06
El alcohol me ayudaba a conciliar el sueño, por primera vez no fue así. Eran las dos de la madrugada y aun pensaba que hacer con toda la situación.
Que tu ex vuelva después de tantos años, sabiendo que en el pasado le amaste tan fuertemente, hace que no se pueda manejar su regreso. Todo para mí colapsaba. Mi vida colapsaba poco a poco y desearía no poder darme cuenta, no poder sentir nada de lo que pasaba, irme a las nubes, ver hadas, ángeles y un sinfín de colores -no relativamente hablando de que esté drogada-.
Deseaba que me golpeara la realidad de una vez y ya saber que había tocado fondo, no ir lento.
La habitación estaba a oscuras. Nunca le tuve miedo a la oscuridad, según mi padre era estúpido tenerle miedo a algo con lo que vivimos día con día, es como tenerle miedo a un color, al bosque, a las personas, a una avenida o a un sentimiento. Era algo que estaba en nuestra narices y no teníamos porqué tenerle miedo, por lo cual, yo aún estaba despierta, mis ojos estaban abiertos y yo estaba sentada a la cama.
A lo único que le temía era a Lauren, por más que le actué lo contrario.
Al momento en que la vi con su cabellera (Ahora castaña) y con tanta seguridad en sí misma, sentí que mis años de agente fueron en vano, no estaba apta, una agente no debería tener miedo al momento de estar presente en algo tan grande. En este caso fue Lauren y yo sentí que me haría encima cuando le vi.
Agradezco que me haya seguido un poco la corriente pensando que estaba ebria, al parecer no me conocía tan bien o quizás pensó que había cambiado completamente.
Aún sigo siendo (en parte) la chica de veintiún años que por más que tomara estaba consciente de todo lo que pasaba a su alrededor y al día siguiente lo podía contar tan detalladamente que dejaba impresionadas a muchas personas.
Recordaría todo lo que paso por la mañana, a cada minuto.
Ella volvió para hacerme polvo, de nuevo.
No le importo el tiempo que pase llorando en mi habitación y buscando una señal o algo a lo que aferrarme. Mi método era ella, el amor de mi vida. Hasta que comprendí que después del dolor vendría algo que valdría la pena.
Sin ningún previo aviso de mi cerebro, este comenzó a hacer una lista de lo que Lauren me dio y que no pude conseguir de Agustín y viceversa.
Con Lauren tenia libertad. Llego a mí haciéndome sentir que podía con el mundo y más si yo lo quería. Creo que por eso termine amándola. Era hermosa su manera de ver el mundo y explicarse ante todos, así le prestaran atención o no, ella mostraba su punto de vista. Su inspiración por querer que todo fuera justo a pesar de lo que hacía y no se quedaba callada si una opinión no le parecía.
En cambio con Agustín, él era calmado y se quedaba callado ante las opiniones de los demás y se quedaba callado. Si algo no le parecía solo me lo comentaba en voz baja o consultaba con alguien en silencio. No armaba alboroto por alguna injusticia. Más bien buscaba de qué las dos partes estuvieran de acuerdo. Esa es una gran razón del porque está muerto. Lo que me enamoró de fue lo acogedor y familiar que era con su familia y el entorno personal. Eran tan dedicado a eso y no le importaría ser un pequeño contador con poco salario mientras eso significaba estar mucho tiempo con su familia.
Mi cerebro paso de un lado a otro y el recuerdo de Dinah el día en la fiesta me llego como flash al decir que su intuición gritaba que Lauren era narcotraficante y que me pondría en peligro. No le hice caso porque aceptémoslo, Dinah es una desquiciada y por el momento lo demostró. Cuando supo que Lauren y yo éramos pareja, hizo un drama y actuó como si llorara pero al poco tiempo se mensajeaba con ella y decía que la extrañaba. Claro, después que la imbécil rompió mi corazón, Dinah volvió a odiarla.
