22.

Suspiró contento cuando por fin encontró los globos del color que Hyungwon le había exigido y que por algun motivo no encontraba por ningún lado, sólo en una tienda casi al otro lado de la ciudad.

Sabía que la primera fiesta de cumpleaños de su pequeña debía ser muy bonita pero sinceramente pensaba en que a ella muy poco le iba a importar el color de los globos o el detalle que ellos tuvieran.

Los bebés solo querían diversión, comida y dormir.

Sin embargo Sisi tenía un padre histérico y perfeccionista que fue específico con el color y el diseño de cada globo, así que si no quería meterse en problemas, debía llevarle exactamente ese mismo color y ese mismo diseño.

Estaba volviendo al auto cuando su celular comenzó a timbrar en su bolsillo y tenía una leve sospecha de que esa llamada podía ser de la misma persona que lo había llamado unas 52 veces en ese mismo día; su esposo, Hyungwon.

Y claro que sus sospechas no fueron erróneas.

— Mi terrón de azúcar... — esbozó una sonrisa sabiendo lo reacio que era Hyungwon con las cosas cursis — ¿que pasa mi cielo?

Escuchó los pasos de Hyungwon como si estuviera subiendo una escalera, sonido que era acompañado por la agitada respiración del menor.

— Wonho, lamento volver a llamar... — susurró con cansancio — es solo que... — soltó un nuevo suspiro de cansancio.

Wonho se extraño de que pasara por alto sus cumplidos, así que se quedó intranquilo.

— No te preocupes, he conseguido los globos... — lanzó una mirada a la bolsa de globos para confirmar de que aún los tenía consigo, pero estaba inquieto por alguna razón — ¿necesitas algo más?

Después de un par de segundos de agitadas respiraciones intentando calmarse, Hyungwon contestó.

— Bueno, he intentado contactar con Ruby para preguntarle si podía ayudarme con todo esto... — el delgado hizo una pausa delatando el cansancio que tenía — pero no he podido y estoy preocupándome un poco... No me ha llamado en dos días y cuando le llamé a su novio, me dijo que estaba trabajando pero que ella se sentía enferma... — Wonho se quedó pensativo — ¿puedes ir a verla? Estoy intranquilo...

Wonho no dudó.

— Voy para allá... — susurró ingresando al auto y asegurándose de guardar los globos en un lugar seguro — descansa un poco, te amo...

Escuchó una risita de parte de Hyungwon.

— Y yo a ti... — escuchó el sonido de un pequeño beso y luego la llamada se cortó.

Entonces se rió sabiendo que cuando Hyungwon era cursi, odiaba que le hiciera comentarios acerca de lo cursi que se veía lanzando besitos a través del auricular, así que mejor cortaba la llamada sin darle tiempo a responder.

Con una sonrisa en el rostro comenzó a conducir con un nuevo destino; la pequeña casa de Ruby que compartía con su novio.

Por suerte recordaba la dirección aunque se sintió un poco mal al darse cuenta que casi nunca la visitaban, casi siempre era ella quien pasaba en casa de ellos.

Y después de más de media hora conduciendo, llegó y se quedó un poco sorprendido al ver como la pequeña casa había cambiado en pequeños detalles de seguridad, como por ejemplo las vallas alrededor de la piscina que tenía en el patio trasero que logró divisar a través del cerco de arbustos que rodeaban la casa.

Realmente se sorprendió de saber que aunque ella no tuviera hijos, cuidaba mucho a la pequeña Sisi, tanto que incluso modificó muchas cosas en su casa solo para aquellos momentos en que la cuidaba.

Sonrió agradecido por la actitud de quien consideraba su suegra y sin más tiempo que perder avanzó hacia la puerta principal y tocó el timbre en dos veces seguidas esperando que comprendiera que era urgente.

Pero no hubo respuesta inmediata.

No fue sino hasta que Wonho iba a volver a tocar el timbre, que la puerta se abrió lentamente dejando ver a una extraña Ruby despeinada, en pijama y con los ojos llorosos.

— ¿Ruby? — arqueó una ceja extrañado de la situación — ¿Qué pasa? ¿Estás llorando?

La mujer lo miró por un par de segundos y le hizo una señal para que ingresara.

— ¿Qué demonios haces aquí? — susurró cerrando la puerta una vez que Wonho estuvo dentro.

Se recostó en el sofá y se envolvió en una sabana a pesar de que no hacía frío esa tarde.

— Yo... — se sentó en el otro sofá — Hyungwon está muy preocupado por ti y me envió a verte ¿estas bien?

