17.

Suspiró con tristeza mirando a Wonho tendido en la camilla y tomó su mano con cuidado de no estropear la intravenosa que tenía conectada.

La mano de Wonho estaba fría debido al fuerte aire acondicionado del lugar, sin embargo ante el cálido contacto de Hyungwon no pudo evitar marcar una leve sonrisa en su rostro y con mucha dificultad abrió los ojos.

— Hyungwonnie... — susurró con un hilo de voz debido a que su garganta parecía estar totalmente seca.

Al escuchar el susurro Hyungwon rápidamente se acercó a él, acomodando a la bebé hacia un lado para no lastimarle.

— Wonho... — sonrió levemente apretando un poco su mano — que susto me has dado...

Él sonrió levemente y tosió debido a que su garganta aún estaba seca.

— Lo... Siento... — con muy poca fuerza levantó la unión de sus manos y la dirigió hacia su boca para depositar un corto y áspero beso en el dorso de la mano de Hyungwon — estos no eran los planes para vacaciones...

Soltó una risita y tosió nuevamente.

Entonces Hyungwon se acercó a él con preocupación.

— No te esfuerces... — dio un suave beso en la pálida frente de Wonho y le sonrió — seguramente no tienes ánimos de nada...

En ese momento la puerta se abrió dejando ver a una muy rejuvenecida Ruby llegando igual de glamorosa que siempre.

— No me digan que aún quieren cumplir el fetiche extraño de coger en un hospital... — arqueó una ceja y se acercó a ellos después de cerrar la puerta — ¿no creen que es muy guarro?

Ambos sonrieron por las típicas entradas triunfales que Ruby siempre hacía.

— Si, estamos bien, gracias... — el delgado rodó los ojos y suspiró — menos mal que ya llegaste.

Ella le acarició el cabello con ternura y extendió las manos hacia la bebé.

— Damela, seguro estas cansado de cargarla toda la noche... — Hyungwon asintió y le entregó a Sisi, quien dormía en los brazos de su padre desde horas antes — Wonho... ¿estas bien?

Wonho asintió levemente ante el susurró de preocupación de parte de quien consideraba su suegra.

Entonces Hyungwon tomó la palabra por él mientras le acariciaba el cabello.

— Acaba de despertar... — susurró con tristeza — pero es una alegría ver que siga aquí...

Ruby asintió levemente y señaló la puerta.

— Supongo que hay mucho de que hablar... — tomó la bolsa donde estaban las cosas necesarias para la bebé — estaré afuera con la pequeña, tómense su tiempo...

Hyungwon asintió, entonces ella se dio la vuelta y con mucho cuidado salió de aquella silenciosa sala dejándolos solos y con un ambiente melancólico.

Wonho suspiró y acarició la mano de Hyungwon.

— ¿Tan grave fue? — preguntó con preocupación mientras masajeaba su sien — no recuerdo la mitad de las cosas.

Hyungwon asintió cabizbajo mientras tomaba asiento al lado de la camilla.

— Fue un shock anafiláctico muy grave... — le acarició el cabello con su mano libre — intoxicación por comida, se supone que pudo ser una reacción alergica a algún marisco...

Wonho arrugó la cara con asco.

— Solo de pensar en comida me dan náuseas... — susurró y soltó una risita.

Hyungwon acompañó su risita también.

— Claro, habrás vomitado unas 30 veces en el camino al hospital, seguramente no comas mariscos por un buen tiempo... — Wonho volvió a hacer una expresión de asco y él se rió, pero finalmente resopló con cansancio — pensé que no podría hacer nada... — negó levemente — te quedaste inconsciente mucho antes de llegar al hospital y cuando llegamos, te sostuve con un brazo, mientras en el otro cargaba a la bebé... Fue agotador... — Wonho asintió triste — terminar de llegar aquí tampoco fue alentador... Lo primero que me dijeron fue que cabía la posibilidad de que en el camino te hubieras ahogado con tu propio vomito... O que la reacción fuera tan violenta que incluso no resistieras algún tratamiento...

Wonho apretó su mano con tristeza.

— Lo lamento... — suspiró.

Hyungwon sonrió y negó levemente.

— ¿Sabes que estoy recordando? — Wonho lo miró curioso — todas aquellas veces donde tuve que vómitar por culpa de Sisi...

Wonho soltó una risita y lo miró fijamente.

— ¿Acaso estas alegre de que el karma me haya castigado de esta manera? — arqueó una ceja ante su broma y Hyungwon negó.

