26.0
Jeon Jungkook
La señora debe haber guardado nuestro secreto, porque cuando nos presentamos a la propietaria de la galería después de cerrar y después de que todos los asistentes se hayan ido, no nos dijo una palabra de censura o de reproche. Y así fuimos capaces de tener la noche que planeé: algo de vino y unos aperitivos que preparé, y una acampada en el suelo de la galería, la cámara enfocándonos desde una posición elevada a los pies del saco de dormir, grabándolo todo.
Esta es posiblemente la cosa más tonta que jamás admitiré, pero ahora mismo, el mero hecho de que Nari y yo estemos compartiendo un saco de dormir, hace que me sienta ligero. Un efecto secundario de ser una estrella porno es que no tengo muchas primeras veces para compartir con las mujeres. Casi no tengo ninguna, en realidad. Pero nunca he pasado la noche con alguien en otro lugar que no sea mi casa. Lo sé, es una locura, pero es cierto. Lana y yo estábamos siempre tan ocupados con el trabajo que nunca tuvimos una oportunidad de que nuestros horarios de viajes coincidieran… así que nada de hoteles. Y como siempre estoy tan ocupado, ella (o la novia que tuve antes que ella, Jina), siempre venían a mi casa después de un día de trabajo. Me he follado a mujeres en todos los espacios imaginables, públicos y privados, pero cuando se trata de dormir de verdad, cuando se trata de acurrucarse y hacer la cucharita y hablar de cualquier cosa al azar que se te venga a la mente, ha sido siempre en mi cama. La novedad de compartir esta primera vez con Nari es mejor que una botella entera de whisky de dieciocho años.
—No pareces ser el tipo de persona que tiene un saco de dormir para dos personas —dice Nari con tono soñador, mientras estamos acostamos sobre nuestras espaldas y miramos las cadenas de falsas estrellas por encima de nosotros—. ¿Sales mucho de acampada?
—Solo me fui de acampada una vez con un grupo de la iglesia y lo odié. Las duchas son muy importantes para mí.
Suelta un triste suspiro.
—Creo que he salido de acampada más veces de las que puedo contar.
—Eso no me sorprende. No, mis padres me regalaron esto hace un par de Navidades porque nunca saben qué comprar. ¿Qué le regalas a un hombre que lo tiene todo, o al menos consigue follarse cualquier cosa? Y la respuesta suele ser el tipo de regalo que se ve en catálogos de avión.
Nari se gira de costado y se apoya sobre su codo, su cara de repente seria.
—¿Crees que quieres ser el hombre que se folla cualquier cosa para siempre?
Vuelvo la cabeza para mirarla.
—¿Quieres decir, cómo si me veo a mi mismo, alguna vez, dejando el porno?
—Sí.
Lo pienso por un momento.
—¿Quizás? —digo finalmente, después de que mis pensamientos se nieguen a reordenarse más allá del incomprensible revoltijo en el que están ahora. —De alguna manera, sé lógicamente que el trabajo depende de mi cuerpo, y mi cuerpo solo tiene una vida útil de ser agradable de mirar durante al menos otra década más, a menos que con algo de magia, envejezca como Robert Downey Jr. o Terry Crews o algo así. Creo que sigo pensando que lo tendré todo resuelto para entonces, y sabré qué hacer cuando llegue el momento de dar un paso.
—Si pudieras hacer algo, ¿qué sería?
Su frente está adorablemente arrugada en este momento, como si la respuesta a su pregunta fuera lo más importante que pudiera oír. Levanto la mano y acerco mi pulgar hacia ella y suavizo su ceño, trayendo una sonrisa a sus labios.
—Haría películas. No solo películas sexys, sino todo tipo de películas. Pero no es realmente el tipo de cosa que pueda hacer así sin más, y no sé lo suficiente sobre ello, incluso si quisiera hacerlo.
—Podrías ir a la escuela de cine.
—Ese solía ser el plan. —Me recuesto mi codo también, así puedo mirarla mejor—. ¿Oye, Cass?
—¿Sí?
—Esta noche, ¿se sintió real? ¿Con la cámara? —mientras le pregunto, miro a la cámara dirigida hacia nosotros ahora, grabando en silencio. Incluso con la tenue luz, puedo ver como sus mejillas se colorean.
—Sí, Jungkook —dice en voz baja—. Se sintió real.
—¿Se siente real ahora?
Una pausa. Entonces:
—Sí.
Trazo la curva de su hombro, mis dedos recorren su piel para encontrar la pendiente de su caja torácica, y mi mano hace círculos en la curva su cintura.
—Quiero que las cosas sean reales entre nosotros todo el tiempo —digo, y no me doy cuenta de lo nervioso que estaría diciendo esto hasta que lo estoy diciendo ahora—. Sé que hemos admitido que nos deseamos en sentido físico. Que nos sentimos atraídos el uno al otro y queremos ser más que amigos. Pero es incluso más que eso para mí.
La siento tensarse debajo de mi mano, y tengo un breve debate, ¿detenerme o continuar? Pero tengo que continuar. Si decide que mis sentimientos la hacen sentir demasiado incómoda para continuar con Star-Crossed, entonces tengo que aceptar eso. Pero no creo que pueda esconder lo que realmente siento por ella.
Pero para sentirme más cómodo, vuelvo a lo que sé mejor: el sexo. Mi mano se desliza alrededor de su cintura hasta la curva de su culo, y luego encuentro su coño tibio y suave entre sus piernas. Se queja cuando empiezo a jugar con ella.