Ella se limpió el rostro con un pañuelo.

— ¿Te parece que lo estoy? — sollozó — no podía contestarle así, no quiero preocuparlo...

Él suspiró.

— Estas haciendo todo lo contrario... — jugó con sus propias manos, un poco cabizbajo de ver a Ruby en esa situación — ¿ha pasado algo malo?

Ella asintió y se limpió un par de lágrimas que salieron de sus ojos.

— Pero tranquilo, estaré bien... Espero que pronto... — sollozó.

Wonho la miró con tristeza, deseando poder hacer algo más que simplemente llegar y hacer preguntas tontas, pero no podía.

— ¿Es por algo del pasado? — susurró — sé que tu vida ha sido dura...

Ella lo miró con los ojos rojizos por el llanto.

— Mi vida no ha sido nada fácil... — se sentó en el sofá mientras tomaba un nuevo pañuelo de la caja que tenía en la mesita central — en ningún aspecto ¿sabes? — sonrió con tristeza — siempre he vivido una montaña rusa de emociones, primero pensaba que todo estaría bien y fue cuando justo todo se fue a la mierda... — sollozó — luego pensé que todo iría de mal en peor y un jovencito de apenas 15 o 16 años apareció en mi puerta... Buscando un refugio que ni siquiera yo podía darme... Pero que de alguna manera sentía que a él si podía darselo...

Wonho sonrió con tristeza al escucharla hablar así de Hyungwon.

— Hyungwonnie... — susurró.

Ella asintió y volvió a limpiarse con el pañuelo.

— Fue mi hijo antes de ser tu esposo... — susurró limpiándose las lágrimas — y cuando te lo llevaste... Cuando lo arrancaste de mis brazos al robar su corazón... Me sentí tan triste... — sonrió con tristeza — pero feliz también... Eres un buen chico y desde el principio supe que mi bebé estaba en buenas manos...

Wonho le sonrió un poco melancólico por la situación.

— Ruby, lo siento... — suspiró — no deberías pensar en esas cosas cuando te sientes enferma...

Ella asintió.

— Y tener treinta y tantos no ayuda... — susurró.

Entonces Wonho la vio con sarcasmo.

— ¿No querrás decir cuarenta o cincuenta y tantos? — soltó una risita burlona.

Ella lo miró con decepción.

— ¿No te basta con que estoy enferma? Me hiciste recordar a mi bebé y ahora te burlas de mi edad... — sollozó — ¿Qué sigue? ¿Vas a comenzar a decirme que estoy fea con mis mil arrugas?

Ella abrazó sus rodillas y escondió su rostro, entonces Wonho rápidamente se acercó al sofá y se sentó en el suelo frente a ella.

— Por Dios no... — le acarició la espalda — no quise... Yo... — suspiró — estaba bromeando... Tú eres muy linda, es decir... Ni siquiera pareces de tu edad... — ella parecía ignorarlo — en serio, no quiero que te sientas mal... Me estas preocupando... — le peinó el cabello con suavidad — ¿es algo grave? Puedo ir a conseguir un par de medicamentos ahora mismo...

Ruby negó.

— No es necesario... — la cabeza y sollozó — no te preocupes...

Wonho asintió.

— Entonces al menos dime qué es lo que te pasa y ya veré que puedo hacer por ti... — susurró.

Ella lo miró con los ojos cristalizados.

— ¿Harías lo que fuera que yo te pidiera? — susurró con la voz rota mientras levantaba el meñique en señal de promesa.

Entonces él asintió efusivamente mientras sellaba la promesa uniendo su dedo al de Ruby.

— Lo prometo... — sonrió.

Sus dedos se separaron y ella se sentó correctamente en el sofá.

— Entonces... — su expresión cambió a su típica facción de diva de siempre — en ese caso, debes hacer todo lo que yo te diga, durante una semana... — sonrió contenta ante la estupefacta mirada de Wonho — y no tienes derecho a negarte... Todo lo que yo diga es verdad, todo lo que yo ordene tendrás que hacerlo y sin reprochar, lo prometiste.

Él se puso de pie frente a ella.

— Tú, pedazo de... — entrecerró los ojos con molestia y ella levantó sus manos en señal de inocencia.

— Más vale que guardes silencio, no me hagas avergonzarte en público... — él la miró con molestia y ella sonrió — me la debías, puto.

Wonho rodó los ojos.

— Vine a ti con toda la amabilidad del mundo, preocupado por tu situación y me sales con tremenda actuación — se rió sarcástico — mereces un Oscar por las lágrimas.