En cambio la conexión de Lauren y Normani era tan cercana como la de Dinah y yo. Mientras que estaba en New York con Dinah estudiando. Ellas estaban en Miami en algunas fiestas, lo bueno es que siempre hacían una estúpida vídeo llamada y sabíamos su estado y cuidábamos de quienes nos las querían robar.
La relación de Dinah y Normani sigue tan fuerte como hace seis años y bueno, la otra pareja fue historia.
La casa es tan vacía y lo mejor es mudarme. Puedo quedarme en casa de mis padres unos días pero ¡Demonios! Allí hay más recuerdos mezclados que cualquier serie de detectives junta.
No sé qué hacer con mi vida pero debo buscar una manera ya.
~~~
Desperté sobre las 9 de la mañana. Ya son las 11 y sí, todo este tiempo me he quedado en la cama revaluando todo. Pensando un poco más en mis sentimientos, nunca en mi vida había estado en un triángulo amoroso, mis sentimientos me llevaban a una sola persona, han sido fieles a quienes quieren y nunca tuve la oportunidad de la duda.
Lo acepto, Lauren se veía hermosa, estaba más elegante y si en esos tiempos tenía confianza en sí misma, ahora la palabra ''Seguridad'' se quedaba estúpida al lado de ella.
Saber que de alguna manera mis sentimientos regresaron y eran más fuertes de lo que sentía por Agustín, me hacía sentir enferma.
Él era el amor de mi vida... ¿No?
Se supone que me tengo que sentir por el piso, que tengo que estar llorando hasta que no tenga agua almacenada en mi cuerpo, que debo parecer una moribunda sin saber qué hacer con lo que resta de mi vida o estar penando y que me vean con lastima.
En cambio, lo que hago es pensar en Lauren, en como quiero matarla pero antes hacerle el amor y mientras este dormida, tomar una almohada y asfixiarla.
O mientras estemos en una sesión de besos en el sofá ahorcarla desprevenida. Aún mejor, mientras este cocinando mi cena favorita y este de espaldas abrazarla y apuñarla repetidas veces.
En tal caso no sería por Agustín. Seria por todas las estupideces que hizo en un pasado haciendo que yo me fuera de su vida.
No siempre las personas te alejan para no hacerte daño.
Lo hacen por estúpidos.
Y al menos Lauren lo acepta.
Escuché la puerta de la habitación sonar, giré mi cabeza un poco y logre visualizar el rostro de Dinah asomándose un poco con temor. La conocía, nunca sabe que hacer en estos casos.
—Joder Chanch, te ves fatal— Susurró y después me dio una media sonrisa haciéndome saber que bromea para aligerar el ambiente— ¿Puedo pasar?— Asentí y lo hizo un tanto desconfiada.
Desde hace unos meses, ella y Normani han estado de viaje por el mundo y tener nuevas historias que contar sobre sus vidas. Cada dos semanas me enviaban postales con una selfie de las dos en algún país al que iban.
Podían hacerlo porque el padre de Normani les cedió su empresa de hoteles ya que estaba cansado de trabajar y por primera vez quería ser libre. Por lo cual Normani aprovechó de las diferentes sucursales fuera del país llevándose a Dinah.
La extrañaba muchísimo y esperaba ver a mi mejor amiga en otra circunstancias.
—Veo cómo va mi vida, eso es todo— Me senté en la cama— ¿Qué? No me digas que tienes miedo de acercarte y abrazarme, Cheeche.
Al parecer eso era lo que quería oír porque apenas termine de hablar, corrió, salto en la cama y me abrazó tan fuerte que hizo que me acostara de nuevo. Al rato de estar en esa posición, escuché su llanto.
—¿Por qué te pasan estas cosas? Sé que eres fuerte pero no todo lo puedes.
—Tranquila, estoy bien. Un poco confundida y dolida pero bien. — Decir eso hizo que se separara de mí y me mirara como una loca.
—¿No has llorado?— Asentí.