—Me gustas, Nari. No solo en la forma porno, sino en la de corazones cursis y flores. Me gusta estar contigo, escucharte hablar y simplemente observar que existes. Sé que me hace parecer un acosador, pero… bueno, supongo que realmente no tengo una excusa para eso. Casi todas las noches desde que filmamos Playdates, me he masturbado con tus escenas…
—Jesús, Jungkook —murmura.
—¿Es un buen Jesús o un mal Jesús?
—Tan bueno —murmura, rodando sobre su estómago y extendiendo sus piernas para que tenga mejor acceso a su coño—. Frótame.
—Sí, señora. —Cumplo con su petición y busco su clítoris, amasándola suavemente en caso de que esté dolorida—. Sé que estoy siendo manipulador por follarte con mis dedos mientras tenemos esta discusión, pero supongo que quiero saber si estoy solo en esto. O si también me quieres de la forma cursi.
Puedo sentir su sonrisa en sus palabras aunque no puedo ver su cara.
—También me gustas de la manera cursi. Mucho. Definitivamente no estás solo.
La ola de dulce alivio me golpea tan fuerte que me sorprende descubrir que mis párpados están ardiendo un poco. Aclaro mi garganta para esconderlo.
—¿De verdad?
—De verdad. —Gira su cabeza para mirarme—. También me masturbo contigo casi todas las noches, ¿sabes? Y el sexo esta noche fue tan bueno. Me haces sentir… ni siquiera tengo palabras para describirlo. Temeraria. Viva. Eufórica. Estaba tan atrapada por ti que te dejé follarme sin un condón. —Sacude la cabeza con incredulidad—. Maldición, nunca haría eso en mi sano juicio.
A estas alturas, debería estar acostumbrado al hecho de que Nari no de saltos emocionales sin una dosis saludable de precaución lógica; de que siempre habrá un lapso entre mis impetuosas declaraciones y su admisión de que se siente de la misma forma. Pero todavía no estoy acostumbrado a ello, supongo, porque el alivio, la alegría y la excitación vertiginosa siguen recorriéndome con la fuerza de un tornado.
Dejo caer mi cabeza sobre su omóplato, respirando su olor a canela.
—Quiero hacerte enloquecer todo el tiempo —digo contra su piel—. De la misma forma en que tú me haces.
—Diría que tuviste un buen comienzo. —Se retuerce contra mi mano, y cuando toco sus pliegues, descubro que está completamente empapada.
Busco su mirada.
—¿Significa esto que puedo… —busco las palabras correctas—… intentar ser tu novio?
—¿Intentar? —Su voz y expresión son ilegibles, mientras repite la palabra clave de la petición, la vergüenza me atraviesa. Quiero ofrecerle mucho más que intentarlo, quiero serlo, pero al mismo tiempo, esta es Nari. La perfección encarnada. Mi diosa y reina de la noche, y ¿si no soy capaz de ser lo suficientemente bueno para ella?¿Y si, como sugirió Teo, no quiere que continúe con mi carrera porno?
Intentarlo es más seguro por ahora, a pesar de que es menos de lo que quiero darle. Soy la más vieja y (teóricamente) más madura parte en esto, y también recientemente he atravesado mi camino a través de una relación arruinada. Me merezco algo mejor, Nari ciertamente se merece algo mejor, y eso significa actuar con sigilo por ahora.
—Sí —digo con cuidado—. Quiero intentar ser novia y novia contigo.
Veo su mente poniéndose en marcha con mis palabras, pensando en ellas y juzgándolas, y entonces la más grande y más tímida sonrisa se extiende por su cara.
—Sí, Jungkook. Vamos a intentar lo de ser novio y novia.
—Oh, gracias a Dios —le digo, y debería decirle que la amo ahora, quierohacerlo, pero luego pienso en mi chica lógica con sus ojos cautelosos. Es fascinante para mí cómo puede parecer tan despreocupada, tan alegre, pero al mismo tiempo, tiene una mente que comprueba los pensamientos y decisiones como un reloj suizo. No puedo soltarle esta cosa del amor sobre ella ahora, sin hacer que sus mecanismos de reloj trabajen horas extras, así que en su lugar, digo—: Tengo que follarte de nuevo, ¿lo sabes?
Su cuerpo se arquea sinuosamente a medida que busca en el saco de dormir mi cartera. Saca un condón, y me pongo de rodillas, con una sonrisa grande y tonta en mi cara. Mis pensamientos son algo como esto: ¡Yupi, voy a tener sexo! ¡Yupi, con mi nueva novia! ¡Sexo, sexo, sexo!
Abre la envoltura con sus dientes, pellizca la punta expertamente y la rueda sobre mi gruesa erección. Cuando ha terminado, le da a mi polla un pequeño apretón y levanta la mirada hacia mi rostro.
—Te ves muy feliz —dice tímidamente.
—Porque voy a follar a mi novia en este momento.
Espontáneamente, se levanta y me da un beso profundo y abrasador. La beso hasta que jadea y se retuerce contra mí.
—¡Sobre tus rodillas y sonríe por la cámara! —le digo.
Pequeño maratón de 4 capítulos, tal vez haga maratón todos los fines de semana de esta historia porque la tengo bastante adelantada, ya la tengo hasta el final, y por eso me estoy adelantando tanto.
Espero que les haya gustado hasta aquí todo lo que ha pasado (que yo se que si están contentxs 😏) y me despido, nos vemos pronto.
Lxs sarangheo❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top