₀₁₂

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Yuri estaba en su salón de clases sentada en su mesa resolviendo unos ejercicios de matemática junto a Yujin mientras Chaewon, Wonyoung y Minju estaban charlando a unos poco metros de ellas.

Yuri se sentía algo mal debido a que su amiga Yujin aún no le había dirigido la palabra a Minju, la chica que desesperadamente intentaba hablar con ella pero que sin embargo no lo lograba.

Aunque le angustiara demasiado el hecho de que no hablasen, ella está sumerja en resolver sus ejercicios, concentrándose mucho sin escuchar del todo a Yujin cuando le cuestiona algo dudosa. Acostumbra a jugar con sus labios, los abulta, muerde o remoja sin estar consciente de eso, Yujin a su lado hace lo posible por no reírse de ella mientras que Minju la mira molestamente, sin comprender él por qué a Yuri si le habla y a ella no.

Yuri estaba tan concentrada que en realidad ella no se dio cuenta del momento en el que Yena había entrado a su salón de clases, sin importarle que estuvieran algunos estudiantes más dentro. Yujin con sus chillidos de delfín causó que la niña castaña quitara toda su atención de su cuaderno para mirarla extrañada pero su expresión de rareza desaparecía al mismo tiempo que aparecía una ansiosa, dejando caer su lápiz al piso después de haberlo soltado.

Yena llegó con una gran seguridad hasta donde la niña menor se encontraba y sin demoras ella apoyó su mano en la mesa y al mismo tiempo se inclinaba hacia abajo, al rostro de una nerviosa Yuri.

Yujin con sus manos tapaba sus ojos juguetona y en sus labios apareció una enorme sonrisa, abriendo sus dedos para descubrir una parte para mirar, Chaewon agrandó sus ojos sin poder asimilarlo, Minju abrió su boca con sorpresa y Wonyoung jadeó ansiosa chocando sus manos una y otra vez orgullosa.

Sí, Yena se había inclinado y besado a Yuri en sus pequeños y lindos labios, delante de otros estudiantes más sin importarle nada mientras que Yuri simplemente recibió aquél beso como los demás anteriores, aunque se sorprendió mucho porque ni siquiera la saludó o emitió algún sonido.

Yena se alejó de ella sonriente al notar los ojitos aún cerrados de la menor y sus labios aún esperando más, Yena rió y picoteó los labios de la menor un par de veces más causando que Yuri se enrojeciera como si fuera un tomate andante, pero un lindo tomate andante.

—Buen día, mi princesa. —si Yuri estaba enrojecida, ahora parecía que iba a explotar. Yena soltó una risita divertida al notarla, adorando el gran sonrojo de la niña.—Aish, ¿por qué?.—cuestionó de repente, Yuri inclinó su cabeza confusa.

—¿E-eh...? ¿Por qué que?...—preguntó ahora ella, Yena sonrió mirando a la niña menor amorosamente, sus manos deslizándose por el cabello de la menor dulcemente.

—Por qué eres tan bonita.—dijo ella, una vez más Yuri sintió sus mejillas calentarse.—Jjoyul, justifícame el porqué. —abultó sus labios, Yuri abrió sus labios en intento de decirle algo pero simplemente no le salía después de observarla a ella y a sus labios repentinamente.

Yuri se sentía tan feliz pero al mismo tiempo sentía bastante confusión.

—Yuri, sigo esperando a que me lo digas.—la insistente voz de la mayor logró poner nerviosa a la niña, alzando su cabeza para poder mirar correctamente a Yena.

Madre santa...

Yuri tímidamente negó con su cabeza tímida.—N-no... No lo sé unnie...

—¿Ves?, tu belleza es única, no se sabe el porqué eres así y no tienes comparación con absolutamente nadie.—se encogió de hombros.

—U-unnie...—Yuri comenzó a jugar con sus dedos, estaba un poco avergonzada porque toda la atención la tenían ellas, Yena lo supo pero igual seguiría haciéndolo.

Ella sentía una gran seguridad ahora, ya no se sentía tan nerviosa al estar cerca de Yuri y tenía que aprovecharlo.