—Lloré en los brazos de mi papá, de ahí no recuerdo haber llorado más. Todo es confuso, Di. Hace no mucho él estaba aquí conmigo, abrazándome y contándome un resumen de un libro que leyó mientras estaba sin hacer nada en el trabajo y ahora está muerto y tengo la seguridad de que fue la estúpida de Lauren ¿Sabías que volvió? ¡Es una idiota! ¡Merece morir!— Escuché un carraspeo y volteé de nuevo a la puerta de mi habitación.
Mierda.
—Entiendo que estés dolida— Normani se acercó a la cama— Pero no te da el derecho de hacer una acusación de tal magnitud.
—Esperen, ¿Lauren volvió?— Dinah preguntó confundida.
—¡Si!— Exclamé y me levanté de la cama como pude, poniéndome al lado de Normani— Y si digo esa acusación es porque es cierto. Lauren está hecha para hacer mierda mi vida. Lo único que hace es joderla cada vez que tiene la oportunidad ¡¿Qué está ganando con esto?!
—Absolutamente nada. Por eso te arrepentirás de lo que dices, Camila.— Nunca había sentido tal mirada de Normani. Esa de querer ahorcarme o no verme en lo que resta de su vida.
—¡Claro que no lo haré! Estoy segura que-
—¡Basta!— Dinah interrumpió levantándose también y poniéndose en medio de nosotras— No haré el papel de puente con ustedes. Estamos en algo muy delicado y no quiero peleas. Concentrémonos en apoyar a Camila. Por favor, Mani. Yo sé que amas a Lauren y es tu mejor amiga pero Camila estuvo primero que ella y sé que la amas también.
Normani intento refutar. —Pero...
—Nada de peros. Lauren la hizo mierda, no le importó y destruyó a Camila muchas veces. Nunca fue clara y si por mi fuera cambiaria muchas cosas del pasado. Y si a esto íbamos, te dije que presentía lo que era Lauren y lo que significaría para Camila y no me hiciste caso afirmando que estarían casadas, con dos hijos y felices. Dime Mani ¿Están casadas? ¡No! ¿Tienen dos hijos? ¡No! ¿Y son felices?-
—No.— Las tres volteamos hacia dónde provenía la voz.
—Lauren...— Susurré.
Hoy estaba vestida de negro con unos jeans, botas y una camiseta negra. Llevaba su cabello amarrado en una coleta. Se parecía a la Lauren de hace años solo que con rasgos más maduros y su cabello natural.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó Dinah ya que mi boca no cedía a pronunciar algo.
—Es el entierro del esposo de Camila y quería acompañarla y aparte, ir a resolver unos asuntos cerca de aquí— Respondió con tranquilidad— Tus padres están abajo, esperándote.— Nos dio una mirada rápida a todas y desapareció por la puerta.
Hoy era el entierro y no sabía cómo asimilar todo. Estaba sola, ya mi vida amorosa se había ido por un barranco y no fue por una ruptura, fue por un asesinato.
No fue por un divorcio.
Fue por una bala.
No fue natural.
Fue por... Ya saben.
Caí en cuenta que mi vida estaba en pena, a partir de ahora sería puro drama, estaba acostumbrada, si, en cambio, mi cuerpo no. Éste ya estaba relajado y acostumbrado a ser ama de casa, a ir al gimnasio mientras su esposo andaba trabajando, ir de compras, ir con su mama a tomar el café o debes en cuando ir a visitar a su hermana, que cabe destacar; estaba en la universidad y le contaba sobre sus nuevas conquistas.
Por las que se le había aconsejado que tomara las cosas con calma y no se metiera en líos de terceros y/o bandas, era de esperarse que hiciera caso omiso.
Aún tenía puesto el vestido negro del día anterior.
No quería usar los mismos colores seguidos, así que pensó en el color favorito de su esposo, ahora difunto.
El color favorito era el blanco, el expresaba que: ''El blanco trae paz a la vida de las personas, con solo verlo te sientes a gusto contigo mismo, por eso siempre lo amaré''
Cabe destacar que lo que menos tenían en su vida, era paz.
