los cambios propuestos para la escena.

—Eso suena… —ridículo, poco realista y groseramente centrado en los hombres. Los platos que la asistente del director ya está colocando sobre la mesa no están sucios, ¿por qué los limpiaría? Sí, lo sé, el porno no tiene sentido, pero simplemente…

Agh.

Pero, honestamente, si reduce la escena, estoy dispuesta.

—Suena bien para mí. Gracias por preguntar. ¿Hay otra habitación donde pueda desvestirme? ¿Una habitación con una puerta?

El director no oculta sus ojos en blanco, pero Namjoon sonríe tranquilizadoramente.

—Seguro. ¿Por qué no usas la oficina? Creo que hay un espejo sobre el mini bar. Sin embargo, estamos retrasados, así que cámbiate y regresa aquí rápidamente.

—Por supuesto.

Subo corriendo a la oficina y cierro la puerta, la cual no tiene seguro, pero no tengo tiempo para sentirme molesta. Solo me toma un minuto desnudarme y ponerme la bata. Luego me tomo otro minuto para centrarme en mi misma. Mi mente está descentrada, y necesito estar enfocada para hacer mi trabajo.

Inhala, y exhala, me digo, concentrándome en el aire mientras éste llena mis pulmones y lo dejo salir. La respiración entra, la respiración sale. Inhala, y exhala.

Apuesto a que Lana sabe muchas cosas de Jungkook que yo no.

El pensamiento es súbito y paralizante, pero antes de que pueda recuperarme hay un golpe en la puerta.

—¿Nari? —dice Namjoon a través de la puerta de manera—. Estamos listos para ti.

No estoy lista para ellos. No estoy lista para nada de esto.

Abro la puerta, a punto de dar una excusa para aplazarlo, pero antes de que
pueda decir algo, Namjoon me lleva de regreso al set.

—¿Todo bien, Nari?

No estoy segura que esté realmente interesado en mi respuesta, y lo entiendo. Es su dinero el que estamos quemando con cada minuto que la cámara no está rodando. Él es un buen tipo, sin embargo, y creo que él realmente querría saber que estoy teniendo problemas.

Así que decido decírselo.

—En realidad… —y luego el teléfono de Namjoon comienza a zumbar en su bolsillo.

—Disculpen —dice, a medida que lo saca para mirar la pantalla. Hace clic en el botón de contestar diciendo—: Lo siento, tengo que atender esto. ¡Jerry, hola! —Con el celular en su oído, Kim hace su camino a través de las mujeres desnudas en la cocina y sale hacia la terraza cubierta en la parte de atrás, cerrando la puerta corredera detrás de él.

Con su jefe desaparecido, el director, que aún no se ha presentado, se vuelve más autoritario.

—De acuerdo, Nari, nena. Deja caer la bata, ya, así podemos fijar los niveles de luz. Debs intentó hacerlo por ti, pero tú eres más morena que ella.

No es un comentario racista, pero suena como un idiota cuando lo dice. Posiblemente porque me está diciendo que me quite la ropa al mismo tiempo. Sí, me siento cómoda desnuda, pero normalmente los directores con los que trabajo aun respetan que soy una persona, no solo un cuerpo. Son corteses, educados y conscientes de lo que necesito para sentirme segura mientras actuó.

Aunque tal vez esta es solo la forma en que funciona la pornografía convencional. Tal vez realmente soy tan ingenua como Lana sugirió que era.

Al pensar en la ultra experimentada Lana, desato mi cinturón y me quito la bata.

—Bien —dice el director con un guiño. Continúa hablando conmigo mientras que el tipo barbudo comprueba los niveles de luz contra mi piel—. Cuando la cámara comience a rodar, estarás recogiendo estos platos. Mark vendrá detrás de ti y te quitará la bata. Los platos son de plástico, así que está bien si los dejas caer.

Bruce y yo hemos trabajado en la coreografía, así que solo déjate llevar. Lanzo una mirada hacia Mark que me está mirando, mientras Debs está masturbando su polla. Así que estará duro cuando la escena comience. Eso significa que no necesitará tiempo para excitarse, y ya que hemos rechazado el proceso de desvestir, me temo que los juegos preliminares también van a ser eliminados del todo.

La idea me hace sentir incómoda.

—Prefiero conocer la secuencia. ¿Podrías repetirla, por favor?

El director sacude la cabeza bruscamente.

—Sí querías conocer la secuencia, deberías haber llegado al set a tiempo. Muy bien, todos estamos listos para rodar.

Cuando cierro el cinturón de mi bata otra vez, Bruce abrocha sus jeans y me dirige una sonrisa depredadora.

—Adelante y hazlo difícil, cariño. No me voy a detener.

Y entonces me doy cuenta… No puedo.

No puedo hacer esto.

No puedo apagar las campanas de advertencia en mi cabeza. No puedo desestimar este ambiente sexista. No puedo fingir que me siento segura en este set. Y no puedo tener sexo con Mark Madden.

E incluso si Jungkook siempre estará follando a otras personas, e incluso aunque no sé si puedo manejar eso, sé con certeza que una buena parte de la razón por la que no puedo tener sexo con este hombre alfa de las cavernas frente a mí es Jungkook. Así que cuando el director nos llama a nuestros lugares, sacudo la cabeza, y sin ninguna disculpa, renuncio.

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