— Ni lo digas, tonto... — su sonrisa se borró paulatinamente de su rostro — solo digo que... En todas esas veces, incluso en aquellas que eran vacaciones, estuviste ahí conmigo... — volvió a sonreír hacia Wonho — aún recuerdo como masajeabas mi abdomen en búsqueda de un consuelo al dolor muscular de las contracciones por el vomito... — le dio un nuevo beso en la frente y lo abrazó — cuando vi que no podía hacer algo así por ti, me sentí inútil... Pero luego te despertaste y lo primero que dijiste fue mi nombre... Entonces supe que aquella promesa que hicimos fue real..

Wonho asintió levemente y le acarició la espalda.

— En la riqueza y en la pobreza... — susurró.

— En la salud y en la enfermedad... — suspiró — ambas...

Wonho asintió y dejó un beso en el cabello de su Hyungwonnie.

— Hasta que la muerte nos separe... — entonces Hyungwon suspiró en su pecho.

Aquella era la parte de la promesa que quería olvidar, era demasiado feliz como para pensar en que un día su pequeña familia se rompiera por culpa de una muerte.

— No deberías morir nunca... — le dio un beso en el pecho sintiendo un nudo en su garganta — deberías ser tan eterno como el tiempo...

Wonho sonrió y le acarició la espalda.

— Entonces seamos eternos juntos y borremos el pedazo donde el cuento se termina... — le dio un nuevo beso y levantó su rostro — debería besarte más de lo que lo hago... — le acarició los labios — debería abrazarte más, debería hacerte el amor más a menudo — Hyungwon soltó una risita — quizá deberíamos tener otro bebé.

Hyungwon frunció el ceño.

— ¿Y pasar por el vómito de nuevo? — negó y se apartó de Wonho con fingida molestia — no, no...

Wonho soltó una risita y tiró de él para volverlo a abrazar.

— Bien... Será más adelante entonces... — Hyungwon resopló contra su pecho — aún así... Gracias por cuidarme... Después de esto creo que no comeré nada que no sea hecho por ti...

Hyungwon se rió.

— Te amo tonto... — le dio un beso en el pecho — aunque seas un debilucho.

Wonho se rió y en ese momento ingresó Ruby nuevamente a la sala.

— Lo siento chicos — se tapó los ojos ante su broma — no quería interrumpir su coito pero Sisi despertó y estaba inquieta por verlos...

Hyungwon rodó los ojos ante la acción de Ruby y la tomó en brazos.

— ¿Qué tienes bebé? — consintió a su pequeña quien no dejaba de estar inquieta por llegar donde Wonho — bebé, papá Wonho no puede cargarte ahora mismo...

La pequeña comenzó a hacer pucheros y sus ojitos comenzaron a humedecerse mientras luchaba por llegar donde Wonho.

— Sisi... — susurró Wonho y le tocó el cabello con su mano libre — no llores bebé, te cargaré cuando tenga fuerzas ¿vale?

La pequeña rompió a llorar y Wonho se conmovió ante la imagen, era la primera vez que no podía cargar a su hija.

— Bebé... — Ruby le mostró su juguete favorito — mira lo que hay aquí... — movió el pequeño perrito frente a la niña para llamar su atención, pero nada funcionaba — vamos pequeña... Un momento...

La niña seguía intentando llegar a Wonho, entonces Hyungwon pensó en algo para calmarla.

— Bebé, mírame... — acunó su carita — brumm brumm bebé — ella lo miró fijamente entonces él limpió sus pequeñas lágrimas — ¿brumm brumm? ¿Si?

La niña le tocó los labios a Hyungwon.

— Brrr...— formó con sus pequeños labios, como si quisiera darle una confirmación a su padre.

Hyungwon sonrió y la cargó en la espalda a pesar de su cansancio.

— ¿Avioneta entonces? — sonrió y comenzó a caminar por toda la habitación — brummm brummm dile a papá como hace la avioneta.

La niña se rió dejando de lado el llanto y soltó un nuevo Brrrr mientras estaba en la espalda de su padre.

Todo esto ante la atenta mirada de Wonho quien estaba más que conmovido con la acción que tuvo Hyungwon.

Por un momento llegó a sentirse abatido, pero el hecho de que Hyungwon aún en medio de la situación difícil y todo su cansancio, haya tomado a la pequeña en su espalda y mencionado lo que él consideraba como su canto de victoria, le demostró que ese delgado hombre que estaba cargando a su hija no sólo era su esposo.

Era su amigo, era su media naranja, en resumen era su todo.

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