Sonrió con travesura al tener una idea en mente, atreviéndose a arrastrar una silla hasta sentarse al frente de la niña, apoyando sus codos en la mesa y su mentón sobre sus manos, mirando atentamente a la tímida chica.

—Jjoyul~ ¿acaso eres una cámara?.—cuestionó sonriente, adorando ver la preciosa expresión confusa de Yuri.

—No... ¿Por qué?...—preguntó con su cabeza inclinada hacia un lado aparentándose a un cachorrito, Yena soltó una corta risotada pensando en lo adorable que enserio llegaba a ser Jo Yuri.

—Pues,—sonrió sin poder evitarlo al mirar el precioso rostro de la menor.—porque cada vez que te miro sonrío. —dijo sonriendo brillantemente.

Sólo pasaron un par de segundos cuando Yena observó a Yuri bajar su cabeza evitando que ella notase sus mejillas teñidas más que avergonzada.

¿Por qué ella podía hacerla sonrojarse tanto?
Era tan injustamente encantador.

Yuri no dijo nada más, simplemente dejó que sus nervios le ganaran una vez más, era frustrante no poder mantener su mirada fija en un sólo lugar porque miraba de un lugar hacia otro, quería poder mirar a Yena y sonreírle, decirle lo mucho que a ella le gusta escuchar ese tipo de cosas y más si proviene de su boca.

Yuri simplemente ya no se podía negar al hecho de que ella se había enamorado completamente de Choi Yena, esa chica idiotamente fascinante, linda y detallista, alguien que podía enamorarte con sus sonrisas y torpezas, palabras y acciones, una persona que tenía grandes cambios de personalidad, podía llegar a ser una grandísima idiota pero después te podía sorprender con sus buenas ideas o al verla bailar, hacerte reír a carcajadas, superar tus miedos, ayudarte antes que a ella misma.

Yena podía hacerte tan jodidamente feliz como lo hizo conmigo.

Yuri sonrió al haber pensado en eso, mirando sus manos con sus dedos jugando, sabiendo su tiene las miradas de sus compañeros de salón encima por estar sonriendo sola.

—¿Jjoyul?.—se sobresaltó al sentir una mano en su hombro, precisamente la de Yena.

—¿S-sí?.—tartamudeó, y se quería abofetear por eso, por ser tan ridículamente torpe cuando está con Yena.

—Tengo que irme pero bebé, te buscaré en la hora del almuerzo, ¿te parece?.—preguntó. Desde el fondo del salón se escuchó un grito pero al instante también se pudo oír como una molesta Chaewon le aventaba un libro a una Yujin convulsionante.

Yuri asintió patéticamente, sin poder asimilar que Yena la había llamado así, literalmente si es que Yena no la estuviera sosteniendo de sus hombros probablemente ella estaría desmayada en el piso.

—Eres tan bonitamente tierna,—Yena soltó una risita al ver la reacción de la niña.—me encantas, Yuri.—dijo, nuevamente sucedió lo mismo con Yujin pero ésta vez Wonyoung le tapó la boca con su mano y la arrastró más lejos.—Oye, tienes grandiosas amigas, Yul.—sonrió.

—A-ah y-yo... Sí, a...amigas... Ah...—Yena volvió a reír, tomando las mejillas de Yuri con sus manos.

—Prométeme su no dejarás que nadie más esté en mi lugar.—murmuró a unos pocos centímetros de su rostro, ambas compartiendo miradas, una más nerviosa que la otra.—Que nadie más tendrá el derecho de tratarte así, aunque suene algo egoísta quiero ser la única para ti, Yuri.—ya en este momento Yuri era un gran manojo de nervios, su corazón estaba tan acelerado que creía que en cualquier momento estallaría.

El salón completo estaba en shock, ¿Jo Yuri y Choi Yena juntas?, eso era una gran novedad.

Desde la puerta del salón, Chaeyeon tomaba fotos con su teléfono mientras sonreía orgullosa de su amiga y su posible novia que no se dio cuenta de en qué momento Sakura había llegado a su lado.