Ella frunció el ceño.

— Oye niño bonito, te calmas... — lo señaló — en primer lugar, no estoy fingiendo... Si estoy enferma, estoy muy resfriada y por eso tengo esta pinta...

Wonho negó.

— ¿Y las lágrimas falsas? — masculló.

Ella se llevó una mano al pecho con dramatismo.

— ¡Tampoco eran falsas! Estar enfermo es aburrido así que vi una serie que tuvo un final triste, quería que el protagonista y el antagonista quedaran juntos pero uno murió ¿sabes? ¿Cómo no querías que llorara? — se encogió de hombros y Wonho rodó los ojos — además... — se cruzó de brazos y formó un puchero — llegaste en el momento que estaba sensible a recordarme mi pasado y acabas diciéndome vieja... Te merecías un castigo.

Wonho bufó.

— Que no te dije vieja... — gruñó.

Ella miró hacia atrás de Wonho y fingió tristeza.

— ¡Hyungwon! Wonho me ha dicho vieja... — hizo un puchero y Wonho volteó para encontrarse con la mirada sorprendida de su esposo quien cargaba a la bebé con cansancio — y luego quiso coquetear conmigo diciendo que soy muy hermosa ¿puedes creerlo?

Hyungwon lo miró extrañado y él no tardó en fulminar a Ruby con la mirada.

— ¡Eso no es cierto! — ella le lanzó una mirada molesta para que recordara su reciente promesa y sintió que quería golpearla, entonces suspiró y miró a Hyungwon — es cierto, yo lo dije...

Hyungwon le lanzó una mirada molesta, le entregó a la bebé y avanzó hacia ella para darle un cálido abrazo.

— Te envié aquí para que la hicieras sentir mejor y no para que la hicieras sentir mal... — gruñó y luego acomodó el cabello de Ruby — ¿Te sientes bien?

Ella asintió con inocencia.

— Si, solo es un resfriado, tranquilo... — sonrió y en cuanto Hyungwon volvió a abrazarla, ella aprovechó para mostrarle la lengua al molesto Wonho.

El delgado se separó de ella y lo fulminó con la mirada.

— En cuanto a ti... — suspiró — tendremos una conversación más tarde.

Ruby los miró a ambos y disfrutó la expresión de Wonho deseando matarla.

Realmente era una buena venganza.

— Tranquilo Hyungwon, déjalo así... — él asintió un poco más calmado, entonces ella dirigió su mirada a Wonho — ¿Sabes como me sentiría mejor? Dame a mi nieta hermosa y ve a preparar la cena... — Wonho la miró sorprendido — y que no se te olvide hacer un jugo de frutas... — sonrió victoriosa — esta vieja de cincuenta y tantos necesita cuidados...

Al verse acorralado, Wonho no pudo hacer nada más que obedecer a sus ordenes y se fue para la cocina después de dejar a la bebé jugando en la sala.

Entonces ella se rió, ganandose una mirada extrañada de parte de quien consideraba su hijo.

— ¿De que te ríes? — susurró — pensé que estabas triste.

Ella negó tranquilamente.

— Es solo que estoy vengandome de Wonho... No puede negarse a nada de lo que yo diga o pida así que... — se rió nuevamente — esto me lo debía hace mucho...

Hyungwon dirigió su mirada hacia la cocina donde el obediente Wonho buscaba pacientemente los ingredientes necesarios para hacer algo de cenar y se rió.

— ¿Sabes qué? Prefiero no preguntar... — la miró fijamente — solo diré que te amo "vieja"

Ella borró la sonrisa de sus labios y lo miró con fingido enojo.

— Non essere stupido, figlio mio... — Hyungwon estalló en una carcajada y la abrazó con fuerza, entonces ella correspondió su abrazo casi inmediatamente y aprovechó a acariciar el cabello del delgado —Ti amo tantissimo...

Y se quedaron abrazados por un par de minutos más, sabiendo que aunque el tiempo pasara, su lazo emocional no se debilitaba, sino que se fortalecía.

Porque hay familias que no son de sangre y hay amores que son más sinceros que los que deberían de serlo.


Y bueno... Ah, me ha costado escribir muchísimo este capítulo...

Esta es la despedida oficial de
Ruby en esta saga.

Será la última vez que la veremos siendo la protagonista de uno de los capítulos y en verdad me da mucha nostalgia.

Este es uno de los personajes más queridos de toda la historia y me da mucha tristeza decirle adiós, pero así es la vida...

Espero que lo hayan disfrutado
Hasta pronto
🖤

Cuenta regresiva:

5

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