Busco el vestido más simple y blanco que había en su armario. No tenía detalles, ni accesorios, era liso y la diferencia con el anterior es que era de mangas cortas y el escote era un poco pronunciado.
Aunque seguía siendo adecuado para un funeral.
Suponía que todos me mirarían raro ya que estaría de negro y yo de blanco.
¿Qué me importan los demás? Me dijo a sí misma.
Les dije a las chicas que iría a alistarme y estas comprendieron en asentimiento. Para cuando Normani salió. Dinah le dijo: ''Cualquier cosa que esa idiota haga, solo dime e iré a patearle el trasero, no me importa que tanto poder tenga. Nada se compara con Dinah Jane.''
Ya lista, perfumada y maquillada bajé a la cocina para ver que desayunaría. Una copa de vino o un sándwich simple. Lo primero que viera.
Lo primero que vi fueron rebanadas de pan que estaban en la alacena e hice uno simple con jamón, queso y mostaza.
Me di un largo tiempo para comerlo y enfrentar las cosas. Cuando terminé, salí a la entrada y lo primero que vi fue a mis suegros.
—Nuera hermosa, lo siento mucho cariño— Enseguida, Martha, la mamá de Agustín y por consecuente mi suegra, me abrazó fuertemente llorando.
Me quedé intacta. Creí que estarían ya en el entierro.
—Camila ¿Cómo te sientes? — Habló esta vez mi suegro con una tristeza profunda en sus ojos cafés. Atrás de ellos estaban Dinah con Normani agarras de las manos, mis padres abrazados viéndome con tristeza y Lauren, viéndome con expectativa y tristeza aparente.
—Me siento... ¿Vacía? — Respondí con una pregunta viendo a Lauren queriéndole transmitir lo que causó.
—Te entendemos— Mi suegro no notó la pregunta en su respuesta, eso Agustín lo había heredado, casi nunca se daba cuenta de cómo las personas respondía. Duraban una hora para entender el sarcasmo de terceros. — No quisimos ir al entierro de inmediato, queríamos pasar por ti y decirte que estaremos todo el tiempo que necesites.
En shock, así estoy. No quiero compañía, necesito estar sola.
—No es necesario que se queden, estaré bien...— Traté de negar la propuesta.
—Camila, afirmamos nuestra estadía, no era una pregunta. — Martha me miró con un poco de dureza.
—Es-está bien, lo entiendo. —Nerviosamente los dejé pasar.
Pasaron tímidamente recorriendo con su mirada toda la sala en la que su hijo y esposa vivían, ellos nos visitaban en navidad, para esa celebración faltaban tres meses y digamos que no estaba preparada para recibirlos antes.
Mi suegra vio con espanto la sala donde se encontraban los vidrios rotos y me di una cachetada mental por no haberlo limpiado antes.
—¡Cariño! ¿Pero qué ha pasado aquí? ¿Te han robado? ¿Te han hecho daño? — Preguntó rápidamente.
—¡No! ¿Cómo cree eso? En realidad yo...
—¿Tomaste? ¿Es por eso este desastre? — William, con tristeza en sus ojos, caminó un poco más hacia donde estaba su esposa.
—Si... Supongo que por la impotencia lancé la copa, no recuerdo muy bien— Claro que recordaba perfectamente bien lo que había ocurrido.
—Recogeré esto y después nos iremos. — Martha habló con voz dura y los demás que estaban en la sala se quedaron callados viendo a alguna parte de la sala.
Era obvio que sus mentes no se encontraban allí.
No sé en qué mundo estarían los demás pero yo deseaba que Lauren se vaya rápido de mi vida.
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Las invito a leer mi nuevo fic ''Operación Camren'', la temática es totalmente distinta al de este fic y sé que les gustará. Es más leve y con menos drama para que cuando se harten de la Camila de este fic odiando a Lauren, se despejen con la Camila que ama y hace de todo por la Lauren de mi otro fic, love'ya.
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