—¡Aaah! ¡Sakura, dios!. —hizo una maniobra para que su teléfono no se le cayera de las manos, oyendo la bonita risa de la japonesa a su lado.

—Lo siento, Chayeonnie. —se disculpó con ella dulcemente, Chaeyeon sonrió cuando la miró sonreír.—¿Ya son novias? ¡Oww!, Yena debe de estar feliz.—sonrió, Chaeyeon la miró sonreír desde su lado, perdiéndose en el precioso perfil de la chica.

Sakura se dio cuenta de que ella la estaba mirando y entonces decidió encararla con sus ojos, atrapándola con su vista encima, Chaeyeon abrió sus ojos y desvío su mirada rápidamente hacia su teléfono con la excusa de que estaba usándolo pero escuchó la carcajada de la mayor.

—¿Uh?... —Chaeyeon la miró confundida.

—No seas bobita Chaeyeonnie, la pantalla está apagada y aún así seguías deslizando tu dedo como si lo usaras.—rió, Chaeyeon se sonrojó ligeramente avergonzada.

¿Cómo pude ser tan estúpida? Aish...

—Chaeyeon, quiero ser honesta contigo.—dijo, volteando a mirar a la menor.—No es necesario que me lo digas.—agregó, confundiendo a la bailarina.

—¿Oh?, ¿qué estás diciendo unnie?.—cuestionó, con ciertamente un ligero sentimiento de temor.

—Sé que te gusto—respondió, fue demasiado para lograr que Chaeyeon por primera tartamudeara.

—¡A-ah Sakura!... P-puedo explicarlo... Yo... Perdón...—bajó su cabeza apenada, la mayor formó una mueca y se acercó más hacia ella, tocándole su hombro.

—¿Perdón? ¿por qué perdón?.—preguntó. Chaeyeon negó con su cabeza, sin atreverse a mirarla a los ojos.—Chaeyeonnie, no te disculpes.—sonrió, guiando su mano hacia el mentón de la menor.

Sólo te está tocando un poco Chaeyeon, cálmate.

—¿Y yo?.—de repente, Sakura se nombra.—¿No soy bastante directa?.—los ojos de Chaeyeon finalmente encontraron los suyos.

Son lindos, tanto como ella y todo su ser.

—Creí que ya lo sabías.—entonces Chayeon volvió a la realidad, agitando su cabeza confundida.

—Espera, ¿qué?... No, no comprendo.—negó con su cabeza, Sakura rió y tomó el rostro de Chaeyeon poniéndola más que nerviosa.

—¡Me gustas también a mí! Chaeyeonnie, me gustas mucho.—ella dijo, la susodicha separó sus labios impresionada.

¿Era un sueño? Por favor, pellizcala.

Sakura no esperó a que ella dijera algo y de un tirón abrazó con dulzura a la menor, tomándola por sorpresa.

—No te voy apresurar, lo prometo.—murmuró la japonesa cerca de su oído, causándole cosquillas a Chaeyeon que soltó su típica y contagiosa risa.—Puedo esperarte por más tiempo si quieres.—los ojos de la chica de menor edad cambiaron a verse felices y negando con su cabeza ella sonrió.

—¿Estás loca?, yo estuve enamorada de ti todo este tiempo sin tener idea de que sintieras lo mismo que yo.—abrazó con fuerza el cuerpo de la japonesa.—El amor ya ha esperado mucho por nosotras entonces.—dijo.

—Tienes razón, han pasado años desde entonces.—dijo ella, ambas se alejaron para mirarse.—Creí que eras la chica heterosexual del grupo.—se burló.

—Lo fui, pero tú me hiciste cambiar de opinión completamente. —guiñó un ojo juguetona y Sakura rió.

—Me felicito entonces.—sonrió con orgullo.

—Eres linda. —dijo, finalmente podía decírselo y sin temor. Sakura sonrió y besó la mejilla de Chaeyeon.

—Tú lo eres más.—sonrieron tontamente, ¿cómo no hacerlo?.

—¿Crees que Yena ya le pidió a Yuri ser su novia?.—preguntó, Sakura se impresionó.

—¿Ahhh?, ¿aún no son novias?.—cuestionó.

—Nop, Yena venía a pedírselo pero conociendo a Yena...

Justo ambas escucharon la voz de una molesta Yuri.

—¡Yah, Choi Yena! ¡Necesitas reclamarme primero para hacer eso!.—las dos decidieron asomarse, mirando como Yuri alejaba a Yena de ella y cruzaba sus brazos, desviando su mirada con una mueca.

Yena estaba pasmada de pie impresionada e indignada al mismo tiempo, con una expresión graciosa.
Resulta que Yena está actuando como si ya fueran una pareja oficial pero no tenía idea de que Yuri fuera a evitar que le agarrara sus mejillas y besarla, porque según Yuri, tiene que reclamarla suya con la petición.

Entonces Yena respiró hondo y sonriendo se acercó a la bonita enojada Yuri.

—Bien, entonces mi niña Jjoyul...—Yuri seguía sin mirarla, Yena sonrió con encanto.—Mi preciosa y bonita Yuri, ¿quieres ser mi linda novia?.—finalmente las palabras, tuvieron que meterle el borrador a Yujin en la boca para que se callara, sin embargo, Yena sintió preocupación al notar que Yuri aún no decía nada y ni miraba.

Todos estaban esperando su respuesta ansiosos pero entonces...

—Uh... No.

Yuri dijo que no.

Yena abrió su boca, mucho estudiantes jadearon sin creerlo.

—¡JO YURI QUÉ CARAJ-...!

Chaewon golpeó a Yujin.

—¿Q-qué?...—Yena simplemente no lo puede creer, ¿Yuri la estaba rechazando? ¿enserio?.

Creyó que todo estaba hecho, las citas, los abrazos, las palabras y los besos. ¿No significó nada para ella acaso?.

Yena sintió ganas de llorar.

—Porque quiero ser más que simplemente tu novia, Yena unnie...

Yena miró con sus ojos vidriosos a la menor, quien le sonrió tiernamente.

—¿Ah?...

—Quiero ser la persona que ames por el resto de tu vida, quiero ser tu niña favorita, tu princesa, todo unnie, todo.—Sonrió.

Yena cerró sus ojos aliviada, al abrirlos notó que su pequeña chica se ponía de pie e iba caminando hacia ella.

Yuri se posó al frente de ella, mirándola amorosamente abrazando con sus brazos el cuello de la mayor, subiendo a sus talones para ponerse en las puntas de sus pies.

—Ahora dímelo unnie, hazlo de nuevo. —pidió, atacando con sus preciosos ojos marrones a la embobada Yena.

No se lo tenía que decir dos veces.

—Jo Yuri, ¿quieres ser el todo de mi vida?.—preguntó, la sonrisa que apareció en el rostro de Yuri volcó el corazón de Yena por completo.

—Sí Yena unnie, lo quiero mucho. respondió ella, todavía sobre las puntas de sus pies.

—¿Mía?.—Yena alzó su ceja divertida, apretando sus manos en la cintura de la menor.

—Totalmente suya.—sonrió con dulzura.

—¿Te oíste?, oh Jjoyul.—murmuró, mirándole los labios a la niña.—¿sabes lo que significa eso?.

—¿Qué cosa?.

—Eres mía, así que puedo tener celos y reclamarte mía con hacer esto.—sólo juntó sus labios de una buena vez, al instante los presentes comenzaron a aplaudir, silbar, celebrar y arrullar.—Finalmente te tengo Yuri.

—No me dejes ir, unnie.—Yuri pidió con sus ojos cristalinos, estaba tan feliz que iba a llorar. Dejó que unas lágrimas fluyeran, escondiéndose en el hueco del cuello de Yena.

—Ni loca haría eso mi Jjoyul, prometo cuidarte y darte la mejor atención, lo mereces todo en tu vida.—dijo y besó la cabeza de la más pequeña.—Te amo.

Yuri dejó de esconder su rostro para mirar el rostro de la mayor.

—Te amo Yena unnie, enserio.

Y podían decírselo por muchas horas y veces más, no les importaría.

Pero un profesor estaba de brazos cruzados mirándolas. Yuri empujó a Yena lejos de ella asustada.

—¿Señoritas?.—él alzó una ceja.

—¡L-l-lo sie-siento!.—soltó patéticamente Yuri.

—¿Bromea?, eso fue tierno.—comentó él, Yena sonrió y abrazó por los hombros a la pequeña Yuri asustada.

—¿Es usted su profesor?.—Yena preguntó.

—Sí, profesor de matemáticas.

—Con mucho respeto profesor, pero ésta preciosa niña es mi novia y la quiero demasiado, ¿le molesta si le pido que la cuide por mí?. —Yena pidió, Yuri se sonrojó y con una ligera sonrisa bajó su cabeza.

—Por su puesto que no, señorita...

—Yena, Choi Yena, un placer.—tendió su mano y agradablemente la estrechó con la del profesor.

—La cuidaré bastante por usted, pero si no es molestia para usted, mi clase empieza en unos segundos.

—Oh, no se preocupe, sólo déjeme..
—besó la mejilla de su novia tiernamente. —Jjoyul, estudia mucho mi bebé, te esperaré en la hora del almuerzo, te amo.—besó rápidamente los labios de Yuri y salió corriendo hacia la puerta separando a Chaeyeon y a Sakura de lo que sea que estaban haciendo.

Yuri sonrió avergonzada pero encantada totalmente.

—¿Es buena novia?.—preguntó el mayor de edad, asustándola.

—Lo será...

Porque ella estaba segura de que Yena le daría las mejores experiencias.

Después de la clase de matemática, todas ellas comenzaron a salir. Yuri fue la primera en salir apresurada por encontrarse con Yena lo más pronto posible seguida de las demás a excepción de Yujin quien se dirigió a la papelera para botar unos papeles pero al querer salir, alguien se lo estaba impidiendo.

—Ahn Yujin, tenemos que hablar.

Esas palabras la hicieron sentirse atemorizada.

Demonios, era Kim Minjoo usando una voz jodidamente seria con ella, no era nada bueno.

—No tengo tiempo ahora, Yuri me espera.—respondió evitando hacer contacto visual con ella e intentando salir pero Minju se interponía de nuevo.

—Yuri está demasiado ocupada buscando a su ahora novia, ella no te está esperando.—sus palabras eran frías, sus ojos, su expresión.

Dios mío, ¿por qué metiste tan mal la pata Yujin?

—Entonces simplemente no quiero hablar contigo, entonces ¿me das un permiso?.—cruzó sus brazos.

—¿Por qué eres tan cobarde y prefieres no hablar conmigo?.

—No es fácil Minju.

—Puedo ayudarte con eso, puedo hacerlo más fácil.—propuso pero Yujin no estaba preparada para esto.

—No quiero, no ahora.—negó con su cabeza, intentando nuevamente salir.

—Yujin hablame y deja de ignorarme.

—¡Sólo déjame salir por favor!.—exclamó frustrada.

Minju apretó sus labios con molestia.

—¡Bien, hazlo, vete!.—exclamó también, quitándose del medio.—Es lo que sabes hacer mejor, huir.—murmuró con cólera.

—Genial, con gusto me iré.—cruzó sus brazos.—mira como huyo.—sacó su lengua y salió corriendo.

Eres toda una cobarde Ahn Yujin.

—Lo sé...—se murmuró a sí misma tristemente.

Holiiiii (^o^)
¿cómo están las preciocidades? u.u

Lamento demorarme para subirles el capítulo, de hecho está mas corto creo, pero lo escribí con demasiado amor y no saben cuanto

Como siempre, les agradezco enserio por todo, gracias por leer, por dejar comentarios y votar, realmente son lo mejor del mundito mundial, graciaaaas~

Les demuestro mi amor regalándoles un abrazo.

(づ ̄ ³)

Ojalá fuera de verdad, rayos.
Las amo muchote.

Gracias YessPWritings. Pabbooppa
lastetasdeeunbi. A ustedes por hacerme más feliz los últimos días, aprecio demasiado cada cosa que hicieron (^ω^) Las amo.

Okok, mejor dejo la azúcar...

Hasta el siguiente capítulo ( ˘ ³˘)

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